sábado, 8 de abril de 2017

Dónde, cómo y cuándo atacó con armas químicas el régimen de Bashar al Assad en Siria

Por Fernanda Kobelinsky (Infobae.com) - fkobelinsky@infobae.com - El gobierno utilizó gas sarín y cloro para reprimir a su población. Aquí, la cronología de los crímenes desde el sangriento episodio de agosto de 2013 —que mató a más de 1.400 personas— hasta el del martes pasado, cuando murieron 86, entre ellos 25 niños.

Con ayuda de Human Right Watch, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, las investigaciones publicadas en Times of Israel del politólogo Ely Karmon y las agencias AFP y Reuters, Infobae reconstruyó la cronología de los ataques químicos del régimen de Bashar al Assad.

En el mapa, se observan los ataques separados por año: en azul, los de 2013; en púrpura, los de 2014; en naranja, los de 2015; en marrón, los de 2016; y en amarillo, los de 2017. Se registraron 16 ciudades afectadas y muchas de ellas sufrieron más de un ataque.

A pesar de los trabajos de desarme de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, estos datos confirman la utilización de gas sarín y gas cloro por parte del régimen de Bashar al Assad.

El primero es un poderoso gas neurotóxico y, además de su inhalación, el simple contacto con la piel bloquea la transmisión del influjo nervioso y conduce a la muerte por paro cardiorespiratorio. La dosis letal para un adulto es de medio miligramo. Es inoloro e invisible.

En cuanto al cloro, un alto nivel de exposición puede provocar la asfixia. El ahogamiento llega porque las lesiones químicas producidas por la disolución del cloro en las membranas mucosas de las vías respiratorias pulmonares causan una acumulación severa de líquido en los pulmones. Los niños y las personas mayores son especialmente vulnerables.

CRONOLOGÍA

El 23 de julio de 2012, el régimen sirio admitió por primera vez que tenía armas químicas y amenazó con utilizarlas en caso de intervención militar occidental, pero nunca dijo que iba a usarlas contra su propia población. Sin embargo, Bashar al Assad cruzó esa "línea roja" —como la denominó el entonces presidente Barack Obama— el 20 de agosto 2013, cuando atacó con gas sarín en Ghuta Oriental y en Muadamiyat al Sham, cerca de Damasco, ambas zonas bajo control de los rebeldes.

El régimen nunca aceptó esos crímenes, pero a finales de ese mes, Estados Unidos afirmó tener la "clara certidumbre" de que las fuerzas de Assad eran responsables del ataque que dejó, según Washington, al menos 1.429 muertos, entre ellos 426 niños.

Pero no sólo la Administración Obama halló responsable a Al Assad, sino que en septiembre de ese año, la ONU publicó un informe de sus expertos que investigaron el ataque según el cual se habían hallado "pruebas flagrantes" de que se utilizó gas sarín.

La investigación llegó luego de que EEUU y Rusia pactaran un plan para el desmantelamiento del arsenal químico sirio, lo que —además— descartó ataques aéreos contra el régimen.

En septiembre 2014, los investigadores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas confirmaron que el cloro fue usado como arma química de forma "sistemática y reiterada" en Kafr Zita y Atshan (provincia de Hama, centro), Al Tamana y Telmans (provincia de Idlib, norte), y Daraya y Homs (Damasco). Según la ONG Human Rights Watch, estos ataques contra pueblos en manos de rebeldes fueron llevados a cabo entre marzo y abril por el régimen.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos contabilizó 10 ataques en 2014, todos con cloro. Además se documentaron al menos 30 víctimas. Según la ONG, la dificultad para recabar información hace pensar que los heridos pueden haber sido más.

La comisión de investigación Joint Investigative Mechanism, a su vez, informó que el régimen lanzó gas de cloro desde helicópteros militares al menos en otra localidad de Idlib, Sarmin, el 16 de marzo de 2015.

En 2015, se probó que el grupo terrorista Estado Islámico también recurrió a las armas químicas. El 21 de agosto, roció con gas mostaza a la población de Marea, cerca de Alepo.

Basándose en entrevistas telefónicas y en persona a testigos y el análisis de imágenes de video, fotografías y publicaciones en medios sociales, Human Rights Watch documentó que helicópteros del gobierno lanzaron cloro sobre áreas residenciales en al menos ocho ocasiones, entre el 17 de noviembre y el 13 de diciembre de 2016. Las ofensivas, algunas de las cuales incluían municiones múltiples, mataron a por lo menos nueve civiles, incluidos cuatro niños, y causaron heridas a alrededor de 200 personas.

"El patrón de los ataques con cloro muestra que fueron coordinados con una estrategia militar general para retomar Alepo y que no fueron el trabajo de unos pocos elementos que actuaron de manera aislada", declaraba entonces Ole Solvang, director adjunto de emergencias de HRW.

En 2017, el modelo se repite. El 4 de abril, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos denunció que el régimen había atacado con "gas tóxico" en Jan Sheijun, en la provincia de Idlib. Según sus datos, murieron 86 personas, entre ellas 25 niños. El crimen forzó una reunión de urgencia en el Consejo de Seguridad de la ONU pero, como en febrero de este año, Rusia y China bloquearon cualquier sanción al gobierno de Al Assad. Finalmente, en la madrugada del viernes 7 de abril el gobierno de Donald Trump bombardeó una base militar siria en represalia.

Por el blanqueo, los argentinos sacaron mil millones de dólares de los bancos uruguayos

Por el blanqueo, los argentinos sacaron mil millones de dólares de los bancos uruguayos(Clarin) - Sólo en diciembre, se fueron 600 millones de dólares de argentinos de los bancos de Montevideo.

Presentación de Blanqueo en el Ministerio de hacienda, con el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne y titular de AFIP Alberto Abad, el 4 de abril de 2017. Germán García Adrasti

El presidente del Banco Central del Uruguay reveló que depositantes argentinos retiraron de la plaza financiera uruguaya unos 1.000 millones de dólares, motivados por el blanqueo de fondos no declarados dispuesto por el gobierno argentino.

"Vale la pena analizar que durante el año (pasado) se fueron 1.000 millones de dólares de depósitos de argentinos y eso no generó el mínimo impacto en el funcionamiento del sistema bancario, lo cual demuestra que hemos aprendido las lecciones; que desde la crisis de 2002 se fortaleció la regulación, la supervisión, y mejoraron las conductas" financieras, sostuvo Mario Bergara, a cargo de la autoridad monetaria uruguaya.

En ese sentido, resaltó que solamente en diciembre pasado salieron del sistema bancario uruguayo 600 millones de dólares depositados por ciudadanos argentinos. El blanqueo que cerró a fines del mes pasado terminó con US$ 116.800 millones declarados ante la AFIP.

Sin embargo, Bergara consideró que esto era algo positivo, al señalar que "esos depósitos de argentinos son, justamente, los que no queremos, aquellos que buscan refugio para ocultarse de las autoridades tributarias". "No es una mala noticia que esos depósitos estén buscando refugio en otros lados", enfatizó.

Argentina y Uruguay firmaron un acuerdo de intercambio de información bancaria con identificación del depositante. El intercambio será automático desde 2018 y con retroactividad a 2017, lo que generó que muchos argentinos traten de llevarse sus fondos no declarados al fisco para evitar nuevas tributaciones.

El Pentágono toma el control de las guerras

El Pentágono toma el control de las guerras foto: Reuters CARLOS BARRIAPor Lolita C. Baldor - Agencia AP (La Nación)
Desde la llegada de Trump, los militares cuentan con más autoridad para lanzar ataques aéreos o decidir en el terreno. Foto: Reuters / CARLOS BARRIA

WASHINGTON.- Semana tras semana, país por país, el Pentágono está tomando discretamente mayor control sobre las decisiones de las guerras en las que participa Estados Unidos. Está enviando a cientos de soldados más a la guerra con poco debate público mientras busca mayor autoridad para combatir a los extremistas en Medio Oriente y África, pero delegar más autoridad al Pentágono conlleva sus propios riesgos militares y políticos.

La semana pasada fue Somalia. El presidente Donald Trump dio a los militares estadounidenses más autoridad para lanzar ataques aéreos ofensivos contra milicianos vinculados con Al-Qaeda. Anteayer atacaron Siria.

El próximo frente podría ser Yemen, donde los líderes militares norteamericanos quieren proporcionar más ayuda a Emiratos Árabes Unidos en su lucha contra los rebeldes respaldados por Irán. También están en la mira decisiones clave sobre Irak y Afganistán, desde eliminar los límites al número de soldados hasta relajar las reglas que guían a los comandantes en el terreno.

Los cambios en los primeros meses de gobierno de Donald Trump subrayan su voluntad de permitir que el Pentágono tenga el control de las operaciones diarias. Bajo el gobierno de Barack Obama, los líderes militares estaban irritados por la gestión de política y la obligación de los comandantes de buscar la aprobación para tácticas de rutina sobre objetivos y movimientos de tropa.

Sin embargo, el otorgar más autoridad a los líderes militares -y las decisiones de combate a los oficiales de rango inferior- tiene sus riesgos. Los más graves pueden ser el aumento del número de víctimas, sean civiles o soldados estadounidenses.

La creciente participación en batallas de contrainsurgencia -desde las calles de Irak hasta incursiones clandestinas en Yemen y otros lugares- aumenta las probabilidades de que mueran soldados estadounidenses.

Resultado de imagen para El Pentágono toma el control de las guerrasTales tragedias podrían enfurecer a los votantes y crear problemas políticos con el Congreso en momentos en que el gobierno de Trump está tratando de acabar con el grupo Estado Islámico en Irak y Siria, además de ampliar los esfuerzos contra los grupos de inspiración similar.

Del mismo modo, el permitir que comandantes de menor nivel tomen decisiones con celeridad sobre ataques aéreos en zonas muy pobladas como las calles de Mosul, en Irak, puede resultar en más bajas de civiles. El ejército está investigando varios bombardeos en Mosul a mediados de marzo que habrían matado a 100 personas. También está sopesando nuevas tácticas y precauciones en medio de pruebas que indican que los extremistas están llevando a civiles a inmuebles y que luego engañan a la coalición dirigida por Estados Unidos para que los ataquen.

Alice Hunt Friend, investigadora senior en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, citó otra preocupación: las operaciones militares "divorciadas de la política exterior general" podrían hacer que los líderes civiles y los militares sean vulnerables a eventos imprevistos.

"Los líderes políticos pueden perder el control de las campañas militares", advirtió.
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