Por Martín Kanenguiser LA NACION
El Gobierno anunció ayer la oferta para salir del default, con una novedad saliente (el pago de los intereses caídos en efectivo para los acreedores más chicos) y la confirmación de que a los fondos de inversión no les pagará los atrasos por el cupón ligado al PBI. Sumaron el pago en efectivo para los minoristas y excluyeron los pagos atrasados del cupón del PBI
FOTO Amado Boudou, flanqueado por los secretarios Guillermo Moreno, Juan Carlos Pezoa y Roberto Feletti, ayer en Economía Foto: LA NACION / Soledad Aznarez
El ministro de Economía, Amado Boudou, fue el encargado de anunciar la propuesta, que comenzaría a hacerse efectiva dentro de 10 días, una vez que terminen de aprobarse los números finales en las comisiones de valores de Estados Unidos, Italia, Luxemburgo y Japón. Luego, estará abierta por un mes y, sobre el final, el Gobierno decidirá si puede pedir el "dinero fresco" por US$ 1000 millones, "en la medida en que sea conveniente para el país", dijo Boudou a LA NACION. La quita nominal que se les hará a los bonistas, según dijo el ministro, será superior a la del canje de 2005, pero no precisó cuál será la quita en valor presente.
Boudou comenzó la conferencia de prensa, a la que fueron invitados dirigentes empresariales, a las 18.45 y terminó a las 19.30. Salió del microcine del Palacio de Hacienda y se dirigió a su despacho para recibir al líder del grupo Los Ratones Paranoicos, Juan Sebastián Gutiérrez (Juanse).
Posiblemente, en esa reunión haya estado más relajado que cuando anunció los detalles formales del canje, que incluyen "los mismos bonos del canje de 2005". Una y otra vez, Boudou hizo referencia a esa operación, "en la que por primera vez el país hizo una refinanciación acorde a su capacidad de pago" durante el gobierno de Néstor Kirchner. Se incluirá para los inversores institucionales un bono Discount con una quita nominal del 66,3% sobre el capital y un bono Global 2017 para los intereses atrasados; para los minoristas que tengan acreencias por hasta US$ 50.000 habrá un bono Par y el pago en efectivo de los intereses.
El cambio respondió a la intención de sumar al sector más complicado de convencer entre los holdouts . "Tuvimos el aval y por eso tomamos la decisión del cambio", dijo el ministro, con lo que dio a entender implícitamente que el pago en efectivo se logró por la bendición de los Kirchner.
Así, si los bancos Barclays, Citi y Deutsche cumplen con su compromiso de ingresar US$ 12.000 millones -equivalentes al 60% que el ministro fijó como piso-, los minoristas podrían agregar otros US$ 3000 millones para llegar a una aceptación total del 75%. La emisión del bono Par será por hasta US$ 2000 millones y el cobro del pago en efectivo por hasta US$ 160 millones, que Boudou definió como un "importante incentivo".
En cambio, pese a la expectativa previa del mercado, no se incluyó ninguno de los pagos atrasados del cupón ligado al PBI. La mayoría de los economistas había considerado que ese pago hubiera sido un "regalo excesivo" a una oferta que, de por sí, ya consideran generosa. Al respecto, el ministro afirmó que el pago atrasado del cupón no correspondía "porque se trata de asociar a quienes ingresen al canje".
En primera fila lo escuchaban varios funcionarios del ministerio, como el viceministro Roberto Feletti; el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray. También estaban la presidenta del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, y el titular del BICE, Mauro Alem. El único ausente con aviso fue el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, que viajó a Roma para apurar el trámite regulatorio en el país con mayor cantidad de holdouts minoristas. Más atrás se ubicaron dirigentes como Mario Vicens y Jorge Brito, de las entidades bancarias; Carlos de la Vega, de la Cámara de Comercio, y Adelmo Gabbi (Bolsa), entre otros.
El ministro dedicó los primeros 15 minutos a explicar los detalles de la oferta y luego otros 30 a responder preguntas. En este segundo tramo dijo que la obtención de "dinero fresco", que en principio el Gobierno les iba a exigir a los grandes fondos de inversión por US$ 1000 millones, se decidirá en un mes. Esto se debe a que el Poder Ejecutivo no quiere convalidar una tasa de interés alta y a que posiblemente los fondos de inversión no estén muy felices porque el Gobierno les sacó del paquete los pagos 2006-2009 del cupón ligado al crecimiento. El inicio del encuentro se retrasó 15 minutos, en los que el ministro se aseguró de que el juez Thomas Griesa de Nueva York no frenara el canje, por ahora, en una audiencia pedida por acreedores.
Fuente: Diario La Nación