Se
conoció la 2da. investigación médica que señala que el consumo de
gaseosas 'light' o dietéticas, afecta el corazón de sus bebedores.
Y no hace falta consumir más bebida gaseosa que agua. El 8,5% de las
mujeres que participaron del trabajo científico consumían al menos 2
bebidas 'light' diariamente y habían contraído algún tipo de enfermedad
del corazón, lo mismo ocurría con el 6,8% de las que bebían menos de 4
de estas gaseosas a la semana. De las mujeres que bebían 2 o menos
refrescos 'light' al mes, el 7,2% tenían algún tipo de enfermedad del
corazón.
El descubrimiento científico no es nuevo:
ya en 2007 la Universidad de Miami (Florida, USA) informó que el consumo habitual de gaseosas 'light' puede aumentar el riesgo de sufrir un infarto y tener problemas cardiovasculares.
Los refrescos dietéticos o
'light' han sido desarrollados para evitar el exceso de calorías que surge del consumo de las bebidas gaseosas convencionales.
Aquella investigación, dirigida por la profesora de Epidemiología,
Hannah Gardener,
consistió en realizar pruebas a más de 3.200 personas residentes en USA
(de una edad promedio de 40 años), y concluyó que quienes beben
gaseosas
light todos los días
"tienen un 61% más de riesgo de sufrir episodios vasculares que aquellos que no consumen" este tipo de bebidas.
Hace
7 años, el trabajo publicado en la revista
Circulation, afirmó que:
> "Consumir uno o más refrescos al día está
asociado con un incremento del riesgo de desarrollar síndrome metabólico
[un conjunto de factores de riesgo para el corazón, como hipertensión u
obesidad abdominal], independientemente de si la bebida es normal o
'light'", y
> se incrementaba considerablemente la probabilidad de padecer
hipertensión, obesidad y/o problemas de colesterol.
El trabajo fue presentado en la conferencia internacional anual de la
American Stroke Association (
stroke
quiere decir accidente cerebrovascular, en inglés), en Los Ángeles,
California. La defensa de los fabricantes de gaseosas consistió en que
debía tomarse con cautela esa investigación porque era un estudio
observacional, y
sus conclusiones necesitaban ser corroboradas por otras investigaciones clínicas que pudieran demostrar una relación directa de causalidad entre ambos factores.
Esto ocurrió en
2014: el
American College of Cardiology (Colegio Estadounidense de Cardiología) anunció que según un nuevo estudio las mujeres que bebían 2 o más refrescos
'light' cada día tienen
un 30% más probabilidades de experimentar un ataque cardíaco y un 50% más de probabilidades de morir.
El foro de cardiólogos recibió el informe del médico
Ankur Vyas,
un especialista en enfermedades cardiovasculares de la Universidad de
Iowa, realizado en base a una investigación en un universo de 60.000
mujeres de mediana edad:
"Nuestro estudio sugiere una asociación entre un mayor consumo de bebidas dietéticas y la mortalidad".
Y no hace falta consumir más bebida gaseosa que agua. El 8,5% de las
mujeres que participaron del trabajo científico consumían al menos 2
bebidas
'light' diariamente y habían contraído algún tipo de
enfermedad del corazón, lo mismo ocurría con el 6,8% de las que bebían
menos de 4 de estas gaseosas a la semana. De las mujeres que bebían 2 o
menos refrescos
'light' al mes, el 7,2% tenían algún tipo de enfermedad del corazón.
Quienes bebían una mayor cantidad eran más propensas a tener
presión arterial alta, sobrepeso, fumar, y participar del grupo de riesgo de diversas enfermedades que pueden ser mortales.
"Hemos encontrado una asociación, por eso podemos decir que las bebidas 'light' causan estos problemas", aseguró Vyas.
Sobrepeso
Hay un problema de origen en las bebidas
'light': se anuncian sin azúcar, sugiriendo así que su consumo implica un mínimo riesgo para la dieta, pero
no son inocuas para la salud.
Y esto va más allá de los 3 ingredientes más notables que se encuentra en
Coca-Cola Zero y
Pepsi Max que no existen en sus contrapartes de
Coca-Cola y
Pepsi llenas de calorías:
> Aspartamo (edulcorante artificial considerado
uno de los más peligrosos aditivos alimentarios que existen,
frecuentemente asociado con el cáncer, trastornos neurológicos,
incluyendo la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer),
> Acesulfame de potasio o Acesulfamo K (otro
edulcorante artificial que se ha demostrado que promueve el cancer e
incrementa la producción de insulina en los animales); y
> Benzoato de potasio (un conservante de
alimentos que se utiliza para evitar el crecimiento de levaduras, hongos
y bacterias pero forma benceno cuando se combina con la vitamina C. La
exposición a largo plazo al benceno se ha encontrado que causa cáncer,
anemia, supresión de la inmunidad, menstruación irregular, e
infertilidad).
Las denominaciones
zero, light o
diet, pueden ser confusas, pero hace tiempo la conclusión de los investigadores del
Centro de Salud de la Universidad de Texas (USA), fue que quienes consumían gaseosas
"light" engordaron más que quienes bebieron la versión azucarada de la bebida.
"Hay un 41% más de posibilidades de estar pasado de peso por cada lata de gaseosa dietética que se consume al día", dijeron los expertos.
"Las bebidas "light" no contienen nutrientes que el cuerpo pueda
absorber, es por esta razón que nuestro cerebro da la orden de "llenar"
esta deficiencia con comida", agregaron los investigadores.
Ellos señalaron que, pese a su denominación, las gaseosas
'light' también fomentan la diabetes porque, aunque no tienen azúcar,
son
dulces y así vuelven inestables los niveles de azúcar, y el organismo
requiere de más bebidas o comidas azucaradas para nivelarse.
Hay un aporte muy interesante en el trabajo de los de Texas:
beber líquidos con las comidas sabotea cualquier régimen de adelgazamiento,
y si el líquido es una gaseosa, el peligro aumenta porque la ingestión
de bebidas gaseosas dilata el estómago, dificulta la digestión y hace
que la sensación de hambre reaparezca en pocos minutos.
A menor sensación de saciedad, aumenta la ingestión de
alimentos, por ello las personas experimentan hambre inmediatamente
después del almuerzo, ya que no quedan satisfechas con la comida, sino
con la impresión de estómago lleno que les da las bebida con gas.
La nutricionista
Daniella Camargo lo explicó así:
"La
ingestión de bebidas gaseosas dilata el estómago dificultando la
digestión y haciendo que la sensación de hambre reaparezca en pocos
minutos". Inmediatamente después del almuerzo ya estamos muriéndonos de
hambre, ya que no quedamos satisfechos con la comida sino con la
impresión de estómago lleno que nos da la bebida con gas. A ese paso,
abusamos de las meriendas entre comidas y terminamos comiendo más en la
comida siguiente".
El paso siguiente consiste en abusar de las meriendas entre comidas y así se termina comiendo más en la comida siguiente.
Lo ideal es
no beber nada cuando se come. Quienes no pueden prescindir de acompañar los alimentos con una bebida, los nutricionistas recomiendan
optar
por un jugo natural, preferentemente cítrico, que ayudará a la
absorción del hierro que se encuentra en las verduras, legumbres y
carnes; o bien, ingerir agua, porque no tiene calorías. La variante puede ser alguna de las aguas saborizadas aunque... cuidado con el aumento del consumo de
sodio,
el cual puede ser peligroso para la dieta: cuando se disminuye la
cantidad de azúcar en las bebidas, se aumenta la cantidad de sodio para
compensar al paladar.
El exceso de sodio retiene líquido, lo cual aumenta el peso y puede generar problemas para la salud del hígado y riñones.
Una dosis de gaseosa con azúcar, tiene en promedio
10 miligramos de sodio.
La opción
light, tiene entre
28 y 39 miligramos en una porción de 1 vaso mediano.
La dosis diaria de sodio recomendada para una persona sana es de 1,5 gramo de sodio, y menos para las personas hipertensas.
Según nutricionistas, el verdadero inconveniente de los refrescos
'light', consiste en que
las personas exageran la dosis.
Por lo tanto, las gaseosas dietéticas no son inocuas para la salud,
incluso en sus versiones menos calóricas, se convierten en una amenaza
cuando el objetivo es derrumbar la aguja de la balanza, o cuando se
ambiciona una alimentación saludable.
Viva el agua
Ya que estamos con las gaseosas,
es interesante la siguiente lectura sobre 9 razones para dejar de beber gaseosas:
1. Asma
El benzoato de sodio que contienen las bebidas gaseosas es un
preservativo, incrementa el sodio general de la dieta y reduce nuestra
habilidad de absorber el potasio. Algunas reacciones al benzoato
incluyen urticaria recurrente, asma y eczema.
2. Problemas de riñones
Los refrescos contienen niveles altos de ácido fosfórico que se han
asociado con cálculos renales y otros problemas de los riñones. Es mucho
más probable que Ud. desarrolle cálculos renales.
3. Exceso de azúcar
> 20 minutos después de beber una gaseosa, el nivel de azúcar en
la sangre incrementa rápidamente causando una explosión de insulina. Su
hígado responde convirtiendo el azúcar en grasa.
> 40 minutos después, la absorción de cafeína termina. Las pupilas
se dilatan, la presión sube, y cómo respuesta, el hígado lanza más
azúcar a la sangre.
> 45 minutos después, el cuerpo incrementa la producción de
dopamina, estimulando los centros de placer en el cerebro. La heroína
trabaja de la misma manera.
4. Obesidad
La relación entre la obesidad y las gaseosas es tan estrecha que los
médicos calculan que por cada refresco consumido, la probabilidad de
desarrollar obesidad incrementa 1.6 vez.
El 70% de las enfermedades cardiovasculares son causadas por la obesidad.
El 42% del cáncer de colon y de mama es diagnosticado en individuos obesos.
El 30% de operaciones de la vesícula biliar están relacionadas a la obesidad.
5. Disuelve el esmalte dental
El azúcar y ácido de las bebidas gaseosas disuelven fácilmente el
esmalte de los dientes, cuando las caries llegan al nervio, la raíz y el
área en la base del diente, el diente puede morir, y si no se trata a
tiempo, se puede formar un absceso.
6. Enfermedades cardíacas
La mayoría de las gaseosas contienen jarabe de maíz alto en
fructuosa, un endulzante que recientemente ha enfrentado muchas
críticas. El jarabe de maíz alto en fructuosa se ha relacionado con un
riesgo más alto de síndrome metabólico, una condición que se ha asociado
con un riesgo más alto de sufrir diabetes y enfermedades cardíacas.
7. Complicaciones reproductivas
Las latas de refrescos tienen una cubierta de resina que contiene
(Bisfenil-A), el mismo químico utilizado en botellas para bebé de
plástico, botellas de agua y contenedores de plástico que arruinan el
sistema endocrinológico, potencialmente causan pubertad prematura y
anormalidades reproductivas y cáncer.
8. Osteoporosis
Las gaseosas contienen ácido fosfórico y una dieta con altos niveles
de fosfato se ha relacionado con el rompimiento de huesos y una
probabilidad más alta de desarrollar osteoporosis. Cuando el fosfato es
excretado a través de la orina, jala calcio consigo, así eliminando este
mineral esencial del cuerpo. El 80% de las personas que son afectadas
por la osteoporosis son mujeres.
9. Diabetes
Aquellas personas que beben gaseosas frecuentemente tienen un riesgo
80% más alto de desarrollar diabetes tipo 2. Aproximadamente el 10% de
los costos médicos anuales en Estados Unidos, se deben a la diabetes.
Y más agua
De todos modos, ya en 2011 los investigadores de la
Universidad de Michigan
habían analizado datos de más de 1.900 escuelas públicas que expendían
gaseosas en máquinas y cafeterías, y publicaron ese estudio en "
Archives of Pediatric and Adolescent Medicine"
(Archivos de Pediatría y Medicina de Adolescentes): el consumo entre
estudiantes de 14 a 17 años de bebidas gaseosas se había reducido a 25%
del total, contra 54% reportado en 2006.
Pero la obesidad no había decrecido.
Yvonne Terry-McElrath, autora líder del
estudio del University of Michigan's Institute for Social Research, dijo
que las escuelas públicas habían internalizado el mensaje de que las
bebidas gaseosas no eran buenas para los jóvenes pero las otras bebidas
que parecían más saludables, también tienen calorías y azúcar en
exceso.
Por eso el Departamento de Agricultura estadounidense
aconsejó que en los colegios se consumiera agua, leche sin o nada de
grasas y jugos de frutas o vegetales 100% puros y sin agregados de
azúcar.
Katherine Zeratsky, asesora de la Clínica Mayo,
recordó que las bebidas deportivas tipo Gatorade tambien contienen
azúcar y pueden contribuir al aumento de peso. Por eso el agua es la
mejor alternativa para hidratarse, aunque esta marca comercial es
indicada si se ejercita durante más de 90 minutos o con un clima muy
caluroso.
A propósito, sobre frutas y verduras
No es el propósito de JuntosBien dejar en Ud. una preocupación sino ofrecerle alternativas positivas.
Por
lo tanto, y ya que se mencionaron los jugos de frutas, aquí va otra
investigación médica: las personas que comen hasta 7 piezas de fruta y
vegetales todos los días pueden reducir el riesgo de muerte en hasta
42%.
El estudio fue realizado por científicos en el Reino Unido y publicado en el
Journal of Epidemiology and Community Health.
Los investigadores analizaron datos de más de 65.000 adultos de más
de 35 años que participaron en las encuestas de salud para Inglaterra
entre los años 2001 y 2008.
Los encuestadores preguntaron a los participantes sobre su consumo de
frutas y vegetales en las últimas 24 horas. El tamaño de las porciones
se definió en 80 gramos por el Departamento de Salud de Reino Unido. Los
autores del nuevo estudio compararon esta información de nutrición con
los datos de mortalidad para el grupo en los siguientes 8 años.
Los participantes comieron un promedio de 3,8 porciones de frutas y
vegetales por día. Las mujeres mayores, no fumadoras, comieron más que
otros grupos demográficos. El consumo también se relacionó con el índice
de masa corporal, aquellos que comieron más fruta y vegetales tenían un
índice más bajo.
El índice de masa corporal (IMC) es una medida de asociación entre el peso y la talla de un individuo.
Los investigadores encontraron que una dieta rica en frutas y
vegetales puede proteger contra el cáncer, enfermedades del corazón y
otras causas de muerte. Comer al menos siete porciones era lo mejor,
pero cada incremento de porción se relacionaba con un menor riesgo de
morir.
Para asegurarse de no tomar en cuenta a personas con enfermedades
graves en el estudio, los investigadores excluyeron las muertes que
ocurrieron en el siguiente año a la recolección de los datos. Cuando lo
hicieron así, encontraron que las personas que comieron las 7 porciones
tuvieron 42% menos riesgo de muerte que aquellos que sólo comieron menos
de una porción diaria.
Cuando los investigadores dividieron las muertes por sus
causas, los amantes de los vegetales tenían 25% menos riesgo de morir
por cáncer y 31% menos riesgo de morir a causa de un infarto o una
enfermedad del corazón: los vegetales parecieron proveer mayores beneficios a la salud que las frutas.
Comer más de 3 o 4 porciones de fruta al día no aumentó las
probabilidades de los participantes de sobrevivir, según los autores del
estudio.
Los encuestadores sólo recopilaron información sobre el consumo de 1
día de frutas y vegetales de cada uno de los participantes. En ese día,
el encuestado pudo haber comido más o menos de lo que normalmente
consume.
Los investigadores no incluyeron en su análisis las calorías totales de los participantes, el consumo de sal o de grasa.
Tal como dice el autor del estudio, sus datos mostraron una
“fuerte asociación pero no necesariamente una relación causal”. Para esto se precisarán nuevas investigaciones, algunas de las cuales ya están en camino.
En cualquier caso, este estudio coincide con información presentada por el Colegio Americano de Cardiología que indica que
las
mujeres que comieron de 8 a 9 porciones de frutas y vegetales diarios
entre los 20 y 30 años, tenían 40% menos probabilidad de desarrollar
problemas en sus arterias al entrar a los 40.
Fuente: http://www.juntosbien.org/articulos/la-conspiracion-de-las-light-contra-su-corazon