Por Jaime Rosemberg - LA NACION
El Presidente considera que hay desniveles entre los distintos ministerios y dispuso un proceso de seguimiento de la marcha de cada área; se analizarán variables técnicas, pero también políticas.
No hay que imaginar, por cierto, a 22 ministros sentados en pupitres, rindiendo nerviosos como adolescentes un examen ante la exigente mirada de quienes se encargan de valorar su sapiencia y ejecutividad.
No se trata de eso, claro, pero lo que el Gobierno sí puso en marcha en las últimas horas es un exhaustivo proceso de evaluación de la marcha de cada ministerio, en coincidencia con el primer año de gestión de la administración de Mauricio Macri .
El disparador de este proceso evaluatorio y de análisis reside en que el propio Presidente, alertado y preocupado por evidentes "desniveles" en el terreno de la gestión pura, evidenciada con el paso de las reuniones de coordinación que, con la venia de Macri y el jefe de Gabinete Marcos Peña , encabezan los ministros coordinadores Mario Quintana y Gustavo Lopetegui.
"Mario y Gustavo tienen una obsesión: la ejecutividad, que lo que se planea se cumpla. Por eso comenzaron a evaluar ministerio por ministerio", concedió un vocero del Gobierno que conoce los movimientos del dúo de funcionarios encargados del "tablero de control" de la gestión.
"Más allá de las declaraciones públicas, el Presidente está preocupado porque hay performances muy desparejas, y ya pasó casi un año de gobierno", confiesa en la intimidad uno de los funcionarios de mayor jerarquía de la administración.
La actividad de recopilación de datos comenzó hace pocos días. Desde la coordinación de comunicación estratégica de la jefatura de Gabinete que encabeza Hernán Iglesias Illia, enlace entre Lopetegui y Quintana y Peña, comenzó a almacenarse información de los logros y retrocesos de cada ministerio. "Básicamente, se les pregunta a los ministros cuáles eran los objetivos a cumplir a principios de año, cuáles se cumplieron y cuáles están demorados por distintas razones. No se habla de fracasos ni de errores, sino de objetivos que no llegan a cumplirse", explicó un funcionario que sabe de la iniciativa.
El pedido fue confirmado por tres ministerios a LA NACION, y un allegado a Macri calificó de "sano" el proceso iniciado, "porque a lo mejor se puede ayudar al que viene más atrasado a cumplir con los objetivos", afirmó el funcionario.
Una vez recopilada la información de la performance anual, la "evaluación política" quedará a cargo de Peña, Quintana y Lopetegui, además de la opinión más importante: la del propio Presidente.
"A Macri lo inquietan algunas faltas en el avance del Gobierno en áreas importantes, como la económica, que es muy amplia. Y, además, no le gusta demasiado que algunos ministros inviertan su tiempo en viajes, cócteles o reuniones en lugar de abocarse a cumplir objetivos", afirmaron desde el seno del Gobierno.
Cuando se habla de complicaciones, y aunque nadie habla de reemplazos ni cambios inminentes, todos miran primero a dos ministerios: el de Salud, que encabeza Jorge Lemus, y el de Medio Ambiente, cuyo ministro es el rabino Sergio Bergman.
Del primero, en Balcarce 50 aseguran que "tiene problemas para ejecutar el presupuesto y se le complicó el panorama con la aparición de Zika".
Y con el segundo son algo más crueles: "No arranca. Tuvo problemas con el Acumar desde el día uno y tiene asesores de confianza, pero que no saben de Medio Ambiente", deslizó un funcionario con oficina cercana a la Casa Rosada.
Cerca de ambos ministros se defienden. Aluden, con parecidos argumentos, a la "herencia" recibida del kirchnerismo, que los condiciona.
"Tuvimos que hacer licitaciones de cero porque estaba todo mal, recién ahora se está poniendo todo en orden. Escondieron bombas donde las tenían que esconder para complicarnos!", deslizan cerca de Lemus, en referencia a las gestiones anteriores.
En un segundo plano, también habría malestar presidencial por la lentitud en el avance de las obras públicas (área del secretario Daniel Chaín, que responde al ministro del Interior Rogelio Frigerio) y a la relación con los empresarios que tienen en sus manos los precios de productos básicos, que controla la secretaría de Comercio que depende del ministro de Producción, Francisco Cabrera.
Fuera de la mira quedó, por el momento, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que habría subido sus acciones en los últimos meses. "Por lo menos, ahora no nos incluyen en las listas de ministros candidatos en 2017", se aliviaban cerca de la ministra.
Unos y otros deberán pasar el "examen" y esperar una "buena nota" de los coordinadores Lopetegui y Quintana hacia fines de 2016.
En la misma línea se inscribe el "retiro espiritual" que prepara Macri con todo su equipo ministerial para el 1° y 2 de diciembre próximos en Chapadmalal.
Será la primera vez desde que asumió en la Casa Rosada que volverá a recurrir a este mecanismo de reflexión y revisión en un entorno despejado.
La última vez que apelaron a esta práctica tan habitual en Pro fue el 5 de diciembre del año pasado, a días de asumir el Gobierno, en General Rodríguez.
Ahora, a poco de cumplirse un año de gestión, parece ser un buen momento para evaluar el estado de la gestión, una preocupación constante para Macri.
El gabinete, un año después
Hubo desempeños dispares entre los colaboradores de Macri
En problemas
Entre los ministros cuyo desempeño más preocupa a Mauricio Macri están Jorge Lemus (Salud), complicado por la aparición del virus del zika y Sergio Bergman (Ambiente), a quien le atribuyen estar rodeado de colaboradores que no saben de medio ambiente. También quedaron bajo la lupa Francisco Cabrera (Producción), por la falta de fluidez en el vínculo con los empresarios y Oscar Aguad, quien -aunque se rodeó de especialistas- no conoce en profundidad los asuntos de su área.
Aprobados
A Rogelio Frigerio (Interior) le reconocen haber manejado con cintura el vínculo con los gobernadores y el Congreso. Carolina Stanley (Desarrollo Social) quedó entre los ministros aprobados por su capacidad para sostener la relación con los movimientos sociales y contener sus reclamos. Guillermo Dietrich (Transporte) se destacó por el avance de las obras de su área. El vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, supo imponerse en la lucha interna y acumuló funciones políticas.