Algo que causa mucho revuelo últimamente es la adquisición de F-16 por parte de Chile y que ha desatado una gigantesca preocupación tanto en Perú como en Bolivia, tradicionales enemistados de Chile, quién ocupó territorios de los dos primeros hace ya más de un Siglo.
De hecho, Perú se queja aún cuando dispone de los medios para frenarlos, como lo son sus MiG-29S/SE, en tanto que Bolivia emite una preocupación que en el campo militar, no así en el político, no tiene fundamentos. Hoy por hoy, la FAB no podría enfrentar en igualdad de condiciones a ningún avión chileno, ni a los F-5E ni a los Pantera, los cuales no solo son cazas relativamente modernos, sino que son muy superiores a los A-33 recientemente modernizados.
No habría forma de detener un ataque aéreo chileno con éxito y Chile dominaría desde el primer minuto el espacio aéreo sobre un hipotético campo de batalla. Ahora claro, todo esto es una hipótesis, Chile nunca lanzará una acción militar contra un país soberano ya en el Siglo XXI, pues esto lo transformaría en agresor, la ONU o EEUU, que es casi lo mismo, se opondrían de tal forma que Chile debería retractarse, los países del Mercosur posiblemente sancionarían comercialmente a Chile, es decir, las consecuencias no justificarían tan absurda hipótesis de conflicto. Pero lo que es verdad es que no hay manera de enfrentar un ataque aéreo, no importa de donde venga, obviamente descartando a Paraguay que está en una situación similar a la de Bolivia, solo que con mayor inestabilidad política.
La FAB no cuenta con ningún avión de combate que realice aunque sea una mínima disuación ante sus vecinos, y esto implica que ni siquiera pueda servir como herramienta de presión sobre los reclamos políticos. Soluciones No hay muchas soluciones viables para Bolivia a la hora de enfrentar a un país posiblemente equipado con F-16C Block.50/52 o Mirage 2000-5 Mk.2, por tanto, en caso de tener que modernizar a la FAB se deben buscar medios acordes con las necesidades de protección del espacio aéreo boliviano y dentro de las limitaciones presupuestarias de este país.
Cómo en el caso de Argentina, las únicas salidas son caer en aviones usados pero modernizados convenientemente (como los cazas A-4AR argentinos) o bien buscar alguna salida de bajo costo dentro de las escasas ofertas a nivel Mundial. Ahora, Bolivia debe descartar la introducción de cazas modernos de última generación como el JAS-39, también debe descartar los F-16 y Mirage 2000, su sola puesta en servicio, por más que los aviones vengan de regalo, llevaría a consumir el presupuesto de varios años, ni hablar del mantenimiento y el entrenamiento de los pilotos para que logren un adecuado nivel.
Con todos estos puntos en contra las opciones se van haciendo cada vez más escasas, que podría adquirirse, bien podríamos hablar de cazas Kfir modernizados al nivel C-9 o C-10, dotados de los últimos adelantos tecnológicos en la materia y capaces de portar el mismo armamento que se suponen llevarán los F-16C chilenos. Otra opción muy interesante sería, y en esto baso mi trabajo, adquirir el caza chino F-7MG, completamente nuevo, con 25 años de vida útil asegurada con un adecuado mantenimiento. Con bajos costos de operación y mantenimiento, este avión cumpliría los requisitos, asimismo, sus prestaciones lo convierten en un rival que no puede ser menospreciado por ningún piloto de caza que merezca ese cargo.
El F-7MG El F-7MG (M: exportación; G: Modificado) es una variante del J-7E mejorado con aviónica occidental, el cual a su vez es una versión del J-7, que es a su vez, la copia del MiG-21F-13 soviético aparecido en 1958. Si bien el diseño básico del avión podríamos decir que tiene cerca de 50 años, el F-7MG es un avión completamente diferente de aquel. Fue completamente rediseñado, dispone de una célula más ligera y reforzada, un motor mucho más seguro en tanto que sus superficies alares fueron completamente rediseñadas para aumentar su maniobrabilidad.
Está equipado con un radar multimodo de pulsos doppler GEC - Marconi/LETRI "Super Skyranger" (de banda I con 15 Km. de alcance para el empleo de misiles y 5 para el empleo de los cañones). La moderna cabina dispone de una pantalla multifunción a color y puede emplear una mira de casco de ser necesario. La planta alar ha sido diseñada en "doble delta", esto le da unas extraordinarias prestaciones de agilidad y maniobrabilidad en combate cerrado, incluso Lockheed - Martin reconoce que exceptuando las limitaciones de tecnologías, el F-7MG es casi tan maniobrable como el F-16.
Pequeño en dimensiones y peso, con un potente motor, el F-7MG puede transformarse en un arma mortal en manos de un piloto con un buen entrenamiento. El F-7MG para Bolivia, o F-7BG Los lobbys occidentales para la venta de equipamiento militar generalmente hacen suponer que los equipamientos de los países del Este son extremadamente bajos en calidad, la dificultad de obtener repuestos, etc. Esto no siempre es mentira, pero a decir verdad, los aviones "orientales" suelen ser más fuertes que los "occidentales", menos costosos, con un menor costo operacional y de mantenimiento y mucho más modestos para los estándares de las naciones menos desarrolladas.
Si bien el F-7MG puede tener algunos puntos flacos en comparación con algunos modelos occidentales de segunda mano, sobre todo en el rendimiento de la planta motriz, para nada es un avión obsoleto. El F-7MG puede ser adaptado a los requisitos de Bolivia como de hecho se hizo con los aviones destinados a Pakistán y Sri Lanka. La electrónica: es de origen británico, aunque modesta es bastante eficaz, sencilla, barata y fácil de mantener. Si esta no cumple con los requerimientos bolivianos, CAC, el fabricante chino del avión, ofrece un paquete de tecnologías israelíes de la casa Elbit que permite dotarla de modificaciones bastante importantes que lo sitúan en un escalón similar al del F-5E chileno, pero con la ventaja de ser más maniobrable que este. En este punto la contra es el costo de estas tecnologías.
La cabina : puesto a que Bolivia tiene tradición en el empleo de asientos eyectables occidentales, CAC ofrece el siento de eyección Martin - Baker Mk.10L, de amplia difución, este imprescindible sistema de seguridad requiere un mantenimiento mínimo ejercido por los propios usuarios del modelo, en tanto que para revisiones mayores puede ser enviado a Argentina, Brasil o Chile, siendo un punto iimportante teniendo en cuenta que este tipo de mantenimiento se realiza cada 10 años aproximadamente.
La configuración: Bolivia no debe pensar solo en un interceptor, pues no puede darse el lujo de pensar en aviones especializados. El paquete israelí de modernizaciones para el F-7MG aumenta en un 100% las capacidades de ataque a suelo del F-7MG permitiendo el empleo de armas no guiadas, como cohetes y bombas de caída libre, así como la utilización de misiles guiados y bombás de guía láser. Este punto es determinante, si no se logra una adecuada polivalencia el avión resulta completamente costoso.
El armamento: China ofrece interesantes opciones de armamento para el F-7MG, en este caso pueden emplearse los misiles occidentales AIM-9P (como en Pakistán y Sri Lanka), o bien el Magic 2 (Como en Pakistán), también se dispone del misil autóctono PL-7, que es una copia ligeramente mejorada del Magic 2 francés que se vende a bajo costo. Sin embargo, el modelo MG original permite al piloto utilizar un visor integrado en el casco para el misil PL-8, que es una copia del Pythom 3 israelí, el cual tiene excelentes prestaciones y es un arma muy eficaz para el combate aéreo cerrado. Paralelamente, con la modernización de Elbit, se pueden emplear misiles Python 3 y Python 4 de ser necesario.
En cuanto al armamento de ataque a suelo, las opciones pueden ser armas chinas o israelíes según el presupuesto asignado. Las posibilidades reales China hace tiempo que está interesada en poder introducirse en el mercado sudamericano, ha presentado multitud de propuestas pero la mayoría cayeron en saco roto. Recientemente fue Bolivia quién obtuvo material antiaéreo de origen chino, es por ello que baso mi propuesta sobre un futuro caza para Bolivia en la propuesta china del F-7MG. China actualmente ofrece el F-7MG a un precio muy atractivo, cerca de U$S 9 millones por avión, con electrónica china - británica, aunque su precio puede elevarse ligeramente de solicitar electrónica israelí, sin embargo las ventajas aumentan en este caso.
Si tenemos en cuenta las posibilidades bolivianas, podríamos tener en cuenta la posibilidad de adquirir un lote inicial de dos biplazas y cuatro monoplazas en configuración "china" por un costo de U$S 65 millones incluyendo entrenamiento de tripulantes y auxiliares, repuestos para dos años, tres motores de repuesto y un lote inicial de armamentos. En este presupuesto se incluyen los costos de la introducción del sistema en la FAB. Este lote podría ser entregado el mismo año en el que se firma el contrato, teniendo en cuenta que China entregó 40 F-7PG a Pakistán en solo seis meses. Ahora bien, un segundo lote de aviones debería ser adquirido para hacer rentable este sistema de armas dentro de la FAB, así, se podrían solicitar otros seis monoplazas más, junto con un nuevo lote de repuestos, en este caso el costo sería menor, rondando los U$S 56 millones.
Ahora bien, Bolivia no dispone de unos U$S 120 o 150 millones que permitirían la adquisición de los F-7BG, así como su puesta en servicio, transición operacional y entrenamiento inicial de combate. En este caso, se podría apelar a los préstamos que realiza China para la adquisición de armamentos, asimismo, se podrían obtener compensaciones económicas por medio de alguna contrapartida comercial por parte de China, las cuales generalmente rondan el 80%. Cabe aclarar que este tipo de contratos, con dos lotes de aviones, debe firmarse de una sola vez para permitir que el costo por unidad no se acrecente. Asimismo, la FAB debería realizar la adaptación de una Base Aérea que permita su adecuada operación, y al menos una Base de Despliegue, que permita la operación de estos cazas en caso de necesidad.
Si bien en estos casos el costo sería elevado, pues debería adquirirse al menos dos radares, todo ello puede ser realizado por medio de una adecuada organización, la cual además podría traer beneficios económicos, pues la construcción o reconstrucción de una base aérea podría realizarse por empresas locales, generando puestos de trabajo extras. Por otro lado, la baja de varios sistemas de armas de la FAB sería muy necesaria, reservando a los AT-33 modernizados para el entrenamiento avanzado hasta la disposición de un medio realmente moderno y capaz.