Por Mauricio Giambartolomei - LA NACION
El fin de semana será trasladada la estatua que, en 2015, desplazó el monumento de Colón; la mudanza obedece a reformas por el Paseo del Bajo; el navegante genovés aún yace en el piso en la Costanera.
Una comitiva visitó ayer el monumento de Juana Azurduy, en el patio de la Casa Rosada. Foto: LA NACION / Fabián Marelli.
Más de cuatro años después y con $ 120 millones menos en las arcas del Estado, las esculturas de Juana Azurduy y Cristóbal Colón continúan rodeadas de polémica. Mientras el monumento que rinde homenaje al navegante genovés permanece desguazado en la Costanera Norte, donde ya debería estar montado, mañana empezará el operativo para trasladar la figura de la heroína del Alto Perú hacia la plaza Correo, junto al Centro Cultural Kirchner (CCK), su nuevo destino.
El movimiento se realiza por el proyecto del Paseo del Bajo, que conectará las autopistas Buenos Aires-La Plata e Illia y contempla la construcción de un espacio verde lineal entre la Casa Rosada, el edificio de la Aduana y el CCK. La obra demanda la reforma de la avenida de la Rábida y la reducción de la superficie del parque Colón, que hasta junio de 2015 alojó a Colón y hasta mañana cobijará la escultura creada por el artista Andrés Zerneri. También implica la relocalización del monumento de Juan de Garay (hoy en la plazoleta de Alem y Rivadavia) y del Mástil Nacional.
El proyecto fue la excusa perfecta que encontró el gobierno nacional para desplazar la estatua solventada por el Estado de Bolivia con la donación de un millón de dólares. Fue considerada parte de la herencia recibida de la ex presidenta Cristina Kirchner, que en mayo de 2013 anunció su intención de reemplazar a aquél por ésta y encendió una polémica que continúa hasta hoy. A los $ 120 millones invertidos en los operativos de traslado de Azurduy y Colón, se le sumará una nueva erogación de la administración porteña, que asumirá los costos de la nueva mudanza.
Desde mayo de este año se sabía que septiembre sería el mes destinado a ese movimiento, pero hasta ayer se desconocía la fecha. Los trabajos preliminares empezaron hace varios días en el patio de la Casa Rosada, donde Colón se hospedó durante 90 años. Allí se está desarmando la base de material que soporta las 25 toneladas de bronce de Azurduy. Mañana se iniciarán las tareas sobre la escultura, que deberá ser desmontada y ajustada para luego, pasado mañana, emprender su viaje.
En la base del monumento, que será demolida, se montará una estructura llamada trineo, en la que se calzarán los ganchos de dos grúas (cada una de 70 toneladas) que izarán la escultura para depositarla en un carretón tirado por un camión. El vehículo avanzará luego por avenida de la Rábida hacia Alem, ocupando tres carriles, hasta llegar al nuevo destino previsto para Azurduy. Por esa razón, el sábado, desde las 8.30, se producirán cortes de tránsito en la zona.
El Ministerio de Desarrollo Urbano de la ciudad tendrá la responsabilidad del traslado. Voceros del organismo adelantaron que pueden aparecer situaciones que interfieran y demoren el operativo, entre ellas, el estado de la escultura. "El procedimiento se hará lento y con absoluta delicadeza, dado que hay que prevenir cómo puede reaccionar la estructura", dijeron en un comunicado.
Una zona en pleno cambio.
En junio del año pasado, LA NACION había adelantado los resultados de tres informes encargados por la Presidencia de la Nación para conocer el estado de la obra. En las conclusiones, varios arquitectos e ingenieros habían aconsejado realizar una reparación inmediata para evitar el avance de los problemas que podrían provocar fallas estructurales más serias. Por ejemplo, el brazo en alto de Azurduy que sostiene una espada presentaba fisuras, que debían ser atendidas.
Esa y otras reparaciones finalmente se concretarán cuando Azurduy se deposite en la plaza junto al CCK. Participará la Comisión Nacional de Monumentos, que viene realizando un seguimiento y asesoramiento en contacto con el escultor de la obra. En mayo pasado, cuando se aprobó el nuevo traslado en la Legislatura porteña, se preveía que antes de llegar a su destino final Azurduy sería enviada al área de Coordinación de Monumentos y Obras de Arte (MOA), en los bosques de Palermo. Pero los expertos decidieron realizar la restauración en el lugar.
La intervención también se realizará sobre el Mástil Nacional. En el procedimiento estarán involucradas dos grúas para recostarlo en el mismo jardín trasero de la Casa Rosada, sobre una estructura armada. Allí se controlará su estado estructural y se pintará, para luego recolocarlo en su lugar.
Mientras tanto, el navegante italiano espera en el espigón Puerto Argentino, frente al Aeroparque. Allí se encuentra desde junio de 2015, cuando comenzó el acondicionamiento del predio y el trabajo del restaurador Domingo Tellechea, quien sería el responsable de su restauración y emplazamiento. El cambio de gobierno retrasó los planes y puso en stand by el rearmado del monumento.
Fuentes de la Presidencia de la Nación contaron que aún trabajan en el acondicionamiento de la base, que, por las condiciones del terreno y el peso del monumento (más de 600 toneladas), debe ser grande y fuerte. A pesar de que aún no hay plazos establecidos para terminar el montaje de las piezas, descartaron que la obra tallada por Arnaldo Zocchi vuelva a colocarse en su lugar original, como lo desean las agrupaciones italianas. Sólo cuando la escultura sea nuevamente emplazada se cerrará una polémica que saltó de un capricho a otro.
Una historia de cuatro años
31/5/2013 - El Gobierno empezó a remover el monumento a Colón. Un amparo frenó las tareas.
6/8/2014-18/9/2014 - El Congreso ratificó el convenio entre la Nación y la Ciudad para trasladar a Colón. Luego lo hizo la Legislatura.
3/6/2015 - Las piezas de Colón empezaron a arribar a la Costanera Norte.
15/7/2015 - Cristina Kirchner inauguró la estatua de Juana Azurduy detrás de la Casa Rosada, junto a Evo Morales, que la donó.
4/5/2017 - La Legislatura aprobó la remoción de Juana Azurduy y su mudanza frente al CCK.