Por Silvina Fiszer Adler (*)
Repaso de la batería de anuncios de la Presidenta para contrarrestar las consecuencias de una crisis que no nos iba a tocar. Foto: Damián Rodríguez (fotomontaje)
Cuando la crisis hipotecaria comenzó a mostrar sus garras en el corazón financiero, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner sostuvo que la Argentina iba a quedar al margen de las consecuencias del derrumbe. Sin embargo, con los primeros síntomas del efecto rebote -la inevitable recesión, el aumento del desempleo y la crisis por la que atraviesan empresas en el país- la mandataria cambió el rumbo y decidió poner en marcha una batería de medidas.
A partir de la quiebra de banco inversor estadounidense Lehman Brothers, el 15 de septiembre del año pasado, que provocó la caída de todas las bolsas del mundo, la mandataria comenzó, discurso mediante, a lanzar medidas de todo tipo. Las reacciones y quejas de la oposición no se hicieron esperar y en muchos casos las soluciones planteadas provocaron más incertidumbre que respuestas. Perfil.com repasa las 20 medidas, las críticas, y los problemas en la implementación de cada una.
El proyecto y la posterior reestatización de las AFJP sirvió al Gobierno para tener fondos para sustentar la batería de medidas que luego anunció. Si bien no se trata de una medida post crisis, la caja recaudada fue fundamental para sustentar los planes estatales. La medida de volver a controlar los aportes jubilatorios desde el Estado provocó una ola de criticas desde la oposición.
El primer anuncio que realizó la Presidenta fue durante su visita a Estados Unidos, en septiembre. El 22 de ese mes, en el Council Of Foreing Relations de Nueva York, habló de la reapertura del canje de la deuda con los holdouts (1). Unos días después se firmó el acuerdo con los bancos.
El retorno de Cristina, el 27 de septiembre, estuvo marcado por anuncios que dejaron ver los primeros impactos de la crisis. En relación a la vivienda, la Presidenta firmó un convenio marco del Programa Federal de Financiamiento Habitacional Casa Propia (2).
En ese mismo discurso, aseguró que la crisis financiera demostró la necesidad de la intervención del Estado en la economía. Pocos días después, se comenzó a hablar del plan B del Gobierno para contrarrestar el "efecto jazz".
Recién a fines de octubre la Presidenta reconoció que la crisis internacional golpeó al país . Unas semanas después, durante su visita a Túnez, ratificó que el país sufriria las consecuencias de la crisis global. Luego de confirmar la creación del ministerio de Producción, el 25 de noviembre anunció un plan de Obras Públicas por un total de 71 mil millones de pesos (3) para aumentar los puestos de trabajo.
También mencionó el proyecto de ley de repatriación de capitales (4), que luego explicó en detalle el jefe de Gabinete, Sergio Massa. Sobre este último punto, se generaron críticas de todo tipo, entre ellas la de Elisa Carrio, la líder de la Coalición Cívica, y las de su ex ministro de Economía, Martín Lousteau.
Desde la residencia de Olivos, el 4 de diciembre, Fernández de Kirchner presentó su "plan de contingencia" (5) ante la crisis. Allí habló del rol del Estado y del aporte de más de 13.000 millones de pesos para promover el consumo, la inversión, y preservar los puestos de trabajo. Así, expresó que los fondos saldrían en parte del ahorro público que antes era administrado por las AFJP. Además, anunció que los créditos de 5.000 pesos podrían usarse, entre otras cosas, para la compra de indumentaria . En este caso, fueron varios economistas los que apuntaron contra la medida K.
Dos días más tarde, la flamante ministra de Producción, Débora Giorgi, presentó el plan para la compra del primer 0Km (6). El objetivo: la inyección de 3.100 millones de pesos para estimular a la industria automotriz. El plan generó los primeros chispazos entre Giorgi y el secretario de Comerio Interior, Guillermo Moreno.
Días después, se vio paralizado por la falta de acuerdo entre el Gobierno y las concesionarias, y hasta el mismo ex presidente Kirchner se mostró en contra. El 12 de diciembre, lanzó el plan para la renovación de taxis (7).
El 11 de diciembre, diputados aprobó el "Plan Anticrisis" impulsado por el Gobierno nacional, con medidas como el blanqueo de capitales , una moratoria previsional y fiscal, y un blanqueo de trabajadores no registrados. Entre los críticos, estuvo el titular de la UCR, Gerardo Morales, que se refirió al futuro del país como un "paraíso fiscal".
En el plano turístico, y de cara a las vacaciones de verano, el mismo día la mandataria anunció incentivos para el turismo y el consumo (8).
Además, confirmó que hubo acuerdo con los supermercadistas para una canasta navideña accesible para estas fiestas. Esas medidas luego fueron detalladas por Massa (9).
El 15 de diciembre Cristina lanzó desde Olivos un mega plan de obras públicas por más de 111 mil millones de pesos (10) para elevar los puestos de trabajo de la construcción, aunque aclaró que no es un plan de contingencia, sino una medida planeada para el crecimiento del país. Sin embargo, pocos días después se supo que las obras de este "Megaplan" ya habían sido anunciadas por la misma presidenta e, incluso, por su marido, Néstor Kirchner, durante su mandato. El ministro de Planificación, Julio de Vido, reconoció el doble anuncio.
Pese a los anuncios realizados por el Gobierno sobre el pago de la deuda con el Club de París, que luego fue postergado por la crisis, los organismos financieros internacionales y los gobiernos extranjeros cuestionaron a mediados de diciembre el manejo de la deuda, la inflación, y el proyecto de blanqueo de capitales.
El 18 de diciembre se lanzaron una serie de medidas destinadas al canje de electrodomésticos. Si bien se esperaba el anuncio de un aumento fijo no remunerativo para fin de año – que llegó cuatro días después y sobre el cual hubo quejas en las provincias-, Cristina contó la puesta en marcha de un plan destinado a cambiar la heladera vieja por una nueva (11).
Ese mismo día, pero en el Congreso, el Senado aprobaba el paquete anticrisis y el fin de la "tablita de Machinea". (12)
Como parte del plan de incentivo al consumo, el Gobierno, esta vez por medio de Massa y Boudou, anunció la asignación de $1000 millones para bajar las tasas de interés en créditos (13) para la compra de productos argentinos. Al poco tiempo, el paquete oficial para poner en marcha la economía abría dudas: las ventas no arrancaron como se esperaba, el plan generó confusión y las heladeras y los autos no se presentaron como opciones accesibles como se pensó. El mismo descrédito resurgió el 19 de enero, cuando trascendió que en un mes se colocó sólo 1,7% de los $400 millones destinados al consumo.
A fines de diciembre comenzaron los anuncios anticrisis destinados a los sectores rurales. El lunes 22, la Presidenta, desde Olivos, lanzó un paquete de medidas, (14) con la reducción y segmentación de retenciones al trigo y el maíz entre ellas. No hizo referencia a la soja. Las críticas no se hicieron esperar: Gerardo Morales, Claudio Lozano, Adrián Pérez, entre otros, fustigaron los anuncios. Biolcati, Buzzi y De Angeli también se refirieron al tema. El ministro de Trabajo salió en defensa del Gobierno.
Mientras la Presidenta se encontraba en un receso por las fiestas de fin de año, se supo que el Gobierno pagaría los vencimientos de la deuda externa y, tal como se había anticipado, sus obligaciones con el Club de París y con los "holdouts".
El 2009 comenzó con más críticas al plan autoahorro para la compra de vehículos 0 kilómetro. Las más fuertes partieron desde las concesionarias por el desconocimiento para implementar la medida y la poca claridad en su instrumentación. Finalmente, y sin solucionar estos problemas, el cuatro de enero se puso en marcha la iniciativa. Con el plan, nació el escándalo: el primer adjudicatario del plan fue el hijo del secretario de Ambiente, Homero Bibiloni. La alegría no le duró mucho a Nahuel, ya que, apenás trascendió el dato, Massa ordenó al joven que renuncie a su cero kilómetro.
De nuevo con la mirada puesta en el campo, el seis de enero Giorgi anunció la prórroga por un año del régimen de incentivo a la inversión y producción nacional de bienes de capital y maquinaria agrícola (15).
Luego de una lipotimia que la obligó a guardar reposo y a posponer los anuncios previstos para el agro –además del viaje a Cuba y Venezuela- la figura de Cristina volvió al atril el 14 de enero. En medio de una de las mayores sequías de la historia, anunció planes para maquinaria agrícola y controles a precios de fertilizantes (16). Varios dirigentes agrarios salieron a tildar los anuncios de insuficientes. Frente a las críticas, en varias ocasiones salieron a decir desde el Gobierno que el campo no se va a quedar sin ayuda en plena emergencia agropecuaria. Desde las entidades agrarias, se pidieron "medidas urgentes".
La última semana de enero comenzó con más medidas. El lunes 26, la Presidenta anunció, para las provincias afectadas por la sequía, una prórroga en los vencimientos de los impuestos al campo. Además, eliminó el costo de la "carta de porte" para transporte de granos y carnes (17). "Se trata de una burla y otra sanción a la Federación Agraria", contestó Buzzi, líder de la agrupación que está financiada por el permiso de transporte. Además, adelantaron que el campo retomaría los cortes de ruta. Durante ese mismo discurso, en Olivos, Cristina anunció la construcción de 58 mil viviendas sociales.
El martes 27, Fernández de Kirchner firmó convenios para la construcción de viviendas en ocho provincias (18) y defendió las medidas del Gobierno, en un acto en Olivos.
El 28, optimista, anunció un canje de deuda "sin precedentes", por lo que el Estado evita el pago de $ 5.400 millones en vencimientos durante el 2009. La ola de anuncios continuó el 29, esta vez con el plan canje de electrodomésticos de la línea blanca (19), como cocinas, termotanques, lavarropas y calefones.
Febrero trajo algunas complicaciones en cuanto a los anuncios de Cristina. En el interior del país se habló de fracaso a corto plazo de los planes de crédito para la compra de electrodomésticos, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires la queja es que no se consiguen los productos que integran el plan oficial. También se supo que, pese al plan del Gobierno, cayó la venta de autos.
Luego de la gira por España, Cristina volvió a Buenos Aires y, de inmediato, voló hacia Tartagal, ciudad trágicamente afectada por un alud. Ayer, con un discurso en el que llamó a la unidad de todos los sectores para afrontar el "vendaval" que desató la crisis mundial, anunció la ampliación de los actuales planes sociales para el bienio 2009-2011 (20).
Si bien estaba previsto para esta semana el anuncio de una línea de créditos hipotecarios de hasta $200.000 para la cual se invertirá $1200 millones que saldrán de la ANSES, la medida deberá esperar unos días más.
(*) redactora de Perfil.com.
Fuente: Diario Perfil