Me ha llegado este documento de la Fundación Pensar, el cual lo presento amigos para su opinión:
Diagnóstico: la necesidad de pensar estratégicamente
Más allá de las preferencias y los ideales, vivimos en un mundo cambiante en el que sigue habiendo guerras. Algunos ejemplos recientes son los enfrentamientos entre EE.UU. e Irak, Rusia y Georgia e Israel y el Líbano.
Por otro lado, la historia nos muestra que en épocas de transición la probabilidad de que ocurran nuevos conflictos aumenta en forma considerable. Y se puede interpretar que el mundo de hoy está sufriendo un cambio estructural, moviéndonos de un sistema internacional dominado por una única superpotencia a otro, en el que EE.UU. tendrá que compartir su supremacía con China y, posiblemente, con otras naciones. De hecho, ya se perciben tensiones en Asia, donde la mayoría de las naciones ha formado alianzas con Washington ante el temor que les causa el crecimiento económico y militar chino.
• En un mundo incierto como el actual, en el que los estados siguen recurriendo a la fuerza para resolver sus disputas y en el que los cambios climáticos y tecnológicos pueden modificar el status quo, la Argentina necesita entender las amenazas que enfrenta en el mediano y largo plazo.
• Proponemos crear un organismo que tenga la responsabilidad de liderar esta tarea, adoptando el modelo del Asesor de Asuntos Estratégicos que funciona exitosamente en varias naciones.
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El Asesor de Asuntos de Estratégicos estaría a cargo de coordinar las tareas de un nuevo Consejo Nacional de Asuntos Estratégicos; determinar los escenarios poco probables pero posibles que pudiesen afectar el interés nacional; y, en base a ese análisis, coordinar la tarea de los organismos estatales para preparar – y eventualmente implementar – planes de emergencia.
El cambio climático y el desarrollo de nuevas tecnologías afectarán nuestro desarrollo económico.
Algunos autores sostienen que
estamos retornando a un escenario similar al de la Guerra Fría. En aquel marco, un enfrentamiento directo entre las superpotencias era improbable porque podría haber derivado en una guerra nuclear; por lo tanto, sus disputas se resolvían a través de estados clientes.
Todo esto se da en un contexto en el que el gasto en defensa en nuestra región ha aumentado 90% desde el año 2003. Este fenómeno y los conflictos que siguen en pie – como ejemplifica la reciente movilización de tropas venezolanas y colombianas a la frontera común – darían la impresión de que nuestra región no es ajena a la incertidumbre que genera el nuevo panorama internacional. Debemos sumarle la amenaza a la estabilidad social y al crecimiento económico que representa para nuestras sociedades el accionar de organizaciones ligadas al narcotráfico y al terrorismo.
El surgimiento de conflictos internacionales podría afectar el comercio mundial. Debemos recordar que el comercio depende en gran medida de la libre circulación de buques por las líneas de comunicación marítima, rutas que podrían ser interrumpidas en el momento en que surja un enfrentamiento entre las armadas de dos o más países. De suceder esto, Argentina tendría que estar preparada para mitigar algunas de las consecuencias que este evento tendría tanto para nuestra economía – menores exportaciones e inversiones, desabastecimiento de productos con valor estratégico, etc. – como para el posicionamiento político del país a nivel mundial.
Uno de los principales focos de conflicto en la actualidad se encuentra en Medio Oriente, región que está viviendo una creciente tensión por la posible producción de armamento nuclear por parte de Irán. De hecho, Israel y varios países árabes ven con gran preocupación un fenómeno que amenazaría su seguridad y cambiaría súbitamente el balance de poder de la región. Un enfrentamiento militar en Medio Oriente dispararía el precio del petróleo, afectando de esta forma tanto la capacidad de compra de algunos de nuestros principales socios comerciales como nuestra seguridad energética y balanza de pagos – ya que en los últimos años nos hemos convertido en un país importador de energía.
Más allá de prever las consecuencias que tendrá para nuestra nación un posible conflicto internacional, el Estado argentino también debería contar con instrumentos adecuados para analizar cómo podemos preservar y explotar inteligentemente los recursos naturales con los que contamos. Estos son, en definitiva, fuentes de riqueza que ayudan a mejorar el nivel de vida de todos los argentinos. En este sentido, las amenazas que surgirán como consecuencia del cambio climático y el desarrollo de nuevas tecnologías –como pueden ser los alimentos genéticamente modificados – afectarán nuestro desarrollo económico y deben ser estudiadas con detenimiento.
En definitiva: ¿qué haría el Estado argentino si el día de mañana dos potencias se declaran en guerra, interrumpiendo así el comercio mundial? ¿Y si un conflicto interno en un país vecino expulsara a cientos de miles de refugiados a nuestro país? ¿Cómo actuaría el gobierno nacional si la exploración ilegal que lleva adelante Gran Bretaña en nuestras aguas causara la explosión de un pozo petrolero, llevando millones de barriles de petróleo a nuestras costas?
La propuesta: creación del Asesor Nacional de Asuntos Estratégicos
El Estado argentino debería tener planes de contingencia para escenarios y acontecimientos como los mencionados. Por eso proponemos la creación del Asesor Nacional de Asuntos Estratégicos, una figura que funciona exitosamente en países como Estados Unidos, Gran Bretaña, India, Australia y Brasil. Con un rango similar al de Secretario Nacional y dependiente de la Presidencia de la Nación, este organismo podría integrarse perfectamente a la estructura del Estado argentino.
La principal función del Asesor de Asuntos Estratégicos será evaluar las amenazas que enfrenta la Argentina en el mediano y largo plazo. Debido a la vorágine que conlleva la gestión pública, es muy difícil que esta función sea cubierta por otros entes estatales como la Cancillería o los ministerios de Economía y de Defensa. Además, al no formar parte de ninguno de estos organismos y responder directamente al Presidente, el Asesor de Asuntos Estratégicos tendría una visión poco sesgada y podría integrar a su análisis consideraciones de tipo político, económico y militares.
Para ser exitoso en el combate contra amenazas de gran complejidad, como pueden ser el narcotráfico y el terrorismo, no alcanza con tener una visión global. También es necesario coordinar los esfuerzos de un gran número de organismos – que incluyen, entre otros, a la Policía Aduanera, la Gendarmería, la Prefectura y la Unidad de Información Financiera.
En este sentido, debería considerarse la posibilidad de rever la existencia del Consejo de Defensa Nacional (CODENA) como único órgano responsable de asistir y asesorar al Presidente en los temas que conciernen a la defensa. Lamentablemente, la rigidez del esquema que impone la Ley de Defensa Nacional ha impedido que el CODENA cumpla su función: como la normativa demanda la presencia de todos los miembros del Gabinete en sus sesiones, el Consejo sólo se reunió en tres ocasiones desde la entrada en vigencia de la ley en 1988.
A pesar de ser cruciales para el bienestar de nuestra población, los temas estratégicos han sido dejados de lado u obviados por las autoridades. La creación de un Consejo Nacional de Asuntos Estratégicos liderado por el Presidente de la Nación y coordinado por el Asesor de Asuntos Estratégicos permitiría discutir y establecer las directivas necesarias. Los miembros permanentes del Consejo deberían ser el Presidente, el Vicepresidente, el Ministro de Defensa, el Ministro de Economía, el Canciller, el Ministro a cargo de las fuerzas policiales, el máximo responsable de los servicios de inteligencia, el Jefe del Estado Mayor Conjunto y el Asesor de Asuntos Estratégicos. En caso de ser necesario, otros funcionarios podrían ser convocados. Para evitar una situación similar a la del CODENA, este Consejo debería reunirse por lo menos dos veces al año y contar con una serie de subcomités permanentes, conformados por los organismos que tienen la responsabilidad de seguir temas específicos, como el cambio climático, la guerra informática o la lucha contra el narcotráfico.
Otra de las responsabilidades del Asesor de Asuntos Estratégicos sería, considerar escenarios poco probables pero que, de suceder en el corto plazo, podrían afectar la seguridad y la calidad de vida de nuestros ciudadanos. Al estar esta figura en condiciones de coordinar el trabajo que realizan otros entes estatales, el Estado podría elaborar e implementar planes de emergencia.
Parte del éxito del Asesor de Asuntos Estratégicos – y de los investigadores y funcionarios que dependan de él o ella – dependerá de su capacidad para interactuar en forma permanente con la comunidad académica nacional. Podría encargar proyectos de investigación incluyendo estudios sobre la situación internacional, la realidad social de diversos países y la forma en que el cambio climático y el surgimiento de nuevas tecnologías en el plano militar y económico podrían afectar los intereses de nuestro país.
La experiencia internacional muestra que para poder proveer análisis de calidad será necesario que la nueva institución preserve cierto grado de autonomía y profesionalismo. Una medida para lograr esto sería seleccionar a los funcionarios de perfil técnico a través de concursos y asignar los trabajos de investigación en base a los méritos académicos de sus posibles autores y no a sus conexiones políticas.
En pocas palabras, el Estado Nacional debe contar con las herramientas necesarias para diferenciar lo esencial de lo marginal y evaluar los riesgos que enfrentará la Argentina en los próximos años. Sólo de este modo se podrán tomar en el presente, las decisiones que permitan disminuir las secuelas negativas – y potenciar los efectos positivos – de los eventos que tomarán lugar en los próximos años. La creación de la figura del Asesor Nacional de Asuntos Estratégicos representará un paso en la dirección correcta.
Aviso: Las opiniones contenidas en este documento son responsabilidad exclusiva de la Fundación Pensar y no representan necesariamente la opinión o posición del Pro ni de sus miembros. La Fundación Pensar es una institución dedicada a discutir ideas, que pone a consideración de la sociedad para enriquecer el debate público.
Comentario:
Pienso que ya esta todo escrito. Lo que se debe recomenzar es a preparar y equipar las FFAA para la situación global y los nuevos tipos de guerra. Aprecio que esto es presentar una nueva función o nuevo cargo, delineado para alguien, lo cual podría ser correcto, pero sin equipamiento táctico, logística, buena inteligencia y detección satelital de nada sirven nuevos diagnosticos estrategicos, que ya se conocen en todo y analizan en todo curso de Inteligencia Estrategica. Si se necesita asesoramiento esta la Escuela de Defensa Nacional, la Escuela de Inteligencia y otros buenos centros de ánalisis. Las operaciones conjuntas es la meta, el desarrollo de una industria para la defensa nacional y el reconocimiento geopolitico de nuestra realidad, la custodia del mar Argentino y el espacio aéreo, ya es suficiente para comenzar a pensar. Hacer diagnostico estrategico, sin presupuesto, ni neumaticos por ejemplo es gastar hojas de papel...
Jorge Elías