(Infobae.com) - El fortalecimiento de la cooperación técnico-militar entre los gobiernos de Daniel Ortega y Vladimir Putin inquieta a los expertos en seguridad de Latinoamérica, no convencidos con los anuncios oficiales de cada acuerdo que se concreta.
Foto: Vladimir Putin y Daniel Ortega (AFP)
En la base de un volcán en la Laguna de Najapa, en las afueras de la capital Managua, se encuentra la estación terrestre del Sistema Global de Navegación por Satélite (Glonass), la versión rusa del GPS estadounidense, inaugurada el 6 de abril.
Esta construcción, que ya había sido tratada por Infobae América en el mes de abril, llegó hasta la prestigiosa cadena británica BBC. La periodista Leire Ventas, enviada especial a Nicaragua, redactó un artículo que describe la inquietud de Latinoamérica y EEUU ante la apertura de esta base con sospechosos fines, oculta en una selva del país gobernado por Daniel Ortega.
La periodista Leire Ventas constató que en la población más cercana a esa estación, los vecinos advirtieron que los hombres que entran al complejo "hablan ruso" y cargan "aparatos" en camionetas de lujo con cristales oscuros.
La única foto de la base secreta en las afueras de Managua (Washington Post).
El mandatario ruso Vladimir Putin y el gobernante sandinista acordaron la creación de esta base el 26 de enero de 2016 para que quede a cargo de la Agencia Federal Espacial de Rusia (Roscosmos).
El acto de inaguración estuvo encabezado por Laureano Ortega, hijo del presidente de Nicaragua, y allí el director general de Roscosmos, Igor Komarov, explicó que se trataba de la "primera y única" estación terrestre del sistema Glonass en Centroamérica.
También en la ceremonia, Orlando Castillo, director del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), dijo que esta base tendría acceso a la señal de 24 satélites rusos para que se utilice la información recopilada "para controlar los barcos que operan en el país, ayudar a combatir el narcotráfico y prevenir desastres naturales".
Y Castillo agregó que la Empresa Nacional de Transmisión Eléctrica y la Empresa Nicaragüense de Electricidad "utilizarán Glonass para sincronizar todas las líneas de comunicación y sistemas energéticos". El hijo del presidente Ortega concluyó que la obra "es un proyecto estratégico para Nicaragua y Rusia".
Laureano Ortega, primero desde la izquierda, inaugura el centro de espionaje ruso en Managua, acompañado de dirigentes rusos
Sin embargo, son varios los expertos en seguridad de Latinoamérica que no quedaron conformes con las explicaciones oficiales y comparten sus dudas sobre el objetivo de esta central, cuya construcción contó con la participación exclusiva de personal militar ruso.
"Se ha dicho que tiene fines civiles, pero el alto grado de secretismo de las actividades llevadas a cabo allí hace sospechar", advirtió Roberto Cajina, consultor civil en Defensa y gobernabilidad en Nicaragua, a la cadena BBC. Y explicó que "no hay información sobre el costo de las instalaciones".
Roberto Orozco, director del Centro de Investigación y Análisis Estratégico de Nicaragua, aseguró que Ortega se contactó con el Kremlin en 2009. Recordó que ambos países retomaron vínculos "con la excusa de abrir mercado en Asia, para ampliar el abanico de socios comerciales". "Pero esa es una fachada, ya que la relación comercial con el país más extenso del mundo sigue siendo poco importante", dijo a la BBC.
Orozco argumentó que las exportaciones e importaciones bilaterales no superan los USD 20 millones anuales. Y denunció que aún no se han puesto en marcha los ocho convenios firmados entre ambos gobiernos para salud y desarrollo. "Los acuerdos de iniciativas para el desarrollo no avanzan, mientras lo que se fortalece es la cooperación técnico-militar por medio de los convenios destinados a ello", recalcó.
En febrero de 2015, el ministro de Defensa Serguéi Shoigú viajó a Managua para anunciar un acuerdo que facilita el atraque de buques de guerra rusos en Nicaragua.
Orozco hace referencia a ese pacto y también al convenio para enviar al país centroamericano 50 tanques rusos modelo T-72B1, dos barcos misileros, 1241.8 Molnia, cuatro lanchas patrulleras 14310 Mirazh, un lote de vehículos blindados GAZ-2330 Tigr, dos helicópteros MI-17V-5 y varios aviones de combate y entrenamiento Yak-130, según reportes de la agencia rusa Sputnik.
Al menos 20 de los 50 tanques del acuerdo ya se encuentran en Nicaragua, un país que suma armamento sin estar en guerra. Y estos movimientos generaron preocupación en los países de la región.
Además, en base al monitoreo del nacional Centro de Investigación y Análisis Estratégico, Orozco dijo que entre 450 y 500 militares rusos entran y salen del país anualmente.
En agosto de 2016 llegó a Nicaragua el primero de los 50 tanques T-72B1 donados por Rusia.
Estados Unidos remarcó su preocupación ante esta presencia militar. "Rusia mantiene una actitud inquietante en Nicaragua y podría afectar a la estabilidad de la región", declaró en abril el almirante Kurt Tidd, jefe del Comando Sur de EEUU, ante el Senado en Washington.
El plan del Kremlin es montar otras bases de vigilancia en India, Vietnam, Armenia, Indonesia, Bielorrusia, Kazajistán y Suiza. Pero la región encendió las alertas. Además de las que ya tiene en Brasil y la Antártida, Putin sueña con lograr instalarse en Argentina, Cuba, Ecuador y México.
Según los expertos consultados por BBC Mundo, Rusia estaría intentando, desde Nicaragua, extender su influencia a naciones vecinas, como Guatemala y El Salvador.
Juan González, analista colombiano que trabajó en el Departamento de Estado de EEUU durante el gobierno de Barack Obama, definió a esa expansión como una "amenaza incipiente" porque le preocupa la capacidad que tendría Rusia para recolectar información.
Y sobre este último aspecto, Roberto Orozco concluyó: "Es algo que el Centro de Investigación y Análisis Estratégico de Nicaragua no tiene confirmado aún, pero Moscú podría estar usando a Nicaragua para crear una esfera de espionaje militar".