Por Eduardo Szklarz/Diálogo - El cambio en la organización constituye el primer paso de la reconversión de las Fuerzas Armadas Argentinas.
El rompehielos Almirante Irízar, buque insignia de la Armada Argentina, en misión de reabastecimiento de la base San Martín, durante la Campaña Antártica de Verano 2017-2018. (Foto: Armada Argentina)
Las Fuerzas Armadas Argentinas activaron el Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR), inaugurando el proceso de reconversión. Formado por integrantes de la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea, el COCOANTAR es el responsable de planear y ejecutar el apoyo logístico a las bases argentinas a través de la Campaña Antártica de Verano (CAV) anual. Pero su estructura era rotativa y cambiaba antes de cada campaña. Ahora, el comando conduce las operaciones en forma estable y continua.
El campamento de científicos estadounidenses rescatados por el rompehielos Almirante Irízar, en la Antártida, en marzo de 2018. (Foto: Ministerio de Defensa de Argentina)
Las autoridades asumieron el 15 de agosto de 2018, haciendo efectivo el cambio. El Comodoro de la Fuerza Aérea Argentina Enrique Oscar Videla, 2.º comandante conjunto antártico, y el Teniente Primero del Ejército Argentino Diego Fabián Nieva, responsable de las relaciones institucionales del organismo, recibieron a Diálogo en el edificio central de la institución, en Buenos Aires.
“Antes, el COCOANTAR se armaba tres meses antes de cada CAV y se desarmaba cuando la campaña terminaba. Ahora, lo que mejoró es que ese grupo de personas se mantiene y actúa en forma permanente durante todo el año”, dijo el Comodoro Videla. “Ya no tenemos que arrancar cada septiembre con gente nueva. Esa continuidad asegura una planificación mucho más precisa”.
Reconversión de las Fuerzas Armadas Argentinas
La constitución del COCOANTAR en forma permanente es el primer paso de la reconversión de las Fuerzas Armadas Argentinas, anunciada en julio de 2018 por el presidente Mauricio Macri. “La reconversión es una política de Estado que busca dar más eficiencia a su organización. Y una de las partes de la reconversión es ese cambio que hubo en el COCOANTAR”, explicó el Ten. 1.º Nieva.
“Reconvertir es optimizar recursos”, agregó el Comodoro Videla. “La idea es empezar a trabajar en forma más conjunta entre las fuerzas, lo que también achica los gastos de funcionamiento”.
Según el Comodoro Videla, la tendencia mundial de las fuerzas armadas es implementar doctrinas, operaciones de paz y fuerzas especiales conjuntas. “Todo tiende a la conjuntez”, afirmó. “La Campaña Antártica siempre la hicimos en forma conjunta, pero desde lugares separados. Esto ahora nos lleva a empezar a amalgamarnos un poquito más”.
Logística de las bases
Argentina es el país con la mayor cantidad de bases operativas en la Antártida. Son 13 en total: seis permanentes, que funcionan todo el año (Orcadas, San Martín, Carlini, Esperanza, Belgrano II y Marambio) y siete temporales, que sólo están habilitadas en el verano (Matienzo, Petrel, Brown, Primavera, Cámara, Decepción y Melchior).
Brown, una de las siete bases temporales argentinas en la Antártida, es habilitada cada verano gracias al apoyo logístico brindado por los militares a la ciencia. (Foto: Armada Argentina)
El COCOANTAR realiza el abastecimiento de toda esa estructura, llevando combustible, ropa, alimentos, remedios y herramientas, además de hacer el relevo de dotaciones y brindar el apoyo a la actividad científica. En la CAV 2017-2018, por ejemplo, se transportaron 2400 toneladas de carga, incluyendo gasoil antártico (un combustible que tiene un aditivo anticongelante), garrafas de gas y materiales de construcción. Además, los militares traen a Argentina los residuos, recipientes, cajones de plástico y toda la basura doméstica que se produce por vivir en la Antártida.
“En invierno, una base chica abarca entre 20 y 25 personas. Una base grande, como Esperanza, entre 50 y 60”, dijo el Ten. 1.º Nieva. “El número aumenta en verano, cuando tenemos cerca de 90 personas en Esperanza y 70 o 80 personas en Carlini, por ejemplo”. Para la CAV 2018-2019, que inicia a mediados de diciembre, los militares argentinos van a utilizar el rompehielos Almirante Irízar, dos buques polares, un avión Hércules C-130, dos helicópteros y un avión Twin Otter, además de los vehículos anfibios y terrestres del Ejército y la Armada.
Más de 100 años de presencia
Argentina es también el país con mayor presencia continua en el continente blanco: 114 años. La gesta empezó en 22 de febrero de 1904, cuando los argentinos izaron la bandera nacional en las islas Orcadas e instalaron allí una estación meteorológica. “Para nosotros, esto es un factor de orgullo y compromiso. No sólo por la larga presencia y la mayor cantidad de bases desplegadas en verano, sino también por nuestra cercanía con la Antártida”, dijo el Comodoro Videla. “Y más aún por la importancia de la actividad científica que se hace allí. Tenemos que practicar todo en forma muy precisa”.
Las bases argentinas tienen convenios de cooperación científica con Estados Unidos, Dinamarca, España, Finlandia, Italia, y Reino Unido, entre otros países. La base Carlini incluso alberga un laboratorio alemán. Esa interacción permite estudiar desde los efectos del cambio climático hasta los contaminantes químicos, la radiación, los mamíferos y el plancton marino.
“La camaradería antártica se ve no sólo entre las diferentes fuerzas, sino también entre los diferentes países”, comentó el Ten. 1.º Nieva. “Estuve, por ejemplo, con alemanes y estadunidenses en la base Carlini. La relación personal es única y todo el mundo quiere volver”.
“¿Qué nos dan los más de 100 años en la Antártida? Nos dan la baquía, una experiencia que no todos los países tienen. Y es un motivo de orgullo poder brindar ese conocimiento”, completó el Ten. 1.º Nieva.
La camaradería también se refleja en la ayuda mutua entre los países. En marzo de 2018, por ejemplo, el rompehielos Almirante Irízar rescató a cinco científicos estadounidenses que se encontraban varados en un campamento en la isla Joinville. “Muchas gracias, Argentina, por enviar al Almirante Irízar en auxilio de nuestros científicos aislados en la zona antártica, reafirmando el espíritu de cooperación que anima nuestras relaciones”, afirmó en la ocasión la Embajada de EE. UU. en Buenos Aires, en su cuenta oficial de Twitter.