miércoles, 22 de noviembre de 2017

El Reino Unido compró un costoso escudo antimisiles para proteger Malvinas

Resultado de imagen para sky sabre system(Cronista.com) - La decisión se tomó luego de que la Argentina anunciara la compra a Francia de cinco aviones de combate "Super Étendard", según publica hoy el diario londinense Daily Mail.

El gobierno británico quiere asegurarse de las islas sean "capaces de hacer frente" a cualquier eventual conflicto armado.

De acuerdo a lo informado por el Daily Mail, el sistema conocido como Sky Sabre, que actualmente se utiliza para proteger a Israel de cientos de ataques, es capaz de interceptar cohetes de corto alcance y proyectiles de artillería y fortalecerá las defensas antiaéreas alrededor de las Islas Malvinas.

La decisión se tomó luego de que la Argentina anunciara la compra a Francia de cinco aviones de combate "Super Étendard".

El escudo antimisiles, que le costó al gobierno británico 78 millones de libras, es parte de un paquete que el ministerio de Defensa británico anunció a fin del año pasado, con un valor de aproximadamente 153 millones de libras, para "actualizar los sistemas obsoletos en las islas", según el diario británico.

En cuanto a su funcionamiento, el Daily Mail precisó que era un sistema "costoso de implementar", ya que "cada batería cuesta alrededor de 29,8 millones de libras, y cada intercepción 22,66 millones de la moneda británica", según aportaron expertos consultados por el diario.

El nuevo sistema utiliza tecnología desarrollada por el Iron Dome, que derribó con éxito cientos de cohetes lanzados a Israel desde la Franja de Gaza en 2012.

En 2015, el entonces ministro de Defensa, Michael Fallon, anunció que el Reino Unido gastaría 280 millones de libras en los próximos 10 años para renovar y reforzar sus defensas.

La tecnología detrás de Iron Dome creada por Mprest, una compañía fundada por antiguos oficiales militares israelíes, actúa como "un cerebro" que conecta diferentes objetos como estaciones de radar, lanzadores de misiles y aviones.

El sistema conocido como Sky Sabre es capaz de interceptar cohetes de corto alcance y proyectiles de artillería y fortalecerá las defensas antiaéreas alrededor de las Islas Malvinas.

El Ministerio de Defensa británico otorgó un contrato de 78 millones de libras a Rafael Advanced Defense Systems, que está trabajando con Mprest, para establecer una defensa similar en las Islas Malvinas.

Natan Barak, director ejecutivo de Mprest, dijo al diario que haría las islas más seguras y agregó que el sistema puede proteger cualquier área en todo el mundo. "Vamos a ser parte de la red de la OTAN y vamos a integrar nuestro sistema con el sistema de comando y control de Gran Bretaña", aseguró.

Según Barak, el gobierno británico quiere asegurarse de las islas sean "capaces de hacer frente" a cualquier eventual conflicto armado, aún cuando no se esté pensando en ello.

De acuerdo al medio británico, la decisión de los funcionarios británicos de elegir el producto de Mprest para defender las islas habría enfurecido a las compañías rivales, que también habrían participado de la licitación, que son Lockheed Martin y Thales Group.

Otras voces, continúa el Daily Mail, habrían expresado su preocupación por compartir información sensible sobre misiles con un país que no pertenece a la OTAN, como es el caso de Israel.

Pero funcionarios del Ministerio de Defensa han insistido en que la tecnología israelí ofrece la mejor relación calidad-precio, según consignó el sitio de noticias del sector Defence News.

El sistema es capaz de rastrear la dirección en que viajan los misiles y disparar para interceptarlos a la máxima altura posible, utilizando métodos que reducen la cantidad de escombros que quedan para caer al suelo.

Además, puede saber también si un misil se dirige a un área abierta donde hará un daño mínimo y puede optar por no tomar ninguna medida, según se explicó.

Barak explicó que el trabajo principal del sistema de Mprest en las Islas Malvinas será coordinar las defensas aéreas y realizar un seguimiento de los aviones.

La Armada dedica sólo el 4,5% de su presupuesto a equipos y mantenimiento

Por Laura Serra - LA NACION
Las previsiones para el año próximo sólo incluían incrementos para los gastos salariales
Continúa la búsqueda del submarino ARA San Juan
Continúa la búsqueda del submarino ARA San Juan. Foto: Archivo / Armada Argentina
La inversión pública en infraestructura naval no es una prioridad en el presupuesto de la Armada. En efecto, según el proyecto que presentó el Gobierno para el año próximo, la mayor parte de la asignación presupuestaria destinada a esta fuerza corresponde a gastos de personal -el 87 por ciento-, mientras que apenas un 4,5% se dirige a gastos de mantenimiento, reparación y bienes de uso.

Un dato a destacar es que el presupuesto para la Armada subirá, el año próximo, un 40 por ciento respecto de 2017: de 14.989 millones de pesos pasará a un total de 21.104 millones. Eso sí, buena parte de ese aumento se explica por el gasto de personal, que subirá un 50% respecto de este año (de 12.319 millones ascenderá a casi 18.500 millones de pesos en 2018).

Mientras sube el gasto en personal, las partidas destinada a mantenimiento, reparación y bienes de uso decrece. En efecto, para estos rubros se destinarán 968 millones de pesos en 2018, lo que representa el 4,5% del total de la partida destinada a la Armada. Este año, en cambio, fue de 1180 millones, el 7,87 por ciento del total.

La ejecución del presupuesto de este año muestra cierta lentitud: según el sitio oficial del Ministerio de Hacienda, la Armada sólo se lleva ejecutado hasta ahora el 76 por ciento de su asignación presupuestaria.

Uno de los programas más importantes de la Armada destinado al control del mar, que comprende la vigilancia y el control sobre los espacios fluviales y marítimos (tarea que realizaba el submarino ARA San Juan antes de desaparecer, el miércoles pasado) tiene un presupuesto más que exiguo en comparación con el presupuesto total. En efecto, el programa "Sostenimiento Operacional" tendrá, el año próximo, una asignación de casi 42 millones de pesos, el 0,20%.

En la actualidad, esa partida es de 40 millones y, cuando ya pasaron más de 11 meses del ejercicio fiscal, sólo se ejecutó el 42,6%.

En 2016, el cumplimiento de las metas de patrullaje fue completo. Según la cuenta de inversión de ese año, el programa ejecutó en un 100% ya que se incrementaron las patrullas de control de los espacios marítimos.

Dos inversiones relevantes

Dos de las inversiones públicas más importantes que realizó la Armada fue la reparación del rompehielos Almirante Irízar y del submarino ARA San Juan .

La recuperación del rompehielos costó US$ 147 millones, a lo que deben añadirse otros US$ 137 millones por el alquiler de otros buques en las sucesivas campañas antárticas durante la etapa del kirchnerismo. Esto insumió un total de US$ 284 millones, cuando se podría haber construido uno nuevo, en tres años, por US$ 250 millones.

El submarino San Juan fue sometido a una puesta en valor, con la reparación de media vida, que insumió un costo de 100 millones de pesos. Así lo indicó el ex ministro de Defensa Agustín Rossi cuando presentó la nave ya reparada en mayo de 2014. Se restauró el casco con oxígeno acetileno y para ello se separó el submarino en dos partes, una operación que no se realizaba en el país hacía 20 años.

El arreglo incluyó el reemplazo de cuatro motores diésel MTU y el mantenimiento integral de los motores eléctricos, que fueron desarmados y calibrados, según se informó. También hubo una reparación integral de las 960 baterías que hacen funcionar al submarino, así como las válvulas y otros mecanismos.

La Argentina, el país de Sudamérica que menos fondos destina en defensa

Por Florencia Donovan - LA NACION
La desaparición del submarino ARA San Juan -que se suma al incendio del rompehielos Irízar, cuya reconstrucción ya costó más que la compra de un buque nuevo; al hundimiento en 2013 del destructor Santísima Trinidad en la misma base naval de Puerto Belgrano, entre otros accidentes- podría ser una consecuencia más de la escasa inversión de la Argentina en defensa.
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El país es, después de Venezuela, (????) el que menos fondos destina a gastos militares de toda Sudamérica, según surge de datos relevados por el Stockholm International Peace Research Institute (Sipri), una organización especializada en la materia.


De acuerdo con las estadísticas disponibles en Sipri, que datan desde 1938 hasta 2016, la Argentina destinó el año pasado el 1% de su Producto Bruto Interno (PBI) en gastos de defensa o $ 76916 millones. Le siguen países como Perú, Paraguay y Brasil, que en el mismo periodo destinaron el equivalente de 1,3% de su PBI a gastos militares. Pero la cifra está muy alejada de lo que gastaron países como Bolivia (1,6%), Chile (1,9%), Colombia (3,4%) o Ecuador (2,2%).

Durante la gestión de Cristina Kirchner , la Argentina registró algunos de sus guarismos más bajos en la historia. En 2008, por caso, llegó a recortar su gasto militar a 0,76% del PBI, de acuerdo con cifras que recoge el Banco Mundial. Desde comienzos de los años 2000, el gasto en defensa con respecto al producto se mantiene por debajo de la media histórica de la Argentina de 1,28% del PBI.

Con todo, en 2008 el gobierno de Cristina Kirchner llegó a anunciar la construcción conjunta con Brasil de un submarino a propulsión nuclear, con la asistencia de tecnología francesa, una iniciativa que tendría un costo de varios cientos de millones de dólares. Ese mismo año, en el que además el gasto militar alcanzó en términos del PBI el menor nivel en la historia, también anunció la reparación del submarino ARA San Juan.

La tarea del mantenimineto de "media vida" del ARA San Juan se las encaró en los recuperados astilleros locales, Tandanor y Almirante Storni -que integraron el Complejo Industrial Naval Argentino, Cinar-. Las obras, que comenzaron en febrero de 2009 y terminaron en junio de 2014, tuvieron un costo del orden de los $ 100 millones (poco más de US$ 20 millones del momento), según reveló el por entonces ministro de Defensa Agustín Rossi , cuando volvieron a botar la nave al agua. "Hubo muchos contratos y adendas a los contratos", explicaron a LA NACION desde Tandanor, donde sin embargo no supieron dar la cifra exacta del gasto.

En 2010, la ministra de Defensa, Nilda Garré , volvió a prometer avanzar en la fabricación de un submarino de propulsión nuclear. El proyecto, siete años después, sigue sin ser ver la luz.

Qué es Ismerlo, el sistema internacional que alertó al mundo sobre el ARA San Juan

(La Nación) - La institución se creó en 2004 y permite contar con la asistencia de más de 40 países en casos como el del submarino argentino desaparecido
La Oficina Internacional de Escape y Rescate de Submarinos (Ismerlo, en sus siglas en inglés) fue la clave para alertar a la comunidad internacional y permitir el desembarco de la ayuda para la búsqueda y eventual rescate del submarino ARA San Juan , que continúa desaparecido desde el miércoles con 44 tripulantes a bordo.

Establecido en septiembre de 2004, Ismerlo es el centro internacional de información y coordinación en rescate submarino, que permite a las naciones contar con la asistencia de más de 40 países para incidentes como el del ARA San Juan.

"Es la organización internacional de intercambio de información de países con submarinos, que lo que hace es coordinar la información sobre un evento como éste", explicó hoy en declaraciones televisivas Alejandro Cuerda, comandante de la flota de submarinos de la Armada de España, quien hoy confirmó el envío de tres contenedores por parte de España. Cuerda informó que la Armada española se notició del incenidente del ARA San Juan el viernes por la tarde gracias a esta alarma internacional.

"Toda la comunidad del submarino se une a una sola, en una sola alma, sentimos todo muy cerca, es una profesión de riesgo y por eso vamos a hacer todo lo posible para poder ayudar", aseguró Cuerda, y agradeció que este tipo de accidentes "afortunadamente no ocurre muchas veces".

El cambio tras Kursk

Desde la pérdida del submarino nuclear ruso "Kursk" y la muerte de sus 110 tripulantes en agosto de 2000, la mayor parte de las grandes marinas de guerra del mundo acordaron que tenían que actualizar sus medios de salvataje y rescate, así como normalizar los procedimientos y medidas para esos casos.

Previamente los rescates estaban encabezados por la OTAN, pero con más de 40 naciones diferentes operando submarinos en todo el mundo en la actualidad se extendió a toda la comunidad submarina global.

Países como Argentina, Australia, Brasil, Chile, China, India, Japón, Pakistán, Rusia, República de Corea, Sudáfrica y Suecia, entre otros, se sumaron al protocolo de Ismerlo, explicó la Armada de Estados Unidos en su sitio cuando se lanzó la Oficina.

"Todos los países que suscriben son asistidos a través del brazo operativo que es Ismerlo una vez que el país decide lanzar el alerta, como se hizo la semana pasada cuando se activó la alarma. Es Ismerlo el que decide qué medios vienen", explicó ayer el coordinador de Rescate de la Armada Argentina, capitán de navío Gabriel Attis.

En el mundo hay 8 equipos de rescate que cuentan con la última tecnología, pero se eligió el de Estados Unidos porque es el que se encontraba más cerca de la Argentina, dado que la ayuda debe llegar lo más pronto posible.

Alrededor de 100 efectivos, entre tropa operativa y técnicos especializados en distintas disciplinas que forman parte del Comando de Rescate Submarino (URC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, zarparon hoy de Comodoro Rivadavia para realizar el rescate en caso de que se localice al submarino frente a las costas de Chubut.

En tanto, diferentes unidades provenientes de Reino Unido, España, Brasil, Francia, Alemania, Perú, Chile, Uruguay y Colombia desplegaron parte de sus fuentes aeronáuticas y navales para ayudar en la búsqueda.

Agencia Télam

Lo que debió hacerse y no se hizo revela la gravedad de lo que pasó dentro del submarino

Por Fernando Rodríguez - LA NACION
El Ara San Juan, meses atrás en Buenos Aires, antes de zarpar hacia Mar del Plata
El ARA San Juan, meses atrás en Buenos Aires, antes de zarpar hacia Mar del Plata. Foto: LA NACION / Gentileza: Héctor Pristupluk

El tiempo, cuyo paso bajo el agua carece de referencias visuales naturales para quienes han elegido navegar en sus profundidades, se ha convertido en un factor crítico en la búsqueda del ARA San Juan. El submarino se perdió -quién sabe dónde- y es buscado por una inmensa comunidad de camaradas mientras que millones de argentinos esperan verlo aparecer para que sus 44 tripulantes puedan volver a casa.

Es crítico porque se convirtió en la medida de referencia de mayor valor, ahora, para imaginar las posibilidades de supervivencia de las personas que están dentro del S-42. Cada minuto, se desvanece una parte de aire y, con ella, una fracción de esperanza.

Ya se ha dicho: por el momento solo se sabe que no se sabe dónde está el submarino más nuevo de la Argentina -y que, sin embargo, tiene más de 30 años. Desde el primer día de su desaparición, en la comunidad submarinista, cunde el desasosiego; la mayoría prefiere evitar decirlo en voz alta, casi como si fuese un exorcismo, un antídoto para eliminar la peor de las sospechas: que un gravísimo incidente hizo que el San Juan terminara en el lecho marino -con suerte, en la plataforma continental y no más allá del talud, en el océano, donde las isobatas marcan profundidades en las que la presión del agua haría colapsar un buque como el TR-1700- y no en superficie, donde la propia tripulación del S-42 habría dado los pasos necesarios para convocar el rescate.

Entre tantas hipótesis y elucubraciones, veteranos submarinistas de la Armada ponen el acento en que hay un protocolo de acción ante emergencias y que ninguno de los resultados esperados de esas acciones se han visto en este caso. Por eso, el desasosiego, la incertidumbre. El comandante del S-42 "sabe" que debe reportarse a su base o al comando ocasional a la hora prefijada: es importante dar el "presente" cuando, por su propia naturaleza, el submarino de guerra es un arma furtiva cuyo valor es volverse indetectable a la hora del acecho; también es el momento de dar y recibir novedades. Y eso puede hacerlo cuando está en superficie: allí hace la maniobra de snorkelling (un tubo que le permite no solo renovar el aire en la nave sino poder facilitar la combustión de los cuatro motores diésel con los que se cargan las 960 baterías del TR-1700) y realiza las comunicaciones radiales o, eventualmente, satelitales, además de poder escudriñar el horizonte y volver a ver el cielo.

Un comandante de submarino ya retirado dijo a LA NACION: "Cualquier submarinista sabe que si se venció el plazo de comunicación y no pudo avisar, o no escuchó la respuesta, debe salir a superficie sí o sí. Si no avisás, te van a empezar a buscar. En el caso del San Juan son demasiadas las cosas que no pasaron para suponer que la situación está controlada".

Un breve repaso. Luego de reportar un primer incidente con las baterías (aparentemente, producto de un cortocircuito por la entrada de agua al buque a través del snorkell), el capitán del submarino puso proa hacia su base, en Mar del Plata. Pero luego dejó de reportar con la periodicidad preestablecida. La falta de reporte significa "submarino en problemas" y, de inmediato, se comienzan a verificar los pasos precedentes para intentar predecir los posteriores y orientar una búsqueda de solución.

Los problemas con las baterías en el TR-1700 no eran una novedad: los trae desde su diseño en Alemania, en los albores de la década de 1980, a pedido exclusivo de la Argentina, dueña de la licencia y único usuario de esta clase de submarinos. Casi desde el inicio de las operaciones, y en especial con el radical mantenimiento de media vida al que fue sometido el S-42, los inconvenientes al respecto nunca se superaron del todo. Pero en la Armada hay una certeza: si el San Juan salió a navegar para hacer inmersión es porque estaba en condiciones de hacerlo.

Se intuye que solo un incidente muy grave puede haber impedido al comando del San Juan (o a cualquiera del resto de la tripulación, llegado el caso) iniciar los procedimientos de emergencia. El más evidente de todos es garantizar la flotabilidad del buque -si está en inmersión, abriendo las válvulas del manifold y liberando el aire de los botellores de los tanques de lastre para hacer que la nave suba inexorablemente- y activar las radiobalizas de emergencia (el S-42 tiene dos y son de nueva generación) para requerir ayuda y establecer posición satelital. No se captaron señales de esas balizas: o bien no funcionaron o la emergencia fue tan intempestiva que no dio tiempo a la tripulación a sacarlas.

Sumergirse para hacer más "cómoda" la espera con una nave que, por el motivo que sea, no se puede controlar sería prácticamente suicida. De no ser posible controlar la nave (por falta total de energía, por ejemplo) y mantenerla a flote se deben activar los planes de evacuación: el TR-1700 tiene dos balsas que, incluso, pueden ser "lanzadas" en inmersión, desde una profundidad de 60 metros, ya que así también "marcan" posición del buque debajo del agua. Incluso, a una profundidad intermedia (hasta 70 metros), todos los tripulantes podrían abandonar el submarino, encajados en sus trajes especiales (de fabricación inglesa y de reciente provisión) a través de la garita de escape que está en una zona de la vela de navegación de superficie; lo harían en grupos de a cuatro.

En concreto, en este caso se produjo una situación de riesgo definida como "submarino imposibilitado de salir a superficie por sus propios medios". Puede producirse porque no hay aire en los botellones o porque se rompió el sistema de lastre (por ejemplo, en un hipotético choque con otro buque). Si bien las baterías, por definición, son elementos altamente inestables. Las del TR-1700 son de unos 60.000 amperes: un cortocircuito generaría un arco voltaico impresionante, eventualmente un incendio, con graves consecuencias para quien estuviera cerca. Raramente podría producir algún daño estructural al submarino aunque, si ocurrió eso, pudo haber entrado agua al buque. Sin embargo, sería extraño que un cortocircuito melle el casco resistente del submarino.

El incendio o la inundación, aun controlados rápidamente, reducen la cantidad de oxígeno disponible dentro de la nave para garantizar la supervivencia de una tripulación encerrada y en inmersión.

Hay en la nave máscaras (como las de los aviones) para capear la emergencia, que garantizan hasta dos horas de provisión de oxígeno y, además, hay procedimientos para cuidar el consumo (uno de ellos, que la mayor parte de la tripulación duerma).

Lo que nadie puede estimar es, en caso de que no haya ocurrido algo fatalmente irreversible, cuánto oxígeno hay o si el aire, por la razón que fuere, se volvió irrespirable. Así, según los especialistas, al segundo día sin aireación natural, el nivel de oxígeno en el submarino comienza a descender de forma notoria. Por lo que hay que agregar oxígeno, ya sea con tubos o con un compuesto químico que viene en unas candelas.

Pero hay otro problema adicional: dentro del submarino sumergido, el aire se comprime y los organismos comienzan a asimilar nitrógeno a un nivel superior al atmosférico. Por eso se pone tanto énfasis, por estas horas, en que cualquier maniobra de rescate con las cámaras robot requerirá de un extenso tratamiento de descompresión. No hacerlo correctamente podría derivar en embolias gaseosas, que son mortales. El procedimiento, tomando como base que son 44 los tripulantes que deben ser rescatados, puede demandar un par de días.

Finalmente, en el tren de las hipótesis -y suponiendo que haya oxígeno y víveres suficientes- está la no menos peligrosa cuestión de la profundidad a la que podría estar el S-42. Se presume que está asentado en el lecho marino pero no se sabe dónde y, por eso, tampoco se conoce a qué profundidad se encuentra. De estar en la plataforma continental no serían más de 200 metros. Pero no se puede descartar que la nave se haya desviado al haberse quedado sin energía eléctrica y, en consecuencia, sin instrumental. Más allá del talud, internándose en el Océano Atlántico Sur, las isobatas llegan rápidamente hasta los 700 metros de profundidad. El TR-1700 tiene un casco "sumamente elástico", tal como lo definió un veterano miembro de la fuerza de submarinos argentina. En Alemania, antes de ser provisto a la Armada nacional, se lo probó a un límite operacional de 660 metros. Solo pensar que está más allá es horrendo.

El problema eléctrico del submarino se originó a raíz de una entrada de agua

Por Mariano De Vedia - LA NACION
Ocurrió al utilizar el snorkel y lo reportó el submarino, aunque lo solucionó
El problema que reportó el ARA San Juan , al comunicar una avería eléctrica, se produjo por una entrada de agua al utilizar el snorkel, el sistema por el cual el submarino emerge a la superficie para renovar el aire y recargar el sistema de baterías.

Así lo revelaron a LA NACION altas fuentes navales, que insistieron, sin embargo, en que el propio comandante del submarino comunicó que el problema había sido subsanado y que se dirigía a Mar del Plata sin novedades materiales ni de personal. Esa comunicación, que constituyó el último contacto, ocurrió hace una semana.

Dos fuentes navales aseguraron que no se registraron filtraciones, sino un ingreso de agua a través de la tubería del snorkel y eso podría haber generado un cortocircuito en la alimentación de las baterías.

"Todos los submarinos llevan sistemas de alimentación en compartimentos estancos. Si hay una falla en uno, se conecta al sistema de baterías del otro", explicó, al respecto, el vocero de la Armada, capitán Enrique Balbi, al restarle trascendencia a dicha entrada de agua.

En tanto, la lista de tripulantes sigue siendo un misterio y no la difunden ni el Gobierno ni la Armada.
Fuentes del Ministerio de Defensa fundamentaron la negativa en la "protección de datos personales" y señalaron que su difusión corresponde a la fuerza naval. Balbi, el vocero de la Armada, dijo que la lista fue presentada a la Justicia y es reservada. "No la vamos a dar por respeto a los familiares", insistió.

En tanto, a medida que se pasan los días sin tener noticias del submarino, crece la inquietud por la capacidad de la embarcación y el temor a que le falte oxígeno a la tripulación .

Si bien varios registros técnicos navales indican que el ARA San Juan tiene capacidad para 38 personas, la embarcación lleva a bordo 44 tripulantes, entre ellos siete buzos tácticos, lo que despertó inquietud teniendo en consideración los posibles problemas que podrían plantearse ante un eventual problema con el oxígeno.

"Yo estuve varios años en el submarino ARA San Juan y una vez fuimos a Estados Unidos con una dotación de 50 personas", especificó, en diálogo con LA NACION, el vocero Balbi, que se formó como submarinista y desarrolló esa especialidad. Explicó que el submarino tiene 38 camas, pero muchas veces se arman más cuchetas en el compartimento de torpedos, para tener más frecuencia en la rotación de las guardias. "Eso reduce, por supuesto, las posibilidades de tener errores humanos, porque los tripulantes pueden tener un descanso mayor", graficó el especialista.

En tanto, el experimentado submarinista Horacio Tobías, ex oficial del ARA San Juan, estimó que el buque puede albergar "aspirantes de la escuela de submarinistas, visitantes autorizados, buzos para ejercicios y buzos tácticos, entre otros".

Dijo, incluso, que el ARA San Juan tiene una capacidad de 70 personas en algunas operaciones. "Si bien puede ser menor la cantidad de camas, hay camas suplementarias. El oxígeno y los víveres se calculan antes de salir y para todos los tripulantes".

Distintas fuentes consultadas en la Armada señalaron que la capacidad final siempre dependerá de la misión a la que el submarino esté abocado.

Mas información: http://www.lanacion.com.ar/2084542-el-problema-electrico-se-origino-a-raiz-de-una-entrada-de-agua

martes, 21 de noviembre de 2017

Mike Summers: "Si Macri quiere un progreso en el diálogo con las Malvinas deberá eliminar las sanciones económicas"

Mike Summers (AFP)Por Martín Dinatale - Infobae.com - mdinatale@infobae.com
El legislador isleño se retirará este año después de 19 períodos en la política local; el balance de las relaciones con la Argentina.

Foto: Mike Summers (AFP)

En las Islas Malvinas hay mejor predisposición al diálogo con el gobierno de Mauricio Macri aunque persisten los temores, los recelos y la desconfianza. "La responsabilidad de mejorar las relaciones con las islas Falklands (Malvinas) depende de la Argentina. Pero para lograr progresos en este sentido el gobierno de Macri deberá tener en cuenta la eliminación de las sanciones económicas hacia nosotros", explicó el legislador isleño Mike Summers. Y amplió: "Estamos abiertos a discusiones sobre pesca, turismo, hidrocarburos y comunicaciones externas siempre que la seguridad nacional no se vea comprometida. Es Argentina quien siempre ha estancado la discusión".

Summers expresó a Infobae, además, que "la fuerza disuasoria militar es esencial y no perjudica a Argentina ni a sus vecinos, ya que es totalmente defensiva". Las palabras de Summers no son menores ya que se trata de un legislador isleño que lleva 19 años al frente de la Asamblea local que depende de Gran Bretaña y es el emblema de los isleños en el plano internacional.  En los próximos meses Summers dejará la legislatura de las Malvinas porque no renovó mandato. Pero seguirá en las islas y con la tarea de difundir al mundo lo que allí ocurre. Desde 1989 que se dedica a la política interna en las Malvinas y al roce permanente con los diferentes gobiernos de la Argentina.

-¿Cree que hay posibilidades de mejorar las relaciones entre las islas y Argentina en el futuro?
-Siempre ha habido posibilidades de mejorar las relaciones entre las Islas y Argentina, y la responsabilidad de esto se encuentra en Argentina. El Gobierno de las Islas Falkland [Malvinas] siempre ha estado dispuesto a entablar un diálogo respetuoso, especialmente en lo que respecta a la gestión de las poblaciones de peces y el medio ambiente. La implementación unilateral de las sanciones económicas por parte del gobierno argentino durante la era de Kirchner destruyó cualquier confianza y cooperación que se hubiera establecido, y recordó a los isleños la naturaleza amenazante de Argentina.

-¿Existe la posibilidad de que los isleños dejen de lado el debate sobre la soberanía por un tiempo para llegar a acuerdos con el gobierno argentino sobre la pesca, el turismo o el petróleo?
-Los isleños siempre han insistido en dejar de lado cualquier discusión sobre soberanía; ese es un asunto solo para la gente de las Islas Falkland [Malvinas]. Estamos abiertos a discusiones sobre pesca, turismo, hidrocarburos y comunicaciones externas siempre que la seguridad nacional no se vea comprometida. Es Argentina quien siempre ha estancado la discusión práctica sobre estos temas al insistir en plantear el tema de la soberanía.

-¿Cree que los años del gobierno de Cristina y Néstor Kirchner fueron los peores para la relación entre Argentina y las islas?
-No, los años de Galtieri fueron indudablemente los peores, y el hecho de que los gobiernos civiles posteriores no aceptaran las consecuencias de la derrota militar confirmaron a los isleños que su profunda desconfianza en Argentina no estaba mal colocada. La era de Kirchner destruyó la poca confianza en Argentina que se había recreado durante la Presidencia de Menem. La implementación de sanciones económicas, junto con la negación reiterada de la existencia de los habitantes de las Islas Malvinas y sus derechos humanos básicos, confirmaron nuevamente a los isleños el carácter desagradable y desagradable del Gobierno argentino hacia los isleños. Llevará décadas reparar esto.

-¿Todavía sienten los isleños una cierta amenaza de Argentina por un ataque militar?
-Mientras no haya un elemento de disuasión militar creíble en las Islas Malvinas, no temeremos otro ataque militar.

-¿Cree que el gobierno de Macri está comprometido en un diálogo constructivo con Gran Bretaña para mejorar la relación con las islas?
-El gobierno de Macri participa en un diálogo constructivo con el gobierno del Reino Unido para mejorar sus relaciones con el Reino Unido, Europa y Occidente. El requisito del Gobierno del Reino Unido, como parte de esa relación, para lograr progresos en la eliminación de las sanciones económicas, es algo que el Gobierno Macri debe tener en cuenta. Hasta el momento se han celebrado acuerdos constructivos para eliminar las sanciones y no interferir con los vuelos futuros a los países vecinos, la Declaración Conjunta de septiembre de 2016. Pero Argentina no ha recibido ninguna comunicación sobre ninguno de los asuntos acordados. La política de sanciones continúa dañando la reputación internacional de Argentina.

-¿Será posible para mejorar las relaciones que Gran Bretaña abandone la base militar de Mount Pleasant?
-No. Argentina ha demostrado una y otra vez que no se puede confiar. La fuerza disuasoria militar es esencial y no perjudica a Argentina ni a sus vecinos, ya que es totalmente defensiva.

-¿Cree que los documentos españoles recientes encontrados en Argentina y que datan de 1767 confirman la soberanía de Argentina en las islas?
-No. El reclamo argentino de soberanía, basado en la sucesión a los colonos españoles, no tiene credibilidad legal, y los nuevos documentos son por lo tanto irrelevantes.

-¿Existe la posibilidad de un diálogo con Argentina y Gran Bretaña en las Naciones Unidas para el caso de las islas?
-Los Gobiernos del Reino Unido y las Islas Falkland [Malvinas] siempre han dejado en claro que estamos abiertos a los debates sobre asuntos de interés mutuo con la Argentina, pero no a la soberanía. La posición de la ONU sobre la primacía del derecho a la autodeterminación es muy clara y se ha visto reforzada por las sucesivas sentencias de la Corte Internacional de Justicia sobre el tema. Como se demostró el año pasado sobre el tema de la identificación de restos en Darwin, todos somos capaces de debatir y cooperar cuando haya voluntad de hacerlo.

Tripulantes del submarino ARA San Juan: mártires de un sistema perverso

(Reuters)Por Irma Argüello - Infobae.com
No quiero esperar el resultado de la búsqueda del ARA San Juan entre olas y profundidades del Mar Argentino para hacer esta reflexión. Es que el desenlace, cualquiera sea, seguramente empañará por la euforia o la pena lo que debemos verdaderamente reconocer y es la tragedia que viven las Fuerzas Armadas en la Argentina.

Los tripulantes del ARA San Juan ya eran mártires antes de ese 15 de noviembre en que se establece el último contacto. Es un martirio que viene desde lejos y que va desde el desprecio y aprensión de la sociedad hacia los "milicos" hasta la crónica falta de presupuesto y capacitación para operar con la dignidad que todo gran país le debe a sus Fuerzas Armadas.

Lo que tenemos hoy es el resultado de años y años de una campaña sistemática de destrucción de la moral y del equipamiento, de pretender atribuirle a cada uno de sus cuadros el total de las culpas de los graves errores cometidos por unos pocos "iluminados" en aquellos gobiernos militares que terminaron hace ya 35 años. Sería equivalente a que Alemania post-guerra hubiera seguido alimentando el rencor hasta los 80s. No fue así, dieron una vuelta de página, que aquí nunca ocurrió y los resultados están a la vista en términos de posición en el mundo.

Esta erosión intencional, esta destrucción sin prisa y sin pausa, está hoy patéticamente ilustrada por la absoluta incapacidad de nuestras fuerzas de rastrear a nuestros compatriotas marinos por medios propios, necesitando de la ayuda generosa de países a los que frecuentemente denostamos. Ante la indiferencia y la crítica "explicable" aunque injustificable por parte de nuestra sociedad, hoy actúan en la búsqueda los "piratas" del Reino Unido y los "imperialistas" de Estados Unidos, junto con efectivos bien entrenados y equipados de Chile y Brasil.

Nuestros compatriotas militares

Nadie hoy abraza hoy la carrera militar para volverse rico o para tener reconocimiento social, todo lo contrario, el que lo hace enfrenta indignidades y privaciones, entonces, ¿por qué lo hacen? La respuesta es sencilla, porque en su corazón anida una vocación, viven sentimientos nobles y resuenan los ejemplos de aquellos que en el pasado hicieron de nuestra Argentina un gran país. Lo hacen también por el sueño de que lo vuelva a ser, aportando ellos su pequeño granito de arena.

Del otro lado encuentran todo tipo de dificultades: equipamiento obsoleto o defectuoso como en este caso, indolencia y falta de idoneidad, por decir lo menos de los que han sido puestos allí para mandar, no por ser los más aptos sino los más funcionales a este sistema perverso.

Me refiero no solamente a civiles sino también, lamentablemente, a militares. Así y todo estos valientes han seguido adelante poniendo todo de sí. Una vez conocí a un capitán de un buque de la Armada que contó en confidencia que cada vez que llegaba a puerto tenía que ir el mismo a la ferretería para comprar de su bolsillo las cosas imprescindibles que hacían falta.

Ese pequeño ejemplo de los que hay miles, encierra atrás desinversión y una situación presupuestaria crítica en la que los salarios se llevan más del 70% del presupuesto militar, que es menos del 1% del PBI ( mientras que en Brasil es 1,4% y en Chile 1,9%). Esto se ha traducido en aviones y buques que no vuelan ni navegan por falta de mantenimiento, personal sin las horas de entrenamiento imprescindible pero sobre todo, en la falta de un plan estratégico de largo plazo y de una gestión adecuada de los recursos, en la cual se privilegien los intereses nacionales y los cuadros operativos, frente a las burocracias indolentes y los ideólogos de las relaciones "cívico-militares". La Ley de reestructuración militar de 1998, promovida por el ex ministro de defensa Horacio Jaunarena, intentó revertir el deterioro, pero aún aprobada, nunca se cumplió.

Así llegamos a este momento que debe ser considerado un punto de inflexión para nuestras Fuerzas Armadas, ya que de no cambiar la situación, no sólo los incidentes – que no son accidentales -continuarán, sino que se llegará a una destrucción irreversible, por más que ahora se inyecte presupuesto.

Lo primero que debemos preguntarnos es si Argentina necesita Fuerzas Armadas y la respuesta inmediata es sí. A los que hablan de Costa Rica como un ejemplo idealizado de estado sin esta necesidad, cabe responder que de ninguna forma podemos compararnos con el país centroamericano. La realidad y no la utopía nos grita que hay mucho por proteger en nuestra Argentina, dadas las condiciones de inseguridad global y la situación geopolítica de América del Sur.

La segunda pregunta es si conviene a los intereses nacionales tenerlas así como las tenemos hoy y la respuesta es no. En un momento crucial de la historia argentina y como parte de ese plan sistemático, se intentó dividir lo indivisible en los estados modernos como son la Defensa y la Seguridad de la nación. A través de leyes que encorsetaron su acción, se las redujo al único destino de defender el país de amenazas de otros estados, una situación muy improbable hoy en día.

Ante la falta de este tipo de hipótesis de conflicto, las instituciones militares perdieron su razón de ser y con ello su moral. Sin embargo no es que la Argentina, como todo país, esté exenta de amenazas. Por el contrario, pero son de índole diferente. Mientras debatimos el rol de nuestras Fuerzas Armadas, nuestras fronteras, sin la radarización imprescindible, sin los controles terrestres y sin una ley de derribo adecuada, son porosas al narcotráfico, al tráfico de personas, y a cualquier tipo de comercio ilícito. Tal situación, sumada a la corrupción en pequeña y gran escala instalada en nuestra sociedad, también nos hace particularmente vulnerables a las operaciones del terrorismo transnacional, cosa que ya se ha comprobado. Mientras tanto nuestros mares son depredados casi sin control por pesqueros ilegales atraídos por las riquezas de nuestra biodiversidad, casi excepcional en el mundo. Hoy necesitamos planear la seguridad a los Jefes de Estado que asistirán a la reunión del G20 del año próximo y para ello tendremos que recurrir a la protección aérea de otros estados.

El drama que estamos viviendo con el ARA San Juan y su tripulación descubre crudamente esta realidad, una realidad que debemos afrontar aquí y ahora, desde un cambio conceptual y de la legislación hasta el ordenamiento y reasignación de prioridades en nuestras Fuerzas, con una visión moderna, la de aquellos países a los que les va bien. No hay mucho por inventar, se sabe en el mundo cómo se hace, basta que nos lo propongamos en positivo, neutralizando por fin este sistema perverso que se ha instalado entre nosotros desde hace largo tiempo. Sólo así toda esta angustia tendrá algún sentido.

La autora es presidente de la Fundación NPSGlobal 

En Defensa abrirán un sumario interno para investigar responsabilidades en el accidente del San Juan

En Defensa abrirán un sumario interno para investigar responsabilidades en el accidente del San JuanPor Martín Bravo - Clarin.com
Sea cual sea el resultado de la búsqueda, Aguad se pondrá a disposición del juez de Mar del Plata que investiga el caso.

Foto: Oscar Aguad, en el rompehielos Irizar.

El Ministerio de Defensa abrirá un sumario interno para investigar el accionar de la Armada en la desaparición y la búsqueda del ARA San Juan, con 44 tripulantes a bordo y sin comunicación desde el miércoles por la mañana cuando se encontraba a la altura del Golfo San Jorge, a 432 kilómetros del continente. En estas horas la atención del Gobierno se focalizó en los intentos de encontrar al submarino y contener a los familiares: Mauricio Macri “se puso en forma personal al frente del caso”, resaltaron en la Casa Rosada, con su viaje del fin de semana a Chapadmalal y su paso por la Base Naval de Mar del Plata. Altos funcionarios adelantaron a Clarín que luego buscarán determinar las responsabilidades de las autoridades, en el marco de la causa abierta en el juzgado federal de Mar del Plata.

Desde el Gobierno procuraron desestimar las versiones de disputas e internas entre Oscar Aguad -ministro de Defensa- y los jefes de la Armada, luego de que trascendieran supuestos reproches por la demora en la información y también contradicciones sobre una falla eléctrica comunicada por la tripulación, finalmente confirmada oficialmente ayer. Macri visitó unos 30 minutos a los familiares en la Base Naval y luego mantuvo una reunión con el vicealmirante Miguel Angel Máscolo -subjefe de la Armada- y el titular del Comando del Area Naval Atlántica, el contraalmirante Gabriel González, para informarse sobre el operativo de búsqueda y las últimas novedades, en ese momento los ruidos grabados y en análisis para determinar si provenían del submarino.

“Estuve en la base de Mar del Plata para acompañar y ofrecer todo mi apoyo a los familiares de la tripulación del submarino ARA San Juan en estas horas difíciles. Seguimos desplegando todos los recursos nacionales e internacionales disponibles para hallarlos lo antes posible”, expresó el Presidente en su cuenta de Twitter. En el Gobierno destacaron su involucramiento, aunque había expectativa de un desenlace positivo antes de su regreso a Buenos Aires. Marcos Peña -jefe de Gabinete- también estuvo encima del caso y en comunicación con los principales actores a la espera de novedades.

Macri viajó a Chapadmalal con su familia y fue a la Base Naval con Fernando De Andreis, Secretario General de la Presidencia. Aguad y Marcelo Srur -jefe de la Armada- siguieron el tema desde Buenos Aires y Enrique Balbi -vocero de la fuerza- quedó a cargo de la comunicación ante la prensa. “Es un buen vocero y por el momento se va a mantener así, hasta que haya novedades”, dijo un alto funcionario, ante algunas miradas que advirtieron sobre una nueva reacción acaso insuficiente del Gobierno. Primó la decisión de darle prioridad al discurso técnico y difundir las actividades de Macri vinculadas a la búsqueda.

“Ahora el foco está puesto en encontrar a la tripulación lo antes posible. Después se van a hacer todas las investigaciones que correspondan”, anunció sobre la decisión de iniciar un sumario. A su regreso de Vancouver, adelantado por la desaparición del submarino, Aguad hizo la denuncia ante el juez federal de Mar del Plata. Fuentes del ministerio de Defensa también confirmaron que se abrirá una investigación interna y a su vez remitieron a esa causa en curso.

En la Casa Rosada, además, no descartaron que la desaparición del ARA San Juan reabra un debate sobre la falta de recursos y equipamiento en las Fuerzas Armadas, en un momento en que el Gobierno se propone bajar el déficit fiscal. Aun así en Defensa se mostraron satisfechos con el presupuesto para 2018, cercano al 1% del PBI. “Es importante para un país en crisis. Alemania destina entre el 1% y el 1,5% de su PBI. Es un problema de prioridades, en la Argentina hay 12 millones de pobres”, argumentó un funcionario de esa cartera, y agregó que para un eventual rescate del submarino en caso de su hallazgo “no hay límites” presupuestarios.

Para las próximas horas la expectativa estaba puesta en que a la colaboración internacional con buques y aviones de Estados Unidos, Reino Unido, Brasil, Chile y otros países se sume la ayuda del clima, con menor intensidad de los vientos y altura de las olas para propiciar la búsqueda: esperaban para esta mañana “condiciones más favorables” para el operativo.

Poner un freno al flagelo de la pesca ilegal

Resultado de imagen para pesca ilegalPor Roberto García Moritán - Clarin.com
El lamentable incidente del submarino ARA San Juan, que según fuentes periodísticas estaba en tareas complementarias para el control de la pesca ilegal, resalta la importancia de los esfuerzos para detener la enorme operación de barcos extranjeros que no siempre faenan de forma legal. 

El flagelo es cada día más preocupante y es una cuestión que afecta a toda América Latina y pone en evidencia la necesidad de una acción diplomática concertada más activa a nivel regional contra la pesca ilegal, no reglamentada y no declarada (INDNR). Es el caso del calamar en Argentina y Perú, el atún en Chile, el tiburón en Colombia y Ecuador o la totoada en México. En todos los casos, las fotos satelitales nocturnas muestran las luces de grandes flotas en lo que aparecen como ciudades flotantes en medio del océano para atraer a los moluscos.

La cooperación internacional, medidas de obligado cumplimiento para el control de los puertos, así como un registro global de barcos pesqueros y un régimen de sanciones adecuado, están entre las herramientas y planes de acción que América Latina debería poner urgentemente en marcha para erradicar el problema de la pesca ilegal y el saquero sistemático de los recursos marinos. La Organización Latinoamericana de Desarrollo Pesquero (OLDEPESCA) así lo ha recomendado para enfrentar un tema que tiene, entre otros, consecuencias económicas. Relevamientos de la FAO indican, por ejemplo, que en la zona sur del Océano Atlántico se pesca anualmente aproximadamente 1.800.000 toneladas de distintas especies. De ese monto Argentina captura unas 800 mil toneladas. El cálculo permite apreciar que han sido más de 300 barcos extranjeros los que extrajeron el millón de toneladas restantes.

Organizaciones internacionales como la FAO han advertido también que los barcos pesqueros extranjeros no cumplen ningún requisito ambiental, laboral ni de seguridad. Es necesario sacar tarjeta amarilla para los Estados que no colaboren con las prácticas de trazabilidad internacional de la pesca y los productos pesqueros. Si se ignora esta advertencia esos países deberían enfrentar una prohibición total del comercio pesquero bajo un escenario de tarjeta roja. Ya no es posible seguir admitiendo un cuadro de situación que afecta el ecosistema. Tampoco que las aguas más allá de las 200 millas puedan ser una carta patente para la violación de los derechos humanos.

Barcos pesqueros de Europa y Asia se encuentran principalmente en el foco de atención en materia de pesca ilegal. China, que tiene la mayor flota pesquera de ultramar del mundo, es un caso de comportamiento preocupante. Según la Universidad Tecnológica de Nanyang cuenta con 2460 embarcaciones que desarrollan la mayor parte de la actividad pesquera en el oeste de África y en América Latina. Solo la mitad de lo que pesca China es para consumo doméstico, el resto se exporta mayormente a la Unión Europea, Japón y Estados Unidos según un reciente informe del Wilson Center titulado Fishing for Answers.

De acuerdo a la FAO la pesca ilegal en el mundo representa 26 millones de toneladas al año (que equivale al 28% del total de las capturas globales) valoradas en aproximadamente 23 mil millones de dólares. Esas cifras dan una idea de un problema que adquiere mayor dimensión si se tiene en cuenta que el 90% de las pesquerías del mundo están en riesgo, el 31% sobreexplotado, el 58% plenamente explotado y el 10% restante se extrae bajo su límite. Consecuentemente, es hora de poner un freno definitivo al flagelo que representa la pesca ilegal en América Latina.

Jubilaciones: avanzan contra los privilegios para ahorrar hasta $ 79 mil millones

Jubilaciones: avanzan contra los privilegios para ahorrar hasta $ 79 mil millonesPor Marcela Pagano - Clarin.com
Se trata de un plan del Gobierno para limitar los regímenes especiales. Abarca a jueces, diplomáticos y varios gremios, como el docente. Apuntan a revertir el déficit previsional.

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en la reunión de la semana pasada con gobernadores, en la que se firmó el pacto fiscal donde se menciona el combate a las jubilaciones de privilegio.

Mientras el Senado se apresta a debatir la reforma jubilatoria, en la Casa Rosada ponen el acento en el gasto que generan las jubilaciones de privilegio. Según cálculos del equipo económico, este año por los regímenes especiales el Estado deberá destinar unos $ 79.000 millones. Para avanzar sobre las ”inequidades” del sistema previsional, el Ejecutivo incluyó un artículo en el pacto fiscal con los gobernadores, que también se tratará esta semana en la Cámara alta.

Las jubilaciones que se crearon por leyes o por decretos especiales benefician a 374.296 personas. Afirman en el Gabinete económico que sin estos regímenes el sistema previsional sería superavitario y los recursos alcanzarían hasta 2030, sin necesidad de tocar la edad jubilatoria. En los próximos días se buscarán modificar los regímenes de diplomáticos, judiciales y de los trabajadores de Luz y Fuerza, incluyendo mayores aportes o elevándoles la edad jubilatoria. Luego seguirán por el de los docentes.

Las regímenes especiales permiten que los trabajadores se jubilen sin esperar a los 60 años en el caso de las mujeres y 65 en el de los hombres, o tener 30 años de aporte. En algunos casos les permite aportar menos dinero que el resto. Un documento, al que accedió de forma exclusiva Clarín, detalla sector por sector lo que el Estado debe desembolsar en jubilaciones "preferenciales".

"Lo que esta en juego es un punto del PBI y si no hacemos una corrección en lo inmediato, serán el resto de los jubilados quienes tengan que afrontar el costo de sostener los privilegios que gozan unos pocos", sostienen en el Gobierno. El plan es ahorrar gradualmente el gasto de los regímenes especiales, estimado en más del 7% del total presupuestado para el pago de jubilaciones y pensiones.

Uno de los casos más polémicos es el de los judiciales. Hay 6.539 jubilados del Poder Judicial que cobran en promedio $ 97.089 por mes, es decir, más de 13 jubilaciones mínimas. Además gozan del privilegio del 82% móvil. Entre aportes y contribuciones, los empleados judiciales aportan unos $ 486 millones por mes, pero para costear las jubilaciones del sector se necesitan $ 635 millones, por lo que el déficit mensual es de $ 149 millones.

Pero no es el caso de los judiciales el único que el Gobierno busca corregir. Otro caso que molesta en la Rosada es el de los diplomáticos. Los jubilados tienen un haber promedio de $153.057, el 91% del sueldo de quienes están en funciones. Aportan $ 49 millones mensuales, cuando la caja del sector necesita $96 millones. Lo que falta lo cubre el Estado: unos $ 617 millones este año.

Tanto para judiciales como diplomáticos, en el Gobierno apuntarán a elevar el nivel de aportes. Es decir, los trabajadores de estos sectores deberán resignar un mayor porcentaje de su sueldo mensual para costear sus futuras jubilaciones.

Distinto es el caso de los trabajadores las fuerzas de seguridad, docentes, jueces, construcción, agrarios, ferroviarios y Luz y Fuerza. En estos casos, aparecen los regímenes provinciales en general prevén edades de retiro más bajas que el nacional. El caso que preocupa especialmente al Gabinete es el de los empleados de Luz y Fuerza, porque hay más jubilados que aportantes. Son apenas 39.170 empleados en blanco que aportan por mes $ 448 millones, pero se necesitan $ 1.124 millones para sostener a 39.923 jubilados.

Finalmente, la gran batalla que en el Gobierno se preparan para entablar es la que involucra a los docentes. Es el sector con jubilaciones especiales que mayor desembolso le significa al Estado, unos $ 23.923 millones este año. Es decir, de cada $ 24.169 que en promedio gana un jubilado docente, cerca de $13.326 los aporta el Estado y el resto la caja previsional. Esto sucede, pese a que la relación es más equilibrada que en otros: por cada 3 aportantes hay un jubilado.

Para el Gobierno, cambiar los regímenes especiales otorgará solvencia al sistema. "Si blanqueamos a los informales, te queda un sistema solido, sin tocar edad jubilatoria", dicen en el equipo económico. "El año pasado los ingresos por el sistema fueron del 4,27% del PBI, suficientes para sufragar el costo de los beneficios previsionales (4,17% del PIB)", detalla el documento. Cuando se adicionan las 3 millones de moratorias otorgadas por la anterior gestión, el gasto previsional total asciende a 7,25% del PBI, lo que es compensado con los recursos tributarios y con el 15% de la masa coparticipable. "Sin tocar la edad, si elimináramos las jubilaciones de privilegio, el sistema se autofinanciría hasta 2030", repiten.

ARA San Juan: las ocho claves de la angustiante búsqueda del submarino

ARA San Juan: las ocho claves de la angustiante búsqueda del submarino(Clarin.com) - Este martes se cumplirán seis días sin noticias de la embarcación y sus 44 tripulantes.

El submarino ARA San Juan de la Armada Argentina es buscado en forma desesperada después de que se perdiera contacto con la embarcación el miércoles por la mañana, cuando se produjo la última comunicación.

La nave tenía previsto llegar a Mar del Plata ayer o podía hacerlo este lunes si las condiciones no eran las ideales. Ese plazo ya se cumplió, y ya este martes, mientras los familiares de los 44 tripulantes pasan de la esperanza a los "picos de angustia", se cumplirán seis días sin poder determinar la ubicación del submarino.

A continuación, las ocho claves en torno a este operativo, que la Armada definió como el más importante de los últimos años:

1. Sin contacto desde la semana pasada. La última comunicación fue el miércoles por la mañana, según confirmó oficialmente la Armada Argentina. Al momento de esa comunicación, la embarcación, que lleva 44 tripulantes a bordo, se encontraba en el área de operaciones del Golfo San Jorge, 240 millas náuticas (432 kilómetros). El protocolo establece que en tiempos de paz, un submarino debe comunicarse dos veces al día con la base de operaciones. Al no concretarse nuevas comunicaciones es que se dispuso el operativo de búsqueda.

2. El reporte de fallas en las baterías. Este nuevo dato se conoció esta mañana. Según informó el vocero de la Armada, Enrique Balbi, "no hay que establecer que esa avería tiene que ver con el desperfecto de este momento".

3. Las llamadas satelitales que no fueron desde el submarino. El sábado trascendió que hubo siete intentos de establecer llamados presuntamente desde el ARA San Juan, la Armada confirmó hoy que esos llamados no fueron desde la embarcación. Así lo confirmó la empresa de comunicación satelital luego de un exhaustivo análisis de todas las señales radioeléctricas detectadas en la zona.

4. Estaba volviendo a Mar del Plata por la ruta más corta. “Tuvimos una comunicación con el comandante en la que informa que estaba con rumbo a Mar del Plata. Estaba haciendo un área de patrulla y se le pone un rumbo directo, la derrota más corta”, dijo Gabriel Galeazzi, también vocero de la Armada.

5. El mal clima complica las operaciones. En el quinto día de búsqueda, las condiciones meteorológicas “son pésimas”, advirtieron desde la Armada. "Tanto los aeronaves como los buques han soportado condiciones meteorológicos de extrema dureza, con vientos de hasta 80 kilómetros por hora, precipitaciones de distinta intensidad y olas de hasta siete metros de altura", indicó la Armada en un comunicado.

6. Un ruido que se investigó. La Armada Argentina analizó "un ruido constante" que fue percibido por dos embarcaciones y que fue registrado en el área de búsqueda. Fue detectado "a la altura de la Península Valdés, a 360 kilómetros de la costa, en el borde del talud, donde hay una profundidad promedio de unos 200 metros", dijo Enrique Balbi, vocero de la fuerza. Horas más tarde, la propia fuerza aseguró que el ruido "no corresponde a submarino".
7. La falta de oxígeno, el principal riesgo. Con el correr de las horas disminuyen las posibilidades de supervivencia de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan. El mejor escenario les da siete días de autonomía si no logran salir a la superficie a renovar el aire. Llevan cinco desaparecidos. “En condiciones normales, el submarino puede pasar 90 días sin ayuda externa, en cuanto a combustible, agua, aceite y oxígeno. Esto es, haciendo snorkel para renovar el aire y cargar las baterías. Esto se hace una vez por día, o cada dos o hasta tres días. Estas son las condiciones normales”, había explicado Balbi.

8. Un operativo inédito con tecnología última generación. En el puerto de Comodoro Rivadavia se ultiman este lunes los preparativos para una misión de búsqueda y rescate. El buque noruego Skandi Patagonia cuenta con cuatro vehículos sumergibles no tripulados que son manejados por control remoto y una sonda de gran alcance que servirá para intentar localizar al submarino. Si eso ocurre, bajarán a las profundidades una campana de rescate presurizada que se pegará al ARA San Juan y permitirá el salvamento de los submarinistas argentinos. De a seis por viaje, en una operación que será algo similar a lo que ocurrió con los mineros chilenos en 2010.

Descartan dos pistas sobre el submarino y lanzan un operativo inédito de búsqueda

Clarin.com - Se confirmó que las siete llamadas no eran del submarino y descartaron que un ruido que provenía del fondo del mar fuera de la nave.
Descartan dos pistas sobre el submarino y lanzan un operativo inédito de búsqueda
Operativo del equipo de rescate la armada EE.UU. El equipamiento que llegó en aviones a base Cro. Rivadavia es cargado buque Skandi Patagonia puerto misma ciudad. Foto: Andrés D’Elia -

"El ruido no corresponde a un submarino". Esas palabras de Enrique Balbi, vocero de la Armada, fueron las que, por segunda vez en el día, descartaron alguna pista que permitiera dar con la ubicación del submarino ARA San Juan, que se comunicó con su base de operaciones por última vez el miércoles a la mañana y que había sido abordado por 44 tripulantes. Más temprano, la Armada había confirmado que ninguno de los siete intentos de llamada satelital que la propia fuerza había difundido en días anteriores provenían de la nave.

En medio de las malas noticias, se anunció que desde hoy se desplegará un operativo inédito con cuatro vehículos sumergibles a control remoto, pertenecientes a la Marina de Estados Unidos, que empezarán a buscar al submarino por abajo del agua.

La versión de que un ruido escuchado en el mar podía provenir del ARA San Juan fue difundida inicialmente ayer por la cadena de noticias estadounidense CNN, que publicó que los sonidos detectados "podrían ser herramientas golpeando el casco del submarino, según un funcionario de la Armada estadounidense familiarizado con la asistencia de Estados Unidos en la búsqueda". Ante esa versión, la Armada tuvo que salir a ratificar que se había detectado "un ruido en el mar". Su vocero informó que la corbeta Rosales, que pertenece a la fuerza, fue la que ayer mismo escuchó inicialmente ese sonido a la altura de la Península Valdés y a 360 kilómetros del continente, una ubicación que, según el propio Balbi, "coincide con el camino de ida que el submarino ARA San Juan hubiese tomado para ir a Mar del Plata". 

El ruido fue también captado por un destructor de la misma fuerza, y un avión P8 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos sobrevoló dos veces la zona para grabar esas ondas sonoras. En ese momento, según fuentes navales, tanto las dos embarcaciones de la Armada como dos buques científicos aportados por el Conicet para la búsqueda fueron replegados para que los ruidos de sus motores no interfirieran con el registro tomado por el avión. 

Un software que la Armada opera en su base de Puerto Belgrano determinó que el sonido no era compatible con el de un submarino. Las mismas fuentes navales explicaron a Clarín que ese software cuenta con grabaciones de submarinos sumergidos en situación de emergencia, y que se comparó ese registro con el obtenido por el P8. "Puede ser un ruido biológico", dijo Balbi en el último parte oficial de la fuerza, tras descartar enfáticamente que se tratara de un sonido compatible con el de un submarino.

"Si un submarino tiene problemas para comunicarse a través de los equipos tecnológicos, el comandante puede ordenar que uno o varios tripulantes se turnen para golpear el casco de la nave con un martillo: eso emite un ruido que puede hacer que los buques tomen la ubicación del submarino desde la superficie", explicó a Clarín Antonio Mozzarelli, cuando aún no se había descartado que los sonidos provinieran del ARA San Juan. Según describió, se trata de un recurso "que incluso se enseña formalmente en las escuelas" ante la posible falla de los recursos tecnológicos: un golpe de martillo equivale a un punto y dos golpes seguidos equivalen a una raya. "Hay llamadas de socorro internacionales que se rigen por código Morse", dijo.

La noticia de que el ruido no provenía del ARA San Juan llegó después de que la Armada confirmara que ninguno de los siete intentos de llamada satelital provenían del submarino cuya ubicación se desconoce desde el miércoles a la mañana, cuando se comunicó por última vez a la altura del Golfo de San Jorge y a 432 kilómetros del continente. Se trató de dos posibles indicios de la ubicación de la nave que finalmente tuvieron que ser descartados, luego de generar esperanza en los familiares y amigos de los 44 tripulantes.

Las condiciones meteorológicas, que hasta ahora han implicado fuertes vientos y oleajes de hasta ocho metros de altura, mejorarían hoy según los encargados del operativo de búsqueda. "Que las embarcaciones no deban capear el temporal mejora las posibilidades de barrido del fondo marítimo a través de sondas multihaz, y también mejora la visibilidad desde las aeronaves", dijo Balbi, que señaló que "la búsqueda durará hasta que se localice fehacientemente el submarino". 

Según explicaron desde la Armada, "la situación más crítica se da cuando el submarino se encuentra en inmersión y no puede hacer snorkel, lo que le impide renovar el oxígeno disponible: en esa situación, el oxígeno alcanza para siete días". Hoy es el sexto desde la última comunicación.
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