Por Mariano Obarrio - LA NACION
La reestructuración alcanzará secretarías, organismos y empresas del Estado; apunta a suprimir funciones duplicadas y bajar subsidios; la meta es lograr un ahorro de 0,8% del PBI
Caputo y Dujovne, el viernes pasado en la Casa Rosada. Foto: Reuters
Más allá de reactivar la economía, generar empleo y bajar los índices de pobreza, el principal objetivo del presidente Mauricio Macri para 2017 será reducir el gasto público mediante la fusión de organismos, secretarías de Estado, subsecretarías y direcciones, ajustes en empresas públicas y reducción de programas superpuestos o de bajo impacto social.
Según pudo saber LA NACION de fuentes cercanas a Macri, en eso pondrá el foco el nuevo ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne , que hoy asumirá su cartera junto con su par de Finanzas, Luis Caputo.
El plan consiste en ahorrar 65.000 millones de pesos, un 0,8% del PBI. La meta para 2017 es un déficit fiscal de 4,2% del PBI. Pero Macri aspira a superarla con el incremento de ingresos por el exitoso blanqueo de capitales. Cerca del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, confiaron que la poda no pasará por la obra pública; al contrario, se incrementará la inversión de cara a las elecciones legislativas de octubre.
Tampoco se tocarán planes de desarrollo social ni gastos en salud y educación. Incluso se acentuará el plan El Estado en tu Barrio. Los pilares del recorte serán tres: reordenamiento del gasto en la administración pública y en las empresas del Estado; rebaja de subsidios a la energía y el transporte (por suba de tarifas), y crecimiento económico, para generar más ingresos y diluir el déficit. El equilibrio fiscal llegaría en 2021.
El objetivo de Macri y Dujovne es marcar un "sendero" u "hoja de ruta" que sirva como señal a los mercados para conseguir financiamiento a baja tasa, de lo que se encargará Caputo, y hacia los inversores, para que apuren la llegada de capitales y la creación de empleo.
Macri corre contra los tiempos electorales. Por eso el ajuste tendrá una contracara: más ejecución en la obra pública y una fuerte reforma tributaria para eliminar impuestos distorsivos, para bajar la presión fiscal y generar trabajo. "En el primer trimestre habrá un boom de ejecución de obra pública", prometen en la cartera de Frigerio. Una señal de ello sería el desplazamiento del secretario de Obras Públicas, Daniel Chaín, que se iría a mediados de este mes.
Se prevé asimismo reducir organismos. Por ejemplo, todos los ministerios tienen un área de asuntos internacionales. Se podrían fusionar en un solo ente para ahorrar en alquileres de oficinas, papeles, luz, gas, agua, directores y empleados, a los que se les reasignarían funciones. Lo mismo ocurriría con la fusión de secretarías, subsecretarías de Estado y direcciones, muchas de las cuales no tienen funciones específicas, se superponen o fueron divididas en el pasado y se volverían a reagrupar. "La reducción de la planta política es una señal. Menos secretarios y subsecretarios y más eficiencia", dijo un funcionario.
Sin embargo, en esta etapa no se suprimirían ministerios, tal como se evaluó hace meses. Pero no se descarta que futuras renuncias de ministros para competir en las elecciones puedan torcer esa premisa.
También se fusionarán o eliminarán programas con idénticas finalidades que coexisten en los ministerios, tal como adelantó LA NACION el 24 de diciembre pasado. Dentro de ellos podrían incluirse giros a las universidades nacionales. Existen infinidad de planes de capacitación laboral o beneficios sociales que conviven en Desarrollo Social, Salud, Trabajo, Educación y la Anses, o en las carteras económicas. Pero tienen escaso impacto en la gente y se anulan entre sí. Podrían tender a la fusión o a un rediseño.
También allí habría ahorros indirectos en alquileres, servicios, luz, agua, gas o recursos humanos.
Además, se buscará más eficiencia en las 53 empresas del Estado. Tienen un rojo anual de $ 50.000 millones, lo cual explica un 0,6 % del déficit fiscal actual de 4,8% del PBI.
Por debajo del jefe de Gabinete, Marcos Peña, existe desde febrero último un equipo liderado por Abbott José Reynal, coordinador de Enlace Interministerial, que recibió la orden del vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, de acelerar los ajustes.
Tienen en la mira a YPF, Aerolíneas, Fadea, Tandanor, el Correo Oficial, Fabricaciones Militares, Enarsa, AySA, Nucleoeléctrica Argentina, Canal 7, Radio Nacional y Télam, entre las 53 compañías . "No será un ajuste drástico porque no nos votaron para eso; ganamos el ballottage por dos puntos", dijo un alto funcionario.
Buscan que el recorte tenga rostro humano. Un capítulo no resuelto es el desplazamiento de decenas de directores y subsecretarios de Estado que sobreviven del kirchnerismo, sospechados de trabar la gestión. Por allí todavía no pasó el ajuste.
Un sector del macrismo, liderado por Peña, es más contemplativo. Otros funcionarios no quieren más tolerancia con los funcionarios políticos del kirchnerismo que permanecen, por caso, en los ministerios de Economía, Desarrollo Social, Ambiente, Salud, Interior, Educación, Modernización, Anses, Aerolíneas, YPF, PAMI, Canal 7, Radio Nacional, Télam o el Correo Oficial.
"En la primera parte había que entrar al Estado. Ahora, con el potro atado al palenque, podemos comenzar a sacarlos", dijo uno de los más radicalizados. También la provincia de Buenos Aires, que gobierna María Eugenia Vidal, conserva muchos ex funcionarios kirchneristas.
La meta fiscal del presupuesto 2017 es un déficit de 4,2% del PBI. Si se cumple el aumento de la recaudación por el efecto del blanqueo, ese piso podría perforar el 4%, se ilusionan cerca de Macri. No se llegaría al equilibrio fiscal en 2019. La pauta gradualista es un déficit de 3% del PBI para 2018 y 1,5 para 2019. Ese gradualismo se mantendrá.
El segundo eje del recorte es la reducción de subsidios. Del 4,8% de déficit actual hay 3 puntos de subsidios a la energía y el transporte ( 240.000 millones de pesos). El propósito es bajar 3 puntos para 2021 vía aumentos de tarifas paulatinos. No se determinó el ritmo, pero sí el rumbo, como señal a mercados e inversores.
El tercer eje de la reducción del déficit será el crecimiento económico: con la contención del gasto y el crecimiento de la economía se generarían más ingresos por crecimiento.
El recorte no pasará por las áreas de educación, salud o desarrollo social ni por los planes sociales. Se redoblará el plan El Estado en tu Barrio. Un informe oficial consignó 254 operativos en 2016 en 12 provincias y 26 municipios de la provincia de Buenos Aires y el conurbano.
Se realizaron 770.000 trámites y servicios, a la vez que 95.000 niños participaron en actividades culturales, se otorgaron 169.000 DNI, 133.000 beneficios de la Anses (AUH y asignaciones familiares), 92.000 tarifas sociales y 65.000 vacunas.
Qué significa
Del editor: el gobierno de Mauricio Macri se propone avanzar por un sendero estrecho. La situación económica le deja poco margen para hacer los recortes que cree necesarios a fin de bajar el gasto, y las necesidades electorales del año que comienza angostan aún más ese camino. Así las cosas, la matemática oficial se apoya en una cuota nada menor de optimismo: el crecimiento económico -que muchos pronostican, pero que sigue demorado- le daría al Gobierno el impulso que necesita para atravesar el desfiladero.