Por Carlos Burgueño - Ambito.com
Autoridades ghanesas dicen que con la libertad donde está, pierden plata. Hay ahora 21 días para negociar
Si en las próximas tres semanas el Gobierno ghanés no comienza a negociar directamente con Cristina de Kirchner, la Argentina podría llegar a la eventual ruptura de relaciones con el país africano. Exactamente el 26 de noviembre, la Justicia ghanesa obligará al Gobierno de John Dramani Mahama a mover por la fuerza la fragata. Como la Libertad es un buque de guerra en tiempos de paz, no puede ser tocado por otras autoridades que no sean las argentinas, aunque esté en cualquier puerto del mundo. En ese momento se producirá el conflicto definitivo por la permanencia de la fragata en tierras ghanesas.
Ayer, tal como anticipó este diario, el juzgado de Richard Adjei Frimpong autorizó la petición de las autoridades del puerto de Tema a llevar a otro atracadero a la Libertad, que está retenida desde hace más de un mes en el país africano a pedido del fondo buitre NML Capital de Paul Singer.
Según la presentación que hicieron los abogados en el tribunal por la Argentina, desplazar hoy el buque sería peligroso, ya que no puede moverse correctamente con sólo los 45 tripulantes que quedaron en Tema. La Argentina apeló la decisión, y ahora reglamentariamente el juez tiene 21 días para definir la cuestión de fondo, que es pedir a las fuerzas de seguridad marítimas ghanesas que sean ellas las que muevan la fragata.
La Argentina, cumplido ese plazo, reiterará que 45 miembros son insuficientes y que apelando al Tratado de Viena, el buque no puede ser movido por otra tripulación que no sea la oficial del barco. Y como ésta se encuentra incompleta, la operación será imposible y la Libertad deberá permanecer donde está.
Frimpong dijo ayer en un escrito estar «satisfecho de que el buque se pueda mover sin que exista ese peligro del que se ha hablado», con lo cual se desprende que nuevamente fallará en contra de la Argentina y el 26 ordenará que el buque sea cambiado de lugar.
Consulta
El curioso magistrado continuaría con la lógica del fallo de hace un mes, por el cual ordenó inmovilizar a la Libertad atendiendo el reclamo del fondo Elliot y violentar aspectos fundamentales del tratado por los derechos del mar. De hecho, ayer Frimpong aclaró que consultó al fondo buitre si estaba de acuerdo en mover la fragata, y que avanzó en este sentido sólo después de haber sido notificado desde las islas Caimán que no había problemas de parte del demandante.
Las autoridades portuarias de Ghana habían pedido a un juez que ordene el desplazamiento de la fragata, al considerar que ocupa un espacio esencial en la terminal en la que se encuentra. Según lo que expuso la autoridad portuaria, la presencia de la fragata Libertad en el principal espacio del puerto de Tema congestiona la actividad comercial, que estaría «virtualmente paralizada», según declaró el abogado de esa administración, Asare Darko. «La situación se está volviendo cada vez más y más caótica. No podemos dejar un navío militar en medio de los navíos comerciales», dijo el abogado. Tema es el mayor puerto de Ghana y el principal punto de acceso de los navíos comerciales al país.
La Argentina accedió a presentarse en el juicio de hoy ya que el litigante no es Elliot, sino la autoridad del puerto de Tema. En definitiva, se trata indirectamente de un representante del Gobierno de Mahama, con el que aún se busca abrir una rueda de negociación. Diferente será el caso del llamado de Frimpong para este viernes, cuando se vence el plazo para la presentación ante el reclamo del fondo Elliot. Como la Argentina desconoce esta instancia, no se presentará, no pagará los u$s 30 millones y el juicio continuará su marcha llegando a una resolución que seguramente será en contra del país y que el Gobierno no reconocerá.
La fragata, buque escuela de la Armada argentina, está retenida en el puerto de Tema, a 50 kilómetros de Accra, desde el 2 de octubre por orden de un juez de Ghana, debido a un reclamo del NML Capital, con sede en el paraíso fiscal de islas Caimán, por unos u$s 370 millones.
La defensa de la Argentina ante el tribunal de Frimpong está siendo llevada adelante por el abogado ghanés Kizito Beyou, que aseguró que sólo con 145 personas el traslado sería posible. «Hay un riesgo injustificable para la vida y para la propiedad si se mueve la embarcación en las circunstancias actuales, mientras que los intereses de la autoridad portuaria son simplemente económicos», afirmó Beyou.
Mayor actividad
Según los administradores del puerto, en noviembre comienza la época de más actividad en Tema, fundamentalmente para el cargamento de frutas, maderas y otros commodities africanos que deben utilizar estas instalaciones por ser las más modernas de la región. De hecho, Tema fue elegido por el Banco Mundial para construir el puerto más importante del Atlántico africano, y financió el millonario proyecto ghanés. Según los ghaneses, muchos de los buques estarían contratando otros puertos como el de Costa de Marfil ante la inseguridad de tener la capacidad de operar en Tema.
Para completar la embestida, el juez ordenó también a la autoridad portuaria que entregue un memo semanal, a partir de este mismo jueves, sobre la actividad del personal en la fragata y la situación de la embarcación. Según fuentes oficiales argentinas, la cantidad de requisitos haría asemejar la situación más a la de un procesado que a la de un visitante.
Agregado:
Frimpong, el juez ghanés que entiende en la causa por la retención de la Fragata Libertad, firmó la orden que autoriza a las autoridades portuarias a mover la embarcación. La resolución responde a un pedido de la autoridad portuaria, que había solicitado que el barco sea trasladado ya que su detención en el puerto de Tema obstaculiza la habitual operatoria comercial.
Este lunes a la mañana, dos funcionarios del gobierno local y un enviado del juzgado llegaron hasta el puerto para analizar las alternativas que hay para mover la embarcación. Es más, le consultaron al capitán argentino si prestaría colaboración para la maniobra ante una eventual orden judicial. Aún falta determinar a qué muelle se traslada la Fragata, pero los marineros fueron informados sobre la decisión, que será comunicada en las próximas horas.
Fuentes de la Cancillería indicaron que una vez notificada la resolución se presentó una apelación inmediata, con el objetivo de frenar la ejecución de la orden. Ahora la Justicia de Ghana tiene 21 días para analizar la presentación argentina y responder. Durante ese lapso, la embarcación no puede ser trasladada. Una vez vencido el lapso y ante una eventual negativa, ¿qué puede ocurrir?
Infobae consultó a especialistas del sector marítimo, quienes explicaron los posibles escenarios.
En principio debe tomarse en cuenta que el puerto de Tema es comercial y no militar, por lo que la autoridad portuaria local es la que entiende en todo lo relacionado con admisión de buques y lo que técnicamente se denomina "giro de muelle". Este concepto refiere a la asignación que la autoridad portuaria le da a una nave para operar en un muelle determinado. Para ello se tiene en cuenta el calado del buque, su tipo de carga y el tiempo de estadía.
Para el caso de la Fragata Libertad, la Armada de Ghana había gestionado un giro a un muelle privilegiado, por tratarse de un buque invitado y por cuestiones protocolares. El muelle designado para el buque escuela argentino tiene un calado de 11 metros, el más profundo del puerto, cuando no necesitaría uno de más de seis metros y medio.
La autoridad portuaria es entonces quien dispone el cambio de muelle cuando así lo requiera, pero en este caso, por lo antedicho y por tratarse de un "leading case", es el juzgado el único responsable y custodio del barco. Por lo tanto, es el que puede autorizar el movimiento, para lo cual requiere la colaboración del comandante y de la tripulación.
Ahora, ¿qué pasaría si el capitán se niega? Si fuese un buque mercante, el capitán sería intimado a prestar colaboración, y si no lo hace, la autoridad portuaria, de oficio, dispondría los elementos necesarios, como remolcadores, para mover el barco. Los gastos correrían a cargo del armador del buque y el capitán sería pasible de sanciones administrativas o penales.
Sin embargo, al tratarse de un buque militar, las autoridades ghanesas necesitan permiso del comandante, ya que técnicamente el barco es un "exclave". El término refiere a que la Fragata es un "pedazo" de territorio argentino en el exterior. Por lo tanto, si Argentina finalmente se niega a mover el barco, tras una decisión judicial desfavorable, se abriría un nuevo incidente entre Estados.
Tomando en cuenta todos estos datos, la resolución no termina de ser clara, ya que no hay antecedentes de buques militares retenidos por embargos judiciales, y menos en tiempos de paz.
Existe la posibilidad de que el gobierno ghanés prohíba que baje la tripulación y los confine a una suerte de "prisión domicialiaria" de hecho, como para intentar presionar a la realización del movimiento del buque escuela.
La Fragata hace más de un mes que se encuentra retenida por un reclamo judicial del grupo acreedor Elliot. El gobierno nacional sostiene que las autoridades ghanesas incumplen la Convención de Viena al no garantizar la inmunidad de un buque de la Armada, como es la fragata. El barco zarpó el pasado 2 de junio de Buenos Aires para hacer su viaje anual de instrucción y ha visitado puertos de Brasil, Surinam, Guyana, Venezuela, Portugal, España, Marruecos y Senegal.