Por Eduardo D'Argenio - LA NACION
Se declaró la emergencia hídrica para 26 partidos, lo que permite agilizar soluciones hidráulicas y económicas; se prevén lluvias escasas para los próximos días; alerta por el nivel de La Picasa
Funcionarios de la provincia y del municipio de Junín monitorean el río Salado. Foto: GBA
LA PLATA.- En las zonas inundadas del noroeste bonaerense se percibe en los últimos días un descenso en la tensión que venía siendo el estado de ánimo predominante entre pobladores y productores rurales.
Al anuncio de obras realizado por el gobierno provincial, se sumó la decisión de declarar la emergencia hídrica por 18 meses en 26 partidos afectados por los anegamientos. Y las previsiones climáticas para los próximos días también contribuyen para generar un margen de optimismo.
No obstante, el crítico panorama -que había derivado en cortes de ruta y protestas vecinales- todavía es lo suficientemente preocupante. Los distritos declarados en emergencia son General Villegas, Florentino Ameghino, Rivadavia, Pellegrini, Trenque Lauquen, Carlos Tejedor, General Pinto, Pehuajó, Hipólito Yrigoyen, Bolívar, 25 de Mayo, Leandro N. Alem, Lincoln, General Arenales, Carlos Casares, Junín, Chacabuco, 9 de Julio, General Viamonte, Bragado, Colón, Rojas, Salto, Pergamino, Arrecifes y San Nicolás.
Mediante un decreto publicado en el Boletín Oficial, se destaca el objetivo de "realizar obras y acciones necesarias para aliviar las consecuencias de las inundaciones y el escurrimiento superficial de las aguas", al tiempo que también faculta al Ministerio de Infraestructura bonaerense a "adoptar las decisiones que estime convenientes para evitar los agravamientos que pudieran derivarse del fenómeno meteorológico individualizando y/o solucionando los problemas".
Foto: LA NACION
En tanto, el Servicio Meteorológico Nacional anticipa que, lejos de las intensas lluvias de los últimos meses, sólo se prevén precipitaciones débiles para los próximos días. Sin embargo, el noroeste bonaerense ya se encuentra muy afectado como consecuencia del ingreso de agua proveniente del crecimiento de la cuenca del río Salado. Esta situación compromete especialmente los campos y la actividad agropecuaria de municipios como General Villegas, América, Rivadavia, Pehuajó, Carlos Tejedor y Junín.
Ese último tiene el 50% de las hectáreas bajo el agua. El terraplén que construyen la intendencia de Junín y el gobierno provincial para proteger a unos 5000 vecinos de un probable desborde del río Salado ya lleva concretados cinco de los diez kilómetros de longitud previstos y se estima que la contención estará terminada en cuatro días.
La comuna informó que a través de ese terraplén, construido con silobolsas, plástico y tierra, se busca dar amparo a cinco barrios suburbanos con más de 300 casas situadas a la vera del río.
La principal preocupación
Pero sin lugar a dudas la mayor preocupación la sigue generando el desborde de la laguna La Picasa, que superó sus límites en varios sectores de la ruta nacional 7. Por ese motivo, se trabaja contra reloj para evitar el desborde del espejo de agua, según precisó el presidente del Comité de Cuenca de esa laguna, Juan Carlos Duhalde.
Mientras tanto, el subsecretario de Infraestructura Hidráulica de la provincia de Buenos Aires, Rodrigo Silvosa, enfatizó que la gobernadora María Eugenia Vidal pidió trabajar en dos frentes: la urgencia y el largo plazo. "Trabajamos con obras de contingencia para escurrir el agua, el envío de bombas y de equipos humanos de emergencias, con base en General Villegas, Salto y Mar del Plata. Además, impulsamos las obras hidráulicas que estaban pendientes en la cuenca", dijo.
El funcionario recordó que "hay un comité de cuenca formalizado del que participan las cuatro provincias (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y La Pampa) y en el que las decisiones se toman en conjunto; a veces no todos están de acuerdo, pero es tal vez el avance más importante desde el punto de vista institucional: la existencia de un diálogo directo sobre la situación y sobre nuestras intervenciones en la cuenca".
El ministro de Agroindustria bonaerense, Leandro Sarquís, advirtió a los municipios que el gobierno provincial aplicará sanciones "contra quienes tomen medidas unilaterales para escurrir aguas", al tiempo que recordó que las comunas deben controlar la existencia de canales clandestinos en campos, por lo que se comprometió a establecer un control "multilateral" sobre el avance de las obras del Salado.
Evacuación preventiva
Mientras tanto, las intensas lluvias provocaron no pocos inconvenientes días atrás en jurisdicción del partido de Salto, donde se procedió a la evacuación preventiva de aproximadamente 300 pobladores del barrio La Trocha, a raíz del crecimiento del río homónimo.
El intendente local, Ricardo Alessandro, precisó que si bien se monitorea de manera constante la altura de ese curso de agua, todavía no fue declarada la alerta roja debido a que la cota del río no superó los 7,50 metros y permanece en 6,90 metros, con tendencia a la baja.
En tanto, en el distrito de Arrecifes, alrededor de 50 personas fueron evacuadas de manera preventiva, aunque, alentado por las buenas perspectivas climáticas para las próximas jornadas, el intendente Javier Ignacio Olaeta estimó que "la situación va a ir mejorando con el correr de las horas".
Un doble despliegue
Rodrigo Silvosa - Subsecretario de hidráulica - "Abordamos, por un lado, la contingencia, con obras para escurrir el agua, envío de bombas y equipos humanos de emergencias" "Además, trabajamos en el mediano y el largo plazo impulsando obras hidráulicas que estaban pendientes"
Evaluación de las pérdidas
LA PLATA.- "En la provincia son cerca de ocho millones las hectáreas cultivables que están afectadas por las inundaciones." Así lo reveló días atrás el ministro de Agroindustria bonaerense, Leonardo Sarquís, quien detalló que "hay zonas de pérdida total y otras que pueden ser recuperadas". Y estimó que "suman entre 180 y 300 millones de dólares las pérdidas".