Tenía media sanción del Senado y había sido aprobado por Chile y Brasil. Impulsaba las exportaciones.
Camara de Diputados. Foto Diego Díaz
El gobierno de Mauricio Macri no logró aval legislativo para avanzar con un acuerdo comercial entre el Mercosur y Chile, un socio estratégico para el crecimiento del sector exportador. Diputados de la oposición frenaron el nuevo tratado con el país vecino, que ya había sido aprobado por el gobierno chileno y también el de Brasil. Y había obtenido media sanción en el Senado.
El 4 de enero de este año, en Montevideo, se firmó el Acuerdo de Complementación Económica 35, entre los Estados Partes del Mercosur y la República de Chile. En su texto, de 298 páginas, propone “ampliar el comercio y propender a su desarrollo armónico, potenciar una mayor cooperación internacional y fortalecer las relaciones económicas entre sus pueblos para beneficio mutuo”. Y propugna “un mercado más abierto, seguro y predecible para el comercio de bienes y servicios e inversiones recíprocas, a fin de facilitar la planificación de las actividades de negocios” y “evitar las distorsiones y las barreras comerciales no arancelarias y otras medidas restrictivas en el comercio recíproco”.
A cuatro días de concluir la cumbre del G20, el jueves pasado, Diputados rechazó la iniciativa. Toda la oposición votó en contra -Frente para la Victoria, Frente Renovador, Argentina Federal, Red por Argentina, los bloques provinciales, la Izquierda y Compromiso Federal- y el proyecto volvió al debate en comisiones. Los argumentos centrales frenar el acuerdo con Chile fueron “la falta de consulta a los sectores industriales y productivos que se verán afectados” y que “no hay datos comparativos del impacto económico, social y laboral que provoca este nuevo tratado”. Fueron 118 votos por la moción de que vuelva a comisiones y 94 a favor del acuerdo que planteaba el oficialismo y su bloque Cambiemos.
El vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Cultos de la Cámara de Diputados, el mendocino Guillermo Carmona (kirchnerismo) detalló las objeciones al proyecto que calificó como un acuerdo de “desregulación económica más que de comercio entre los países”. Dijo que perjudica a las economías regionales y a sectores como la vitivinicultura, la alimentación y la construcción.
“Las empresas transnacionales con asiento en Chile tendrán condiciones de igualdad con las empresas nacionales argentinas en materia de contrataciones públicas y podrán llevarse las ganancias al exterior sin restricciones”, planteó Carmona.
La oposición dice que el gobierno intentó aprobar un acuerdo amplio, con sólo 15 días de haber sido presentado por la Cancillería argentina en la comisión en Diputados y un día previo de análisis para la mayoría de los diputados.
“Chile es un mercado pleno de 17,5 millones de personas. Argentina podría proveerlos de manera competitiva de alimentos, servicios basados en conocimiento y energía. Es, además, la puerta a Asia y EE.UU. Los diputados que votaron condenaron a Argentina al atraso. Para dimensionar el error, la provincia de Buenos Aires tiene 15 millones de habitantes, de los cuales 5 millones son considerados pobres. Nos perdimos un mercado grande como la provincia de Buenos Aires y más rico. Así de chiquito pensaron los diputados aislacionistas. Mientras tanto, Brasil negoció con Chile un acuerdo de libre comercio e inversiones en 23 capítulos”, escribió el economista Iván Ordoñez.