Por Laura Rocha - LA NACION
La traza incluirá la calle Facundo Quiroga; contará con cuatro carriles hacia el centro y tres hacia la provincia; costará $ 1700 millones y las obras tardarán un año y medio
Principios 2017: hoy la Illia tiene un solo enlace con la ciudad en la avenida 9 de Julio.
La urbanización de la villa 31-31 bis, el proyecto más ambicioso del jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, sumó un nuevo capítulo: se hizo público el nuevo trazado que tendrá un tramo de la autopista Illia, entre la 9 de Julio y el peaje.
El segmento, de 1,9 kilómetros, tendrá un tramo a nivel y otro elevado, con siete carriles: tres hacia la provincia y cuatro hacia el centro. Se fusionará por detrás del parque Thays con la vía rápida Facundo Quiroga; tendrá accesos desde Carlos Pellegrini, Avenida del Libertador y Callao y cuatro bajadas hacia la ciudad en esta última, Rodríguez Peña, Libertad (que cambiará de sentido) y Cerrito.
El proyecto, que se presentó ayer en la sede del gobierno porteño en Parque Patricios, costará $ 1700 millones y demandará un año y medio de construcción. En el gobierno porteño creen que la forma de convertir en barrio la villa más antigua de la ciudad incluye la creación de un parque lineal elevado en la traza que quedará ociosa, permitir allí el paso de transporte público y mantener viviendas familias que, de otro modo, debían ser relocalizadas.
"Sin este proyecto no se puede urbanizar la villa 31. Es lo más lógico, lo más realista y lo más barato que se puede hacer", aseguró Rodríguez Larreta durante la presentación de la obra que pretenden adjudicar a fines de este mes y comenzar a fines de marzo.
Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Tránsito local, fue el encargado de los detalles técnicos: los $ 1700 millones se financiarán con el crédito del Banco Interamericano de Desarrollo ya otorgado para la urbanización de la villa y con el 30% de lo que se obtenga por la venta del predio del Tiro Federal.
"El plazo de la obra termina en octubre de 2018 y ahí empieza el trabajo del parque lineal, que contará con espacios verdes, bicisendas y transporte público. El diseño definitivo será el producto de un concurso público", indicó.
En sentido hacia provincia, los automovilistas que vengan por Carlos Pellegrini deberán continuar hasta Avenida del Libertador, donde tomarán la nueva avenida, hoy Facundo Quiroga.
Complementos
Los trabajos contemplan una serie de obras complementarias para adecuar los movimientos circulatorios de la zona; entre ellos, la altura de la salida a Castillo de la autopista Illia (por calle 9).
Además, se reubicará el trazado ferroviario del concesionario Nuevo Central Argentino (NCA), desplazando las vías y colocando los aparatos de vías correspondientes para garantizar su operatividad, mientras que el giro a la izquierda existente hoy en Libertador hacia Cerrito será reemplazado por una rama de vinculación que permitirá acceder desde la nueva avenida.
Principios 2018: a la nueva traza se accederá desde Carlos Pellegrini y Libertador; la vieja será un parque lineal.
También se podrá acceder desde Callao. A partir de allí no habrá más accesos y, a la altura del Centro de Exposiciones y Convenciones, la traza empezará a tomar altura para convertirse en un viaducto elevado, hasta empalmar con la autopista Illia actual 300 metros antes del peaje Retiro.
Dos expertos urbanistas consultados por LA NACION celebraron la regularización de los asentamientos, aunque criticaron el plan urbanístico diseñado. "Si esta autopista iba a ser pasante, el objetivo no se cumple, tiene muchas más conexiones con la ciudad", sostuvo Andrés Borthagaray, del Instituto para la Ciudad en Movimiento.
"La urbanización es una cosa y traer más autos al centro por autopista es otra. Hay muchos ejemplos en el mundo de ciudades que demuelen una autopista pero no construyen otra en su lugar. Los vecinos del parque Chacabuco también piden demoler la autopista", agregó.
En el gobierno aseguran que con las nuevas salidas disminuirá de 6000 a 2500 la cantidad de vehículos que hoy desembocan en la avenida 9 de Julio.
Inés Schmidt, investigadora del Centro de Estudios de Transporte Área Metropolitana de la UBA, cree que esta discusión debería formar parte de la discusión metropolitana. "Tiene la misma lógica contradictoria del Paseo del Bajo y se sigue invirtiendo y beneficiando a los vehículos en detrimento del transporte público. Debería formar parte de un plan de movilidad más integral y lo ideal sería que las medidas se tomaran en conjunto", opinó.
El nuevo parque lineal, que también tendrá un tramo a nivel y otro elevado, incluirá el transporte público para los vecinos de la villa. Hoy pasan por allí la línea 59 y la 152, pero no paran; luego lo harán. Sumará además bicisendas. La intención es que haya escaleras para que los habitantes puedan ingresar al parque o llegar al colectivo. Del mismo modo podrán llegar turistas u otros vecinos de la ciudad.