WIB AIR 2017 Thomas Newdick - Al principio el Mi-24 dio muchos problemas
El helicóptero ruso de ataque Mi-24 lleva más de 47 años volando. Ya es hora de que desmontemos algunos de los mitos más extendidos sobre el helicóptero de ataque que tantos nombres ha recibido. Cocodrilo [Crocodile]. Carro del Diablo [Devil’s Chariot]. Hind [cierva].
En un comunicado de prensa emitido tras la celebración de su 45 aniversario en 2014, la empresa Russian Helicopters ─filial de la empresa estatal Rostec, que actualmente es la responsable de la fabricación del Mi-35M, última versión del Hind─ explicaba que el helicóptero «fue concebido y fabricado en un tiempo récord, cuyo desarrollo se inició en 1968».
Eso no es del todo cierto, como luego veremos. Tampoco es del todo preciso que el Hind siempre haya demostrado unos «altos niveles de eficacia y fiabilidad y… una sólida construcción», por citar a Alexander Mikheev, director de Russian Helicopters.
Si bien es cierto que el Hind cuenta actualmente con más usuarios que nunca, el camino de este helicóptero hasta su plena entrada en servicio estuvo en realidad plagado de obstáculos. El prototipo inicial del Hind voló por primera vez el 19 de septiembre de 1969, pero no fue hasta 1976 cuando el ejército soviético lo adoptó formalmente.
El Mi-24 necesitó importantes cambios en su diseño antes de estar listo para entrar en combate. El aspecto exterior del helicóptero cambió radicalmente junto con su papel de combate. El aspecto amenazador del Mi-24 era tan radical que a los militares soviéticos les costó averiguar qué hacer exactamente con el aparato.
El Hind suele describirse como «carro de combate volador», pero resulta más preciso describirlo como «vehículo volador de combate de infantería». La primera maqueta del V-24 ─que se convertiría en el Hind─, realizada por el inventor Mikhail Mil, era en realidad similar al UH-1 Huey ─que se hizo famoso en Vietnam─.
No obstante, el V-24 definió las principales características de las aproximadamente 2.300 unidades del Hind que se fabricaron posteriormente ─dos personas de tripulación, blindaje, espacio para siete u ocho soldados con equipo completo y ametralladora además de cohetes y misiles guiados─.
Un vehículo volador de combate de infantería era un concepto bastante radical ─y al principio el Ministerio de Defensa soviético fue reacio a respaldar el proyecto─. Pero Mil convenció al Ministerio. Tras tres maquetas diferentes y cinco variantes del fuselaje delantero, Mil se quedó finalmente con un diseño de 10’5 toneladas impulsado por un par de turbinas.
En esta fase inicial, los militares exigieron que el Hind incorporara una ametralladora pesada de 12’7 milímetros en el morro, además de misiles guiados de alta tecnología Shturm.
Con las prisas de que el nuevo helicóptero estuviera listo para su entrada en servicio, Mil optó por utilizar piezas de otros helicópteros ya existentes. Los elementos dinámicos principales ─incluidos los motores y los rotores principal y de cola─ procedían del helicóptero naval Mi-14.
Por lo demás, el Mi-24 marcó una gran diferencia. Las dos personas de la tripulación ─piloto y artillero─ se sentaban en tándem bajo una cúpula «invernadero» de paneles de cristal. Tenía espacio además para un tercer tripulante, un técnico. El compartimento de personal iba en el centro del fuselaje con una fila de asientos espalda contra espalda en el medio.
El rápido desarrollo del Mi-24 supuso que el aparato estuviera listo mucho antes que el misil Shturm. En consecuencia, el Hind se armó inicialmente con el veterano Falanga-M ─misil por radiocontrol bastante primitivo─.
Las pruebas de vuelo iniciales desvelaron el primer fallo importante en el diseño. Las alas del Mi-24, cuyo propósito era darle mayor sustentación al aparato además de llevar el armamento, tenían un efecto adverso sobre la estabilidad. Así que Mil diseñó unas alas nuevas con un ángulo descendente.
Otro problema se debía a la instalación original de los misiles, que iban en unos pilones bajo el fuselaje. Estos interferían con la línea de fuego de los cohetes que iban en las alas. Además no dejaban que se abrieran las puertas de la cabina. Para corregir esto, Mil desplazó los misiles a la punta de las alas.
Por otra parte, en el diseño original la cabina era demasiado estrecha para albergar el sistema de guiado de las armas, lo que obligó a Mil a injertar un morro más largo y puntiagudo en los prototipos del helicóptero.
Helicóptero Mi-24A. Foto de la empresa Russian Helicopters
El primero de la línea de montaje
El Mi-24A estuvo por fin listo para empezar a fabricarse en serie en 1970. La empresa de Mil acabó fabricando unos 240 aparatos. Pronto apareció el siguiente problema. Un vuelo estacionario con viento cruzado podía hacer que el Mi-24 girara sin control sobre su eje vertical. Tras varios accidentes, Mil trasladó el rotor de cola del lado de estribor al lado de babor de la cola.
La misma gravedad revestía el hecho de que el misil Falanga-M ─que llevaba provisionalmente─ con su sistema de guiado manual solo alcanzara el blanco un 30 por ciento de las veces. La doctrina de combate estaba cambiando y ahora los mandos militares consideraban el Mi-24A cada vez más como una aeronave de ala rotatoria de apoyo aéreo cercano en lugar de como una aeronave armada de transporte de tropas. Pero las deficiencias del Falanga-M hacían que el Mi-24A resultara inútil en el papel de apoyo aéreo cercano.
En la práctica, los Mi-24A soviéticos se dedicaron principalmente al entrenamiento de tripulaciones y al desarrollo de tácticas. No obstante, se exportaron algunas unidades a clientes tales como Afganistán, Vietnam, Libia o Etiopía.
Con el Mi-24B llegó la primera modificación para aumentar la potencia de fuego del Hind, que incorporó una ametralladora tipo Gatling de cuatro cañones en calibre 12’7 milímetros en una torreta motorizada bajo el morro. Al mismo tiempo, el helicóptero adoptó el misil mejorado Falanga-P con guiado semiautomático.
La precisión en la adquisición de blancos mejoró con la incorporación de vídeo con poca luz y sensores infrarrojos bajo el morro. El Mi-24B conservó la cúpula invernadero del Mi-24A.
Helicópteros Mi-24P uzbekos. Foto del Ministerio de Defensa de Uzbekistán
La llegada del helicóptero de combate
Al final, el Mi-24B no llegó a entrar en servicio. La configuración original de la cabina tenía muy mala visibilidad, así que, a principios de 1971, sufrió un importante rediseño que le dio a la cabina del Hind la configuración en forma de tándem en escalón que continúa siendo a día de hoy el sello de identidad de este helicóptero.
El primer modelo con esta nueva imagen ─con el fuselaje alargado en el morro─ se suponía que iba a ser el Mi-24V, que también incorporaría un tren de aterrizaje modificado y la opción de depósitos de combustible bajo las alas.
Desafortunadamente, los tan esperados misiles Shturm todavía no estaban listos, así que Mil diseñó provisionalmente el helicóptero de ataque Mi-24D con el para nada ideal misil Falanga-P. El Mi-24D empezó a fabricarse en 1973 y entró en servicio con las Fuerzas Armadas soviéticas en 1976. Mil también diseñó una versión para su exportación, el disminuido Mi-25. La empresa fabricó alrededor de 650 helicópteros Mi-24D y Mi-25.
En 1973 por fin estuvo listo el misil Shturm-V y se presentó el primer ejemplar del definitivo Mi-24V. Gracias a su mayor alcance, velocidad de vuelo y precisión, el misil de guiado semiautomático Shturm logró que el Mi-24 destacara en su papel de apoyo aéreo cercano.
El Mi-24V también presumía de motores mejorados para vuelo en altura y climas calientes así como de aviónica modernizada. El Mi-24V empezó a fabricarse en serie en 1976, y de la línea de montaje salieron alrededor de 1.400 aparatos de esta versión y de la Mi-35 de exportación a lo largo de la década siguiente.
En base a las duras lecciones aprendidas por los pilotos soviéticos en Afganistán, los siguientes Mi-24V incorporaron un sistema de alerta y seguimiento de radar, toberas de escape con supresión de infrarrojos, además de un inhibidor de infrarrojos y lanzadores de contramedidas infrarrojas para engañar a los misiles de guiado por calor.
Helicóptero Mi-24P ruso. Foto de la OTAN
La ametralladora
Al principio del proyecto Mi-24, Mil tenía previsto armar su helicóptero de ataque con una contundente ametralladora de dos cañones de 23 milímetros. Pero el Ministerio de Defensa se empeñó en algo más pequeño.
En 1975, cuando el Mi-24 pasó de ser un vehículo volador de combate a artillería voladora, Mil retomó la idea de la ametralladora. El resultado fue el modelo Mi-24P, que era fundamentalmente un Mi-24V, sin la torreta de la ametralladora de cuatro cañones, con una ametralladora de dos cañones de 30 milímetros montada en el lado de estribor del morro.
La nueva versión empezó a fabricarse en 1981 y también contó con su equivalente de exportación, la versión Mi-35P. Mil fabricó alrededor de 620 aparatos de este modelo.
El aeronave de ala fija de apoyo aéreo cercano Sukhoi Su-25 llevaba la misma ametralladora. En Afganistán, ambas aeronaves desempeñaron un papel similar de apoyo a las tropas en tierra.
Aunque la ametralladora de 30 milímetros era un arma formidable, también pesaba mucho, llevaba poca munición y tenía un montón de retroceso. En un esfuerzo por encontrar la ametralladora definitiva, Mil volvió a la mesa de dibujo y en 1985 presentó el Mi-24VP.
Este modelo llevaba una ametralladora más ligera de dos cañones de 23 milímetros en una torreta por control remoto en el morro. Pero la torreta no era fiable. El Mi-24VP empezó a fabricarse en 1989, pero sin llegar a muchos ejemplares.
Helicópteros Mi-24PN. Foto de la empresa Russian Helicopters
La nueva generación
Las operaciones en Chechenia desmostraron a los rusos la importancia de la capacidad de visión nocturna. Así nació el Mi-24PN. Mil se valió de la tecnología ya disponible en el mercado, tal como un sistema de puntería de visión nocturna y pantallas en color para la cabina, y convirtió no más de 18 aparatos a partir de 2004.
A día de hoy el Hind es todo un éxito y no parece que vaya a dejar de serlo. Se continúa fabricando en pequeñas cantidades. En los últimos años, Russian Helicopters ha recibido pedidos de versiones más antiguas del helicóptero por parte de Armenia, Indonesia, Myanmar y Perú.
Para aquellos clientes con el dinero suficiente y la necesidad de disponer de mayores capacidades, Russian Helicopters ofrece el Mi-35M. Esta última versión del Hind cuenta con auténtica capacidad nocturna y todo tiempo y misiles guiados más potentes. El Mi-35M ha recibido pedidos por parte de Rusia, Azerbaiyán, Brasil y Venezuela.
El Mi-35M convierte al venerable Hind en un aparato totalmente modernizado. Incorpora el rotor principal de los más modernos helicópteros de combate Mi-28, un rotor de cola en forma de X que genera poco ruido, alas más cortas y un tren de aterrizaje no retráctil.
Las opciones de nuevas armas incluyen el misil aire-tierra Ataka-V y el misil aire-aire Igla-V. La aviónica modernizada incluye un sistema electrónico de instrumentos de vuelo, un nuevo sistema de navegación con GPS y un módulo de observación y designación de blancos que cuenta con una cámara de televisión con sensor de infrarrojos orientada hacia el frente y telémetro láser.
El Mi-24 y sus muchas variantes sólo han entrado en servicio esporádicamente en su inicialmente previsto papel como «vehículo volador de combate», y en su lugar el helicóptero se ha labrado por sí mismo un porvenir como una plataforma robusta y asequible para apoyo aéreo cercano. Como tal, casi seguro que ha entrado en acción en más conflictos que ninguna otra aeronave de combate de posguerra.
Traducido por Jorge Tierno Rey, autor de El Blog de Tiro Táctico.