LPO - Argentina podría recuperar USD 1.000 millones al año que barcos ilegales capturan frente a las costas patagónicas.
Foto: El canciller Jorge Faurie.
Como pocas veces, las Naciones Unidas le pidieron a la Organización Mundial de Comercio (OMC) que sancione a aquellos países que subsidien a la pesca ilegal en aguas internacionales. Argentina, organizador de la XI Conferencia Ministerial de la OMC y uno de los principales damnificados, es uno de los impulsores de la nueva normativa que prohibirá que las empresas que preden los mares de forma ilegal sean beneficiadas por sus respectivos gobiernos.
Se trata de una medida clave dentro de los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la ONU ya que reduce el impacto medioambiental de la depredación de la pesca ilegal como así los problemas humanitarios de los trabajadores esclavos que trabajan en las embarcaciones ilegales.
"Nunca hubo tantos barcos y nunca hubo tan poca pesca", resumió a LPO el especialista en conservación marina Milko Schvartzman de las ONGs Varda y Bloom. Es que la sobrepesca en sus propios mares ha impulsado a varios países a impulsar a sus industrias a abastecerse en aguas abiertas. Sin embargo, como la mayor concentración de la fauna marina se concentra en la cercanía a las costas, estas embarcaciones terminan invadiendo fronteras extranjera y predando recursos de otros países.
Estimaciones modestas dan cuenta de que se trata de un negocio que solo por la pesca -también están señaladas varias embarcaciones por el tráfico de drogas- mueve 23.000 millones de dólares al año. Como la costa del Atlántico Sur entre Bahía Blanca y las islas Malvinas son uno de los cinco "hot spots" de la pesca pirata, se estima que para la Argentina implican una expropiación de recursos naturales de al menos 1.000 millones anuales de dólares.
En este sentido, para el especialista es llamativo que Argentina no sea más pro-activa, como lo es Nueva Zelanda, en la sanción de una nueva normativa que termine con los 18.000 millones de dólares de subsidios que año a año se destinan a la pesca dañina. Sin embargo, reconoce que el país, en calidad de organizador de la cumbre, tiene la obligación de mostrarse más neutral, pese a ser uno de los redactores del documento que comenzó a debatirse este lunes.
Es que del total de la pesca internacional, el 70% la concentran diez países. Y en el caso de la costa argentina, los barcos corresponden a cuatro países: España, China, Corea del Sur y Taiwán, todos ellos partícipes del encuentro que se está llevando a cabo en Buenos Aires.
Y aunque la pesca sea un tema que pasa más bien desapercibido en la agenda económica argentina, fue uno sectores que más creció en 2016 y 2017, al punto tal que el 2016 fueron superiores las exportaciones argentinas de pescado que las de carne vacuna tanto en tonelaje como en dólares. Y es también una industria que da empleo directo a 20.000 familias.
De llegar a un acuerdo en esta XI Conferencia Ministerial de la OMC que se está llevando a cabo en el Hotel Hilton, sería el logro más concreto en el corto plazo para la economía argentina. Es que el acuerdo Mercosur-Unión Europea es un primer acercamiento con pautas de baja gradual de aranceles que no supone un cambio abrupto. Como reconocieron desde la Cancillería a LPO, sin el apoyo de Estados Unidos es "poco probable" lograr resultados concretos en este encuentro.
Por el contrario, de sancionarse la pesca ilegal, el impacto en la disponibilidad de recursos del Mar Argentino sería mucho más cercano y ampliaría la capacidad potencial de la industria pesquera nacional y de la pesca artesanal que no incurre en prácticas predatorias en al menos estos 1.000 millones de dólares.
"Al impacto sobre la pesca también hay que sumarle el impacto sobre el atractivo turístico, ya que al pescar el alimento de cachalotes, pingüinos y otros animales de atractivo turístico, la pesca ilegal también amenaza al turismo", aclaró Schvartzman.