Por MARCELO CABRAL
Empresas y gobiernos de USA y Francia compiten muy duro en Brasil. Ya ocurrió con el sistema de radarización para la Amazonia, que terminó en escándalo. Ahora se sacan chispas con la venta de aviones de combate para modernizar la Fuerza Aérea. Boeing contrató para el lobby a la ex embajadora en Brasil, Donna Hrinak.
Foto: Howard Glicken, presidente del The Americas Group, y la embajadora Donna Hrinak.
S. PAULO (Istoé Dinheiro). Boeing tiene piloto nuevo en Brasil. O más bien, pilota. La gigante aeroespacial estadounidense eligió a la diplomática Donna Hrinak, quien dirigió la embajada de USA en Brasil entre 2002 y 2004, para ingresar a la cabina de comando de su nueva oficina en São Paulo.
Considerada la principal experta en Brasil y América Latina que pasó por el servicio diplomático de USA, Donna (N. de la R.: ex embajadora en Venezuela, Bolivia, República Dominicana y Brasil) tendrá una misión espinosa en el futuro inmediato: reposicionar al caza de combate F/A-18 Super Hornet, fabricado por Boeing, en la competición del programa bélico FX-2, que prevé la compra de 36 aviones para la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), en un valor estimado inicialmente entre US$ 5.000 millones y US$ 10.000 millones.
"La elección de Donna demuestra la importancia que Boeing está dando a este programa", dice José Barbieri Ferreira, profesor de Economía de la Unicamp. En un momento delicado para la compañía, la operación brasileña representa una pieza crucial para la estabilidad financiera de Boeing. Después de todo, el cielo en el que la compañía vuela está lejos de ser apacible.
En el negocio de la aviación civil, el retraso de 4 años en la puesta en marcha del 787 Dreamliner -la gran apuesta de Boeing, con una reducción del 20% en el consumo de combustible frente a los competidores- le permitió al archienemigo europeo Airbus ganar espacio con su A380, el mayor avión comercial del mundo.
La semana pasada, Boeing anunció ganancias de US$ 1.000 millones en el 3er. trimestre de 2011, pero los números fueron vistos con cierto escepticismo en el mercado. Los estados contables de los fabricantes de aeronaves de gran tamaño son como espejos retrovisores: reflejan las entregas de encomiendas ya realizadas, ventas anteriores.
La reducción en los pronósticos de entregas de aviones en 2011, divulgada en el mismo informe, reforzó la expectativa negativa de muchos analistas: la crisis en los países desarrollados provocará una drástica caída en los números del sector en los próximos ejercicios.
En el segmento militar, responsable de las órdenes de compra por US$ 65.000 millones el año pasado, el panorama es aún más sombrío. El recorte de US$ 78.000 millones en el presupuesto de Defensa en USA -y también habrá necesidad de ahorrar otros US$ 100.000 millones- afectará el poder de compra del principal cliente de la compañía.
Y las vacas flacas vinieron para quedarse.
El propio secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, admitió que la bonanza post 11/09/2001 llegó a su fin y que, en los próximos 5 años, los niveles de gastos se verán seriamente reducidos como parte del plan del gobierno de USA para contener su déficit monstruoso. (N. de la R.: La necesidad del sistema bélico, tan beneficiado por Afganistán e Irak,
ayuda a entender las presiones para llevar el combate hasta Irán).
Para empeorar las cosas, el caza Super Hornet fue eliminado por India de la competencia MMRCA (medium multi-role combat aircraf) para comprar 126 aviones de combate, la mayor operación en progreso en el mundo. La competencia brasileña, en este contexto, aparece como un rayo de sol para Boeing y para la recuperación de las órdenes de Super Hornet.
Más que vender 3 docenas de aviones de combate, el negocio representa la oportunidad de tener un cliente fiel durante los próximos 20 a 40 años, tiempo de vida útil estimado para la flota de aeronaves. Si el Super Hornet es seleccionado, Brasil necesitará piezas, mantenimiento, software y armamentos para sus aviones, por no hablar de nuevas adquisiciones.
En la Fuerza Aérea Brasileña, se dice que el número de aviones de combate en futuras compras pueda llegar a ser de entre 80 y 120 unidades, multiplicando el valor inicial medido en la primera tanda de la negociación.
Hasta hace unos meses, Boeing estaba atrás en la disputa con sus competidores (Dassault, de Francia; y Saab, de Suecia). Sin embargo, la asunción de la presidente Dilma Rousseff, y la destitución de Nelson Jobin del Ministerio de Defensa debilitaron severamente el favoritismo del avión de combate francés Rafale.
"El juego del FX-2 fue interrumpido y ahora empezará de cero", dice Expedito Bastos, un experto en asuntos militares en la Universidad Federal de Juiz de Fora.
El nombramiento de Donna para el cargo representa una nueva posición de Boeing en ese juego. Anteriormente, la compañía apostaba únicamente a una posible superioridad técnica del Super Hornet y terminó quedando atrás. "Nadie gana una disputa de este calibre sólo con la parte técnica", dice Fernando Arbache, presidente de la consultora y consultor de asuntos militares. "Los aspectos políticos y comerciales son fundamentales", agregó. Es justamente ese lado político el punto fuerte de la ex embajadora.
De buen humor y dotada de una postura liberal, Donna difiere mucho de figuras femeninas de hierro de la política estadounidense, como Hillary Clinton y Condoleezza Rice. "El desempeño de Donna es más discreto", dice un analista político de Brasilia que la conoce. "A ella le gusta construir consensos y mayorías lejos de los reflectores", agregó. Con un portugués fluido y una agenda llena de contactos, ella debe comenzar un maratón entre militares, políticos y empresarios del sector para mostrar las virtudes de Super Hornet.
En este sentido se entiende su primera iniciativa pública: el anuncio de una asociación con Embraer y con la Fundación de Amparo a la Investigación del Estado de São Paulo (FAPESP), para desarrollar biocombustibles para la aviación. La empresa fabricante brasileña produce el Ipanema, unidad orientada hacia el mercado agrícola, y que resulta 1er. avión del mundo en ser certificado para volar con etanol como combustible.
"Tiene sentido completo que Boeing se acerque a Embraer", dice un experto del sector. "Ellas no compiten y pueden colaborar en varios proyectos importantes una con la otra”.
El punto débil de Boeing sigue siendo el miedo que existe en Brasil de que USA vete la transferencia de tecnologías sensibles a Brasil. (N. de la R.: es decir que los F-18 no lleguen con el equipamiento full-full. En cambio ni con Francia ni con Suecia existen esos peligros).
Y pocas cosas son tan sensibles y están sujetas a cambios de los vientos políticos como los equipos militares de última generación. Tratando de disipar ese temor, la empresa invirtió en el lobby: colocó un simulador de vuelo del Super Hornet en la entrada del Congreso brasileño, en la capital federal, y promovió una visita de algunos de sus principales ejecutivos a Brasil en agosto.
"No hay razón para preocuparse", dijo Christopher Chadwick, presidente de la división de aviones militares de Boeing. "El Congreso de USA. ya ha aprobado la transferencia de tecnología de avanzada." Sin embargo, tal como recuerda un experto en asuntos militares, esa autorización política no significa mucho en la práctica. "Ellos trabajan mucho con códigos cerrados", dice. Todo un desafío para la nueva comandante de la aeronave Boeing: evitar esas turbulencias y poner a la compañía en vuelo de crucero en Brasil.
Fuente:
http://www.urgente24.com/noticias/val/16867/boeing-apela-a-donna-para-rescatar-la-venta-de-f-18-a-brasil.html
