Por Guillermina Fossati - iProfesional.com
Cambiemos cumple 365 días en la Casa Rosada y la venta de autos fue una de las mejores noticias que tuvo durante el año. Crecieron incluso más de lo previsto. Sin embargo, las empresas todavía reclaman por los altos costos, la pérdida de competitividad y la presión fiscal
El sector automotriz celebró con bombos y platillos el fin del kirchnerismo y la llegada de Mauricio Macri al gobierno. Los últimos años que pasaron con Cristina Kirchner en el poder fueron algunos de los más tensos para la industria, que todavía recuerda el clima de presión que se vivía en las reuniones encabezadas por Guillermo Moreno en la secretaría de Comercio, en las que recibieron varios "retos" por la suba de precios.
Pensar en Macri en la Presidencia, además, tenía un plus. En sus tiempos de empresario estuvo ligado directamente al sector automotriz, al frente de Sevel, la compañía de su padre. Entonces había una "química" especial de ambos lados.
El primer guiño de Cambiemos, en campaña, fue la promesa de eliminar el impuesto interno y destrabar las importaciones, un combo letal que las puso en jaque en 2014 y 2015, provocando una caída de las ventas: pasaron de 955.000 unidades a poco más de 600.000.
A un año del triunfo, las marcas hacen su propio balance con promesas cumplidas y otras que todavía están en compás de espera. Los reclamos que persisten, y que serán clave en 2017, son los altos costos, con una mano de obra muy cara y falta de proveedores locales para abastecer toda la producción. A eso se suma la pérdida de competitividad frente a otros mercados -producto de una devaluación que no resultó suficiente frente a la inflación- y la alta presión impositiva. "Un dólar a $17.50 no sería tan destructivo", vaticinó Cristiano Rattazzi, presidente de FCA Fiat Chrysler. También planteó la muy baja competitividad que tiene el país y que tanto afecta a la industria, con rubros como la logística e innovación aún a mejorar.
Luis Fernando Peláez, presidente y director General de Renault Argentina, señaló que "el impacto más grande que sufrió el sector en contra de la competitividad fue la inflación"; e indicó que otro gran obstáculo para crecer es la presión impositiva". También el titular de Ford Argentina y Chile, Enrique Alemañy, remarcó que "el trabajo que hay que hacer es en materia impositiva". Desde Toyota, su presidente, Daniel Herrero, planteó como temas urgentes para abordar, la falta de competitividad, la burocracia y el costo impositivo.
Otro aspecto pendiente para las automotrices es el de abrirse a nuevos mercados. La caída de Brasil puso en evidencia a una industria que depende casi en su totalidad del país vecino que, al entrar en crisis, liquidó las exportaciones locales. Olivier Burguet, director de Renault para América Latina, afirmó: "Es un punto sobre el cual vengo insistiendo, porque es verdad que somos muy dependientes de Brasil, hay un modelo económico que funciona así y no se habla lo suficiente de otros mercados".
"Sin embargo, se hacen ventas a México, Colombia, y otros variados destinos. Entonces, hay un potencial de exportación desde la Argentina y la idea es que, cuando un mercado está para abajo, nuestra presencia en otros países nos permiten compensar", completó.
En cuanto al futuro del principal socio comercial, desde Renault consideran que ya pasó lo peor de la crisis y que el 2017 será un mercado "flat" (plano), lo cual es un dato que consideran positivo. "Hay un potencial de crecimiento para cuando Brasil despegue. Indicadores como la confianza del consumidor o la política económica con ajuste fiscal fuerte para que se vuelva a invertir indican que el mercado se podrá recuperar", agregó el directivo.
Los cambios
Entre los cambios más notables que se han ido sucediendo en el primer año de gestión macrista, de acuerdo con los referentes de cada automotriz, se destacan:
1. Reducción del impuesto interno
Fue la primera medida de Cambiemos. El gravamen que se impuso en enero de 2014 no solo afectó a los autos premium sino que terminó golpeando a los modelos de producción nacional. En un año, los valores de los 0km se incrementaron entre 50 y 100%, provocando una crisis en las marcas de alta gama y preocupando a las masivas, con varios de sus modelos alcanzados por el impuesto. Si bien la promesa de Macri fue la de eliminar el tributo, finalmente se redujo a un 10% y se espera que antes de cerrar el año se realice una nueva modificación.
2. Fin de las trabas a las importaciones
Liberar el mercado fue otra de las iniciativas más importantes para la industria. El cerrojo había provocado una falta de stock que se tradujo en sobreprecios, que llegaron al 70% sobre el valor de lista de un 0km. Por otro lado, hubo marcas que sufrieron un desplome que llegó al 40 por ciento.
3. Eliminación de las DJAI
Las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación fueron creadas por el ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, en 2012. Funcionaban como un filtro para frenar todo tipo de importaciones. Macri las reemplazó por el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI), que establece que los importadores deberán presentar la información solicitada a través de la página de la AFIP.
La respuesta de los organismos encargados de autorizar el ingreso de mercadería debe darse en un lapso no mayor a los 10 días.
4. Crecimiento de las ventas de 0km
La reducción del impuesto interno y la mayor oferta de autos provocaron un incremento de los patentamientos que superó las expectativas. Las ventas crecieron 8% y se espera que cierren el año por encima de las 700.000 unidades. Los pronósticos en el arranque de 2016 daban cuenta de que posiblemente no se iban a llegar a las 600.000.
5. Ratificación de inversiones y nuevos anuncios
Como respuesta, se comprometieron nuevos desembolsos para fábricas locales. Si bien muchos ya estaban programados, fue como un guiño del sector al Gobierno. Entre quienes ratificaron sus compromisos aparecen Toyota, que lo hizo apenas asumió Macri, que confirmó los u$s800 millones destinados a la planta de Zárate.
Después fue el turno de Renault-Nissan, que en 2015 había comprometido 600 millones de dólares.
La automotriz también había anunciado hacia fines del año pasado otros u$s100 millones para producir en Córdoba
el Logan, Sandero y Stepway que, hasta ese momento, se importaban de Brasil.
En cuanto a los anuncios de este año, PSA Peugeot Citroën acaba de comprometer el desembolso de u$s320 millones para modernizar la planta de El Palomar, donde se producirá una nueva plataforma.
Renault, por su parte, sumó otros u$s100 millones para fabricar en Santa Isabel un nuevo modelo.
Fiat también aseguró el desembolso de u$s500 millones para desarrollar en Córdoba, en la planta de Ferreryra, un nuevo vehículo.
Volkswagen, por su parte, destinó unos u$s100 millones a la modernización de la planta de Pacheco, en vistas al restyling de la
Amarok lanzada hace poco tiempo.
6. Desembarco nuevas marcas
Como consecuencia de la apertura del mercado, varias automotrices que no se encontraban en el país comenzaron a vender sus modelos en el mercado local. Otras, en tanto, comprometieron su desembarco para los próximos años. Entre las que ya están en marcha se encuentran Lifan, Geely, Foton y Norton. Para más adelante se sumará Borgward.
7. Pick up: la especialización de la industria
Hay dos hechos concretos que convierten a las pick ups en los modelos estrellas y que podrían posicionar a la Argentina como uno de las plazas más importantes para la producción de esta categoría. Por un lado, que el país se convertirá en el fabricante de seis modelos que serán exportados a todo el mundo: Toyota Hilux, Volkswagen Amarok, Ford Ranger y las nuevas Nissan Frontier, Renault Alaskan y Mercedes Benz Clase X.
Además, las ventas de estos modelos han sido clave para el sector, con un incremento de 16% de los patentamientos en lo que va del año (el doble que el mercado total) y con uno, como la Hilux, que se convirtió en el más vendido de todo el mercado.
8. Recuperación marcas premium
Además del incremento en ventas del mercado en general, los autos de alta gama lograron recuperar gran parte del terreno perdido en los dos últimos años. En 2016, las ventas crecieron en promedio un 60%, con automotrices como BMW que superaron el 300 por ciento. Otro dato importante: las automotrices premium pudieron recomponer el stock para comercializar en los concesionarios locales. Hubo decenas de lanzamientos de la mano de Porsche, Jaguar, BMW, Mercedes Benz y Audi, entre otras.
9. El regreso de los deportivos
Junto con los de alta gama, otro de los segmentos que se recuperó fue el de autos deportivos. Estos autos de nicho habían desaparecido del portfolio de las grandes marcas por dos motivos: porque sus precios eran muy elevados y porque, ante la necesidad de equilibrar la balanza comercial entre importaciones y exportaciones, elegían los modelos más convencionales y masivos para cumplir con el cupo.
Sin embargo, este año hubo espacio para todos:
- Volkswagen pudo concretar el ansiado lanzamiento del Golf Gti.
- Renault presentó el Megane RS III, además de la versión deportiva del Sandero RS.
- Hyundai volvió a comercializar la coupé Génesis.
- Toyota revivió la comercialización del GT86.
- Peugeot presentó el 208 GT, una versión pseudo-deportiva como aperitivo para la llegada del 208 Gti y 308 Gti a principio del año próximo.
- Citroën relanzó el C4 Lounge S, también un modelo con toques estéticos que lo hacen más deportivo.
10. Espacio para sub-segmentos
En tiempo de "vacas gordas", hay más oportunidad de experimentar. Por eso en 2016 se concretó el lanzamiento de productos que no encajan en ningún segmento tradicional sino que llegan para explorar nuevos nichos de mercado.
Por un lado, Renault Duster
Oroch y Fiat Toro, dos pick ups que se ubican entre las medianas y las chicas.
Las ventas de estos modelos, en lo que va del año, ya dan cuenta de que fueron muy bienvenidas, al mostrar patentamientos por encima de los proyectados por las marcas.
Otros que se sumaron son el
Jeep Renegade, el Hyundai Creta y el Renault Captur.
Apuntan a competir con los SUV, si bien estarían un escalón por encima de los chicos (como la Ford EcoSport y la Chevrolet Tracker) y por debajo de los medianos (como Toyota RAV4 y Hyundai Tucson).
De esta manera, el mercado muestra nuevas oportunidades, mientras que las automotrices esperan, puertas adentro, resolver los problemas de fondo para seguir creciendo.