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viernes, 30 de septiembre de 2016

Malvinas: los kelpers buscan seducir al líder laborista que quiere soberanía "compartida"


Por Natasha Niebieskikwiat (Clarin.com) - Cuando el año pasado Corbyn volvió a plantear un "poder compartido" entre la Argentina y el Reino Unido lo llamaron "entregador repugnante".

Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista británico, en la última conferencia del Partido LaboristaFoto: Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista británico, en la última conferencia del Partido Laborista.

Cada vez que se recalienta el debate sobre la soberanía de las Malvinas entre Londres y Buenos Aires, los isleños también se sacuden. Cuando hace un año el líder laborista Jeremy Corbyn asumió el liderazgo de su partido, salieron a la luz sus posturas antibelicistas y en ese marco también se reavivó su convicción de que Argentina y el Reino Unido deben ir a una suerte de “poder compartido” del archipiélago para resolver la histórica disputa.

Los sectores más nacionalistas de su país lo llamaron “repugnante entregador”. Michael Fallon, el entonces secretario de Defensa, lo consideró el peligro “mayor”. Y desde las Malvinas le enviaron mensajes a diestra y siniestra con fuertes críticas. Esta semana, los isleños lo encararon en persona y lo volvieron a invitar a que los visite para que observe en persona cómo viven y se sienten ciudadanos de la Corona.

El stand de Malvinas en la convención del partido laborista
Foto: El stand de Malvinas en la convención del partido laborista.

Contaban ayer la agencia Mercopress y el sitio The Spectator que el autollamado Gobierno de las Islas Fakland logró montar un stand en los pasillos de la conferencia del Partido Laborista que se celebró esta semana en Liverpool. Lejos de estar en un momento de euforia, los isleños están algo golpeados en primer lugar por la posibilidad de que el Brexit deje a sus productos afuera del mercado europeo cuando el Reino Unido negocie su “divorcio” de Bruselas. Y temen que ello los debilite ante el histórico reclamo de Argentina.

Pero además, Corbyn –quien no goza de simpatía en las islas- se acaba de alzar con una nueva confirmación de su liderazgo en el partido, al destrozar los intentos de Owen Smith por desplazarlo. En ese tren, Corbyn, un tradicional hombre de la izquierda europea, acaba de cerrar la conferencia laborista con una fuerte defensa de la inmigración, una posición contraria al cierre de fronteras que pretenden numerosos países inclusive los conservadores británicos. El “no” a los inmigrantes fue precisamente una de las razones del triunfo del Brexit.

Pero cuando caminaba por los pasillos de la conferencia de su partido, Sukey Cameron, la veterana representante del gobierno isleño en Londres, lo abordó junto a la legisladora Janet Cheek. “Empero parece que las aprehensiones originales han sido en parte superadas por el peso de las visitas recibidas y graficadas en fotos de las redes sociales, además de un encuentro informal con el propio Corbyn. Queda al líder laborista y a los representantes de las Falklands comentar cuando corresponda lo que se conversó, por lo visto en un ambiente muy amigable”, señalaba Mercopress. En las redes sociales se multiplicaron los comentarios sobre el encuentro, pero no hubo posición oficial.

Ahora, los isleños se aprestan a participar de la conferencia del Partido Conservador, que se desarrollará entre el 2 y 5 de octubre, en Birmingham. Aunque allí se encontrarán oídos más amigables a su posición de rechazo a la Argentina, el acercamiento de Mauricio Macri a David Cameron y a su sucesora Theresa May, los inquietó al punto que hay ya isleños juntando firmas para oficializar un documento con las negociaciones en danza sobre vuelos, pesca, petróleo, navegación y turismo.

jueves, 29 de septiembre de 2016

Malvinas: la Cancillería defendió el acuerdo con Londres ante duras críticas

El vicecanciller Foradori y Carrió, ayer, en DiputadosPor Laura Serra - LA NACION
El vicecanciller Foradori dijo que el comunicado sólo es una "hoja de ruta"; objeciones de toda la oposición.
El vicecanciller Foradori y Carrió, ayer, en Diputados.Foto:DyN/LUCIANO THIEBERGER

La cuestión Malvinas suele exaltar las pasiones, y así quedó en evidencia ayer, en la agitada y por momentos tensa reunión de la Comisión de Relaciones Exteriores. El blanco de los reproches fue el vicecanciller Carlos Foradori, quien, pese a insistir en que el Gobierno "tiene la camiseta argentina puesta" y que no cederá en el reclamo por la soberanía en las islas, la oposición -incluso la presidenta de la comisión, la oficialista Elisa Carrió- lo reprendió con fuertes críticas.

"En ningún momento el Gobierno reivindicó la soberanía argentina sobre Malvinas. No lo hizo (Mauricio) Macri en su reunión con (el ex premier británico) David Cameron. No lo hizo la canciller (Susana) Malcorra con (su par británico Philip) Hammond", arremetió el diputado kirchnerista Guillermo Carmona. Tomó el guante el jefe del interbloque oficialista Mario Negri: "No queremos el statu quo, pero tampoco vamos a negociar ni entregar nacionalismo falso para jugar con el sentimiento de quienes murieron por la patria", dijo.

La tensión se palpaba en el aire. La discusión se desató a partir del comunicado que suscribió la cancillería argentina con Gran Bretaña el 13 del mes pasado, criticado tanto por los opositores como por sectores del oficialismo, en el que se propone negociar el regreso de los vuelos desde aeropuertos continentales argentinos a las Malvinas y la realización de proyectos conjuntos de exploración de hidrocarburos en las islas. La oposición criticó que no se incluyera el reclamo de la soberanía argentina en Malvinas y, con el aval del oficialismo, se citó a Foradori a que dé explicaciones del caso a la Comisión de Relaciones Exteriores.

"Las Malvinas son argentinas. El objetivo (la soberanía argentina sobre las islas) es compartido absolutamente por todos", arrancó el vicecanciller apenas comenzó el debate. "En ningún momento el interés de la Cancillería no ha sido otro que le interés nacional", enfatizó. Y aclaró que lo que se firmó con Gran Bretaña no es un acuerdo o un tratado, sino un comunicado, una "hoja de ruta" a seguir en la estrategia de diálogo con aquel país.

Esta estrategia de diálogo, insistió Foradori, "no es una aventura de este gobierno", sino que va en línea con las posiciones históricas que tuvo nuestro país respecto de Malvinas.

"Yo no comparto esa hoja de ruta en la que un 80 por ciento son temas que le interesan a Gran Bretaña y un 20 se lo relega a la soberanía", retrucó el diputado Gustavo Fernández Mendía (Bloque Justicialista). "Está claro que lo que se firmó no es una simple comunicación. Y que no se incluya la palabra «soberanía» es traición a la patria, más allá de toda la sarasa que usted dice", aguijoneó la correntina Araceli Ferreira (FPV).

Pero quien dio la nota no fue la oposición. Fue Carrió, otra vez. Enfundada en un vestido naranja furioso reprendió en más de una oportunidad al funcionario. "Ustedes (por el Poder Ejecutivo) tienen que saber que no van a poder obviar al Congreso. Es una prepotencia de poder que este Parlamento se entere por los diarios de un acuerdo firmado con una potencia extranjera. Recuerden que nosotros podemos avanzar en el tratamiento de los tratados, pero también podemos retroceder", advirtió.

Y no quedó allí. Cuando Foradori señaló que el presidente Mauricio Macri y la canciller Malcorra son los únicos que tienen "plenos poderes" para suscribir tratados internacionales, la líder de la Coalición Cívica lo cortó en seco. "Señor vicecanciller, no hay plenos poderes en la Argentina. Ni el Poder Ejecutivo ni nosotros (el Congreso)", espetó. Foradori balbuceó una explicación. "Decile que se calle porque lo que dice es una estupidez", conminó Carrió a un colega sin percatarse de que su micrófono estaba abierto.

El oficialismo intentó atenuar el impacto de las críticas. "Acompañamos totalmente la agenda positiva del Gobierno en política exterior. Frente al todo o nada que plantean algunos, del cual sólo sacamos nada, preferimos el diálogo con todos", enfatizó Eduardo Amadeo.

Una de las más enfáticas en la defensa de la estrategia del diálogo que lleva adelante la Cancillería fue Margarita Stolbizer (GEN). "No sirve la confrontación", sostuvo. Sin embargo, fue implacable con Macri. "Estuvo al límite del papelón internacional", acusó Stolbizer al referirse al mal paso que dio el Presidente en Nueva York cuando tras un encuentro casual con Teresa May dijo que ambas naciones discutirán todos los temas, soberanía incluida.

lunes, 26 de septiembre de 2016

Kelpers: "Más vale no acordar antes que un mal acuerdo"


(Ambito.com) - Luego de la polémica suscitada por la declaración conjunta firmada entre Argentina y el Reino Unido, en las Islas Malvinas siguen de cerca el curso de las negociaciones entre ambos gobiernos y advierten que "un mal acuerdo en materia de petróleo puede resultar peor que ningún acuerdo".

Según publica en su edición de hoy el diario de las islas, el "Penguin news", durante la sesión de la asamblea legislativa celebrada esta semana en Puerto Argentino, el CEO saliente de la administración de las islas, Keith Padgett, le advirtió al gobierno actual del archipiélago que "un mal acuerdo en materia de petróleo puede resultar peor que ningún acuerdo".

"Más vale dejar el petróleo en la tierra o bajo el mar hasta tanto las condiciones para un resultado pleno y apropiado para las Islas pueda cristalizar. No debemos permitir que las acciones concertadas de unos pocos individuos se sobrepongan al interés nacional", dijo Padgett en su intervención, según publica hoy la agencia Mercopress reproduciendo al diario local.

El funcionario de las islas, quien este año se retira de la función pública, sostuvo que está "ansioso para ver que en las Islas se pueda desarrollar una industria del petróleo, ya que sería un gran impulso para la economía y habilitaría inversiones en muchos servicios que necesitamos e iniciativas". 

En el documento firmado días atrás entre las cancillerías de ambos países, se coincidió en la necesidad de "remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable" del archipiélago, como comercio, pesca, navegación e hidrocarburos; y se acordó el establecimiento de nuevas escalas en los vuelos a las islas, en una negociación que -por el momento- dejó a un lado la cuestión de la soberanía.

Ante las críticas que despertó la declaración entre ex combatientes, dirigentes opositores e incluso aliados del gobierno de Mauricio Macri como el radicalismo y la Coalición Cívica, el Congreso decidió citar para el próximo miércoles al vicecanciller Carlos Foradori para que explique los alcances del acuerdo.

La cuestionada declaración fue firmada entre la canciller Susana Malcorra y el vicencanciller británico, Alan Duncan, en su paso por Buenos Aires días atrás. Duncan recibió ayer en Londres a la legisladora electa de las Falklands Jan Cheek, y la representante permanente del gobierno de las Islas en Londres, Sukey Cameron, para discutir "todo lo relativo a las Falklands", según escribió en su cuenta oficial de Twitter.

Según publica hoy Mercopress, otro integrante de la asamblea de las islas, Mike Summers, reveló que las negociaciones entre Londres y Argentina fueron "en permanente consulta" con los legisladores electos de Malvinas. Summers adelantó que el gobierno de las islas "está muy interesado y pendiente del anuncio del levantamiento de las sanciones que pesan sobre las empresas que trabajen en el las islas en pesca, navegación, comercio e hidrocarburos", impuestas durante el gobierno de Cristina de Kirchner.

Según advirtieron desde la oposición argentina, la fórmula usada en la declaración conjunta de "remover los obstáculos que limitan el crecimiento económico" de las islas podría significar el "levantamiento de las medidas administrativas, legislativas y judiciales" que adoptó la Argentina en los últimos años para proteger sus recursos naturales. "Ello implicaría derogar o violar la ley de hidrocarburos y sus modificaciones, que prohíben la explotación ilegal de petróleo en plataforma continental argentina y establecen las sanciones pertinentes", según argumentaron desde la oposición.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Una palabra sensible

Resultado de imagen para MalvinasPor Jorge Liotti - LA NACION
La complejidad diplomática de la disputa por las islas Malvinas ha quedado reflejada a lo largo de los años en una serie de sutilezas semánticas que tienen fuertes implicancias políticas. No es lo mismo hablar de "los intereses" de los kelpers que de sus "deseos", porque el primer término hace referencia a cuestiones económicas, culturales o sociales, mientras que el segundo remite al principio de autodeterminación que defienden los isleños.
En los textos diplomáticos también hay un cuidado especial para referirse a las Malvinas o a las Falklands en el caso de los británicos, así como de llamar "continente" al territorio argentino para que no se pueda entender que el archipiélago es parte de otro país.

En este universo de terminología de guantes blancos que ambos países han conservado por años, la palabra "soberanía" es la más determinante, porque divide las aguas entre el reclamo de la Cancillería y el rechazo del Foreign Office. La Argentina se apoya en la resolución 1065 de la ONU, que reconoció una disputa internacional, y Gran Bretaña considera que el tema quedó resuelto con la guerra de 1982 y jamás aceptó hablar de la cuestión.

Este delicado desentendimiento retórico entre ambos países fue sacudido abruptamente por el presidente Mauricio Macri cuando dijo que la primera ministra británica, Theresa May, había aceptado dialogar sobre soberanía. Una ruptura con 34 años de tradición diplomática en una conversación de dos minutos. Demasiado bueno para ser cierto. Ayer se conoció la esperada desmentida británica.

"Macri le propuso dialogar sobre todos los temas bilaterales, que incluyen Malvinas, pero no específicamente sobre la soberanía", admitió un integrante de la comitiva que acompañó al presidente a Nueva York. Es decir: interpretó que la aceptación de May a hablar "de todos los temas" implicaba hablar de "soberanía", pero esta palabra no fue dicha. En una interrelación de palabras y silencios cuidados, puso una palabra donde hubo un silencio.

Ayer en el Congreso, donde se discutió el tema en ambas cámaras, varios atribuían el traspié al trazo grueso que Macri suele utilizar ante temas que escapan a sus prioridades. Ya le había pasado, por ejemplo, cuando tuvo que hablar sobre los desaparecidos en la dictadura. "Es un ingeniero manipulando jarrones chinos", graficó un legislador del oficialismo. Un exceso de voluntarismo y simplismo verbal.

También hay una interpretación algo más sofisticada. Macri llegó a Nueva York en medio de los cuestionamientos que generó el documento conjunto que firmaron la semana pasada los vicecancilleres Carlos Foradori y Alan Duncan. Allí se habló, entre otros temas, de negociar una mayor frecuencia de vuelos entre las islas y el continente, y de avanzar en la cooperación en materia hidrocarburífera y pesquera, con una referencia al posible levantamiento de las sanciones. Sin embargo, no hubo ningún compromiso que pudiera ser interpretado como un progreso para los objetivos argentinos en relación con Malvinas.

Tanto la oposición como sectores del oficialismo cuestionaron la excesiva generosidad del comunicado, que interpretaron como una extensión ampliada de la carta que May le había mandado a Macri poco tiempo después de asumir. Incluso diplomáticos que conocen de cerca el tema, como el ex embajador en Londres Vicente Berasategui, se sorprendieron por el desbalance.

Con este dato en mente, Macri pareció intentar revertir esa percepción. Apenas pisó Nueva York dijo que el reclamo de soberanía "no es negociable". Después acentuó la idea al hablar ante la Asamblea de la ONU. Y más tarde, con el mismo impulso, sobreejecutó un comentario de compromiso de May.

Gran Bretaña olvidará rápidamente el desliz porque tiene más intereses que antes para mejorar la relación con la Argentina. El Brexit la obliga a reorientar su búsqueda de mercados alternativos y el discurso aperturista de Macri es bienvenido. También los isleños presionan para abrir compuertas porque el sueño de la sustentabilidad económica basada en el petróleo está demorada por la baja del precio del crudo.

El problema de fondo para Macri reside en elaborar una estrategia que no quede recluida en el buen diálogo y los gestos de amabilidad. Una estrategia que permita incorporar en la negociación el concepto de soberanía. Esa palabra que marca la diferencia.

Macri admitió que no hablaron de soberanía con la premier británica

En su último día en Nueva York, Macri se reunió ayer con representantes mundiales de la comunidad judíaPor Mariano Obarrio - LA NACION
Buscó de esta manera acotar el impacto que generó su declaración de anteayer; el gobierno de Londres había desmentido la versión del mandatario


En su último día en Nueva York, Macri se reunió ayer con representantes mundiales de la comunidad judía. Foto: Presidencia

NUEVA YORK.- El presidente Mauricio Macri tuvo que aclarar ayer, en esta ciudad, que "nunca se mencionó la palabra «soberanía»" sobre las Malvinas en su encuentro informal con la premier británica, Theresa May , a pesar de que el propio mandatario así lo había afirmado anteayer al salir de las Naciones Unidas (ONU).

La aclaración presidencial llegó en medio de una polémica en la Argentina, a la vez que Londres desmentía que May hubiera aceptado dialogar sobre el reclamo de soberanía. En la comitiva presidencial, admitieron que Macri se había referido por error a la idea de "soberanía" y que, en rigor, había querido decir que May aceptó hablar "de todos los temas" durante el breve saludo que intercambiaron anteayer.

La referencia a esa palabra pretendió superar un conflicto político en nuestro país: el oficialismo y la oposición acusan a Macri de ceder la discusión sobre la soberanía en la última declaración junto con Londres. "La frase del Presidente fue al límite. Dio lugar a la malinterpretación ", dijo aquí a LA NACION un funcionario.

La polémica se desató cuando Macri dijo a los periodistas que cubren el viaje que May aceptó hablar "de todos los temas", incluido el de la soberanía, algo a lo que Londres se negó históricamente.

En su encuentro de ayer con los enviados especiales, Macri dijo: "La primera ministra se me acercó a saludar en el almuerzo y yo le dije: «Estoy dispuesto a dialogar sobre todos los temas, a tener un diálogo amplio», pero no fue una reunión oficial". Y prosiguió: "Ella me respondió: «Dialogar siempre es bueno», pero nunca se mencionó la palabra soberanía". 

"No podemos transformar una conversación de un minuto en un acuerdo oficial. Hay que bajar los niveles de ansiedad", señaló Macri ayer, apesadumbrado.

Si bien no lo admitió abiertamente, allegados directos a Macri reconocieron que él creía que introducir la palabra "soberanía" había sido erróneo: era un concepto suyo para explicar que se incluiría en el "diálogo sobre todos los temas".

"Hablaremos de todos los temas y ello incluye la soberanía. Pero el diálogo con el Reino Unido no puede ser sólo sobre Malvinas y soberanía", dijo un allegado a Macri.

¿Qué dijo exactamente el Presidente para desatar la polémica? Luego de su discurso ante la 71» asamblea general de ONU en el que reiteró el histórico "llamado al diálogo" a Gran Bretaña para "solucionar amigablemente" el diferendo sobre Malvinas, Macri contó textualmente: "En el almuerzo nos cruzamos con la primera ministra británica, le dije que estoy listo para comenzar un diálogo abierto, que incluya por supuesto el tema soberanía sobre las islas". Él mismo habló de soberanía.

Ante la pregunta sobre la respuesta de la premier británica, el Presidente señaló: "Ella dijo que bueno, que sí, que habría que empezar a conversar, las cosas llevarán años, pero lo importante es que comencemos. Y ella estuvo de acuerdo".

Luego aclaró que "fue un encuentro de dos minutos, informal, al borde de nuestras mesas durante el almuerzo".

La referencia de Macri a la soberanía parecía enmarcada en un diálogo amable, de buenas intenciones, sobre muchos temas y a largo plazo. Pero cuando se empezó a difundir una hora más tarde que Macri había dicho que May había aceptado conversar sobre la soberanía en Malvinas, los funcionarios de la comitiva entraron en emergencia porque, puesto en esos términos, obligarían a Londres a desmentir al Presidente.

Llamaron así a los periodistas para aclarar los dichos del jefe del Estado y Macri le pidió a la canciller Susana Malcorra una aclaración oficial. El comunicado consignó que "la primera ministra dijo que se encontrarían, pero no es que se habló de una hoja de ruta, o dónde van a ser los próximos pasos, que este tema esté cerrado y arreglado y avanzado".

En la mañana de ayer, sobrevino la desmentida de Londres y la aclaración de Macri, cuyos funcionarios comenzaron a subrayar que la soberanía no puede ser el único tema de la agenda con el Reino Unido porque eso obligará a un retroceso.

Quedó la sensación de que el equívoco surgió de la necesidad de Macri de enviar una señal hacia la política argentina de que no cederá en el tema soberanía. Tanto al oficialismo como a la oposición habían criticado la declaración conjunta entre Malcorra y el vicecanciller británico, Alan Duncan, porque no incluía un diálogo sobre la soberanía.

El presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, tercero en la línea sucesoria, dijo que él no iría a Malvinas para que "le selle el pasaporte un isleño". La diputada y jefa de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, citó a Malcorra a dar explicaciones al Congreso.

El propio Macri les había pedido públicamente anteayer "manejar la ansiedad" porque se veía limitado en la posibilidad de reconstruir y "avanzar en una relación bilateral" con "beneficios mutuos", tal como dijo anteayer en la ONU.

Del editor: ¿qué significa? El traspié por Malvinas empañó parcialmente la primera participación de Macri en la ONU. Hay temas más complejos que las inversiones.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Una nueva estrategia

Joaquín Morales SoláPor Joaquín Morales Solá - LA NACION
Si hay algo que el gobierno de Mauricio Macri olvida con facilidad son las pasiones argentinas. Raro en un equipo que surgió en su mayor parte por sus aficiones futboleras. Ese olvido de las emociones es lo que explica, en gran medida, la polémica abierta en Buenos Aires por la firma de una declaración conjunta de la canciller Susana Malcorra y el vicecanciller británico, Alan Duncan, en la que se refirieron a las islas Malvinas, entre otras cosas.


Sólo anteayer, después de varios días, el Presidente nombró la palabra "soberanía" en una declaración pública. Ayer, en su discurso inaugural como orador ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, volvió a hacerlo, pero de manera esmeradamente cuidadosa para no alejar la posibilidad de un acercamiento entre Buenos Aires y Londres. Mas tarde, en un encuentro fugaz con la primera ministra británica, Theresa May, el Presidente, según dijo, le habló también de discutir la soberanía. La respuesta de May a Macri es más difícil de desentrañar. La propia Malcorra salió luego a bajar las expectativas.

Por el contrario, si hay algo que el gobierno macrista hace con exquisita precisión es diferenciarse de Cristina Kirchner. Hace un año, en el mismo escenario, la ex presidenta se olvidó de las Malvinas porque la envolvía entonces en la polvareda de otra guerra: la que mantuvo hasta el final de su mandato con los fondos buitre.

Hace un año, Cristina prefirió felicitarse ella misma -cómo no- por haber firmado el tratado con Irán para averiguar la "verdad" sobre el atentado a la AMIA. En el otro extremo, Macri denunció ayer los dos atentados terroristas de la década del 90, los que volaron la AMIA y la embajada de Israel, y pidió apoyo internacional para esclarecer aquellas tragedias. Macri hizo ayer un enfático rechazo de cualquier clase de terrorismo en un mundo estremecido por el terror, mientras Cristina se ocupó más el año pasado de criticar a las naciones occidentales que combaten contra el fanatismo islámico. Cada línea del discurso de Macri de ayer era un trazo diferente de la Cristina de los últimos años, sobre todo.

Conviene detenerse en el caso Malvinas porque es una de las pasiones argentinas relegadas en días recientes por el gobierno de Macri. En primer lugar, la declaración de Malcorra y Duncan abarca varios temas, y todos tienen la clara intención de normalizar una relación que se había convertido en demasiado tensa. No dice nada que no se haya hablado antes entre los dos países. De hecho se reinstalaron las reuniones anuales de alto nivel que se acordaron en 2002 y que dejaron de tener vigencia en los hechos durante el kirchnerismo.

La Argentina podría sacar provecho de ese retorno a la normalidad porque Gran Bretaña es un inversor importante y tiene influencia en sectores económicos y financieros internacionales. Los británicos alimentarían sus propios réditos, porque su política exterior busca nuevos horizontes después del Brexit, que desvinculó a Gran Bretaña de la Unión Europea (aunque todavía no en los hechos). Malcorra y Duncan llegaron a la firma con sus propias necesidades y la declaración satisface, de algún modo, a los dos.

Los párrafos referidos a las Malvinas tienen el evidente propósito de serenar a los habitantes de las islas. Una mayor frecuencia de vuelos entre las islas y el continente argentino es prueba de ellos. También el acuerdo para facilitar una tarea conjunta en la explotación del petróleo y la pesca en las aguas cercanas a Malvinas. ¿Es una concesión? Lo es. Pero la pregunta que debe hacerse es si en el mundo de hoy es posible hacer algo en un territorio determinado contra la voluntad de sus habitantes.

En 1965, cuando se aprobó la resolución 2065 que encomendó a los dos países iniciar una negociación por la soberanía de las islas, la prioridad en el mundo era la descolonización de muchos países que todavía respondían a una metrópolis lejana. En el mundo de hoy, cuando ya las colonias pueden contarse con los dedos de la mano, la prioridad es el derecho de las personas.

Cincuenta años es un tiempo muy largo para un mundo en permanente cambio, aunque nunca dejará de tener valor aquella declaración del 65 que lograron dos destacados diplomáticos argentinos: Miguel Ángel Zavala Ortiz y Lucio García del Solar. En el fondo, los famosos osos de peluche que Guido Di Tella les enviaba como regalos a los isleños eran la aceptación implícita de que nunca la Argentina podría hacer nada en las Malvinas sin la aprobación de los isleños. Macri eligió otro camino, pero con el mismo objetivo.

Vuelos y eventuales acuerdos petroleros y pesqueros significan un mensaje de que la Argentina no es un país agresor, que los isleños pueden imaginar un destino británico o argentino sin sobresaltarse en la noche. La notificación de esa realidad por parte del gobierno argentino es clave para entender la declaración de Malcorra y Duncan.

Por lo demás, la Argentina no tiene muchas alternativas en materia de pesca y petróleo: o intenta hacer las cosas junto con los británicos o los británicos las harán solos. Ellos tienen el dominio del territorio y una fuerza militar incomparable con la Argentina. Un antecedente que no puede olvidarse en la relación con los británicos por las islas Malvinas es que hubo una guerra perdida por la Argentina. Aunque en la Argentina hay generaciones que, después de 34 años, no vivieron la guerra, es inevitable que vivan con sus consecuencias. Nadie olvida, al fin y al cabo, quién ganó y quién perdió una guerra.

Ya fracasó la política de la agresión verbal, de la indiferencia o el desdén. Esa fue la estrategia que prevaleció durante el gobierno de los dos Kirchner y el resultado no pudo ser peor. Era hora de explorar nuevos caminos. Gobiernos con líderes distintos tanto en Buenos Aires como en Londres son oportunos para ayudar a encontrarlos.

Después de todo, la intransigencia de Cristina Kirchner encontró su espejo en Londres con el entonces primer ministro David Cameron. Éste también usó las Malvinas con fines exclusivamente electorales. Acaba de aterrizar en Buenos Aires, además, un nuevo embajador británico, Mark Kent, con fama de ser un incansable constructor de puentes.

El Gobierno se olvidó de las pasiones cuando no puso especial énfasis en señalar que la soberanía argentina sobre las islas es un principio innegociable. Esa soberanía y la obligación de gestionar su recuperación están en la reforma de la Constitución de 1994. Faltó esa declaración, aunque hubiera sido sólo verbal de parte de la canciller.

La administración debió ser más específica en la necesidad de avanzar en la relación con Londres en los asuntos no controversiales, pero sin renunciar a la disidencia de fondo. Tal vez haya sido consecuencia de que el Gobierno daba por hecho lo que nunca está definitivamente hecho. O creyó, equivocado, que la normalización de una relación exterior virtualmente inexistente hasta ahora eclipsaría como novedad la cuestión de Malvinas. No sucedió.

Sea como fuere, lo cierto es que pocas veces la administración de Macri encontró tanta resistencia en la propia coalición gobernante. Tanto el radicalismo como Elisa Carrió salieron en el acto a cuestionar la ausencia de la palabra soberanía en la declaración bilateral o en los discursos de los funcionarios argentinos. Es la prueba de que pocas cosas (sólo Malvinas y la selección argentina de fútbol, tal vez) pueden despertar tantas pasiones entre los argentinos. El Gobierno se notificó tarde, pero se notificó al fin, de que la política también está hecha por las pasiones.

Malvinas: Macri planteó el reclamo de soberanía a la premier británica

Macri hizo un discurso conciso y articulado ante la Asamblea de la ONUPor Mariano Obarrio - LA NACION
Dijo que May aceptó tratar el tema, pero después el Gobierno relativizó el diálogo; en la ONU, el Presidente propuso "solucionar amigablemente" el conflicto.
Macri hizo un discurso conciso y articulado ante la Asamblea de la ONU. Foto: AFP / Jewel Samad.

NUEVA YORK.- El presidente Mauricio Macri le planteó ayer a la primera ministra británica, Theresa May, el histórico reclamo por la soberanía de las islas Malvinas. Fue en una conversación informal, de pasillo, en la que, según el mandatario, su par de Londres aceptó debatir sobre los derechos que demanda la Argentina. Sin embargo, horas más tarde, la canciller Susana Malcorra relativizó los términos de la conversación.

Todo ocurrió después del primer discurso de Macri ante las Naciones Unidas (ONU), donde reiteró el histórico "llamado al diálogo" a Gran Bretaña para "solucionar amigablemente" el diferendo por la soberanía sobre las islas Malvinas.

También apostó a "avanzar en la relación bilateral" de manera "mutuamente beneficiosa", después de que un comunicado conjunto firmado la semana pasada por ambas cancillerías provocó cuestionamientos de la oposición y también de sectores del oficialismo porque no incluía explícitamente el reclamo por la soberanía.

Luego comenzaron a arreciar versiones de un encuentro con Theresa May, sobre el cual hubo idas y venidas. Consultado al caer la tarde por LA NACION en la sede ONU, Macri lo confirmó. "En el almuerzo nos cruzamos con la primera ministra británica; le dije que estoy listo para comenzar un diálogo abierto, que incluya por supuesto el tema de la soberanía sobre las islas."

Ante la repregunta de este enviado sobre la respuesta de la premier británica, el Presidente señaló: "Ella dijo que bueno, que sí, que habría que empezar a conversar, las cosas llevarán años, pero lo importante es que comencemos. Y ella estuvo de acuerdo". Luego agregó: "Tenemos que lograr establecer una mesa de diálogo permanente, para que vayamos avanzando en nuestros reclamos sobre la soberanía sobre las islas". Después precisó que no había un fecha para tratar el tema. Remarcó que fue May quien se acercó a saludarlo y que no estaba prevista una visita suya a Londres por ahora.

Inmediatamente los voceros oficiales relativizaron la promesa de May de "conversar" sobre la soberanía, lo cual implicaría un cambio radical e histórico en la política británica sobre las islas. Más tarde, Presidencia envió un comunicado con declaraciones de Malcorra, en donde se buscó "precisar" las declaraciones de Macri. "Por supuesto la primera ministra dijo que se encontrarían, pero no es que se habló de una hoja de ruta, o dónde van a ser los próximos pasos, que este tema esté cerrado y arreglado y avanzado", dijo la canciller. Después en la CNN dijo que hubo una "extrapolación" de la frase de Macri.

Con su discurso ante la ONU, Macri marcó los límites de la dura discusión interna en el oficialismo, donde en sectores de Pro, la UCR y la Coalición Cívica, además de la oposición, cayó mal la declaración conjunta de ambas cancillerías de la semana última porque no incluía la discusión por la soberanía en las islas.

Para contextualizar su política, en un discurso diplomático y estudiado, que a diferencia de los de su antecesora, Cristina Kirchner, no buscó dar clases magistrales de política exterior y de modelos económicos populares, Macri enfatizó "el interés en avanzar en nuestra relación bilateral, que puede y debe ser mutuamente beneficiosa". Ambos países deben llevarse su parte.

En un mismo tono diplomático, el Presidente ratificó su plan para recibir 3000 refugiados sirios en la Argentina, manifestó su adhesión al acuerdo de cambio climático de París de 2015, respaldó la candidatura de Malcorra para secretaria general de la ONU, destacó los cambios económicos y las inversiones en la Argentina, planteó un "mundo de interdependencia" y respaldo la agenda sostenible del 2030 del organismo.

Macri pidió "mayor colaboración internacional" para esclarecer los atentados contra la Embajada de Israel.

Durante su discurso ante la ONU, Macri agregó que "confiamos también que será posible activar estas negociaciones y encontrar una solución definitiva a este prolongado diferendo".

El énfasis de Macri estuvo puesto en que "nuestro llamado al diálogo" lo "mandan tantas resoluciones" de la ONU. Se refería a la resolución 2065 de diciembre de 1965, durante el gobierno de Arturo Illia, que fue refrendada por sucesivas resoluciones a lo largo de los años en el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas. Macri aplicó la diplomacia pura, sin elevar el tono.

También puso el acento en "solucionar amigablemente la disputa" de casi 200 años, lo cual implicó una intención de afianzar los lazos con Gran Bretaña.

El cambio de tono no pasó inadvertido. Los discursos de Cristina Kirchner planteaban exigencias perentorias, abiertas críticas al colonialismo ingles y advertencias al Reino Unido por la militarización de las islas, además de lecciones sobre política exterior y sobre una economía con inclusión social.

Mauricio Macri - Presidente de la Nación

"Hemos dado muestras de interés en la relación bilateral con el Reino Unido. Debe ser una relación mutuamente beneficiosa"

"Reitero nuestro llamado al diálogo, para solucionar la disputa por soberanía que tenemos desde hace dos siglos por las islas Malvinas"

"Nos enorgullece que nuestras prioridades de gobierno estén alineadas con las de la comunidad internacional"

"El narcotráfico nos tiene que poner a trabajar juntos en una agenda integral basada en DD.HH., concentrada tanto en la oferta como en la demanda"

"Normalizamos la macroeconomía, fortalecimos las relaciones con los vecinos, nos vinculamos de forma madura con el resto de los países. Cada día se anuncian más inversiones, que se van a traducir en empleos"

"Mi país condena a todo grupo que con su accionar busque promover el terror en cualquier lugar del planeta"

sábado, 17 de septiembre de 2016

Aerolíneas Malcorra

Resultado de imagen para malvinas + abastecimientoPor Ricardo Roa - Del editor al lector - Clarin.com
No faltó nada. Tuvimos al “Caballo” Suárez preso y naufragando, la caja fuerte disfrazada de dragón de un tesorero de Scioli, 0,2 de inflación en agosto, el mini Davos y para parar con la lista de la semana: audiencias públicas por las tarifas.


También volando bajito y sin querer hacer demasiado ruido, el anuncio de un acuerdo con los ingleses para añadir un vuelo a las Malvinas que tiene muchos bemoles y tendrá más cuando aterrice, según cómo aterrice.

Lo hicieron la canciller Malcorra y Alan Duncan, vicecanciller británico. El acuerdo favorece las aspiraciones de Malcorra a la ONU. Ella duda sobre el riesgo de un veto de Londres a su candidatura, aunque quedó séptima en la última votación. La búsqueda de no vetos es más secundaria.

Al acuerdo, en lo concreto por ahora más una declaración que otra cosa, la BBC lo saludó como “un nuevo tipo de relación”.

Por debajo de ese vuelo los ingleses ven réditos económicos: más abastecimiento y menos flete a las islas, que es para ellos menos gastos. Tras su salida de la Unión Europea necesitan nuevos socios comerciales y bajar costos en Malvinas. Para nosotros el nuevo vuelo es quizás inversiones y, seguro, presencia. Aunque eso requiere que parta de territorio argentino. El actual sale de Punta Arenas. Pero eso no figura en lo firmado. A muchos los inquieta lo que sí hemos firmado: un compromiso a la “sustentabilidad económica de las Malvinas”. En otras palabras: desmontar la legislación kirchnerista que busca trabar cualquier explotación de recursos en la zona.

Si el vuelo era o no postergable, la cuestión es que ya está sobre la mesa. Otro asunto es cómo se vende aquí. Pone en aprietos a Cambiemos y a la oposición. Es tema político pero también pasional.

Malvinas ha sido y es una cuestión muy sensible en el radicalismo y la Cancillería es donde el radicalismo tiene mayor peso. Ejemplos: el vicecanciller Foradori, el jefe de gabinete Villagra Delgado y el coordinador Salmoyraghi. Pero ahí chocan la línea de intransigencia que representó Alfonsín y la negociadora que impulsó De la Rúa. Ya no están pero la tradición sigue. Sin el extremo de los ositos peluche de Di Tella, De la Rúa replicó posiciones de Menem.

El kirchnerismo volvió a la guerra contra los imperios del Norte aunque, menos mal, con su especialidad: la oral. Y finalmente envió a las Malvinas un velero de La Cámpora que terminó a la deriva y en manos inglesas. Todo bien K.

Podríamos empezar a hablar un lenguaje distinto, con seriedad y cabeza fría. Se verá si esta es una oportunidad.

viernes, 16 de septiembre de 2016

Malvinas: habrá que tocar leyes para cumplir el acuerdo en petróleo

Por Natasha Niebieskikwiat - (Clarin) - Una ley de 2013 sanciona a quienes realicen exploraciones hidrocarburíferas en la zona de las islas.
Una plataforma petrolera operada por Desire Petroleum, a 150 km. de Malvinas. Foto: Reuters.
Una plataforma petrolera operada por Desire Petroleum, a 150 km. de Malvinas. Foto: Reuters.

Después de la declaración conjunta firmada el martes por Argentina y Gran Bretaña, el Gobierno salió su defensa y luego se llamó a silencio, aunque aún quedan varias cuestiones por aclarar.

A simple vista parece un acuerdo generoso hacia los británicos e isleños en materia de recursos naturales a cambio de poco, con la sola posiblidad de que un vuelo hacia las islas haga una escala en Buenos Aires. Pero hay otros obstáculos. Por ejemplo, el Gobierno debe desarmar el esquema de sanciones establecidas por el gobierno K.

El objetivo de esas amenazas y castigos era desalentar las exploraciones y negocios petroleros que británicos e isleños llevan adelante unilateralmente en las Malvinas desde 2010, como parte del endurecimiento de las políticas con que Néstor y Cristina Kirchner buscaron inflamar la cuestión Malvinas como causa nacional.

Tal como como supo este diario, el Gobierno busca eliminar la ley 26.659, aprobada en 2013 y que prohíbe, bajo pena de inhabilitación por el plazo de 5 a 20 años, a toda persona física o jurídica habilitada para realizar actividades en la Argentina, desarrollar actividades hidrocarburíferas no autorizadas en la plataforma continental nacional, así como tener participación directa en firmas que realicen tales actividades o les presten apoyo.

La ley fue la última de una serie de otras medidas que habían comenzado en 2003, con la decisión de Néstor Kirchner de prohibir que los vuelos charter que los isleños tenían con LAN sobre todo en verano. En 2007, a 25 años de la guerra, se derogaron los acuerdos petroleros firmados por Tony Blair y Carlos Menem, y se establecieron los primeros controles marítimos. Mientras tanto, el gobierno K abandonó la cooperación pesquera que se había montado también bajo el esquema de Menem en los ‘90.

Finalmente, llegó la ley 26.649, que en parte se inspiró en un proyecto presentado por el hoy senador Pino Solanas. La secretaría de Energía es la autoridad de aplicación. Esta debe solicitar a la Cancillería que notifque a las empresas internacionales que violen esta ley interna.

Ante cada nueva amenaza de Argentina, y después de la ley, el gobierno del Reino Unido replicaba. Y se encargó entre tanto de hacer su propia política agresiva. De hecho terminó siendo más perjudicial el embargo a la venta de equipamiento militar a la Argentina –que el parlamento británico votó en 2012– que esta ley argentina nunca aplicada hasta el momento, ni siquiera por el gobierno kirchnerista. La reaparición en la escena argentina de British Petroleum en los últimos días es un dato relevante. El problema del gobierno será sin dudas el Congreso, donde ya hay voces críticas al acuerdo

jueves, 15 de septiembre de 2016

Los kelpers, felices con un acuerdo más que generoso

Fotografía cedida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina El ministro de Estado británico para Europa y las Américas, Alan Duncan y la canciller Susana MalcorraPor Natasha Niebieskikwiat - Clarin.com. Acercamiento entre Londres y Buenos Aires

La Asamblea Legislativa de las Malvinas celebró el pacto. Cómo impactará en el desarrollo económico de las islas.
Fotografía cedida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina El ministro de Estado británico para Europa y las Américas, Alan Duncan y la canciller Susana Malcorra

Como hace muchos años que no ocurría, la Asamblea Legislativa de las Malvinas dio la bienvenida al acuerdo alcanzado en las últimas horas por los gobiernos de la Argentina y el Reino Unido. En especial quedaron satisfechos con que "se remuevan todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo” de las islas. Se refieren a hidrocarburos, pesca, navegación y turismo. En el comunicado, publicado por la agencia Mercopress, la consejera Phyl Rendell agradeció incluso el trabajo de Alan Duncan, ministro de Estado para Europa y las Américas del Foreign Office, quien tras su paso por Buenos Aires -adonde participó del Foro de Inversiones y Negocios- se encargó de firmar el acuerdo.

Duncan se entrevistó el martes con la canciller Susana Malcorra y el vicecanciller Carlos Foradori. Y esta mañana las cancillerías de los países publicaron la letra del acuerdo que deja en claro por qué los isleños están contentos: les concede casi todo -menos la soberanía- y Argentina se lleva poco y nada. Más aún, se retrocede la situación al Acuerdo que en 1999 firmaron Tony Blair y Carlos Menem. De esta manera, si bien la política de endurecimiento en materia de comunicaciones, petróleo y pesca más la continua agresividad hacia los isleños del gobierno de los Kirchner, no había sido más que contraproducente para el país, el acuerdo firmado por el gobierno de Mauricio Macri para avanzar en numerosas áreas, se muestra tibio en la cuestión del Conflicto del Atlántico Sur. Y abre un interrogante sobre cual va a ser el espacio -y cómo- para el reclamo de soberanía. Malcorra ya lo dijo al Financial Times. Las islas no son prioridad.

El acuerdo firmado ayer señala sobre esta cuestión que las partes acordaron establecer un diálogo para “mejorar la cooperación en todos los asuntos del Atlántico Sur de interés recíproco”, y que será bajo la fórmula de soberanía del párrafo 2 de la Declaración Conjunta del 19 de octubre de 1989, es decir la que estableció el paraguas de soberanía. Por fuera todo, por dentro nada. “En este contexto se acordó adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos. Ambas Partes enfatizaron los beneficios de la cooperación y de un compromiso positivo de todos los involucrados” señaló el comunicado de los gobiernos de Mauricio Macri y Theresa May, quienes posiblemente se reúnan este mes en Nueva York, en el marco de las reuniones de la Asamblea de Naciones Unidas.

Lo más inquietante es que, si bien el Gobierno venía diciendo que quiere un vuelo directo del continente al archipiélago, el acuerdo señalan que las “partes acordaron que serían establecidas conexiones aéreas adicionales entre las Islas Malvinas y terceros países. En este contexto acordaron el establecimiento de dos escalas adicionales mensuales en territorio continental argentino, una en cada dirección. Los detalles específicos serán definidos”. Punto. Nada más.

Según Mercopress, Duncan dijo que estaba satisfecho con que las islas estén “libres para buscar conexiones aéreas con otros países en la región. Un escala en Argentina se va a buscar en acuerdos futuros similar al que ya existe”. Esto es claramente una referencia al vuelo que cada sábado hace la empresa Lan desde Santiago de Chile, Punta Arenas a Mount Pleasant y que solo una vez por mes hace escala en Río Gallegos. El comunicado emitido por la asamblea isleña también resaltó que cualquier acuerdo para un vuelo más desde Argentina que se arregle será bajo los principios de 1999, en los que Aerolíneas Argentinas no pudo participar.

Luego, lo que sí parece fluir es el otro punto del acuerdo: “Ambas Partes expresaron su pleno apoyo al proceso de identificación de ADN con relación a los soldados argentinos no identificados sepultados en el cementerio de Darwin. Las conversaciones sobre esta delicada cuestión humanitaria serán llevadas adelante en Ginebra sobre la base de una evaluación del Comité Internacional de la Cruz Roja, complementada por las conversaciones bilaterales que sean necesarias. Ambas Partes acordaron que los deseos de las familias involucradas son de la mayor importancia”, expresó el comunicado.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Malvinas, comercio y seguridad: los 10 puntos de acuerdo entre Argentina y Gran Bretaña

(Clarin.com) - Así lo informaron a través de un comunicado conjunto, donde destacan reestablecer los vuelos a las Islas e identificar a los soldados enterrados en el cementerio de Darwin.
Foro de inversión y negocios de Argentina en el CCK. Sir Alan Duncan, Susana Malcorra. (Fotos Emmanuel Fernandez)
Foro de inversión y negocios de Argentina en el CCK. Sir Alan Duncan, Susana Malcorra. (Fotos Emmanuel Fernandez)

La canciller Susana Malcorra y el ministro británico de Asuntos Exteriores, Alan Duncan, acordaron una serie de medidas entre ambos países, entre las que se destaca el establecimiento de un nuevo vuelo mensual a las Malvinas. Así se informó a través de un comunicado con 10 puntos de acuerdo, luego de de la reunión mantenida en el marco del Foro de Inversiones y Negocios que se realiza en el Centro Cultural Kirchner.

El escrito destaca en su ítem "Atlántico Sur", el "fortalecimiento de la relación bilateral y la búsqueda de soluciones de los problemas globales dentro de los marcos multilaterales que correspondan" y un apartado final señala lo relacionado a las Malvinas, cuya soberanía la Argentina reclama hace décadas.

En ese contexto, se resolvió "el establecimiento de dos escalas adicionales mensuales en territorio continental argentino, una en cada dirección", cuyos detalles serán definidos próximamente.

A principios de mes, Malcorra había adelantado al diario británico The Guardian que nuestro país estaba evaluando retomar los vuelos desde Argentina y hacia las Islas y también "un Joint ventures argentino británico de exploración de petróleo alrededor de las islas Malvinas”.

El anuncio de la visita de Duncan a nuestro país, para participar del Foro, desde Londres fue calificado como una "mejora en las relaciones", que se habían deteriorado durante la gestión kirchnerista.

Además, ambos funcionarios acordaron "adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos. Ambas partes enfatizaron los beneficios de la cooperación y de un compromiso positivo de todos los involucrados".

"En un espíritu positivo, ambas partes acordaron establecer un diálogo para mejorar la cooperación en todos los asuntos del Atlántico Sur de interés recíproco", señala el comunicado.

En la actualidad, existe un solo vuelo al mes que une directamente Río Gallegos con el archipiélago, y que se realiza el segundo sábado de cada mes.

Asimismo, Argentina y Gran Bretaña expresaron dentro del punto "Ciencia y Tecnología, Derechos Humanos y Cuestiones de Género", "su pleno apoyo al proceso de identificación de ADN" de los soldados argentinos que murieron en la guerra de 1982, sepultados en el cementerio de Darwin, y que aún no fueron identificados.

"Las conversaciones sobre esta delicada cuestión humanitaria serán llevadas adelante en Ginebra sobre la base de una evaluación del Comité Internacional de la Cruz Roja, complementada por las conversaciones bilaterales que sean necesarias. Ambas partes acordaron que los deseos de las familias involucradas son de la mayor importancia", señala la nota de prensa.

En tanto, ambos funcionarios también avanzaron en otras áreas como "Consultas Políticas de Alto Nivel",  En ese sentido, "se resolvió reactivar las Consultas Políticas Bilaterales de Alto Nivel iniciadas en 2002, otorgándoles carácter temático integral y periodicidad anual".

"Las Consultas Políticas buscarán ampliar la relación bilateral en torno a una agenda positiva que aborde los desafíos globales en el mediano y largo plazo, en áreas como democracia, derechos humanos, cooperación en paz y seguridad internacionales, no-proliferación, medio ambiente y cambio climático, energías limpias, comercio e inversión, ciencia, tecnología e innovación, turismo y deporte", detalla el comunicado.

La "Lucha contra la corrupción y el crimen organizado", "Arte, cultura, educación y deportes", "Seguridad Internacional y Defensa", "G-20" y "OCDE", en el que el Reino Unido se compromete en apoyar la relación de nuestro país con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo conómico.

​Además de un acuerdo en torno a la "Crisis de los Refugiados", donde se elogia la decisión del Gobierno argentino de establecer un programa para recibir a 3.000 refugiados sirios.

Otro punto es el de "Comercio e inversiones", donde se arribó a trabajar con el objetivo de "incrementar significativamente el comercio bilateral".

Finalmente, establecerán una fecha para una reunión "más amplia a la mayor brevedad posible".

Malvinas: Los viejos objetivos del nuevo gobierno británico

Resultado de imagen para Límite de la Plataforma Continental de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del MarPor Jorge Taiana - LA NACION
En lo que constituyó su primer mensaje al gobierno argentino, la nueva primera ministra del Reino Unido, Theresa May, se refiere a la cuestión Malvinas como una de las "diferencias" que es preciso "reconocer" respetuosamente y en beneficio de "todos" los involucrados.
Se trata éste de un mensaje que permitiría augurar una etapa de entendimiento entre ambos gobiernos a partir de una premisa que el Reino Unido se ha empeñado en negar: la existencia de la disputa de soberanía en el Atlántico Sur.

Lo que llama, y mucho, la atención es la poco velada intención de vincular cualquier avance en la cuestión Malvinas, aun en los términos en que lo concibe el gobierno del Reino Unido, con un eventual respaldo británico a la candidatura de la canciller Susana Malcorra al cargo de secretaria general de las Naciones Unidas. La primera ministra May alude a una nota relativa a esta candidatura dirigida a David Cameron por el presidente Macri para vincular de modo explícito ambas cuestiones.

Sorprende también que, en este primer mensaje, exponga de manera tan clara el objetivo de sostener y beneficiar a los ciudadanos británicos que ocupan las islas, que constituyen desde siempre el instrumento que utiliza el Reino Unido para justificar esa ocupación ilegal. Es así como procura sumar conexiones aéreas para las islas "con terceros países de la región" y desmontar las acciones que la Argentina viene realizando contra la exploración y explotación ilegal de recursos nacionales en el área disputada.

En materia de conexiones aéreas, el gobierno británico busca establecer una nueva frecuencia con "terceros países de la región", lo cual excluye a la Argentina. A pesar de la sutileza diplomática del Reino Unido, sus ciudadanos en Malvinas lo aclararon de modo categórico: el punto de partida de cualquier arreglo es que no podrán establecerse conexiones aéreas con la Argentina continental. Se trata precisamente del objeto de la propuesta argentina presentada en 2003 y renovada desde entonces para establecer un servicio aéreo regular y directo entre las islas y el continente, operado por una empresa aerocomercial argentina, bajo fórmula de soberanía.

Hasta ese año existía un creciente número de vuelos no regulares -chárteres- que sólo contribuían a profundizar la desconexión entre la Argentina continental y las islas existente desde el fin de la guerra. A lo largo de estos últimos años los dos países mantuvimos largas e intensas negociaciones en las que estuvimos cercanos a alcanzar un principio de entendimiento.

En la actualidad el Reino Unido pretende un "nuevo" vuelo desde Brasil o Uruguay, adicional al vuelo semanal de LAN Chile que, a instancias de la Argentina, une Punta Arenas y las islas, con dos escalas mensuales en Río Gallegos -una en cada dirección- conforme lo estipula la Declaración Conjunta de 1999. Mientras que en materia de hidrocarburos, el Reino Unido invita al gobierno argentino a contribuir a alivianar el camino para que sus acciones unilaterales de exploración y explotación ilegal en el Atlántico Sur no enfrenten "medidas restrictivas". Se trata, nada menos, de desmontar las medidas legales a las que ha venido acudiendo nuestro país para resguardar sus derechos y sus recursos naturales no renovables por tratarse, además, de acciones expresamente prohibidas por las Naciones Unidas. La Asamblea General llama, desde 1976, a las dos partes en la disputa a no modificar unilateralmente la situación mientras subsista la disputa que el Reino Unido hoy reconoce.

Si bien nada adelanta la primera ministra May en su misiva, no puede descartarse que al pedido de dejar de lado las acciones legales de resguardo se sume la voluntad británica de reeditar la fallida experiencia del entendimiento bilateral sobre actividades hidrocarburíferas conjuntas del año 1995 y que nuestro país dio por terminado en 2007 a raíz de las reiteradas y abusivas violaciones. Tampoco resultaría extraño que intentaran avanzar en "remover los obstáculos" para la explotación ilegal de los recursos pesqueros en el Atlántico Sur e incluso tratar de reeditar su viejo anhelo de llevar a la Argentina a ordenar "conjuntamente" la pesca en el Atlántico Sur, a partir de argumentos pretendidamente conservacionistas.

Con este primer paso, el Reino Unido se apresura a avanzar en una agenda que aspira a superar los logros que obtuvo la Argentina en años recientes. La sostenida protesta diplomática argentina, el creciente respaldo a los derechos soberanos argentinos en foros multilaterales, el plan de acciones legales implementadas desde el Estado argentino y la continua denuncia de la acción unilateral británica en materia de recursos naturales, incluyendo la industria del petróleo, constituyen un motivo de preocupación para la corona. Basta recordar el Plan Quito, que revelaron medios nacionales y británicos, sobre espionaje del Reino Unido destinado a revertir estos claros avances. Sin dudas la reciente decisión de la Comisión del Límite de la Plataforma Continental de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de hacer lugar a la solicitud argentina de reconocer el carácter controvertido de los territorios argentinos que el Reino Unido ocupa es un elemento importante que se suma a la lista de logros diplomáticos que el Reino Unido intenta revertir.

En síntesis, aunque poco sutil, este primer movimiento británico resulta positivo porque pone en blanco sobre negro sus verdaderos objetivos y nos alerta sobre los riesgos de avanzar sobre las propuestas que pretende el Reino Unido. Se trata de las red lines que tan bien conocen nuestros diplomáticos y que sirven de guía a la paciente labor de defender el interés nacional con firmeza y coherencia.
Presidente del Parlasur, ex canciller de la Nación

Malvinas: avance entre la Argentina y Gran Bretaña sobre vuelos y petróleo

Alan Duncan y Susana Malcorra, ayer, tras la reunión en Buenos AiresPor Martín Dinatale - LA NACION

Malcorra se reunió con el vicecanciller Duncan para lograr el restablecimiento de los viajes a las islas y explorar conjuntamente el crudo de la zona; hay condicionamientos de los kelpers

Alan Duncan y Susana Malcorra, ayer, tras la reunión en Buenos Aires. Foto: Cancillería

La Argentina y Gran Bretaña avanzaron ayer en una compleja negociación para restablecer los vuelos directos a Malvinas y, al mismo tiempo, alcanzar un acuerdo tendiente a concretar proyectos petroleros conjuntos en el mar lindante a los archipiélagos del Atlántico Sur.

En medio de la agenda del Foro de Inversiones, la canciller Susana Malcorra y el vicecanciller británico de Asuntos Exteriores, Alan Duncan, mantuvieron un encuentro en el que coincidieron que "hubo avances" entre ambos países para negociar el regreso de los vuelos desde aeropuertos continentales argentinos a las Malvinas y la realización de proyectos conjuntos de exploración de hidrocarburos en las islas.

"Discutiendo una nueva y mejor fase en las relaciones con la ministra de Relaciones Exteriores de Argentina Susana Malcorra", escribió Duncan en su cuenta de Twitter, junto a una foto con la canciller como muestra de la buena sintonía en las relaciones bilaterales. Luego, el vicecanciller británico, que responde a la nueva gestión de la primera ministra Theresa May, se reunió brevemente con el presidente Mauricio Macri y con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en el Foro de Inversiones.

Macri interpretó como "un gesto" la participación del vicecanciller británico en el foro y confirmó que se está preparando una reunión bilateral con el gobierno de May para la semana próxima, en el marco de la participación del jefe del Estado en la asamblea general de la ONU. "Hay que encontrar soluciones, sabemos que nos tomará mucho tiempo, pero tenemos que comenzar, no podemos aceptar que no podamos sentarnos a una mesa y empezar a hablar de todo", dijo Macri respecto del diálogo con Londres.

Es muy probable que para el encuentro de Macri con May ambas cancillerías lleven propuestas concretas para brindar un anuncio sobre el tema Malvinas. Según confiaron a LA NACION en el Palacio San Martín, existe una alta posibilidad de que se acuerde la reinstauración de los vuelos de las islas al continente y, al mismo tiempo, se establezca un esquema de joint ventures de empresas británicas y argentinas para la explotación conjunta del petróleo en el Atlántico Sur.

De hecho, la semana pasada, en una entrevista con el diario británico The Guardian, Malcorra dijo: "La Argentina desea retomar los vuelos desde y hacia las islas y establecer un joint ventures argentino-británico de exploración de petróleo alrededor de las islas Malvinas. Pienso que a largo plazo una solución se puede encontrar", dijo.

En esta misma línea, ayer, Duncan agregó después de su encuentro con Malcorra que "discutimos el compromiso argentino-británico en áreas de interés mutuo, incluido el comercio".

Para que no queden dudas de la buena predisposición de Londres por arribar a una agenda positiva con Buenos Aires, en un comunicado oficial del Foreign Office, Duncan remarcó: "Es un momento positivo para la relación entre el Reino Unido y Argentina. Tenemos una historia compartida y muchos enlaces profundos en la cultura y el idioma".

En la Cancillería, los voceros de Malcorra también coincidieron en la buena sintonía que hubo en la reunión con Duncan y destacaron que "se están buscando las maneras de abrir oportunidades para crear medidas de confianza mutua".

Dificultades

No obstante, las negociaciones no parecen ser sencillas por dos motivos centrales que están íntimamente conectados. En primer lugar, la Argentina debe anular parte de la ley de hidrocarburos que fue modificada por el gobierno de Cristina Kirchner y que prevé la sanción a las empresas que operen en el país y a la vez tengan proyectos de exploración petrolera en el mar aledaño a las Malvinas. A su vez, el gobierno británico avala la idea de los kelpers de no aceptar los vuelos directos al continente si antes no se eliminan esas sanciones a las empresas petroleras.

Ayer, en diálogo con LA NACION el máximo referente de la Legislatura de Malvinas, Mike Summers, fue tajante: "Sólo si la Argentina es capaz de demostrar un progreso significativo en el desmantelamiento de las sanciones podría ser posible restablecer los vuelos de las Falklands [Malvinas] a la Argentina", dijo. Además, Summers detalló que hay negociaciones con Brasil para establecer un vuelo de las islas Malvinas a San Pablo, aunque aclaró que ello podría revisarse si la Argentina modifica las sanciones.

Desde la Casa Rosada aclararon que el Gobierno negociará con Gran Bretaña y no con los kelpers. Pero Summers no dejó dudas de que "el gobierno de las Falklands [Malvinas] está en estrecho contacto con el gobierno del Reino Unido sobre los vuelos a terceros países y la eliminación de las sanciones económicas. Queda por ver qué opciones podrían ser posible". Ahora es el turno de poner en juego la alta diplomacia.

Las Fuerzas Armadas de la Argentina y de Inglaterra trabajarán en conjunto

(La Nación) - A través de un comunicado de la Cancillería, el Gobierno también informó sobre la relación con Islas Malvinas y el reconocimiento de soldados sepultados en el cementerio de Darwin
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El Foro de Inversiones y Negocios, que se lleva a cabo en Buenos Aires, sirvió como puntapié inicial de una nueva relación bilateral entre el Reino Unido y la Argentina. El ministro de Estado para Europa y las Américas británico, Sir Alan Duncan, se reunió con el vicecanciller, Carlos Foradori, en una reunión en la que se destacaron los tópicos sobre las Islas Malvinas y la relación entre las Fuerzas Armadas de ambos países.

A poco menos de dos meses de haber asumido como ministro de Estado, la visita de Duncan refleja el mejoramiento de las relaciones entre la Argentina y el Reino Unido. "La reunión bilateral sirvió para que ambos funcionarios pudieran continuar impulsando una agenda omnicomprensiva, multidimensional y multisectorial, basada en la complementariedad entre ambas naciones", señala un comunicado de cancillería.

Según detalla el comunicado, ambas partes "acordaron fortalecer la relación entre las dos Fuerzas Armadas" y "están explorando oportunidades de ampliar sus campos de cooperación". A su vez, destaca que "el Reino Unido acoge con beneplácito el compromiso de la República Argentina con el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales a través del apoyo a las Operaciones para el Mantenimiento de La Paz de las Naciones Unidas".

Con respecto a Malvinas, la discusión se basó en adoptar medidas necesarias para el crecimiento de las islas. En el comunicado no se detalla ninguna información o debate sobre la soberanía de las mismas. "Se acordó remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos. Ambas Partes enfatizaron los beneficios de la cooperación y de un compromiso positivo de todos los involucrados", señala el parte de prensa.

El reconocimiento de soldados argentinos sepultados en el cementerio de Darwin formó parte de la reunión y ambas partes acordaron trabajar para su resolución: "Hay pleno apoyo al proceso de identificación de ADN. Las conversaciones sobre esta delicada cuestión humanitaria serán llevadas adelante en Ginebra sobre la base de una evaluación del Comité Internacional de la Cruz Roja!.

lunes, 12 de septiembre de 2016

Malcorra recibe al vicecanciller inglés y avanza con los vuelos a Malvinas

Resultado de imagen para Alan Duncan + falkland(Cronista.com) - Alan Duncan participará con empresarios británicos del Foro de Inversiones. En paralelo se reune con la ministra con foco en el petróleo de las islas.
Por primera vez desde 2010, Gran Bretaña envía un alto funcionario de la Cancillería al país, luego de las tensiones que mantuvo Londres con el gobierno de Cristina Fernández.  El vicecanciller, Alan Duncan, llega hoy en lo que será una visita clave para la Casa Rosada que anunció su deseo de negociar vuelos directos a las Malvinas y discutir la exploración de hidrocarburos en el archipiélago.

La ministra y el vicecanciller Carlos Foradori tienen planeado reunirse con Duncan mañana, y buscarán lograr un acuerdo para que haya vuelos directos entre Buenos Aires y Malvinas. Hasta el momento, la única conexión aérea es un vuelo que hace escala mensualmente en Río Gallegos, y que proviene de Santiago de Chile. En cambio, Gran Bretaña busca el aval de Argentina para que vuelos que salgan desde Malvinas atraviesen el espacio aéreo nacional para conectar con otros países de Sudamérica como Uruguay o Brazil.

Por otra parte, también avanzarán sobre la posibilidad de una cooperación argentino-británica en la exploración de hidrocarburos alrededor de las Islas Malvinas. Esto mismo fue lo que planteó Malcorra cuando visitó Londres la última semana. Esta postura del gobierno de Macri es totalmente opuesta a la política del kirchnerismo que aprobó la Ley 26.659 en 2013 en la que penaliza a aquellas empresas que quieren explotar hidrocarburos en el Atlántico Sur.

Estas negociaciones serán la antesala de la que podría ser la primera entrevista bilateral entre el presidente Mauricio Macri y la primera ministra Theresa May, el 20 de septiembre, durante la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas.

Según el diario inglés The Guardian, la Cancillería británica considera que la visita de Duncan responde a un "avance" en las relaciones bilaterales desde que ganó Macri las elecciones. Incluso, advierte que es "un importante paso hacia adelante" después de "más de una década de dificultades" de la postura "aislacionista" del gobierno anterior, en alusión al kirchnerismo.

Duncan llega a la Argentina con un grupo de 40 empresarios que participarán del Foro de Inversión y Negocios que comienza hoy con una cena en el Centro Cultural Kirchner. Durante ese encuentro el vicecanciller podría conversar con otros ministros argentinos y avanzar sobre posibles inversiones en el país. Además ofrecerá una recepción en la residencia del embajador para todos ellos.

sábado, 10 de septiembre de 2016

El gobierno de Malvinas avala el regreso de los vuelos directos

Resultado de imagen para Malvinas vuelos directos
(La Nación) - Un vocero de las autoridades de las islas confirmó las negociaciones y reveló que se trabaja activamente.



Las autoridades de las islas Malvinas mira con buenos ojos las negociaciones iniciadas entre los gobiernos de la Argentina y Gran Bretaña para avanzar en un acuerdo que permita restablecer los vuelos directos al archipiélago. La noticia la había revelado anteayer en Londres la canciller argentina, Susana Malcorra, y fue confirmada oficialmente ayer por las autoridades de la isla.

En un comunicado escrito en inglés, confirmaron que "el gobierno de Malvinas está trabajando activamente en las negociaciones por los vuelos procedentes de terceros países de América del Sur".

Gilbert House, vocero del área de Relaciones Públicas y Medios de las islas, reveló que el gobierno británico de Theresa May "pidió que el gobierno nacional desmantele el régimen de sanciones contra las industrias del petróleo, el gas y la pesca en las Islas Malvinas, aunque hasta ahora no ha habido conversaciones". En estas negociaciones, Gran Bretaña y la Argentina abordarán, así las restricciones vigentes para la exploración petrolera en el archipiélago.

La semana próxima, Malcorra se reunirá en Buenos Aires con el vicecanciller británico, Alan Duncan, quien llegará al país el lunes para participar del Foro de Inversiones y Negocios que impulsa la Casa Rosada en el Centro Cultural Kirchner, ocasión en que seguramente se planteará el tema . "Habrá más información disponible después de esa visita", explicó el vocero House.

Actualmente, los viajes que unen el continente con Malvinas se realizan únicamente los sábados desde Chile. Un vez por mes, el vuelo hace escala en Río Gallegos, desde donde se puede viajar al archipiélago. Es, hasta ahora, la única ciudad de la Argentina continental con conexión aérea con las islas.

La canciller argentina señaló hace dos días en Londres, adonde viajó para participar de la Cumbre de las Misiones de Paz en las Naciones Unidas, que el gobierno de Mauricio Macri "está trabajando" para "iniciar un diálogo potencial" sobre la cuestión de la exploración petrolera en la zona de Malvinas, y que, en el "corto plazo" podrían ser restablecidos "los vuelos directos a las islas".
"Si bien está en marcha, es un proceso prematuro, aunque hay intención de trabajar en estos dos frentes", afirmó, al respecto, la ministra de Relaciones Exteriores.

Puntos de contacto
En otro signo de acercamiento, los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido se reunirán a fines de este mes con la Cruz Roja para definir el inicio de las tareas de identificación de los soldados enterrados sin identificar en el cementerio de Darwin, en el archipiélago. Incluso, Macri y la primera ministra May, podrían reunirse en Nueva York, durante la Asamblea General de la ONU, prevista para el 19 y 20 de septiembre. "Y si no se puede, el plan es hacerlo lo antes posible", comentó, incluso, Malcorra. Ambos mandatarios se encontraron en la reciente cumbre del G-20, en China, donde se transmitieron un cordial saludo. 

La premier británica fue quien dio el paso inicial para abordar posibles acuerdos sobre los vuelos y la exploración petrolera, en una carta enviada a Macri el 2 de agosto. poco después de su asunción como primer ministra. En esa carta, May pedía avanzar "en una atmósfera de puro respeto y con la intención de actuar en una forma que beneficie a todos los involucrados. Sostuvo que ello incluía "progresar hacia nuevas conexiones aéreas entre las islas Falklands (Malvinas) y terceros países en la región y la remoción de las medidas de restricción de los hidrocarburos".

El mes pasado, Malcorra anticipó a LA NACION que existía "voluntad para destrabar cuestiones" que permitirían "restaurar vínculos de respeto y confianza" entre ambos países, y que resulta necesario explorar caminos de negociación diplomática. Dijo entonces que "la relación con el Reino Unido va más allá de las Malvinas" y que "la única forma de abordar el tema de las islas es por medio del diálogo".

Gilbert House - Vocero del gobierno de las Islas Malvinas - "El gobierno de Malvinas está trabajando activamente en las negociaciones por los vuelos". "El Reino Unido pidió al gobierno argentino que desmantele las sanciones contra las industrias del petróleo, el gas y la pesca en las islas Malvinas"

viernes, 9 de septiembre de 2016

El Gobierno confirmó que dialogará con Londres sobre vuelos directos a Malvinas

Malcorra con Joyce Anelay, funcionaria de la cancillería británica
Según el diario La Nación, Malcorra busca un acuerdo en el "corto plazo" por la conexión aérea con las islas; May había reclamado rever las restricciones a la exploración petrolera.



Malcorra con Joyce Anelay, funcionaria de la cancillería británica. Foto: LA NACION / Twitter

La canciller Susana Malcorra confirmó ayer la vuelta de página en las relaciones entre la Argentina y el Reino Unido por la cuestión de las islas Malvinas, congeladas durante el kirchnerismo. Desde Londres, la funcionaria afirmó que el gobierno de Mauricio Macri "está trabajando" para "iniciar un diálogo potencial" con la administración de Theresa May sobre la posibilidad de negociar la exploración de petróleo en la zona y de restablecer los "vuelos directos" hacia ese territorio.

Malcorra retomó así lo que adelantó hace menos de un mes en una entrevista con LA NACION en la que destacó que había "voluntad para destrabar cuestiones" que permitirían "restaurar vínculos de respeto y confianza" entre ambos países, y ejemplificó el tema de los viajes y la preocupación del país europeo sobre los hidrocarburos.

"Está en marcha, es un proceso prematuro. Hay intención de trabajar en estos dos frentes", contestó ayer en una entrevista que brindó a la agencia Télam mientras se desarrollaba la Cumbre de las Misiones de Paz de Naciones Unidas en la capital británica. En ese marco, Malcorra se reunió con Joyce Anelay, la ministra de Estado de la cancillería británica, en línea con la propuesta de Macri de bajar la confrontación con el Reino Unido sin dejar de lado el reclamo de soberanía.

Sobre la propuesta de permitir los vuelos directos desde la Argentina a las Malvinas, la canciller señaló que la idea es que se llegue a un acuerdo en el "corto plazo", aunque por el momento no hay nada confirmado. Por ahora sólo llegan al archipiélago un vuelo semanal de LAN Chile y otro mensual desde Londres.

En ese sentido, la candidata a ocupar la secretaría general de la ONU se refirió a la visita al país del vicecanciller británico, Alan Duncan, que la semana que viene participará del Foro de Inversiones y Negocios, impulsado por la Casa Rosada. Malcorra mantendrá una reunión con él en el que, según afirmó, espera avanzar en la negociación sobre las conexiones aéreas a las islas.

"Yo creo que si logramos concretarlo, van ser avances interesantes para nosotros. Las dos partes estamos tratando de hacer cosas que planteen una agenda positiva para ambos lados", sostuvo la funcionaria. May tocó el tema en una carta que le envió a Macri poco después de su asunción como primera ministra británica en reemplazo de David Cameron. Allí se refirió al tema de las restricciones que aplica la Argentina sobre la exploración de petróleo en las islas y la prohibición de que haya vuelos directos hacia otros países de la región.

En su escrito, May pidió superar las diferencias "en una atmósfera de mutuo respeto y con la intención de actuar en una forma que beneficie a todos los involucrados", y dijo que eso incluía "progresar hacia nuevas conexiones aéreas entre las islas Falkland [Malvinas] y terceros países en la región y la remoción de las medidas de restricción de los hidrocarburos".

Más allá de las cartas, el Gobierno prevé que ambos líderes mantengan un encuentro bilateral entre el 19 y el 20 de septiembre en Nueva York, donde ambos participarán de la Asamblea General de la ONU. "Si no se puede, el plan es hacerlo lo antes posible", señaló Malcorra.

Si el encuentro no llega a ser en Estados Unidos, no será la primera vez que Macri y May se crucen sin mantener un reunión bilateral. La semana pasada, en la cumbre del G-20 en China, los dos estuvieron presentes, aunque el contacto entre ellos no fue más allá de un saludo cordial.

Por su parte, la canciller también adelantó que antes de que termine este mes, los gobiernos de la Argentina y el Reino Unido tendrán una reunión conjunta con la Cruz Roja para definir cuándo se harán las tareas de reconocimiento de los 123 soldados enterrados como NN en el cementerio de Darwin, a casi 90 kilómetros de Puerto Argentino. "La Cruz Roja hizo una primera misión exploratoria para definir exactamente qué trabajo hay que hacer y cómo. A fines de septiembre vamos a tener una reunión bilateral con la Cruz Roja y las dos partes para definir los pasos a seguir y establecer fechas", sostuvo Malcorra.

En junio pasado, los dos países habían llegado a un principio de acuerdo con mediación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para enviar un grupo de expertos al archipiélago para iniciar el proceso de identificación forense de los cuerpos.

martes, 16 de agosto de 2016

Retomar el diálogo por las Malvinas

Por Carlos Manfroni - LA NACION
Documentos recientemente obtenidos del Archivo Nacional de Gran Bretaña revelan conversaciones entre Inglaterra y la Argentina sobre la disputa de las islas Malvinas mantenidas en 1980.

Los documentos confirman las circunstancias descriptas en sus respectivas memorias por el ex ministro de Economía del gobierno militar José Alfredo Martínez de Hoz y el embajador en el Reino Unido durante ese período Carlos Ortiz de Rozas. Ambos funcionarios se habían referido a la participación que tuvieron en las conversaciones con Nicholas Ridley, el ministro de Gobierno y hombre de mayor confianza de la primera ministra Margaret Thatcher.


Según Martínez de Hoz, Ridley lo había invitado a acompañarlo a unas jornadas de pesca con mosca en Escocia, para la época del salmon run, el momento en el que los salmones dejan los ríos donde desovan para introducirse en el mar. "Entre salmón y salmón, vamos a encontrar una fórmula para proponer a nuestros gobiernos", había dicho el ministro inglés.

El contenido de la solución propuesta, confirmado por Ortiz de Rozas en su libro Confidencias diplomáticas, consistía en un arrendamiento al estilo del de Hong Kong, pero a treinta años, en lugar de los cien durante los cuales Gran Bretaña retuvo la isla china. También se preveían acuerdos de cooperación económica para la explotación de los recursos naturales durante el plazo de transición.

Martínez de Hoz, quien durante el gobierno militar no mantenía una buena relación con la cancillería, propuso a Ortiz de Rozas que una persona de la confianza de ambos, pero funcionario de Relaciones Exteriores, acompañara a Ridley a la pesca con mosca, para la cual debía tomar algunas clases de ese deporte. La cancillería, que durante años había estado dominada por Massera, nunca respondió y la propuesta quedó en nada. En caso de haberse aceptado aquella solución, la soberanía argentina sobre las Malvinas hubiese obtenido pleno reconocimiento en 2010.

El documento confidencial finalmente desclasificado, firmado por Roderic Lyne, secretario privado del canciller lord Carrington, remarca que la visita del ministro de Economía argentino resultaba útil para continuar las conversaciones exploratorias de una solución para las islas y destaca la importancia que, para ese resultado, tendrían los acuerdos de cooperación económica. Los británicos reconocían ahí que las islas estaban en franca declinación y no veían un futuro para ellas sin un entendimiento con la Argentina.

No se trataba de la primera oferta que había hecho el Reino Unido para la devolución de las Malvinas. Una propuesta similar habría partido de Inglaterra poco antes de la muerte de Juan Domingo Perón, pero con el fallecimiento del presidente, en 1974, la cancillería, al mando de Alberto Vignes, no continuó las conversaciones.

Tanto Vignes como Massera eran miembros de la logia italiana Propaganda Due, que mantenía estrechos lazos con Muammar Khadafi, un impulsor del Movimiento de Países No Alineados y financista del terrorismo islámico, quien después tuvo un papel fundamental en la adquisición de misiles para la Argentina. La pretensión de desatar a toda costa la guerra con Gran Bretaña en lugar de proseguir las conversaciones para una solución pacífica fue desde siempre impulsada por Massera, quien para ese objetivo contó con el apoyo de los miembros de mayor relevancia de la organización Montoneros, como algunos de ellos lo reconocen en sus publicaciones.

El entonces comandante de la Armada quería tomar el control de las islas por la fuerza en 1978, con la intención de no entregar el mando de la Marina, como debía hacerlo en agosto de ese año.

Fue la diplomática Elena Holmberg quien, en su seguimiento de los contactos entre Massera y los guerrilleros, descubrió el plan y se lo informó a Videla, que frustró ese primer intento. Massera debió pasar a retiro en la fecha prevista. El descubrimiento le costó la vida a Holmberg, pero, a pesar de todo, las fuerzas armadas hicieron suyo el plan de Massera y lo llevaron a cabo en 1982.

Poco tiempo antes, Thatcher -según relata Ortiz de Rozas- había sostenido un duro debate en el Parlamento en el que terminó imponiendo su voluntad de desmantelar la flota de superficie del Reino Unido y construir submarinos nucleares dotados de misiles de fabricación norteamericana, conforme a las nuevas prioridades de la OTAN. Tal determinación provocó la ira del almirantazgo inglés, que tras siglos de tradición sobre sus fragatas no quería verse resignado a comandar sólo una flotilla de submarinos. Casualmente o no, la Guerra de las Malvinas salvó las aspiraciones de los almirantes británicos, quienes obtuvieron el argumento perfecto para retener sus barcos. Thatcher, por su lado, probó de la peor manera la efectividad de sus submarinos con el hundimiento del crucero General Belgrano.

La semana pasada, la prensa informó sobre la reunión que el presidente Macri y la primera ministra británica, Theresa May, tendrán el mes que viene en China para dialogar sobre la situación de las islas. Quizás ahora que la Argentina volvió al mundo civilizado sea tiempo de retomar aquellas conversaciones.

Abogado, autor de los libros Montoneros. soldados de Massera y Propaganda Due

sábado, 13 de agosto de 2016

Los kelpers rechazan restablecer vuelos con la Argentina

(Ambito.com) - El Gobierno británico de las Islas Malvinas rechazó la posibilidad de que se restablezca la conexión aérea con la Argentina, en medio de la renovación de las negociaciones entre el Reino Unido y la Casa Rosada. "No es ningún secreto que las Islas Malvinas están buscando establecer una conexión aérea adicional con Sudamérica; esto no incluye la posibilidad de que sea con la Argentina", sostuvo el Ejecutivo isleño.


A través de un comunicado, el Gobierno británico del archipiélago se refirió a las negociaciones entre la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, y la Casa Rosada, que incluyen el restablecimiento de la conexión aérea entre las Islas Malvinas y la zona continental argentina, así como también la liberación de las trabas legales que penalizan la exploración y explotación de hidrocarburos.

"El Reino Unido ha sido muy abierto y transparente con el Gobierno de las Islas sobre cómo mejorar la relación bilateral con la Argentina, pero aclaró que esto no incluye negociaciones sobre la soberanía" del archipiélago ubicado en el Atlántico Sur, remarcó el texto difundido.

Y agregó: "El Gobierno de las Islas Malvinas está seguro de que el Reino Unido continúa comprometido en apoyar el derecho de los isleños a la autodeterminación y a desarrollar su propia economía, incluyendo los hidrocarburos".

Asimismo, la comunicación isleña destacó que "el nuevo ministro (de la Cancillería británica) para las Islas, Alan Duncan, confirmó esto durante una conversación telefónica con el presidente de la Asamblea Legislativa (Keith Biles) la semana pasada".

Respecto al planteo de May al presidente Mauricio Macri, la canciller, Susana Malcorra, había confirmado esta semana que la Argentina y el Reino Unido están "explorando" cómo restablecer los vuelos con las Islas Malvinas, al tiempo que los departamentos legales de ambos países estaban "abocados" a una eventual reforma de la ley de hidrocarburos para que se revisen las restricciones para la explotación petrolera del área.

"Esta conversación se inició cuando yo viajé a Londres en mayo y visité a quien era entonces mi par, Philip Hammond. Allí empezamos a hablar de la posibilidad de establecer vuelos. Hemos estado viendo y explorando las formas de hacerlo, no está todavía resuelto", había sostenido la jefa de la diplomacia argentina.

Y había agregado: "El Reino Unido ha manifestado su interés en que se mire el tema de la ley de hidrocarburos; tenemos a nuestros departamentos legales abocados a la cuestión, así que les diría esto es trabajo en marcha".

jueves, 11 de agosto de 2016

Malvinas: Macri y May se reunirán por los vuelos y el petróleo (II)

Theresa MayPor Martín Dinatale - LA NACION
Mantendrán un encuentro en China; en una carta, Londres habló de ir a "una fase más productiva"

Theresa May. Foto: AFP

El presidente Mauricio Macri y la primera ministra británica, Theresa May, se reunirán el próximo mes en China para avanzar en el diálogo sobre la situación de las islas Malvinas y, a la vez, relanzar las relaciones bilaterales entre Gran Bretaña y la Argentina.

La canciller Susana Malcorra expresó ayer que "está en marcha" una negociación con el Reino Unido "sobre la posibilidad de establecer vuelos" desde terceros países de la región hasta las islas Malvinas y sobre "el tema de los hidrocarburos" alrededor del archipiélago. La reanudación del diálogo entre Buenos Aires y Londres forma parte del intercambio de notas que hubo en las últimas semanas entre Macri y la primera ministra británica, según dijo la canciller. También hubo un diálogo entre Malcorra y su par inglés, Boris Johnson, en función de la nueva "agenda positiva" que busca impulsar Macri con Londres luego de muchos años de confrontación que protagonizó el kirchnerismo.

La reunión entre Macri y May se dará entre el 5 y el 8 de septiembre en China en medio de la cumbre de jefes de Estado del G-20. No está confirmada aún la fecha exacta.

Ayer, el diario Clarín dio a conocer una carta que le envió May a Macri el 2 del actual, en la que sostuvo: "Es mi sincero deseo que donde tengamos diferencias éstas puedan ser superadas en una atmósfera de mutuo respeto y con la intención de actuar en una forma que beneficie a todos los involucrados". A la vez, May destacó que "esto incluye progresar hacia nuevas conexiones aéreas entre las islas Falkland [Malvinas] y terceros países en la región y la remoción de las medidas de restricción de los hidrocarburos".

Según pudo reconstruir LA NACION, Macri se mostró dispuesto a dialogar sobre todos los temas con Gran Bretaña, incluido el conflicto por las Malvinas. Pero aclaró que en ese intercambio diplomático la Argentina no va a dejar de lado el histórico reclamo argentino por la soberanía de las islas.

Al hablar sobre la posibilidad de reanudar vuelos de la Argentina a las Malvinas o de las islas a otros países de la región, Malcorra dijo: "Hemos estado viendo y explorando las formas de hacerlo. No está todavía resuelto". Hace dos meses, LA NACION informó que la Cancillería dispuso un equipo especial para evaluar una propuesta concreta para la reanudación de vuelos a las islas, proponer una asistencia sanitaria en la Argentina a los kelpers y aumentar las becas en el país a estudiantes isleños, entre otras cosas. Todos estos temas están en estudio.

Ayer, Malcorra dijo que la posibilidad de restablecer los vuelos entre la Argentina y las islas se empezó a dialogar cuando la canciller viajó a Londres en mayo pasado y visitó a su entonces colega, Philip Hammond. Actualmente, a las Malvinas llegan un vuelo semanal de LAN de Chile y otro mensual de Londres.

Por otra parte, la canciller destacó ayer que hay un equipo de abogados del Ministerio de Relaciones Exteriores analizando el pedido del Reino Unido de revisar la ley de hidrocarburos que fija penalidades a las empresas que operan en la Argentina y a la vez mantienen proyectos de exploración o explotación de petróleo en la zona de las Malvinas. Esta normativa fue establecida durante el gobierno de Cristina Kirchner como una forma de endurecer el cerco económico a los isleños.

La canciller dijo que en la cumbre del G-20 en China, Macri y May se reunirán por primera vez y "va a ser una buena ocasión aunque sea para tener un primer diálogo".

Desde que llegó a la Casa Rosada, la administración de Macri se planteó poner en marcha con Gran Bretaña el "principio de Pareto", también conocido como la regla del 80-20. Es decir, dialogar y avanzar en acuerdos en aquel porcentaje mayor de la relación donde no hay diferencias y postergar el otro 20%, que en este caso es el conflicto por las islas Malvinas.

Como gesto de esta decisión contrapuesta al esquema agresivo del kirchnerismo, Londres envió recientemente a Mark Kent, que es un diplomático más dialoguista.

No obstante, al igual que lo hizo saber Macri a Londres, ayer Malcorra destacó: "Tenemos un diferendo con el Reino Unido reconocido públicamente, la cuestión Malvinas, un tema que además es parte de nuestra Constitución, así que sin negar su existencia podemos trabajar en muchas otras cosas mientras eventualmente avanzamos en la resolución de ese diferendo".

En la carta que May envió a Macri, lo invitó a que las relaciones entren en "una fase más productiva". Hacia ese camino se encolumna la reunión bilateral que ambos jefes de Estado mantendrán próximamente en China.

Los reclamos por una carta

Theresa May - Primera Ministra británica

Vuelos - Por carta le pidió a Macri reanudar los vuelos de las Malvinas a terceros países

Hidrocarburos - También exigió eliminar sanciones a las petroleras que operan en las islas
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