(Telam) - El rompehielos multipropósito quedará habilitado para operar en aguas antárticas superada la prueba de potencia en el hielo que realizará en septiembre, con nuevos laboratorios científicos y una cubierta ampliada de vuelo.
El rompehielos multipropósito "Almirante Irízar" (RHAI) quedará habilitado para operar en aguas antárticas superada la prueba de potencia en el hielo que realizará en septiembre próximo, con nuevos laboratorios científicos y una cubierta ampliada de vuelo para facilitar el enlace de todas las bases antárticas argentinas, afirmó el nuevo comandante del buque, capitán de Fragata Maximiliano Mangiaterra.
El comandante Mangiaterra dijo a Télam: "Somos muy optimistas con los resultados de la primera navegación y vamos a esperar las condiciones meteorológicas que habitualmente se dan a mediados de septiembre para realizar las pruebas de hielo en la Antártida; y ahí se va a probar el buque a toda su potencia para comprobar si está listo para alcanzar la base Belgrano II".
Mangiaterra comentó que "Belgrano II está más allá del paralelo 78 y para llegar a ésta es necesario cruzar el Mar de Weddell que está cubierto de hielo. También tenemos la base San Martín que, por los hielos de desprendimiento que flotan en la zona, también requiere de un rompehielos".
"Como comandante -dijo-, estoy orgulloso del comportamiento del buque y de su tripulación en la primera navegación de pruebas. Y puedo decir que en todos los aspectos los resultados fueron más que satisfactorios y superaron todas las expectativas. En los primeros ensayos de un buque de este tamaño, con la profunda modernización que se hizo y con la cantidad de equipos nuevos que tienen que funcionar como conjunto, es lógico que surjan algunas novedades que son parte de las calibraciones habituales", enfatizó.
En ese sentido estimó: "Fueron cuatro días intensos en los que en forma progresiva se encendieron todos los sistemas de propulsión, fue la primera vez que se impulsó con sus hélices y se hicieron distintas pruebas buscando las calibraciones y ajustes más eficientes. A mediados de junio vamos a hacer segunda salida de diez días para comprobar la configuración que evaluamos en la primera y también a testear todos los equipos instalados a bordo".
"Luego de esa serie de pruebas, el rompehielos entrará a dique seco en la base naval de Puerto Belgrano para realizar tareas de carenado que no se hicieron en estos seis años de obra. Luego se va a realizar una nueva prueba en la que se incorporan los helicópteros para que el personal se adiestre en las operaciones de la cubierta de vuelo", indicó el marino.
"Cuando todo eso esté listo vamos a esperar las condiciones meteorológicas que habitualmente se dan a mediados de septiembre para realizar las pruebas de hielo en la Antártida; y ahí se va a probar el buque a toda su potencia para comprobar si está listo para alcanzar la base Belgrano II o si eso será un objetivo para la campaña antártica del año siguiente", completó Mangiaterra.
El marino subrayó: "Desde que el buque no opera se perdió un poco el adiestramiento y la instrucción de la gente, sobre todo en la operación con las embarcaciones menores con las que contamos y la cubierta de vuelo; porque a diferencia de otros buques de la Armada con los que estuvimos yendo a la Antártida estos años éste tiene la capacidad de operar con helicópteros embarcados".
"Si bien en la navegación el buque no es muy diferente al resto este tiene la capacidad de romper hielo y eso requiere de una técnica de navegación específica, pero gracias a Dios contamos en la tripulación con hombres que han navegado en el 'Irízar' en campañas anteriores y esa experiencia va ser una transferencia de conocimiento al resto del equipo que es fundamental", añadió.
"Antes decíamos que 'Irízar' era un rompehielos con capacidades logísticas, pero después de esta modernización hay que decir que el 'Irízar' es un rompehielos multipropósito; antes teníamos un sólo gabinete destinado a la ciencia con 40 m2, y ahora tenemos 400 m2 de espacios dedicados a la ciencia, 13 laboratorios y gabinetes científicos, y como parte del Tratado Antártico la idea es poder hacer a bordo todo tipo de investigación que requieran la Dirección Nacional del Antártico y el Instituto Antártico Argentino para nuestros investigadores o para los proyectos de cooperación internacional", concluyó Mangiaterra.
Un incendio afectó el 10 de abril del 2007 al 'Irizar' cuando regresaba de la campaña antártica con 296 tripulantes a bordo; el fuego se originó en los generadores eléctricos cerca de las 22 y dejó fuera de servicio cerca del 80 por ciento del barco.
El Ministerio de Defensa, la Armada y la Dirección Nacional del Antártico analizaron las alternativas de comprar un nuevo rompehielos, construir uno o reconstruir el 'Irizar', eligiendo esta última opción que además contemplaba una profunda modernización del buque para ampliar sus capacidades y darle mayor espacio a los laboratorios y la investigación científica.
El rediseño fue planeado para que el rompehielos pase de ser un buque logístico a uno multipropósito en el que tengan preponderancia las tareas científicas, se optimice su capacidad de asistencia en las campañas antárticas y tenga todas las herramientas necesarias para tareas de búsqueda y rescate en el Atlántico Sur.
El contrato con Tandanor para la recuperación del buque se firmó en 2009, un año después de aprobó el proyecto de ingeniería y ya demandó 1.200.000 horas/hombre a los 200 trabajadores asignados.
De acuerdo a un informe difundido el año pasado por el Ministerio de Defensa, los trabajos de reparación y modernización del 'Irízar' permitieron ampliar de unos 70 metros cuadrados a más de 400 la superficie destinada a laboratorios, de 76 a 83 la cantidad de camarotes y de 350 metros cúbicos a 650 la capacidad de trasladar combustible antártico.