Por Macarena Vidal Liy | Para LA NACION
Sus ventas al exterior pegaron un salto en los últimos cinco años; EE.UU. y Rusia concentran el 58% del total
PEKÍN.- China ya es el tercer exportador de armamento del mundo. Aunque su porcentaje del total global es de sólo 5%, muy por debajo del 58% que suman Estados Unidos y Rusia, sus suministros al exterior explotaron en los últimos cinco años. En ese período sus ventas de armas crecieron 143% con respecto al quinquenio anterior, según el informe publicado por el Instituto de Investigación para la Paz Internacional de Estocolmo (Sipri, por sus siglas en inglés).
En todo el mundo, el volumen del comercio de armas creció un 16% entre 2010 y 2014 con respecto al quinquenio 2005-2009. El aumento del flujo se encaminó principalmente a Asia, que acaparó el 48% de las importaciones; Medio Oriente (22%), y América (10%), mientras que el volumen de ventas hacia Europa decreció en un 36%.
Estados Unidos se mantiene como el principal exportador de armamento convencional, con 31% del total tras registrar un aumento de su volumen de ventas de 23% en los últimos cinco años. Este país es el que tiene una cartera más diversificada de clientes (94), de los que el mayor es Corea del Sur, que le compra el 9%. Rusia, su principal rival, logró también un amplio crecimiento de sus exportaciones en 2010-2014, de 37%, y se hace con un 27% del total de exportaciones, con la India, el principal comprador del mundo, como el mejor de sus 56 clientes.
Detrás de China, el cuarto y quinto puestos en la lista de suministradores mundiales corresponden a Alemania y Francia, también con un 5% cada uno. Gran Bretaña desaparece así de la lista de los cinco grandes exportadores.
Tres países fronterizos con la India -Paquistán, Bangladesh y Myanmar- acaparan el 68% del armamento chino. Paquistán es, con diferencia, el mejor cliente del gigante comunista. El país al que los diplomáticos chinos les gusta describir como un "amigo bajo cualquier circunstancia", y al que el presidente Xi Jinping ha anunciado una visita en los próximos meses, recibe el 41% del armamento que exporta Pekín.
En su consolidación como suministrador global de armamento, China vende ya a 38 países, 18 de ellos africanos. Así, ha suministrado tres fragatas a Argelia, o drones a Nigeria. Su alcance llega también a Venezuela, que le ha comprado blindados y aviones de adiestramiento y de transporte, indica Sipri.
Acerca de un aumento de las ventas que lo ha llevado del noveno lugar mundial que ocupaba en 2005-2009 al tercero actual, China afirma que "siempre es prudente y responsable en sus exportaciones de armas".
Precisamente, China, el segundo país del mundo por presupuesto militar, se encuentra en pleno proceso de modernización de sus fuerzas armadas. Su gasto militar ha aumentado en porcentajes superiores al 10% en el último lustro.
En una muestra de los avances en su industria de defensa, se hizo menos dependiente de las importaciones. Si en 2005-2009 era el mayor comprador del mundo, cedió ahora ese puesto a su rival militar regional, la India. Entre 2010 y 2014 sus compras de armas cayeron 42% respecto del quinquenio anterior. Su principal proveedor fue Rusia, con 61%. Francia le vendió 16% y Ucrania, 13%.
Los helicópteros constituyen una de las principales partidas de las compras a Rusia y Ucrania. China, que ha puesto el énfasis de su modernización militar en sus fuerzas de mar y aire, ha padecido tradicionalmente problemas para producir motores propios para aeronaves que cuenten con calidad suficiente. En los últimos cinco años, Pekín siguió importando un gran número de motores rusos y ucranios para naves de combate, transporte y adiestramiento y para buques de guerra.
Los medios oficiales chinos prometieron "avances" para este año en la producción de aviones militares propios. Su mayor aeronave de transporte de producción nacional, el Xian Y-20, estará lista para la entrega "próximamente". Además, la mayor aeronave anfibia china, la AG600, que se empleará en operaciones de rescate, efectuará su primer vuelo el año próximo.
© El País, SL.
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miércoles, 18 de marzo de 2015
Subsidios al cine: denuncias, fraudes, listas negras y otras polémicas sobre el Incaa
Por José Crettaz | LA NACION
En los últimos diez años todos los presidentes del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) fueron denunciados en distintos fueros (prácticamente todos los jueces federales llevan alguna causa que involucra a Jorge Álvarez, Jorge Coscia, Liliana Mazure o Lucrecia Cardoso). Además de los funcionarios, productores, directores y abogados vinculados al sistema de fomento del cine están señalados por desvío de fondos, entre otras cosas. La cantidad de historias que cuentan esos expedientes aseguraría material para una larga saga pero, curiosamente, no son muy conocidas por el gran público.
Además de los difundidos subsidios a películas que no se hicieron (bajo la denominación "3ro J") o el dinero presuntamente desviado del fondo cinematográfico a gastos corrientes del instituto, o el menos conocido subsidio a un laboratorio que nunca se construyó, también hay denuncias por discriminación (con dictamen favorable del Inadi) y "listas negras" (productores cuyos proyectos son sistemáticamente rechazados tras presentado denuncias denunciado, registradas por el Defensor del Pueblo de la Nación). Muchas de las denuncias se acumularon en lo que ya se conoce como megacausa Coscia (ya tiene 15 cuerpos), que no parece avanzar.
"Algunas de las causas que tramitan en Comodoro Py, por ejemplo la causa Coscia 4500/2007 y la causa 5000/2011, uno de los trámites en los que está imputada Mazure, corren serio peligro de ser cerradas. En esta última causa, en la que nosotros somos querellantes, recusamos al fiscal por la parcialidad con la que habría actuado para buscar el sobreseimiento de los imputados. El tema ahora está en Casación", afirmó Cristina Agüero, presidenta de la Asociación de Productores de Cine y Medios Audiovisuales (Aprocinema), que integró los comités de selección y de películas terminadas del Incaa en 2009 y 2010 en representación de Aprocinema.
Tal vez porque involucran a directores y productores y, de manera indirecta y sin que tengan responsabilidad, al star system del cine local, casi todas las investigaciones están estancadas. Aunque no todas, porque algunas pocas se cerraron más rápido, como la que originó la denuncia contra el juez Daniel Rafecas en el Consejo de la Magistratura, un caso aún abierto. Rafecas es señalado por haber archivado, en 2010 y con aval del fiscal Jorge Di Lello, una denuncia que involucraba a un productor que indirectamente tenía relación con su hermano, el director Diego Rafecas. Es el caso en el que el Incaa financió a la firma Lacsa la instalación de un laboratorio que nunca se instaló. Por aquel trámite, el senador radical Mario Cimadevilla denunció al juez en el Consejo de la Magistratura. Allí, Rafecas respondió que esa acusación se basó "en meras conjeturas", desconoce que en "otros procesos similares" procesó y elevó a juicio oral (como en el caso del fallecido Julio Mahárbiz) y que no tiene "basamento legal porque lo que se imputa no está contemplado en la ley procesal aplicable". En otra causa que involucra a Mazure y al rector de la escuela de cine del Incaa, Pablo Rovito, Rafecas se excusó pero la cámara lo ratificó, y uno de los jueces lo retó por "demorar" el proceso.
"En el cine argentino circula mucha plata de origen legítimo en el fondo creado por ley. La gente que pertenece a la industria y depende de ese dinero no se atreve a criticar nada del sistema de subsidios. El disciplinamiento que se logró en esta industria es uno de los más rigurosos de estos años", describe Gustavo Noriega, crítico cinematográfico y ex director de la revista El Amante. Y los que no entraron en ese circuito denuncian estar en listas negras, aunque no lo dicen en voz alta porque esperan salir de allí, acceder a financiamiento y volver a filmar. "La gente de cine tiene que entender que buscamos transparencia. Somos cineastas, pensamos con libertad, pero dependemos de los subsidios. Y si vos denunciás no te dejan filmar", dijo Agüero. De hecho, en algunos expedientes, la carátula indica como denunciante a "NN".
Hasta el kirchnerista Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina (SICA) denunció estos años el "fraude laboral" en varias cooperativas, que fueron multadas por el Ministerio de Trabajo, por permitir "la flexibilización de las condiciones laborales, la ventaja financiera de no tener que pagar cargas sociales y la posibilidad de dibujar los costos para aumentar el monto del subsidio". Aunque para el sindicato las cooperativas fueron un problema "las últimas tres décadas", los datos enumerados en un artículo publicado en su revista institucional indican que esto se dio con más intensidad en los últimos años. "Entre 2010 y 2012 se realizaron nueve inspecciones que resultaron en multas de cientos de miles de pesos para la Cooperativa Kaos, la Cooperativa 2001 y, en dos oportunidades, a los productores de las películas", explicó el SICA. Kaos fue fundada por Mazure y su ex pareja Luis Barone.
El abogado Ricardo Monner Sanz y la Oficina Anticorrupción (en 2009), entre otros, también denunciaron irregularidades. Varios diputados, el Defensor del Pueblo y la Auditoría General de la Nación (AGN) elaboraron informes. Pero, hasta ahora, ninguna de estas historias tuvo final feliz.
En los últimos diez años todos los presidentes del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) fueron denunciados en distintos fueros (prácticamente todos los jueces federales llevan alguna causa que involucra a Jorge Álvarez, Jorge Coscia, Liliana Mazure o Lucrecia Cardoso). Además de los funcionarios, productores, directores y abogados vinculados al sistema de fomento del cine están señalados por desvío de fondos, entre otras cosas. La cantidad de historias que cuentan esos expedientes aseguraría material para una larga saga pero, curiosamente, no son muy conocidas por el gran público.
Además de los difundidos subsidios a películas que no se hicieron (bajo la denominación "3ro J") o el dinero presuntamente desviado del fondo cinematográfico a gastos corrientes del instituto, o el menos conocido subsidio a un laboratorio que nunca se construyó, también hay denuncias por discriminación (con dictamen favorable del Inadi) y "listas negras" (productores cuyos proyectos son sistemáticamente rechazados tras presentado denuncias denunciado, registradas por el Defensor del Pueblo de la Nación). Muchas de las denuncias se acumularon en lo que ya se conoce como megacausa Coscia (ya tiene 15 cuerpos), que no parece avanzar.
"Algunas de las causas que tramitan en Comodoro Py, por ejemplo la causa Coscia 4500/2007 y la causa 5000/2011, uno de los trámites en los que está imputada Mazure, corren serio peligro de ser cerradas. En esta última causa, en la que nosotros somos querellantes, recusamos al fiscal por la parcialidad con la que habría actuado para buscar el sobreseimiento de los imputados. El tema ahora está en Casación", afirmó Cristina Agüero, presidenta de la Asociación de Productores de Cine y Medios Audiovisuales (Aprocinema), que integró los comités de selección y de películas terminadas del Incaa en 2009 y 2010 en representación de Aprocinema.
Tal vez porque involucran a directores y productores y, de manera indirecta y sin que tengan responsabilidad, al star system del cine local, casi todas las investigaciones están estancadas. Aunque no todas, porque algunas pocas se cerraron más rápido, como la que originó la denuncia contra el juez Daniel Rafecas en el Consejo de la Magistratura, un caso aún abierto. Rafecas es señalado por haber archivado, en 2010 y con aval del fiscal Jorge Di Lello, una denuncia que involucraba a un productor que indirectamente tenía relación con su hermano, el director Diego Rafecas. Es el caso en el que el Incaa financió a la firma Lacsa la instalación de un laboratorio que nunca se instaló. Por aquel trámite, el senador radical Mario Cimadevilla denunció al juez en el Consejo de la Magistratura. Allí, Rafecas respondió que esa acusación se basó "en meras conjeturas", desconoce que en "otros procesos similares" procesó y elevó a juicio oral (como en el caso del fallecido Julio Mahárbiz) y que no tiene "basamento legal porque lo que se imputa no está contemplado en la ley procesal aplicable". En otra causa que involucra a Mazure y al rector de la escuela de cine del Incaa, Pablo Rovito, Rafecas se excusó pero la cámara lo ratificó, y uno de los jueces lo retó por "demorar" el proceso.
"En el cine argentino circula mucha plata de origen legítimo en el fondo creado por ley. La gente que pertenece a la industria y depende de ese dinero no se atreve a criticar nada del sistema de subsidios. El disciplinamiento que se logró en esta industria es uno de los más rigurosos de estos años", describe Gustavo Noriega, crítico cinematográfico y ex director de la revista El Amante. Y los que no entraron en ese circuito denuncian estar en listas negras, aunque no lo dicen en voz alta porque esperan salir de allí, acceder a financiamiento y volver a filmar. "La gente de cine tiene que entender que buscamos transparencia. Somos cineastas, pensamos con libertad, pero dependemos de los subsidios. Y si vos denunciás no te dejan filmar", dijo Agüero. De hecho, en algunos expedientes, la carátula indica como denunciante a "NN".
Hasta el kirchnerista Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina (SICA) denunció estos años el "fraude laboral" en varias cooperativas, que fueron multadas por el Ministerio de Trabajo, por permitir "la flexibilización de las condiciones laborales, la ventaja financiera de no tener que pagar cargas sociales y la posibilidad de dibujar los costos para aumentar el monto del subsidio". Aunque para el sindicato las cooperativas fueron un problema "las últimas tres décadas", los datos enumerados en un artículo publicado en su revista institucional indican que esto se dio con más intensidad en los últimos años. "Entre 2010 y 2012 se realizaron nueve inspecciones que resultaron en multas de cientos de miles de pesos para la Cooperativa Kaos, la Cooperativa 2001 y, en dos oportunidades, a los productores de las películas", explicó el SICA. Kaos fue fundada por Mazure y su ex pareja Luis Barone.
El abogado Ricardo Monner Sanz y la Oficina Anticorrupción (en 2009), entre otros, también denunciaron irregularidades. Varios diputados, el Defensor del Pueblo y la Auditoría General de la Nación (AGN) elaboraron informes. Pero, hasta ahora, ninguna de estas historias tuvo final feliz.
Pozo negro: no se sabe adónde van las inversiones del Estado
Por Pablo Fernández Blanco | LA NACION
Hoy resulta virtualmente imposible, incluso para los expertos, saber cuánto gasta el Estado y cuál es el costo final de las obras; el Gobierno responsabiliza a las provincias
El soterramiento de la ex línea Sarmiento se anunció por primera vez hace una década y prácticamente no tiene avances. Foto: Archivo
El 24 de noviembre de 2003, seis meses después del cambio de gobierno, el Salón Blanco de la Casa Rosada estaba como quería Néstor Kirchner. Luis Pagani (Arcor), Alejandro Bulgheroni (Bridas), Santiago Soldati (Sociedad Comercial del Plata), Oscar Vicente (Petrobras) y Oscar Vignart (Dow) eran algunos de los empresarios de primera línea que habían asistido al lanzamiento del Gasoducto del Nordeste Argentino (GNA), que se convertiría en uno de los mayores proyectos de infraestructura del país. Paolo Rocca (Techint) le había llevado la idea a Kirchner, que llenó de elogios al empresario siderúrgico. Once años después, ese gasoducto no existe.
Según el primer cronograma, el proyecto, que costaría unos US$ 1000 millones, debía estar listo en 2006. Pero uno de los últimos calendarios establece su culminación 10 años después, en 2016, algo que difícilmente ocurrirá. El año pasado deberían haberse invertido $ 1145,54 millones, y otros $ 5132,54 millones estaban previstos para éste, según cifras que figuran en documentos públicos.
Pero es imposible saber si eso ocurrió o ocurrirá, como pasa con casi todas las obras que hace el Estado. Sólo está claro que días atrás se hizo la primera soldadura de un caño, un acto que contó con la presencia de Cristina Kirchner .
La inversión pública durante la última década, una de las banderas que suele agitar la Presidenta al mencionar los logros de su gestión y justificar la injerencia del Estado en la economía, tuvo una característica sobresaliente: implica el uso de recursos multimillonarios cuyo destino es incierto si se lo intenta rastrear a partir de la información pública disponible; no sólo para cualquier ciudadano, sino también para los especialistas. Es la conclusión a la que llegan profesionales de diversas orientaciones que suelen requerir esos datos para su trabajo cotidiano.
¿Cuánto costó la finalización de la central atómica Atucha II, que la Presidenta volvió a inaugurar el 18 de febrero? ¿Y la represa hidroeléctrica Yacyretá? ¿Las rutas de Santa Cruz y del resto del país? ¿Cuánto avanzó tal o cual plan de viviendas? Incluso a los expertos en el análisis de esos temas les cuesta decirlo, a tal punto que no pueden arriesgar una respuesta.
El presupuesto de este año prevé destinar 148.622 millones de pesos a gastos de capital, entre inversión real directa. El ministro de Planificación, Julio De Vido, es el gran administrador de esos fondos
Frente a las consultas de LA NACION, voceros del Ministerio de Planificación sostuvieron que "el 94% de las obras se ejecutan de manera descentralizada, con fondos que Nación transfiere a las provincias". Según su criterio, los gobernadores son los que deberían rendir las cuentas. Explicaron también que a fines del año pasado esa cartera lanzó una plataforma digital que será el primer paso para resolver algunas cuestiones vinculadas con la información.
El presupuesto de este año prevé destinar 148.622 millones de pesos a gastos de capital, entre inversión real directa ($ 40.056 millones que irán a la obra pública nacional) y transferencias de capital al sector público (otros $ 108.566 millones que el Gobierno remitirá a las provincias principalmente para obras y compra de equipamiento). El ministro de Planificación, Julio De Vido , es el gran administrador de esos fondos.
Según un trabajo de la fundación Nuevas Generaciones, que agrupa a especialistas de distintas extracciones políticas, esas cifras representan las inversiones no financieras del Estado antes de cualquier modificación presupuestaria que pueda decidir el jefe de Gabinete. Su gravitación en las cuentas nacionales es enorme: representa el 11,8% del presupuesto 2015 (más que el 10,3% que se llevó el año pasado) y casi el 2,99% del PBI. La información disponible sobre su destino es inversamente opuesta a su importancia. Cuando está, aparece con poco nivel de detalle o una exagerada precisión, sin vincularla a proyectos específicos, casi siempre de forma no sistematizada e incompleta.
Nuevas Generaciones intentó hacer el seguimiento de una obra pública nacional sobre la base de un manual que la propia organización elaboró. El resultado fue magro. "El objetivo fue satisfecho de manera parcial, dada la imposibilidad de realizar el control sobre una obra pública en particular de la APN [Administración Pública Nacional] como consecuencia de la falta de información", explicó la entidad en un informe que presentó a fines del año pasado.
El economista Walter Agosto, ex ministro de Hacienda de Santa Fe y ex diputado nacional (Partido Justicialista), que coordinó el trabajo, dice que la información sobre un proyecto debería ser visible desde la firma del contrato hasta la finalización de la obra. Pero ocurre lo contrario. "Incluso en el universo más reducido de la obra pública no hay información sistemática que permita monitorearla. Los datos son parciales, segmentados y desactualizados", lamentó.
El kirchnerismo cuenta con un espíritu más enfocado en el anuncio de proyectos antes que en el cumplimiento de los tiempos, otra característica que dificulta el seguimiento de los gastos. A los casos del GNA y Atucha II se les pueden sumar muchos otros, como el soterramiento de la ex línea Sarmiento, que se anunció por primera vez hace una década y no tiene avances, o el tren bala. El último ejemplo son las centrales eléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, en Santa Cruz, que se licitaron dos veces.
La búsqueda de información sobre proyectos puede resultar desconcertante. En algunos casos, los datos aparecen en magnitudes enormes que no hacen referencia a proyectos específicos. Por ejemplo, el Sitio de Consulta del Ciudadano, que depende de Economía, muestra que el programa denominado "Formulación, programación, ejecución y control de obras públicas" (su objetivo es ejecutar obras de infraestructura en todo el país) tiene disponibles $ 869 millones para gastar este año, pero no especifica en qué.
El Gobierno tiene herramientas para mostrar el grado de avance de las obras, cuánto costaron y a qué se destinó el dinero, pero suelen estar desaprovechadas. En la página de la Secretaría de Política Económica se puede revisar el Banco de Proyectos de Inversión (Bapin). Allí figura, por ejemplo, que se gastaron $ 12.317 millones para terminar la central Atucha II. Aunque están los casilleros para llenar, no hay especificaciones con respecto a cuánto se gastó en cada año, algo que hace imposible su conversión a dólares, la moneda en que suelen expresarse los proyectos de infraestructura.
Además, la cifra publicada no coincide con los números que presentan los funcionarios. Según un cable de la agencia Télam del 27 de junio del año pasado, "el ministro [de Planificación, Julio De Vido] recordó que la construcción de la central nuclear demandó una inversión de 18.000 millones de pesos", es decir, casi $ 6000 millones más. Y el entonces jefe de Gabinete, Jorge Capitanich , desmintió a De Vido en una de las respuestas que les dio a los legisladores en un informe del año pasado. Según sus cuentas, entre 2006 y 2014 la inversión total, IVA incluido, fue de $ 20.105 millones, 12% más que el cálculo del ministro de Planificación.
Los informes que el jefe de Gabinete está obligado a presentar periódicamente ante el Congreso son una fuente importante de información. Pero se limitan a responder las preguntas que le hacen los bloques que integran ambas cámaras, que suelen consultar sobre temas de actualidad. Así, es muy difícil reconstruir series históricas o tener acceso a datos fuera del interés de los legisladores.
El portal de la Oficina Nacional de Contrataciones (Argentina Compra), a cargo de la Jefatura de Gabinete, es posiblemente el espacio que mejor funciona en materia de información. Allí los problemas son otros. Suelen aparecer las licitaciones del Estado, pero seguir su evolución implica un enorme ejercicio de paciencia. En la mayoría de los casos, además, es casi imposible relacionar las compras con proyectos específicos, en especial en los más grandes.
'En todos los casos, no sólo en infraestructura, hoy el acceso a la información pública es difícil. Si no está en Internet, es como que no está', explica Santiago Urbitztondo, uno de los economistas de FIEL
"En todos los casos, no sólo en infraestructura, hoy el acceso a la información pública es difícil. Si no está en Internet, es como que no está. Hay una centralización de datos en la Oficina Nacional de Contrataciones, con mucha información, pero está de una manera muy micro y analizarlos representa una gran dificultad", explicó Santiago Urbitztondo, uno de los economistas de FIEL habituado a trabajar con datos públicos. "Muchas veces obliga casi a adivinar."
En los últimos tiempos, Argentina Compra sumó otra deficiencia, ya que muestra el llamado para realizar una contratación, pero en muchos casos no explicita cómo continuó el proceso, es decir, quién resultó adjudicado. Una pista de ese problema quedó sentada en una disposición de la Oficina Nacional de Contrataciones (ONC) del 29 de septiembre del año pasado. Adujo que, por limitaciones técnicas, debía poner en marcha un procedimiento excepcional de difusión que contempla, entre otras cosas, la difusión de las licitaciones a través de la Unión Argentina de Proveedores del Estado (UAPE), un organismo empresarial que, naturalmente, está por fuera del sector público. Los problemas tecnológicos de la ONC arrastran seis meses.
Otra alternativa, sólo para casos en que proyectos locales se financian con créditos de organismos multilaterales, es el Sistema de Ejecución de Planes de Adquisiciones (SEPA), una plataforma que desarrolló en 2006 el Banco Mundial. En ese caso, las deficiencias se deben a que la actualización de los datos depende de los organismos locales y suele tener demoras. Lucio Castro, director de Desarrollo Económico del Cippec y especializado en temas de inversión pública en infraestructura, hace poco tuvo que hacer un ejercicio extraño: rastreó en estadísticas de la Cepal (Comisión Económica para América latina y el Caribe) datos sobre transporte, energía, agua y saneamiento en la Argentina. "¿Por qué en la Cepal? Aquí esa información no está", contó a LA NACION. "Faltan datos detallados sobre cuánto se invierte en cada obra en particular, y, sobre todo, de porcentaje de ejecución. No se sabe cuánto se hace cada año."
Averiguar el costo final de una obra específica es una tarea de éxito dudoso. En muchos casos se publican valores al momento de la adjudicación de una obra, pero a lo largo del proyecto se aplican mecanismos de redeterminación de precios debido a la inflación, por lo que el número final puede ser mucho mayor que el estimado.
Para el economista Ricardo Delgado, que trabaja los temas vinculados con la infraestructura en el equipo técnico del jefe del Frente Renovador, Sergio Massa, la inversión en obra pública es "una caja de Pandora". Dice que hay una "enorme falta de transparencia y de vocación para conseguirla", que obligan a buscar en el sector privado los números que no pone a disposición el Estado. "Se pueden pedir costos promedio, que en muchos casos es información sensible, o tomar experiencias internacionales de obras equivalentes, pero son inferencias. Todo lo oscuro que está detrás de la obra pública se empezaría a transparentar con una información más profunda y abierta", prometió.
Otra herramienta es la Cuenta de Inversión del Presupuesto, que el Gobierno debe enviar al Congreso cada año. En ese caso, el problema es el tiempo: hoy sólo está disponible la de 2013.
Los especialistas sostienen que, a nivel latinoamericano, no hay países que se destaquen en materia de transparencia y acceso a la información. Chile es, quizás, uno de los más avanzados. A estas alturas del año, por ejemplo, se pueden ver con un alto grado de precisión cuánto se gastó allí en los principales proyectos de infraestructura que se desarrollaron el año pasado y cuánto estaba previsto que se desembolsara según los planes iniciales. En otros términos: resulta muy fácil calcular con cuánto de lo prometido cumplió el Gobierno. En la Argentina, para hacer esa cuenta, hay que esperar más, hasta que el Gobierno remita al Congreso el informe sobre la Cuenta de Inversión. Y aún no está cerrado el presupuesto del año pasado, cuya última actualización fue el 22 de diciembre.
Para Pablo Secchi, director ejecutivo de Poder Ciudadano, los problemas de acceso a la información exceden por mucho los fondos que se destinan a la obra pública y se extienden por casi todos los gastos del Estado. "Es muy difícil acceder a datos en general. Incluso si hacés un pedido de información específica las respuestas se dilatan y es casi imposible que te den algo a lo que no estén dispuestos", criticó.
Para Secchi, falta en el país una ley de acceso a la información pública, un derecho que hasta ahora sólo está contemplado en un decreto (el 1172). Pero más que eso, falta decisión política: "No hay una gran decisión de trabajar en temas de transparencia, que tiene que ver con cómo dar la información", explicó.
En otros casos, hay información fundamental que, sencillamente, no está donde debería. El portal Argentina Compra, por ejemplo, tiene una solapa para que el Estado informe acerca de sus proveedores. Se los puede buscar por razón social o CUIT. Pero allí no aparece, por ejemplo, el nombre de Lázaro Báez ni el de su nave insignia, la polémica Austral Construcciones, una de las mayores beneficiadas con la obra pública en Santa Cruz.
La elasticidad y tolerancia con que el Gobierno se tomó el cumplimiento de los presupuestos de la Nación tampoco colaboran al momento de hacer un seguimiento sobre las inversiones del Estado. Cada año, el Congreso recibe la llamada ley de leyes para su aprobación, pero lo que propone el texto suele ser muy distinto del resultado final, no sólo en temas como la recaudación, la inflación o el tipo de cambio, que el kirchnerismo tomó por costumbre subestimar, sino también con la realización de obras y los fondos destinados a esa tarea. Un informe de la Contaduría General de la Nación desnuda con crudeza esa falencia. Sostiene que en 2009 el Gobierno dejó de realizar el 94% de las obras que había prometido en el presupuesto. Esa clase de manejos hizo que el presupuesto, que en otros países se toma como el documento de cabecera para proyectar la marcha de la economía, haya quedado muy devaluado como herramienta de análisis.
El aquelarre informativo llevó a Urbitztondo a resumir la situación en una frase que comparten los que están habituados a trabajar con datos oficiales: "Seguramente en este momento hay alguien pensando en cómo dar información para que no sirva"..
Hoy resulta virtualmente imposible, incluso para los expertos, saber cuánto gasta el Estado y cuál es el costo final de las obras; el Gobierno responsabiliza a las provincias
El soterramiento de la ex línea Sarmiento se anunció por primera vez hace una década y prácticamente no tiene avances. Foto: Archivo
El 24 de noviembre de 2003, seis meses después del cambio de gobierno, el Salón Blanco de la Casa Rosada estaba como quería Néstor Kirchner. Luis Pagani (Arcor), Alejandro Bulgheroni (Bridas), Santiago Soldati (Sociedad Comercial del Plata), Oscar Vicente (Petrobras) y Oscar Vignart (Dow) eran algunos de los empresarios de primera línea que habían asistido al lanzamiento del Gasoducto del Nordeste Argentino (GNA), que se convertiría en uno de los mayores proyectos de infraestructura del país. Paolo Rocca (Techint) le había llevado la idea a Kirchner, que llenó de elogios al empresario siderúrgico. Once años después, ese gasoducto no existe.
Según el primer cronograma, el proyecto, que costaría unos US$ 1000 millones, debía estar listo en 2006. Pero uno de los últimos calendarios establece su culminación 10 años después, en 2016, algo que difícilmente ocurrirá. El año pasado deberían haberse invertido $ 1145,54 millones, y otros $ 5132,54 millones estaban previstos para éste, según cifras que figuran en documentos públicos.
Pero es imposible saber si eso ocurrió o ocurrirá, como pasa con casi todas las obras que hace el Estado. Sólo está claro que días atrás se hizo la primera soldadura de un caño, un acto que contó con la presencia de Cristina Kirchner .
La inversión pública durante la última década, una de las banderas que suele agitar la Presidenta al mencionar los logros de su gestión y justificar la injerencia del Estado en la economía, tuvo una característica sobresaliente: implica el uso de recursos multimillonarios cuyo destino es incierto si se lo intenta rastrear a partir de la información pública disponible; no sólo para cualquier ciudadano, sino también para los especialistas. Es la conclusión a la que llegan profesionales de diversas orientaciones que suelen requerir esos datos para su trabajo cotidiano.
¿Cuánto costó la finalización de la central atómica Atucha II, que la Presidenta volvió a inaugurar el 18 de febrero? ¿Y la represa hidroeléctrica Yacyretá? ¿Las rutas de Santa Cruz y del resto del país? ¿Cuánto avanzó tal o cual plan de viviendas? Incluso a los expertos en el análisis de esos temas les cuesta decirlo, a tal punto que no pueden arriesgar una respuesta.
El presupuesto de este año prevé destinar 148.622 millones de pesos a gastos de capital, entre inversión real directa. El ministro de Planificación, Julio De Vido, es el gran administrador de esos fondos
Frente a las consultas de LA NACION, voceros del Ministerio de Planificación sostuvieron que "el 94% de las obras se ejecutan de manera descentralizada, con fondos que Nación transfiere a las provincias". Según su criterio, los gobernadores son los que deberían rendir las cuentas. Explicaron también que a fines del año pasado esa cartera lanzó una plataforma digital que será el primer paso para resolver algunas cuestiones vinculadas con la información.
El presupuesto de este año prevé destinar 148.622 millones de pesos a gastos de capital, entre inversión real directa ($ 40.056 millones que irán a la obra pública nacional) y transferencias de capital al sector público (otros $ 108.566 millones que el Gobierno remitirá a las provincias principalmente para obras y compra de equipamiento). El ministro de Planificación, Julio De Vido , es el gran administrador de esos fondos.
Según un trabajo de la fundación Nuevas Generaciones, que agrupa a especialistas de distintas extracciones políticas, esas cifras representan las inversiones no financieras del Estado antes de cualquier modificación presupuestaria que pueda decidir el jefe de Gabinete. Su gravitación en las cuentas nacionales es enorme: representa el 11,8% del presupuesto 2015 (más que el 10,3% que se llevó el año pasado) y casi el 2,99% del PBI. La información disponible sobre su destino es inversamente opuesta a su importancia. Cuando está, aparece con poco nivel de detalle o una exagerada precisión, sin vincularla a proyectos específicos, casi siempre de forma no sistematizada e incompleta.
Nuevas Generaciones intentó hacer el seguimiento de una obra pública nacional sobre la base de un manual que la propia organización elaboró. El resultado fue magro. "El objetivo fue satisfecho de manera parcial, dada la imposibilidad de realizar el control sobre una obra pública en particular de la APN [Administración Pública Nacional] como consecuencia de la falta de información", explicó la entidad en un informe que presentó a fines del año pasado.
El economista Walter Agosto, ex ministro de Hacienda de Santa Fe y ex diputado nacional (Partido Justicialista), que coordinó el trabajo, dice que la información sobre un proyecto debería ser visible desde la firma del contrato hasta la finalización de la obra. Pero ocurre lo contrario. "Incluso en el universo más reducido de la obra pública no hay información sistemática que permita monitorearla. Los datos son parciales, segmentados y desactualizados", lamentó.
El kirchnerismo cuenta con un espíritu más enfocado en el anuncio de proyectos antes que en el cumplimiento de los tiempos, otra característica que dificulta el seguimiento de los gastos. A los casos del GNA y Atucha II se les pueden sumar muchos otros, como el soterramiento de la ex línea Sarmiento, que se anunció por primera vez hace una década y no tiene avances, o el tren bala. El último ejemplo son las centrales eléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, en Santa Cruz, que se licitaron dos veces.
La búsqueda de información sobre proyectos puede resultar desconcertante. En algunos casos, los datos aparecen en magnitudes enormes que no hacen referencia a proyectos específicos. Por ejemplo, el Sitio de Consulta del Ciudadano, que depende de Economía, muestra que el programa denominado "Formulación, programación, ejecución y control de obras públicas" (su objetivo es ejecutar obras de infraestructura en todo el país) tiene disponibles $ 869 millones para gastar este año, pero no especifica en qué.
El Gobierno tiene herramientas para mostrar el grado de avance de las obras, cuánto costaron y a qué se destinó el dinero, pero suelen estar desaprovechadas. En la página de la Secretaría de Política Económica se puede revisar el Banco de Proyectos de Inversión (Bapin). Allí figura, por ejemplo, que se gastaron $ 12.317 millones para terminar la central Atucha II. Aunque están los casilleros para llenar, no hay especificaciones con respecto a cuánto se gastó en cada año, algo que hace imposible su conversión a dólares, la moneda en que suelen expresarse los proyectos de infraestructura.
Además, la cifra publicada no coincide con los números que presentan los funcionarios. Según un cable de la agencia Télam del 27 de junio del año pasado, "el ministro [de Planificación, Julio De Vido] recordó que la construcción de la central nuclear demandó una inversión de 18.000 millones de pesos", es decir, casi $ 6000 millones más. Y el entonces jefe de Gabinete, Jorge Capitanich , desmintió a De Vido en una de las respuestas que les dio a los legisladores en un informe del año pasado. Según sus cuentas, entre 2006 y 2014 la inversión total, IVA incluido, fue de $ 20.105 millones, 12% más que el cálculo del ministro de Planificación.
Los informes que el jefe de Gabinete está obligado a presentar periódicamente ante el Congreso son una fuente importante de información. Pero se limitan a responder las preguntas que le hacen los bloques que integran ambas cámaras, que suelen consultar sobre temas de actualidad. Así, es muy difícil reconstruir series históricas o tener acceso a datos fuera del interés de los legisladores.
El portal de la Oficina Nacional de Contrataciones (Argentina Compra), a cargo de la Jefatura de Gabinete, es posiblemente el espacio que mejor funciona en materia de información. Allí los problemas son otros. Suelen aparecer las licitaciones del Estado, pero seguir su evolución implica un enorme ejercicio de paciencia. En la mayoría de los casos, además, es casi imposible relacionar las compras con proyectos específicos, en especial en los más grandes.
'En todos los casos, no sólo en infraestructura, hoy el acceso a la información pública es difícil. Si no está en Internet, es como que no está', explica Santiago Urbitztondo, uno de los economistas de FIEL
"En todos los casos, no sólo en infraestructura, hoy el acceso a la información pública es difícil. Si no está en Internet, es como que no está. Hay una centralización de datos en la Oficina Nacional de Contrataciones, con mucha información, pero está de una manera muy micro y analizarlos representa una gran dificultad", explicó Santiago Urbitztondo, uno de los economistas de FIEL habituado a trabajar con datos públicos. "Muchas veces obliga casi a adivinar."
En los últimos tiempos, Argentina Compra sumó otra deficiencia, ya que muestra el llamado para realizar una contratación, pero en muchos casos no explicita cómo continuó el proceso, es decir, quién resultó adjudicado. Una pista de ese problema quedó sentada en una disposición de la Oficina Nacional de Contrataciones (ONC) del 29 de septiembre del año pasado. Adujo que, por limitaciones técnicas, debía poner en marcha un procedimiento excepcional de difusión que contempla, entre otras cosas, la difusión de las licitaciones a través de la Unión Argentina de Proveedores del Estado (UAPE), un organismo empresarial que, naturalmente, está por fuera del sector público. Los problemas tecnológicos de la ONC arrastran seis meses.
Otra alternativa, sólo para casos en que proyectos locales se financian con créditos de organismos multilaterales, es el Sistema de Ejecución de Planes de Adquisiciones (SEPA), una plataforma que desarrolló en 2006 el Banco Mundial. En ese caso, las deficiencias se deben a que la actualización de los datos depende de los organismos locales y suele tener demoras. Lucio Castro, director de Desarrollo Económico del Cippec y especializado en temas de inversión pública en infraestructura, hace poco tuvo que hacer un ejercicio extraño: rastreó en estadísticas de la Cepal (Comisión Económica para América latina y el Caribe) datos sobre transporte, energía, agua y saneamiento en la Argentina. "¿Por qué en la Cepal? Aquí esa información no está", contó a LA NACION. "Faltan datos detallados sobre cuánto se invierte en cada obra en particular, y, sobre todo, de porcentaje de ejecución. No se sabe cuánto se hace cada año."
Averiguar el costo final de una obra específica es una tarea de éxito dudoso. En muchos casos se publican valores al momento de la adjudicación de una obra, pero a lo largo del proyecto se aplican mecanismos de redeterminación de precios debido a la inflación, por lo que el número final puede ser mucho mayor que el estimado.
Para el economista Ricardo Delgado, que trabaja los temas vinculados con la infraestructura en el equipo técnico del jefe del Frente Renovador, Sergio Massa, la inversión en obra pública es "una caja de Pandora". Dice que hay una "enorme falta de transparencia y de vocación para conseguirla", que obligan a buscar en el sector privado los números que no pone a disposición el Estado. "Se pueden pedir costos promedio, que en muchos casos es información sensible, o tomar experiencias internacionales de obras equivalentes, pero son inferencias. Todo lo oscuro que está detrás de la obra pública se empezaría a transparentar con una información más profunda y abierta", prometió.
Otra herramienta es la Cuenta de Inversión del Presupuesto, que el Gobierno debe enviar al Congreso cada año. En ese caso, el problema es el tiempo: hoy sólo está disponible la de 2013.
Los especialistas sostienen que, a nivel latinoamericano, no hay países que se destaquen en materia de transparencia y acceso a la información. Chile es, quizás, uno de los más avanzados. A estas alturas del año, por ejemplo, se pueden ver con un alto grado de precisión cuánto se gastó allí en los principales proyectos de infraestructura que se desarrollaron el año pasado y cuánto estaba previsto que se desembolsara según los planes iniciales. En otros términos: resulta muy fácil calcular con cuánto de lo prometido cumplió el Gobierno. En la Argentina, para hacer esa cuenta, hay que esperar más, hasta que el Gobierno remita al Congreso el informe sobre la Cuenta de Inversión. Y aún no está cerrado el presupuesto del año pasado, cuya última actualización fue el 22 de diciembre.
Para Pablo Secchi, director ejecutivo de Poder Ciudadano, los problemas de acceso a la información exceden por mucho los fondos que se destinan a la obra pública y se extienden por casi todos los gastos del Estado. "Es muy difícil acceder a datos en general. Incluso si hacés un pedido de información específica las respuestas se dilatan y es casi imposible que te den algo a lo que no estén dispuestos", criticó.
Para Secchi, falta en el país una ley de acceso a la información pública, un derecho que hasta ahora sólo está contemplado en un decreto (el 1172). Pero más que eso, falta decisión política: "No hay una gran decisión de trabajar en temas de transparencia, que tiene que ver con cómo dar la información", explicó.
En otros casos, hay información fundamental que, sencillamente, no está donde debería. El portal Argentina Compra, por ejemplo, tiene una solapa para que el Estado informe acerca de sus proveedores. Se los puede buscar por razón social o CUIT. Pero allí no aparece, por ejemplo, el nombre de Lázaro Báez ni el de su nave insignia, la polémica Austral Construcciones, una de las mayores beneficiadas con la obra pública en Santa Cruz.
La elasticidad y tolerancia con que el Gobierno se tomó el cumplimiento de los presupuestos de la Nación tampoco colaboran al momento de hacer un seguimiento sobre las inversiones del Estado. Cada año, el Congreso recibe la llamada ley de leyes para su aprobación, pero lo que propone el texto suele ser muy distinto del resultado final, no sólo en temas como la recaudación, la inflación o el tipo de cambio, que el kirchnerismo tomó por costumbre subestimar, sino también con la realización de obras y los fondos destinados a esa tarea. Un informe de la Contaduría General de la Nación desnuda con crudeza esa falencia. Sostiene que en 2009 el Gobierno dejó de realizar el 94% de las obras que había prometido en el presupuesto. Esa clase de manejos hizo que el presupuesto, que en otros países se toma como el documento de cabecera para proyectar la marcha de la economía, haya quedado muy devaluado como herramienta de análisis.
El aquelarre informativo llevó a Urbitztondo a resumir la situación en una frase que comparten los que están habituados a trabajar con datos oficiales: "Seguramente en este momento hay alguien pensando en cómo dar información para que no sirva"..
martes, 17 de marzo de 2015
Chequia vende 15 aviones L-159 a Irak para combatir al Estado Islámico
(Infodefensa.com) - La República Checa ha autorizado la venta de quince aviones de ataque ligero y entrenamiento de fabricación nacional L-159 ALCA a Irak. Los cazas, que pertenecen al inventario de excedentes de las Fuerzas Aéreas checas, irán destinados a la lucha que se libra en Oriente Medio contra el llamado Estado Islámico.
La operación llega tras un año de negociaciones con Bagdad para la compra de estas aeronaves cuya “venta parecía imposible” a pesar de su “buena reputación y de varias etapas de modernización”, según la cadena internacional oficial Radio Praha.
Hasta el momento las aeronaves checas sólo operaban en el propio país y en EE UU –adquiridas por una empresa privada–, por lo que la venta conocida esta semana “ayudará a elevar el prestigio de nuestras aeronaves”, según ha explicado el director del Centro de Seguridad de la Academia Militar de la ciudad de Brno, František Mičánek. “Se tratará de un acierto desde el punto de vista del marketing”, añadió, lo que representa una buena oportunidad para la industria aeronáutica checa.
En todo caso, la operación debe contar con el visto bueno de Gran Bretaña, Italia y Estados Unidos, que han contribuyeron a dotar a los aparatos de la mayor parte de sus sistemas electrónicos además de su armamento y otros accesorios.
El medio local recuerda que los aparatos “no se limitarán a realizar vuelos publicitarios”, sino que gracias a su equipamiento “podrán ser aprovechados en operaciones para combatir al llamado Estado Islámico”.
Las Fuerzas Armadas checas no están autorizadas a vender armas a otro país, por lo que para poder llevar a fin esta transacción será la empresa Aero Vodochody, fabricante de los aparatos, la encargada de hacérselos llegar a Irak después de haberlos adquirido a su vez a las fuerzas militares de la República Checa.
Aero Vodochody gana también con la operación algunos acuerdos asociados, entre los que se incluye la formación para pilotos, el apoyo para el mantenimiento y el suministro de munición para el cañón de la aeronave.
Una empresa de EE UU fue el primer cliente de exportación
Los aviones forman parte de una flota de 72 unidades adquiridas por 19 millones cada una hace catorce años, y de los que sólo se emplearon 28, informa Efe, de ahí el inventario de reserva con el que cuenta el país. Los aparatos vendidos ahora se comenzaron a negociar en 2012 por un mínimo de 800.000 dólares por cada uno, según calcularon entonces los medios locales.
El pasado julio Chequia también logró un contrato, informa Reuters, para la venta de otros catorce L-159 a la estadounidense Draken International, una compañía privada proveedora de aviones de combate táctico para, entre otros servicios, que sus clientes militares puedan emplearlos en tareas de formación y las empresas civiles los destinen a sus investigaciones y pruebas. Draken International ya contaba con catorce unidades de este avión, por lo que con la última adquisición suma una flota de 28 aeronaves del modelo L-159.
Foto: Aero Vodochody
La operación llega tras un año de negociaciones con Bagdad para la compra de estas aeronaves cuya “venta parecía imposible” a pesar de su “buena reputación y de varias etapas de modernización”, según la cadena internacional oficial Radio Praha.
Hasta el momento las aeronaves checas sólo operaban en el propio país y en EE UU –adquiridas por una empresa privada–, por lo que la venta conocida esta semana “ayudará a elevar el prestigio de nuestras aeronaves”, según ha explicado el director del Centro de Seguridad de la Academia Militar de la ciudad de Brno, František Mičánek. “Se tratará de un acierto desde el punto de vista del marketing”, añadió, lo que representa una buena oportunidad para la industria aeronáutica checa.
En todo caso, la operación debe contar con el visto bueno de Gran Bretaña, Italia y Estados Unidos, que han contribuyeron a dotar a los aparatos de la mayor parte de sus sistemas electrónicos además de su armamento y otros accesorios.
El medio local recuerda que los aparatos “no se limitarán a realizar vuelos publicitarios”, sino que gracias a su equipamiento “podrán ser aprovechados en operaciones para combatir al llamado Estado Islámico”.
Las Fuerzas Armadas checas no están autorizadas a vender armas a otro país, por lo que para poder llevar a fin esta transacción será la empresa Aero Vodochody, fabricante de los aparatos, la encargada de hacérselos llegar a Irak después de haberlos adquirido a su vez a las fuerzas militares de la República Checa.
Aero Vodochody gana también con la operación algunos acuerdos asociados, entre los que se incluye la formación para pilotos, el apoyo para el mantenimiento y el suministro de munición para el cañón de la aeronave.
Una empresa de EE UU fue el primer cliente de exportación
Los aviones forman parte de una flota de 72 unidades adquiridas por 19 millones cada una hace catorce años, y de los que sólo se emplearon 28, informa Efe, de ahí el inventario de reserva con el que cuenta el país. Los aparatos vendidos ahora se comenzaron a negociar en 2012 por un mínimo de 800.000 dólares por cada uno, según calcularon entonces los medios locales.
El pasado julio Chequia también logró un contrato, informa Reuters, para la venta de otros catorce L-159 a la estadounidense Draken International, una compañía privada proveedora de aviones de combate táctico para, entre otros servicios, que sus clientes militares puedan emplearlos en tareas de formación y las empresas civiles los destinen a sus investigaciones y pruebas. Draken International ya contaba con catorce unidades de este avión, por lo que con la última adquisición suma una flota de 28 aeronaves del modelo L-159.
Foto: Aero Vodochody
CMI, OTO Melara, Denel y NORINCO compiten por el contrato del nuevo 8x8 brasileño (II)
(Infodefensa.com) - Roberto Caiafa
CMI Defensa, OTO Melara, Denel Land Systems y China North Industries Corporation (NORINCO) han presentado oficialmente su candidatura al programa brasileño Guaraní, que supone la adquisición de un centenar de vehículos blindados VBR-MR 8×8 con los que el Ejército de Brasil quiere modernizar su flota terrestre.
Los requisitos reclamados desde el Gobierno brasileño para este vehículo incluyen la incoporación, como arma principal, de un cañón de altas prestaciones de 105 mm., una ametralladoras del calibre 7,62 x 51 mm., un lanzagranadas de 76 mm., sistemas de control de fuego y electro-ópticos y disposiciones para los sistemas de comunicaciones, mando y control. El fabricante elegido deberá proporcionar un prototipo que, de ser aprobado, le otorgará la adjudicación directa de un lote piloto integrado por 13 unidades. No obstante, las negociaciones llevadas a cabo por la Junta de Materiales del Ejército pueden derivar posteriormente en un pedido de 100 unidades del sistema elegido.
Foto: Ejército de Brasil
CMI Defensa, OTO Melara, Denel Land Systems y China North Industries Corporation (NORINCO) han presentado oficialmente su candidatura al programa brasileño Guaraní, que supone la adquisición de un centenar de vehículos blindados VBR-MR 8×8 con los que el Ejército de Brasil quiere modernizar su flota terrestre.
Los requisitos reclamados desde el Gobierno brasileño para este vehículo incluyen la incoporación, como arma principal, de un cañón de altas prestaciones de 105 mm., una ametralladoras del calibre 7,62 x 51 mm., un lanzagranadas de 76 mm., sistemas de control de fuego y electro-ópticos y disposiciones para los sistemas de comunicaciones, mando y control. El fabricante elegido deberá proporcionar un prototipo que, de ser aprobado, le otorgará la adjudicación directa de un lote piloto integrado por 13 unidades. No obstante, las negociaciones llevadas a cabo por la Junta de Materiales del Ejército pueden derivar posteriormente en un pedido de 100 unidades del sistema elegido.
Foto: Ejército de Brasil
La fuerte apuesta de las empresas chinas por adjudicarse el Sistema de Gestión de la Amazonía Azul
(defensa.com) - La fuerte apuesta de las empresas chinas por adjudicarse el Sistema de Gestión de la Amazonía Azul, un proyecto dotado con más de 4.000 millones de euros
La Marina de Brasil comenzó este mes el análisis definitorio de las propuestas de los tres consorcios que presentaron sus ofertas para el Programa del Sistema de Gestión de la Amazonía Azul (SisGAAz). El objetivo del programa es la vigilancia y protección, a través de un sistema de alta tecnología, de una extensión de 4,5 millones de kilómetros desde Amapá hasta el sur del Río Grande del Sur. El presupuesto global rondará los 4.360 millones de euros y el plazo de ejecución se extendería hasta el año 2027. El finalista se dará a conocer antes de noviembre.
El contratista principal SisGAAz, debe ser responsable de la coordinación y ejecución de los trabajos de desarrollo e integración de sistemas (radares, dispositivos de comunicaciones, satélites, aviones, UAV, buques de patrulla, etc.) fabricados por los diversos proveedores del programa. La Marina y el Ministerio de Defensa exigen que el contratista principal sea una empresa brasileña con certificado EED (Empresa Estratégica de Defensa), hasta ahora obtenido por menos de 30 grupos.
Embraer DS disputa el proyecto con sus subsidiarias (Bradar, Atech y Visiona) en asociación con Airbus DS, Odebrecht Defensa y Tecnología (ODT), está presentando al grupo norteamericano MacDonald, Dettwiler and Associates (MDA), Indra y Saab como socios. Orbital Ingeniería, proveedor del programa espacial, propone una sociedad con China Aerospace Science and Industry Corporation, innovando en materia de asociaciones.
Trece consorcios llegaron a participar en la fase inicial del proyecto, pero, los últimos recortes en el presupuesto para proyectos en defensa llevaron a la retirada de la mayoría de las empresas, como Andrade Gutierrez, Queiroz Galvão, Sistemas de Defesa e Tecnologia Engevix , Synergy Defensa y Seguridad, Petróleo y Gas IESA, y el polémico grupo OAS, que ya había anunciado su renuncia a participar en este proceso, después de muchas denuncias en su contra por fraudes en el escándalo Petrobras, que inclusive le harían abandonar un voluminoso contrato por una unidad regasificadora en Uruguay.
En agosto de 2014, ORBITAL, firmaba un acuerdo de cooperación en el sector aeroespacial con China Great Wall Industry Corporation (CGWIC) y con el Shanghai Institute of Space Power Sources (SISP). La compañía fue la primera en el país, hasta el momento, en firmar convenio con instituciones chinas, además de Embraer, que tiene unidades en China, o proyectos como el nuevo buque oceanográfico de la Marina de Brasil, "Vital Oliveira " construyéndose en astilleros de Xinhui.
El acuerdo, fue alcanzado en ronda de negociaciones celebrada en China entre empresas brasileñas y de ese país, promovidos con el apoyo de la Agencia Espacial Brasileña (AEB), en diciembre de 2013, cuando se produjo el lanzamiento del cuarto satélite del programa chino-brasileño de Recursos Terrestres (CBERS ) y los intercambios y visitas posteriores, incluidas visitas chinas al Ministerio de Defensa de Brasil. Aprovechando estos contactos, ORBITAL Ingeniería se unió para el SisGAAz con el grupo chino CASIC, empresa creada en la reorganización de la industria de defensa de China en los años 90 y que cuenta con una cartera de productos que van desde misiles tierra-aire de tipo MANPADS a satélites y sistemas electrónicos avanzados.
En julio pasado, el ministro de Ciencia, Tecnología e Industria para la Defensa de China, Xu Dazhe en reunión preparatoria con el fin de favorecer asociaciones en los ámbitos de la tele observación, las telecomunicaciones y la tecnología, había anunciado interés el interés de China en la expansión de la cooperación en programas brasileños para la protección de los recursos naturales, como el propio Sistema de Gestión de la Amazonia Azul (SisGAAz). Existe asimismo una abundante y creciente coparticipación china en lo referente a la explotación de hidrocarburos, cuyos lucros podrían revertirse en asociaciones en materia de defensa.
Además de quienes encabezarán el programa, otras reconocidas firmas deben participar como proveedores del contratista principal, como Boeing e Insitu, con el UAV Scan Eagle, Elbit, proponiendo el Hermes 900 o IAI con el UAV Heron, proponiendo algunas soluciones tecnológicas- de este u otro tipo- con alguno de los consorcios, quizá conocidos fabricantes de radares, como la danesa Terma o la italiana Gem , etc.
El director general de estrategia internacional de Airbus Grupo, Marwan Lahoud, afirmó que esta es la primera cooperación a gran escala con Embraer en un área que no es aeronáutica. La compañía, tiene la oportunidad de ofrecer una amplia cartera de productos para el SisGAAz que implican sistemas de control marítimo y vigilancia (radares, satélites y sistemas de combate). La última vez que las dos compañías trabajaron juntas fue en 2005, cuando Airbus proporcionaba un sistema de misión naval para los EMB-145 de patrulla marítima P-99 que Embraer vendió a México.
El programa, dados los crecientes problemas presupuestarios actuales que se destacan en el nuevo gobierno de Dilma Rousseff, también corre el riesgo de ser repartido en segmentos de acuerdo a la disponibilidad de recursos y las prioridades principales o urgentes. Recientemente, en tal sentido, la Dirección de Gestión de Proyectos Estratégicos de la Marina de Brasil y la Fundación Ezute, renovaron sus acuerdos de consultoría. Un nuevo contrato sin licitación, fue firmado el 19 de diciembre alarmando a algunos operadores de la industria que esperaban una mayor competencia ya en esta etapa. (Javier Bonilla)
El contratista principal SisGAAz, debe ser responsable de la coordinación y ejecución de los trabajos de desarrollo e integración de sistemas (radares, dispositivos de comunicaciones, satélites, aviones, UAV, buques de patrulla, etc.) fabricados por los diversos proveedores del programa. La Marina y el Ministerio de Defensa exigen que el contratista principal sea una empresa brasileña con certificado EED (Empresa Estratégica de Defensa), hasta ahora obtenido por menos de 30 grupos.
Embraer DS disputa el proyecto con sus subsidiarias (Bradar, Atech y Visiona) en asociación con Airbus DS, Odebrecht Defensa y Tecnología (ODT), está presentando al grupo norteamericano MacDonald, Dettwiler and Associates (MDA), Indra y Saab como socios. Orbital Ingeniería, proveedor del programa espacial, propone una sociedad con China Aerospace Science and Industry Corporation, innovando en materia de asociaciones.
Trece consorcios llegaron a participar en la fase inicial del proyecto, pero, los últimos recortes en el presupuesto para proyectos en defensa llevaron a la retirada de la mayoría de las empresas, como Andrade Gutierrez, Queiroz Galvão, Sistemas de Defesa e Tecnologia Engevix , Synergy Defensa y Seguridad, Petróleo y Gas IESA, y el polémico grupo OAS, que ya había anunciado su renuncia a participar en este proceso, después de muchas denuncias en su contra por fraudes en el escándalo Petrobras, que inclusive le harían abandonar un voluminoso contrato por una unidad regasificadora en Uruguay.
En agosto de 2014, ORBITAL, firmaba un acuerdo de cooperación en el sector aeroespacial con China Great Wall Industry Corporation (CGWIC) y con el Shanghai Institute of Space Power Sources (SISP). La compañía fue la primera en el país, hasta el momento, en firmar convenio con instituciones chinas, además de Embraer, que tiene unidades en China, o proyectos como el nuevo buque oceanográfico de la Marina de Brasil, "Vital Oliveira " construyéndose en astilleros de Xinhui.
El acuerdo, fue alcanzado en ronda de negociaciones celebrada en China entre empresas brasileñas y de ese país, promovidos con el apoyo de la Agencia Espacial Brasileña (AEB), en diciembre de 2013, cuando se produjo el lanzamiento del cuarto satélite del programa chino-brasileño de Recursos Terrestres (CBERS ) y los intercambios y visitas posteriores, incluidas visitas chinas al Ministerio de Defensa de Brasil. Aprovechando estos contactos, ORBITAL Ingeniería se unió para el SisGAAz con el grupo chino CASIC, empresa creada en la reorganización de la industria de defensa de China en los años 90 y que cuenta con una cartera de productos que van desde misiles tierra-aire de tipo MANPADS a satélites y sistemas electrónicos avanzados.
En julio pasado, el ministro de Ciencia, Tecnología e Industria para la Defensa de China, Xu Dazhe en reunión preparatoria con el fin de favorecer asociaciones en los ámbitos de la tele observación, las telecomunicaciones y la tecnología, había anunciado interés el interés de China en la expansión de la cooperación en programas brasileños para la protección de los recursos naturales, como el propio Sistema de Gestión de la Amazonia Azul (SisGAAz). Existe asimismo una abundante y creciente coparticipación china en lo referente a la explotación de hidrocarburos, cuyos lucros podrían revertirse en asociaciones en materia de defensa.
Además de quienes encabezarán el programa, otras reconocidas firmas deben participar como proveedores del contratista principal, como Boeing e Insitu, con el UAV Scan Eagle, Elbit, proponiendo el Hermes 900 o IAI con el UAV Heron, proponiendo algunas soluciones tecnológicas- de este u otro tipo- con alguno de los consorcios, quizá conocidos fabricantes de radares, como la danesa Terma o la italiana Gem , etc.
El director general de estrategia internacional de Airbus Grupo, Marwan Lahoud, afirmó que esta es la primera cooperación a gran escala con Embraer en un área que no es aeronáutica. La compañía, tiene la oportunidad de ofrecer una amplia cartera de productos para el SisGAAz que implican sistemas de control marítimo y vigilancia (radares, satélites y sistemas de combate). La última vez que las dos compañías trabajaron juntas fue en 2005, cuando Airbus proporcionaba un sistema de misión naval para los EMB-145 de patrulla marítima P-99 que Embraer vendió a México.
El programa, dados los crecientes problemas presupuestarios actuales que se destacan en el nuevo gobierno de Dilma Rousseff, también corre el riesgo de ser repartido en segmentos de acuerdo a la disponibilidad de recursos y las prioridades principales o urgentes. Recientemente, en tal sentido, la Dirección de Gestión de Proyectos Estratégicos de la Marina de Brasil y la Fundación Ezute, renovaron sus acuerdos de consultoría. Un nuevo contrato sin licitación, fue firmado el 19 de diciembre alarmando a algunos operadores de la industria que esperaban una mayor competencia ya en esta etapa. (Javier Bonilla)
El Gobierno porteño podrá comprar pistolas Taser para la Policía Metropolitana
(La Nación.com) - Así lo determinó el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, que dio marcha atrás a una resolución dictada por la Cámara de Apelaciones
El Gobierno porteño de Mauricio Macri podrá comprar las pistolas no letales Taser, según un fallo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad de Buenos Aires, que revocó, por mayoría, una resolución contraria a esa medida destinada a equipar a la Policía Metropolitana.
Según el fallo al que accedió DyN, el TSJ dio marcha atrás a una resolución dictada por la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario,que había avalado una medida de primera instancia a partir de una acción iniciada por un ciudadano que solicitó que "se impidiese a la Policía Metropolitana el uso de esas armas por considerarlas un elemento de tortura".
Los jueces Luis Lozano, Inés Weinberg, Ana María Conde y José Osvaldo Casás coincidieron en que "el demandante carecía de un derecho para cuestionar la licitación destinada a la compra de las mencionadas armas", y que "los planteos resultaban conjeturales e hipotéticos, dado que las armas no habían sido adquiridas".
Lozano dijo que el planteo de la actora "parte de suponer que la Ciudad no va a tener en cuenta, en el caso de que decidiera dotar a su personal policial del arma Taser, las recomendaciones del Comité contra la Tortura; dicho en otras palabras, la Cámara presupone que la Ciudad no va a generar, por ejemplo, los protocolos del uso del arma que nos ocupa o que esos protocolos no van a tener en cuenta las recomendaciones del Comité".
El Gobierno porteño de Mauricio Macri podrá comprar las pistolas no letales Taser, según un fallo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad de Buenos Aires, que revocó, por mayoría, una resolución contraria a esa medida destinada a equipar a la Policía Metropolitana.
Según el fallo al que accedió DyN, el TSJ dio marcha atrás a una resolución dictada por la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario,que había avalado una medida de primera instancia a partir de una acción iniciada por un ciudadano que solicitó que "se impidiese a la Policía Metropolitana el uso de esas armas por considerarlas un elemento de tortura".
Los jueces Luis Lozano, Inés Weinberg, Ana María Conde y José Osvaldo Casás coincidieron en que "el demandante carecía de un derecho para cuestionar la licitación destinada a la compra de las mencionadas armas", y que "los planteos resultaban conjeturales e hipotéticos, dado que las armas no habían sido adquiridas".
Una delegación oficial viajará a China a negociar la compra de aviones de combate
(Infobae.com) - El jefe de la Fuerza Aérea irá al país oriental para conversar los términos de una opción formal. Todavía evalúan las ofertas española, israelí y francesa
El adelanto de la prensa británica fue confirmado: la Argentina negocia con China la compra de hasta 24 aviones chinos caza FC-1/JF-17 con capacidad de llegar hasta las Islas Malvinas. Esta mañana, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, adelantó que entre este fin de semana y la semana que viene una delegación oficial viajará al país asiático para empezar las conversaciones.
"Se está yendo el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea (Mario Miguel Callejo) a China junto con una misión técnica para analizar la posibilidad de compra", confirmó el funcionario, que este lunes acompañó a la presidente Cristina Kirchner en el anuncio de inversiones por $930 millones para equipar al Ejército.
El 15 de febrero pasado, el periodista Marco Giannangeli había adelantado en el periódico Sunday Express (versión dominical del diario británico Daily Express) las negociaciones en el artículo titulado "China vende jets de combate a la Argentina que son capaces de atacar las Islas Malvinas". La posibilidad era explorada como parte de los acuerdos comerciales firmados por Cristina Kirchner durante su gira por el país asiático.
"El modelo, destacado por tener un solo asiento y un solo motor, puede alcanzar una velocidad máxima de Mach 1.8 a una altitud de 55.000 pies. Cuenta además con un rango de combate de 1.350 kilómetros, lo que le permite volar ida y vuelta hasta Puerto Argentino desde la base de Tierra del Fuego", detalló, en diálogo con radio América.
Rossi evitó dar muchos detalles de las conversaciones, pero confirmó que la intención es comprar "no menos de 12 y no más de 24" aviones. Si el acuerdo se concretase, señaló que sería "una cosa novedosa para la Fuerza Aérea argentina, que siempre ha tenido equipamientos occidentales, por decirlo de alguna manera".
El ministro de Defensa aclaró que China no es el único país con el que negocian para la compra de aviones de combate. Por el momento, la Argentina tiene "dos opciones formales": los modelos F1 españoles y los Kfir Block 60 de Israel. "También tenemos informalmente una oferta francesa", enumeró, aunque evitó dar más detalles.
Recién cuando tengan todas las ofertas formales sobre la mesa se resolverá qué aviones comprar. Pero la intención es que eso suceda antes de fin de año. "Le llevaré las distintas opciones a la Presidente para que tome la decisión", confirmó Rossi.
El adelanto de la prensa británica fue confirmado: la Argentina negocia con China la compra de hasta 24 aviones chinos caza FC-1/JF-17 con capacidad de llegar hasta las Islas Malvinas. Esta mañana, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, adelantó que entre este fin de semana y la semana que viene una delegación oficial viajará al país asiático para empezar las conversaciones.
"Se está yendo el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea (Mario Miguel Callejo) a China junto con una misión técnica para analizar la posibilidad de compra", confirmó el funcionario, que este lunes acompañó a la presidente Cristina Kirchner en el anuncio de inversiones por $930 millones para equipar al Ejército.
El 15 de febrero pasado, el periodista Marco Giannangeli había adelantado en el periódico Sunday Express (versión dominical del diario británico Daily Express) las negociaciones en el artículo titulado "China vende jets de combate a la Argentina que son capaces de atacar las Islas Malvinas". La posibilidad era explorada como parte de los acuerdos comerciales firmados por Cristina Kirchner durante su gira por el país asiático.
"El modelo, destacado por tener un solo asiento y un solo motor, puede alcanzar una velocidad máxima de Mach 1.8 a una altitud de 55.000 pies. Cuenta además con un rango de combate de 1.350 kilómetros, lo que le permite volar ida y vuelta hasta Puerto Argentino desde la base de Tierra del Fuego", detalló, en diálogo con radio América.
Rossi evitó dar muchos detalles de las conversaciones, pero confirmó que la intención es comprar "no menos de 12 y no más de 24" aviones. Si el acuerdo se concretase, señaló que sería "una cosa novedosa para la Fuerza Aérea argentina, que siempre ha tenido equipamientos occidentales, por decirlo de alguna manera".
El ministro de Defensa aclaró que China no es el único país con el que negocian para la compra de aviones de combate. Por el momento, la Argentina tiene "dos opciones formales": los modelos F1 españoles y los Kfir Block 60 de Israel. "También tenemos informalmente una oferta francesa", enumeró, aunque evitó dar más detalles.
Recién cuando tengan todas las ofertas formales sobre la mesa se resolverá qué aviones comprar. Pero la intención es que eso suceda antes de fin de año. "Le llevaré las distintas opciones a la Presidente para que tome la decisión", confirmó Rossi.
lunes, 16 de marzo de 2015
Francia recurrirá a la “ingeniería financiera” para reducir el déficit del Ministerio de Defensa y sacar adelante los presupuestos de defensa
Colaboración de Juan Gader
(defensa.com) - El Ministerio de Defensa francés se enfrenta a una complicada situación con un déficit de 2.200 millones de euros para este año y 5.500 millones para el período comprendido entre 2014 y 2019. Este panorama ha obligado al gobierno a buscar soluciones imaginativas que pasan por un mecanismo de privatización de activos militares. La solución que se pondrá en marcha contempla la venta de determinados sistemas militares a empresas privadas creadas al efecto para, posteriormente, alquilarlos a estas.
De esta manera se reduce el déficit presupuestario al sufragar el uso de estos equipos mediante gastos corrientes como la provisión de servicios. Entre los equipos que podrían venderse están hasta seis aviones de transporte Airbus A400M o dos o tres de las modernas fragatas FREMM además de aviones de transporte C295 o incluso helicópteros militares. Estarían excluidos de este mecanismo los equipos que sean empleados en primera línea de combate como puedan ser carros de combate.
El gobierno creará al efecto unas empresas denominadas “compañías de proyectos” que serán las que compren estos equipos, obteniendo fondos del gobierno francés derivados de la venta de participaciones en empresas, inmuebles o incluso la subasta de frecuencias de telefonía móvil. Estas “compañías de proyectos” podrán ser por tanto públicas o controladas por el gobierno francés que pagará durante un período prolongado de años por el uso de estos equipos vendidos.
El jefe de adquisiciones del Ministerio de Defensa Laurent Collet-Billon defiende la necesidad de emplear soluciones financieras innovadoras para poder seguir adelante con los presupuestos de Defensa. Estas soluciones serán empleadas de inmediato ya que está previsto que este verano se constituya la primera “compañía de proyectos”. Sin embargo estas operaciones deben ser permitidas por la nueva legislación, concretamente la denominada Ley Macrom (en alusión al ministro de Economía Enmanuel Macrom), ley que está actualmente en debate parlamentario. Algunas voces críticas con este mecanismo argumentan que los fondos obtenidos que serán asignados a las “compañías de proyectos” podrían revertir directamente al Ministerio de Defensa. (J.N.G.)
(defensa.com) - El Ministerio de Defensa francés se enfrenta a una complicada situación con un déficit de 2.200 millones de euros para este año y 5.500 millones para el período comprendido entre 2014 y 2019. Este panorama ha obligado al gobierno a buscar soluciones imaginativas que pasan por un mecanismo de privatización de activos militares. La solución que se pondrá en marcha contempla la venta de determinados sistemas militares a empresas privadas creadas al efecto para, posteriormente, alquilarlos a estas.
El gobierno creará al efecto unas empresas denominadas “compañías de proyectos” que serán las que compren estos equipos, obteniendo fondos del gobierno francés derivados de la venta de participaciones en empresas, inmuebles o incluso la subasta de frecuencias de telefonía móvil. Estas “compañías de proyectos” podrán ser por tanto públicas o controladas por el gobierno francés que pagará durante un período prolongado de años por el uso de estos equipos vendidos.
China desarrolla un nuevo misil balístico con más precisión, movilidad y con EE.UU. a su alcance
(RT.com) - El nuevo misil chino DF-31B es una modificación más precisa de proyectiles anteriores y cuenta con nuevas y potentes ojivas nucleares capaces de alcanzar Estados Unidos. Además, parece que ahora tiene un nuevo portador todoterreno que lo hace más móvil y más difícil de localizar.
En la foto publicada el 19 de febrero en la oficial 'Revista ilustrada del Ejército Popular de Liberación', aparece un camión de lanzamiento de misiles balísticos de ocho ejes, conocido en términos más técnicos como un lanzador erector transportador, escribe el sitio informativo Epoch Times.
El nuevo vehículo militar podría ser un todoterreno. Esto significaría que China no necesitará transportar sus misiles por vías pavimentadas, algo que no solamente es caro, sino que también puede delatar las posiciones de sus bases nucleares ante los satélites. Todo eso hace que el vehículo sea más difícil de localizar.
Se cree que en la foto el portador lleva un DF-31B. Previamente, el almirante estadounidense Cecil D. Haney hizo suposiciones sobre la existencia del mismo en una sesión de la Cámara de los Representantes. Apuntó que la imagen sugiere que China "está trabajando en la actualización de sus misiles balísticos intercontinentales, realizando lanzamientos de prueba de nuevos misiles y desarrollando un complejo móvil que podría llevar múltiples ojivas". Las declaraciones de Haney harían referencia a un DF-31B.
En la foto publicada el 19 de febrero en la oficial 'Revista ilustrada del Ejército Popular de Liberación', aparece un camión de lanzamiento de misiles balísticos de ocho ejes, conocido en términos más técnicos como un lanzador erector transportador, escribe el sitio informativo Epoch Times.
El nuevo vehículo militar podría ser un todoterreno. Esto significaría que China no necesitará transportar sus misiles por vías pavimentadas, algo que no solamente es caro, sino que también puede delatar las posiciones de sus bases nucleares ante los satélites. Todo eso hace que el vehículo sea más difícil de localizar.
Se cree que en la foto el portador lleva un DF-31B. Previamente, el almirante estadounidense Cecil D. Haney hizo suposiciones sobre la existencia del mismo en una sesión de la Cámara de los Representantes. Apuntó que la imagen sugiere que China "está trabajando en la actualización de sus misiles balísticos intercontinentales, realizando lanzamientos de prueba de nuevos misiles y desarrollando un complejo móvil que podría llevar múltiples ojivas". Las declaraciones de Haney harían referencia a un DF-31B.
¿Cuál país adquirió más armas en los últimos cinco años?
(RT.com) - El Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo ha publicado su nuevo informe que revela los países que adquirieron más armamento en el periodo 2010-2014.
Según el documento, la India lidera el listado con un 15% de todo el volumen de las armas compradas, seguida por Arabia Saudita (5%), China (5%), Emiratos Árabes Unidos (4%) y Pakistán (4%). Entre los diez importadores más grandes también se encuentran Australia (4%), Turquía, EE.UU., Corea del Sur y Singapur (3% cada uno).
De este modo, un 30% de las importaciones globales de armamento durante los últimos cinco años pertenece a los países asiáticos, lo que significa un aumento considerable de la región en este mercado. Los países del Golfo Pérsico también mostraron un aumento de casi el 71% en comparación con el período 2005-2009.
Por otra parte, Europa es la región que tuvo la mayor reducción (36%) en las importaciones de armas entre 2005-2009 y 2010-2014.
En relación a los exportadores más grandes del mundo, un 58% de todas las armas vendidas las acumulan EE.UU. (31%) y Rusia (27%), seguidos por China, Alemania y Francia (5% cada uno). En el 'top-10' entran también Reino Unido, España, Italia, Ucrania e Israel.
Según el documento, la India lidera el listado con un 15% de todo el volumen de las armas compradas, seguida por Arabia Saudita (5%), China (5%), Emiratos Árabes Unidos (4%) y Pakistán (4%). Entre los diez importadores más grandes también se encuentran Australia (4%), Turquía, EE.UU., Corea del Sur y Singapur (3% cada uno).
De este modo, un 30% de las importaciones globales de armamento durante los últimos cinco años pertenece a los países asiáticos, lo que significa un aumento considerable de la región en este mercado. Los países del Golfo Pérsico también mostraron un aumento de casi el 71% en comparación con el período 2005-2009.
Por otra parte, Europa es la región que tuvo la mayor reducción (36%) en las importaciones de armas entre 2005-2009 y 2010-2014.
En relación a los exportadores más grandes del mundo, un 58% de todas las armas vendidas las acumulan EE.UU. (31%) y Rusia (27%), seguidos por China, Alemania y Francia (5% cada uno). En el 'top-10' entran también Reino Unido, España, Italia, Ucrania e Israel.
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