Los consorcios que ganaron la licitación tienen 14 días para firmar los contratos y empezar las obras; si no, pierden una garantía de US$15 millones; algunos grupos, en duda
Foto Crédito: Ricardo Pristupluk
Esta semana empezarán a correr 14 días claves para el desarrollo de la obra pública argentina. Por un lado, se conocerá si los consorcios ganadores de los proyectos viales que serán concesionados bajo el sistema de participación público-privada (PPP) firmarán los contratos para hacerse cargo de los corredores. Por el otro, se empezará a escribir un nuevo paradigma para los constructores, que reza que toda empresa que presentó una oferta en una licitación deberá construir la obra al precio con el que concursó más las actualizaciones previstas. En caso contrario, el Estado ejecutará las penalidades previstas en los contratos, con el consiguiente costo para el consorcio desertor.
En principio, desde hoy y hasta el 30 de julio, los consorcios que presentaron la mejor oferta por cada uno de los corredores de rutas deberán pasar por Vialidad Nacional y el Ministerio de Transporte a firmar los contratos.
Desde entonces, tendrán cinco días para hacerse cargo del corredor y empezar a explotar la ruta nacional respectiva por el sistema de peaje. Además, empezará a correr el reloj que cuenta los tiempos pactados para la realización de las obras de mejoras en esas rutas. Todo está puntillosamente establecido en los pliegos que formaron parte de la licitación. El viernes pasado venció el plazo para presentar las impugnaciones, y ese mismo día los consorcios recibieron una comunicación oficial: en 10 días deberán pasar por los despachos oficiales a suscribir el contrato. Se terminaron los tiempos para dudar.
De los seis corredores puestos a concurso, en el sector creen que la empresa José Cartellone Construcciones Civiles será la primera en firmar. De ser así, el grupo mendocino empezará a operar la ruta 7, cuyo último tramo termina en esa provincia. Otro de los que están cerca de iniciar el proceso es Rovella Carranza, la empresa que ganó la autopista Buenos Aires-Cañuelas, que estaba en manos de una firma del grupo Indalo, del empresario Cristóbal López, hoy detenido.
El corredor A, que une Las Flores con Coronel Dorrego mediante la ruta nacional 3, e incluye un ramal de la 226 que va de Olavarría (en el cruce con la 3) a Mar del Plata, y cuyos ganadores fueron Paolini Hermanos y Vial Agro, también tiene chances de firmar en el corto plazo.
Los que están en duda
De ahí en más empiezan las dudas. Varios especulan con que algunos de aquellos ganadores se arrepintieron de sus números y no firmarían la adjudicación. Ahora bien, ¿qué pasará con las que prefieran dejar pasar el plazo y el negocio? "El Gobierno va a ejecutar la garantía de oferta: el que se baje tendrá que pagar 15 millones de dólares", dijo a LA NACION una fuente del Ministerio de Transporte.
Esta es la segunda parte de lo que sería un cambio en el régimen de obra pública. Los constructores estaban acostumbrados a ganar la licitación y, una vez adentro, negociar los cambios de precios. Pero cerca de la oficina del ministro Guillermo Dietrich y en Vialidad Nacional están dispuestos a romper aquella regla. Históricamente, en la obra pública no importaba demasiado el precio de entrada. Servía para ganar y ni siquiera había sorpresas. Gran parte de los proyectos que se construían en el país tenían el candidato a ganar grabado con sello de agua incluso antes de que se abrieran los sobres con los pliegos.
Luego, los procesos de adecuación de precios, esmerilados muchas veces por la inflación, y las renegociaciones constantes eran lo que marcaba la relación entre el licitante y el ganador del concurso. El último capítulo de esta novela de la infraestructura argentina terminaba con las obras detenidas o ralentizadas.
Uno de los que, por estos días, despiertan más interrogantes es el consorcio que lidera Eduardo Eurnekian y su constructora Helport, que se adjudicó los corredores E y F. Allí está la autopista Buenos Aires-Rosario y Rosario-Córdoba. Además de Helport, los otros socios son Panedile, Copasa y Eleprint. "Nosotros estamos convencidos de seguir adelante", dijo una fuente de la Corporación América. Sin embargo, admitió que el financiamiento de estos proyectos de rutas por peaje estaba relacionado con la construcción de Chihuidos, represa que se planea construir en Neuquén. Pero aquel proyecto, que iba a ser financiado por bancos alemanes, está totalmente frenado por estos días.
"Si alguno se cae, vamos a ejecutar la garantía y después relicitaremos. Habremos perdido dos o tres meses. Será una pena, pero es preferible a que entren y después queden a mitad de camino", dijo una alta fuente del Ministerio de Transporte.
Acecha el ajuste
Pero la clave de los días por venir no es solamente para las empresas que ganaron las obras, sino también para todo el sector de la construcción. En medio del ajuste del gasto al que el Gobierno se comprometió frente al Fondo Monetario Internacional (FMI), el ajuste en los proyectos de infraestructura siempre fue una de las primeras medidas. Más aun, aquellos que aún no empezaron. Gran parte del movimiento que tendrá la obra pública en 2019 tiene que ver con el resultado de estas dos semanas. El mundo de los ladrillos y el cemento mira estos movimientos.
Pese a los malos augurios de los mercados, la licitación de PPP siguió adelante en plena corrida cambiaria. Entonces, se recibieron 32 ofertas por obras por alrededor de 5376 millones de dólares. En la Casa Rosada, aquella tarde de licitaciones firmes fue vivida como un triunfo. Pero, como dice el refrán, del dicho al hecho hay un largo trecho. Pues llegó la hora de los hechos.
La buena senda de los PPP determinará, a su vez, otras dos licitaciones viales que están previstas hasta fin de año. Se trata de otros corredores que no fueron parte de esta etapa. Pero no todos son proyectos de rutas. El tren patagónico, que une Bahía Blanca con la zona de Vaca Muerta, también se entregará en construcción bajo esta modalidad. Con una inversión de 570 millones de dólares, se recuperarán 700 kilómetros de vías entre Bahía Blanca y Añelo, en la provincia de Neuquén, a través del sistema PPP, para impulsar el desarrollo de Vaca Muerta y la sustentabilidad energética, y también el crecimiento de las economías regionales, con la reducción a la mitad de los costos logísticos más la creación de 10.000 puestos de trabajo.
Las pautas del sistema de concesiones
Plazo para firmar - Hasta el 30 de este mes las empresas que ganaron la licitación tienen tiempo para firmar el contrato. Si desisten, se les retendrán los US$15 millones de la garantía de oferta. Después de firmar tienen 5 días para hacerse cargo de los corredores y empezar las obras.
Los confirmados - En el sector creen que los grupos Cartellone (ruta 7), Rovella Carranza (Buenos Aires-Cañuelas) y Paolini Hnos./Vial Agro (rutas 3/226) firmarían su contrato en el corto plazo.
Cambio de régimen - Transporte busca cambiar la tradición en la obra pública, en la que una empresa, una vez ganada la licitación, negociaba subir los precios por los que había sido adjudicada.