Por Edgardo Aguilera - Ambito.com
• MAL DÍA PARA EL GOBIERNO (Y AGUAD), COINCIDIERON LOS RECLAMOS DE MOYANO CON LOS QUE HIZO EXJEFE
Asumió ayer el general de Brigada Claudio Pasqualini como cabeza de la fuerza. El jefe saliente tuvo la palabra y reclamó por acuerdo sobre sueldos que había iniciado el ministro de Defensa anterior.
Jura. El ministro de Defensa Oscar Aguad puso en funciones ayer al nuevo jefe del Ejército, General de Brigada Claudio Pascualini. En el acto habló también el saliente Diego Suñer.
El jefe saliente del Ejército reclamó al Gobierno por el cumplimiento del plan de blanqueo en el haber de sumas fijas no remunerativas que había iniciado el ex ministro de Defensa Julio Martínez. El teniente general Diego Suñer se despidió ayer de la conducción del arma en una ceremonia que se realizó en el Regimiento de Infantería "Patricios" ubicada en el barrio porteño de Palermo. "Durante 2016 se dio un gran paso en ese sentido que fue acompañado de un plan anunciado por el propio jefe de Gabinete en el Edificio Libertador y que anhelamos se cumpla de acuerdo a lo programado, esto implicará una importante muestra de voluntad por solucionar este destrato que ha padecido nuestro personal por más de una década", dijo Suñer.
La observación tiene asidero, en 2017 se discontinuó la incorporación paulatina de esas cifras al haber tal como se había comprometido en nombre del Presidente, Marcos Peña, ante las máximas jerarquías de las fuerzas. Suñer también resaltó que ese conflicto salarial por errónea liquidación devino en una litigiosidad contra el propio Estado que aún no cesa. El asunto tiene una arista explosiva que se repite en el personal civil de inteligencia (PCI, el acrónimo de uso habitual) de las tres fuerzas que no cerró a su tiempo el exministro Martínez y que Aguad tampoco ha encarado.
Los haberes de la planta de civiles encuadrados en el estatuto de inteligencia tienen sumas fijas no remunerativas que no fueron blanqueadas cuando Peña accedió a sanear los sueldos de los uniformados. Hay centenares de demandas históricas en la justicia de seguridad social y se renuevan con cada mejora a los castrenses que no llega a los PCI, cuya escala salarial se rige con arreglo al haber del coronel y equivalentes. Noel Costa, abogada cordobesa, titular de la Dirección de Inteligencia del ministerio de Defensa es la cabeza a cargo de resolver el intríngulis que jaquea al ministro.
La cuestión salarial no fue el único tema que Suñer enrostró al ministro, también con prosa diplomática puso de relieve que el Ejército debe ser consultado para las reformas en las estructuras militares que se propone efectuar la Casa Rosada. Sin información oficial, en amplios sectores de los mandos se cree que será un recorte de personal, medios y funciones sumado a enajenación de cuarteles y bases que pasarán al negocio inmobiliario.
"Somos el único Ejército de que dispone la Nación. No hay otro. Somos profesionales, contamos con un gran reservorio de conocimiento y experiencia, depositarios de un importante patrimonio del Estado que debe ser preservado protegido y cuidado porque es el que la Nación nos ha entregado para el cumplimiento de nuestra misión es por esa razón que la estructura debe dar a la organización, armonía y solidez y nuestra opinión en esto tiene valor". La mención fue también un dardo silente dirigido al Jefe del Estado Mayor Conjunto, teniente general Bari del Valle Sosa, influyente reformista que convirtió su oficina en Delfos para un sólo dios, el ministro.
Al término del discurso, Aguad puso en funciones al nuevo jefe del Estado Mayor General del Ejército, general de Brigada Claudio Pasqualini. El ministro aprovechó para contestar los señalamientos de Suñer. Claro, tuvo un día de colchón para meditar la repuesta. El acto se había organizado para el martes y se sabe que disponía del texto del jefe saliente. El ministro pretendía una ceremonia militar de despedida y asunción sin discursos pero terció la Casa Rosada. Se dice que algo tuvo que ver el secretario de Asuntos Estratégicos de la jefatura de Gabinete, Fulvio Pompeo.
El radical cordobés trato de tranquilizar el humor militar. "Vamos a impulsar la reestructuración de las Fuerzas Armadas "sin prejuicios ni desconfianzas, con prudencia pero sin temores" al tiempo que advirtió que "todo proyecto que trascienda del papel "debe aprovechar los fondos disponibles" ya que "nuestro país está haciendo un enorme esfuerzo para poner de pie una economía desquiciada".
No hacían falta más certezas para confirmar que lo que se viene está teñido de un ajuste en los números.
Dijo Aguad que "la fórmula no será novedosa, no habrá sorpresas, está inspirada en las mejores experiencias y grabada en nuestra memoria desde la guerra del Atlántico. "De una vez por todas debemos concretar el accionar conjunto". "No sólo como una deuda impaga con nuestros héroes caídos y veteranos sino como respuesta moderna a los desafíos actuales", completó. Un apoyo directo a la figura del teniente general Sosa quien con la designación de Pasqualini y la de Villán en la Armada queda como el más veterano de la cúpula de Cambiemos, sólo resta la salida del jefe aeronáutico Amreim. Hubo una nueva promesa en relación con los haberes, "la recomposición (en alusión al blanqueo salarial) puesta en marcha por el Presidente Macri se mantendrá sin pausa".