Por Dave Majumdar - The National Interest - Traducción Desarrollo y Defensa.
Rusia y Arabia Saudita están finalizando los detalles de una venta potencial del poderoso sistema de defensa aérea S-400 de Moscú a Riad. El sistema de misiles tierra-aire es parte de un paquete de armas que Rusia espera vender al rico reino de Medio Oriente.
"En lo que respecta a los sistemas más complicados, las negociaciones aún continúan", dijo Vladimir Kozhin, un asesor presidencial de Vladimir Putin para la cooperación de defensa a la agencia de noticias rusa TASS . "Se están discutiendo tanto cuestiones técnicas como aspectos financieros. Espero que obtengamos respuestas a todas las preguntas restantes para fin de año ".
Kozhin agregó que "esas negociaciones están literalmente en curso en este momento" de acuerdo con TASS. Las relaciones entre Rusia y Arabia Saudita, aunque antagónicas durante la Guerra Fría, se han calentado en los últimos meses. A principios de este año en octubre, el rey saudí Salman visitó el Kremlin para sostener conversaciones para cimentar la relación en ciernes. Fue allí donde el rey firmó un memorando de entendimiento para comprar el S-400, que es un cambio en la política de Arabia Saudita. Riyadh normalmente compra su hardware de los Estados Unidos y Gran Bretaña.
La potencial compra de Saudi S-400 podría marcar un cambio en la región.
"Puede que lo usen como palanca con EE. UU., Pero también es interesante cómo Israel reaccionará ante tal desarrollo, dado que Tel Aviv mantiene un vínculo abierto con Moscú respecto a Siria y muchos desarrollos regionales", Samuel Bendett, un investigador especializado en el tema ruso. militar en el Centro de Análisis Naval, sugerido a The National Interest . "Estamos viendo la aparición de estructuras de interés aún más interconectadas, con Rusia teniendo una comunicación estrecha y abierta con Israel, Irán y Siria a pesar de la postura beligerante de los dos últimos hacia la primera".
En términos prácticos, es probable que Arabia Saudita necesite la capacidad de defensa aérea adicional. "Este es un acontecimiento interesante, aunque Arabia Saudita no es ajena a la diversificación de su regimiento de misiles; después de todo, también opera misiles chinos de la serie DF", señaló Bendett. "Arabia Saudita ya enfrenta un dilema de seguridad: le preocupan los misiles Houthi que golpean su territorio y busca poner su fuerza financiera detrás de los esfuerzos para formar un sistema capaz de atacar aviones enemigos, en este caso presumiblemente iraníes".
Por lo tanto, desde ese punto de vista, la compra del S-400, si es que pasa, tiene mucho sentido. Sin embargo, como señaló Bendett, la compra de S-400 no es un trato hecho, las negociaciones aún continúan y no hay garantía de que los dos lados puedan llegar a un acuerdo mutuamente aceptable. No obstante, el solo hecho de que Riad esté llevando a cabo negociaciones con Moscú pone de relieve un realineamiento potencial en la región.