Por Nicolás Wiñazki (Clarín) . Desde Marcelo Longobardi.
Se trata de una estación terrestre para hacer seguimiento de celulares y vehículos. La importancia de la recolección de datos para Rusia.
En un subtítulo a esa publicación, se especifica que este “Tratado” no necesitó de la “aprobación legislativa para su entrada en vigor”. Se reglamentó de modo legal.
El Gobierno de nuestro país no difundió la noticia ni hizo publicidad al respecto. Pero el de Rusia sí. Según los medios estatales rusos, como mundo.sputniknews.com, una agencia de noticias controlada por el Gobierno de Moscú llamada Rossiya Segodnya, explicó que tras la aprobación del Tratado “prevé que el protocolo sirva para implementar los proyectos conjuntos ya planeados para desplegar en Argentina estaciones terrestres del sistema de posicionamiento global GLonass (la tecnología que usan los GPS rusos), y una instalación óptico-electrónica de alerta sobre situaciones peligrosas en el espacio circunterrestre”. El texto, uno entre varios, agrega que también se incluye en el plan “proporcionar servicios de lanzamiento y colaborar en la creación de equipos espaciales”.
La versión oficial de los medios estatales de Rusia indica entonces que el gobierno de Putin abrió una puerta diplomática que le permitirá acceder a territorio argentino, siempre en colaboración con el Estado Nacional, para instalar al menos una base de captación de datos vía satélite del sistema Glonass, nada más ni nada menos que la tecnología que usa Rusia para conocer la exacta ubicación de cada celular, auto, o barco o vehículos que utilicen el mismo esquema de GPS. Con polémica por discusiones respecto a la soberanía nacional y el verdadero uso de estas captaciones de información similares, Rusia ya instaló una base de Glonass como para la proyectada para nuestro país en otras naciones latinoamericanas, como Guatemala. Brasil. Y Cuba.
La afición de Putin por controlar informació es conocida en la opinión pública global que se informa sobre el mandamás de Moscú. El líder ruso fue nada más ni nada menos que un agente destacado de la KGB, el organismo de espionaje de la antigua Unión Soviética.
También fue Director del Servicio Federal de Rusia, el servicio de espionaje, contrainteligencia que vela por la Seguridad Nacional de su país con investigaciones en el ámbito interno y de posibles amenazas exteriores.
Rusia niega a través de publicaciones oficiales que las bases de captación de datos del GPS del sistema creado en Moscú, Glonass, se pueda utilizar para tareas de Inteligencia. El Estado ruso se queja además de la estigmatización negativa que recibió la instalación del sistema Glonass en Guatemala, por poner un ejemplo.
Fuentes oficiales consultadas por Clarín confirmaron que tras la promulgación del “Protocolo de Cooperación” con Rusia el interés de éste país es mejorar el sistema Glonass con un observatorio satelital en la Argentina.
Pero descartaron que se trata de una base de espionaje y, sobre todo, que su aprobación en el parlamento de Moscú en diciembre pasado estuviera vinculado con las negociaciones que por esos meses se generaron para exportar a Buenos Aires millones de dosis de la vacuna Sputnik V. “Decir eso es malintenciado”, fue una de las frases que dejaron trascender en el Gobierno.
Las fuentes agrearon que, en rigor, el “Protocolo entre el Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de la Federación de Rusia sobre Cooperación en el Campo de la Exploración y la Utilización en el Campo de la Exploración y la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos” fue firmado en octubre del 2019, cuando el Presidente de la Nación era Mauricio Macri.
Los anexos que detallan los múltiples items y artículos consensuados que conforman ese protocolo, de 50 páginas en total, fueron firmados el 8 de octubre del 2019, en buena parte, por el entonces director general adjunto de la corporación espacial rusa Roscosmos, Mijaíl Jailov, y el director ejecutivo y técnico de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales de Argentina (CONAE), Raúl Kulichevsky.
En los documentos difundidos en el Boletín Oficial el 4 de enero del 2021, tras los feriados del fin de año, se puede verificar la versión en Inglés del “Protocolo”, la única versión que vale si Rusia y Argentina tuvieran que litigar en un tribunal del extranjero por diferencias en la implementación de este “Tratado”.
El “Protocolo”, en sus primeros párrafos, afirma que este nuevo acuerdo se basa en otros ya firmados entre Argentina y Rusia. Primero se menciona al “Convenio entre el Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas sobre la cooperación en el campo de la investigación y uso del espacio ultraterrestre con fines pacíficos”, del 25 de octubre de 1990.
Y luego ata también este nuevo tratado a otro fechado aun más atrás en la historia. Se trata del “Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluida la Luna y otros cuerpos celestes”, del 27 de enero de 1967. Y se agregan además “otros tratados internacionales multilaterales que rigen la utilización del espacio ultraterrestre en los que participan la República Argentina y la Federación de Rusia”.
En el inciso 4 del artículo 2, se reglamenta que “Las partes Contratantes y/o organismos competentes, de conformidad con la legislación de sus Estados, podrán involucrar, respectivamente, a otros ministerios, instituciones y/o organizaciones de los Estados de las partes contratantes para llevar a cabo actividades de conformidad con el Convenio sobre Cooperación y este Protocolo”.
El artículo 3 se titula “Convenios Adicionales” y agrega la amplitud de acuerdos que podrían sumarse al de la exploración espacial.
Además, hay acuerdos respecto a la “confidencialidad” con la que se debe manejar el “material” que se intercambie entre los países, y las facilidades con que tecnología y otros elementos científicos podrán pasar entre las aduanas de Rusia y la Argentina.
Al conocer parte de este “Protocolo” con Rusia, diputados de la Coalición Cívica, de Elisa Carrió, entre los que se encuentra la diputada Mariana Zuvic, adelantaron que presentarán en el Congreso Nacional un pedido de informes al Ministerio de Relaciones Exteriores, de Felipe Solá, para que el Canciller explique en la Cámara baja entre otras cosas, cuál es la “política exterior general de la República Argentina con respecto a la Federacion de Rusia: estado de las relaciones diplomáticas, políticas y comerciales, materias de cooperación bilateral más relevantes y proyectos o programas en marcha, planificados al respecto…” (La enumeración continúa).
Los legisladores de la Coalición Cívica también quieren escuchar de parte del Canciller Solá cuáles son los “acuerdos internacionales entre ambos Estados sobre la provisión de la vacuna Sputnik V o de otras diferentes, de tratamientos y de medicamentos contra el nuevo coronavirus por parte del Central Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de la Federación Rusa o de otro instituto similar”.
Entre los “fundamentos”, además de vincular los tratados con Rusia con la compra de la vacuna Sputnik V, los legisladores de la coalición cívica hacen hincapié en la necesidad de conocer los detalles sobre la instalación del observatario de datos satelital del sistema Glonass.
¿Por qué la Argentina se vería beneficiada en ceder territorio nacional a una base rusa?
En uno de los artículos difundidos por medios de prensa de Rusia, se cita a un académico colombiano y a otro argentino, con estudios realizados en el país de Putin, que aseguran que implementar el sistema de GPS Glonass podría ser positivo para la Argentina, entre otras cuestiones, porque ante una hipótesis de conflicto con los países desarrollados de occidente, nuestro país podría acceder a usar la tecnología de GPS ideada en Moscú. El científico citada en el medio ruso agrega que Argentina y Rusia comparten, hoy, la misma “ideología”.