domingo, 3 de mayo de 2020

Prefectura capturó a buque arrastrero portugués por pesca ilegal

(Pescare.com) - Se tata del “Calvao”. La maniobra de abordaje se realizó desde el guardacostas “Fique” y también contó con el respaldo del “Ara Bouchard”, de la Armada.
     Los Guardacostas de la Prefectura Naval argentina reciben el ...
Sigue siendo una zona caliente el límite de las 200 millas jurisdiccionales. En las últimas horas Prefectura capturó a un buque arrastrero que pescaba ilegalmente dentro de la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEE).

Se trata del pesquero portugués “Calvao”. Es un arrastrero congelador de 61 metros de eslora y 11 de manga perteneciente a la firma armadora Antonio Conde Ltd. y conocido por operar en esta parte del Atlántico Sur desde el puerto de Montevideo, Uruguay.

El «Calvao», un buque congelador de 61 metros de eslora.

El operativo se realizó sobre el paralelo 41° desde el guardacostas “GC 27 Prefecto Fique” y también contó con el apoyo de la nueva patrullera de la Armada, “Ara Bouchard”, según confirmaron tres fuentes consultadas por Pescare.com.ar.
Las maniobras incluyeron una persecusión de algunas horas cuando el “Calvao” intentó escapar hacia aguas internacionales tras ser detectado en operaciones al borde de la ZEE.

Se espera ahora que el barco infractor pueda ser trasladado al puerto de Bahía Blanca. Como es habitual en estos casos, se le dará intervención a la Justicia Federal y a la Subsecretaría de Pesca de la Nación para que inicie las acciones sumariales y establezca la multa.

Posición de los barcos. Fuente: Marine Traffic.

Lo curioso del caso es que Prefectura había aeroevacuado un tripulante peruano de la misma embarcación europea el pasado 23 de abril. El tripulante presentaba un fuerte dolor en la zona abdominal que motivó la intervención de la fuerza

Para esa maniobra se utilizó el helicóptero PA-42 y un avión de apoyo. Por entonces, el “Calvao” transitaba aguas internacionales, a la altura aproximada de Comodoro Rivadavia.

miércoles, 29 de abril de 2020

Fuerzas Armadas vuelven a la ESMA para fabricar barbijos

Además de la presencia del presidente Alberto FernándePor Edgardo Aguilera - Ambito.com
La iniciativa del ministerio de Educación, a través del Instituto Nacional de Educación Técnica y EDUC.AR.SE es la puesta en marcha del programa Educ.Lab.

El ministro de Educación, Nicolás Trotta, pidió la colaboración de las Fuerzas Armadas para levantar un centro de producción de máscaras de protección facial.

La iniciativa del ministerio a través del Instituto Nacional de Educación Técnica y EDUC.AR.SE es la puesta en marcha del programa Educ.Lab. En una primera etapa el programa se abocará a la fabricación de máscaras faciales para todo el personal que presta servicios en el operativo de lucha contra el coronavirus. Los destinatarios prioritarios serán aquellos comprometidos en tareas sanitarias, centros de salud, personal de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, y de otras instituciones que deben estar en contacto en la vía pública y no pueden guardar la distancia social recomendada.

La campaña de producción utiliza un software que luego con tecnología de impresión 3D elabora en el término de horas el kit para el armado de la máscara protectora. Otros proyectos de entidades públicas y emprendedores en marcha logran una producción promedio por impresora de 200 máscaras al día.

El Ministerio de Educación instalará un parque de 1.000 impresoras 3D que funcionarán en el museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, ubicado dentro del predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), Espacio para la Memoria y Derechos Humanos. “El edificio depende del Ministerio de Educación de la Nación, es el primer museo del Estado Nacional que representa la memoria colectiva del pueblo argentino sobre las Malvinas”, se lee en el sitio oficial.

Se eligió ése predio por su ubicación y prestaciones edilicias, tiene fácil acceso desde el área metropolitana y la provincia, agiliza la recepción de los insumos y la distribución del producto terminado y cuenta con una superficie cubierta ideal para el número de impresoras a instalar. El requerimiento para que personal militar coopere en el armado del centro de producción fue solicitado por Trotta al ministro de Defensa, Agustín Rossi en una nota, NO-2020-26305949-APN-ME, fechada el 16 de abril pasado. “Le solicito tenga a bien disponer la colaboración del personal de las Fuerzas Armadas que resulte posible asignar, a fin de llevar a cabo tareas de Asistencia Logística y Armado de dicho parque”, dice el texto oficial que firmó el ministro de Educación. 

En otro punto Trotta agradeció la participación de militares de las tres fuerzas en el reparto de módulos alimentarios y viandas en comedores escolares, medida dispuesta por el Gobierno en asistencia de los sectores más vulnerables. La Armada ya tuvo seis casos de coronavirus positivo en personal naval femenino que estaba en tareas de reparto de alimentos en Tierra del Fuego. Rossi, al día siguiente de recibir el pedido de su colega Trotta, ordenó por nota NO-2020-26344617-APN-MD al titular del Estado Mayor Conjunto, general de brigada Juan Martín Paleo; “arbitre los medios necesarios para cumplimentar con lo solicitado e informe a la mayor brevedad posible a quien suscribe”.

Efecto Covid-19: 100 buques ilegales pescan calamar en aguas argentinas

Por Edgardo Aguilera - Ambito.com
Las patrullas disminuyeron a raíz de la cuarentena.
Las patrullas disminuyeron a raíz de la cuarentena.

El dilema entre salud o economía mostró su peor cara en la zona de pesca de calamar en el Atlántico sur. La cuarentena disminuyó las tareas de patrullado de la Armada y la Prefectura en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del Mar Argentino.

La inesperada presencia de lobos marinos ¨colonizando¨ distintos sectores del Puerto Mar del Plata, centralizó la atención de la opinión pública en los últimos días.

La ausencia de disuasión de navíos nacionales animó a cientos de pesqueros extranjeros que en una jornada de lances en aguas soberanas se llevaron casi 85 mil toneladas de calamar y, obvio, privaron a los argentinos de esos dólares.

En la tarde-noche del sábado pasado pesqueros criollos registraron en sus radares cerca de 95 buques extranjeros en aguas jurisdiccionales, entre 3 y 8 millas dentro de la ZEE. Los avistajes se informan por canales de comunicación prefijados tanto a la Armada como la Prefectura; hacerlo es una obligación para los capitanes de los buques mercantes del país. Esta vez el enjambre de pesqueros, en su mayoría asiáticos, también fue difundido en las redes sociales con formato de video.

Las imágenes viralizadas indican el nombre del capitán del pesquero argentino que las obtuvo, la hora y posición geográfica del navío y la ubicación de los pesqueros ilegales. Se sabe además que los infractores tenían apagado el sistema de identificación automática (AIS), herramienta electrónica internacional que permite conocer vía satélite la posición geográfica instantánea de cada buque. Es una práctica extendida para burlar el control e incursionar millas adentro del límite de las 200 de aguas soberanas. Ante el episodio de pesca ilegal comprobada sin dudas por varios avistajes de los pesqueros locales que estaban en el caladero, la totalidad de los empresarios del sector firmó y elevó un reclamo al presidente Alberto Fernández.

La nota también se remitió al jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero; al ministro de Defensa, Agustín Rossi; al ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra; al jefe de la Armada, contralmirante Julio Guardia; y al titular de la Prefectura, prefecto general Mario Farinón. Omitieron al Ministerio de Relaciones Exteriores quizá de mayor atinencia para zanjar el entuerto; existen mecanismos y acuerdos bilaterales con los países de bandera de los presuntos pesqueros infractores. Felipe Solá, el canciller, fue durante 6 años secretario de Agricultura Ganadería y Pesca en el gobierno de Carlos Menem y llevó adelante una férrea política de vigilancia de la denominada milla 201 del mar mediante un convenio con la Armada asignando partidas especiales para el despliegue de sus buques.

Intercámaras de la Industria Pesquera Argentina, la asociación que nuclea a los representantes de todo el sector reclamó por nota al Presidente que “sin dilación se arbitren todos los mecanismos operativos para obtener un mayor y permanente control y patrullaje de los espacios marítimos nacionales, aplicando las sanciones más severas a cualquier buque infractor que sea detenido o aprendido en ellas”.

Se trata de buques poteros (denominación de los que capturan calamar) asiáticos, tentados por la abundancia del cefalópodo en el área norte del caladero y la ausencia de control y vigilancia del Estado. El control del mar es una misión que involucra tanto a la Armada como a la Prefectura uno diría que los medios están (buques y aviones), restaría voluntad política en el cometido, asignaciones presupuestarias constantes y coordinación entre las dos instituciones. Es un dato conocido cierta competencia histórica entre marinos y prefectos por el mismo premio: monopolizar el control marítimo, una misión que les garantiza presupuesto, claro siempre que Defensa y Seguridad ponga los pesos sobre la mesa. La Armada cuenta con un moderno patrullero marítimo adquirido usado a Francia.

Hasta ayer el patrullero ARA Bouchard (ex L’Adroit de la marina francesa) se encontraba amarrado en el puerto de Mar del Plata y se sabe que recibió la orden de hacerse a la mar el jueves próximo; también se dispuso un vuelo de exploración de un avión Tracker. A principios de febrero, en Mar del Plata, el ministro Rossi encabezó la ceremonia de incorporación a la División de Patrullado Marítimo del patrullero oceánico Bouchard. Se adquirió de segunda mano junto a tres más que están en construcción en astilleros franceses Naval Group. Estas unidades se compraron dentro del Proyecto de Recuperación de la Capacidad de Patrullado Naval Marítimo. El objetivo del proyecto es “mejorar la vigilancia y control marítimo con medios navales de superficie en el área oceánica de interés, cuya extensión es de 1.159.063 km² en la Zona Económica Exclusiva de la República Argentina con el propósito de preservar los recursos vivos y no vivos del mar”, decía el texto oficial.

El YF-23 Stealth Fighter puede enseñarnos sobre el próximo caza de superioridad aérea de Estados Unidos

Por David Axe - The National Interest - Traducción Desarrollo y Defensa
Casi venció al F-22.
YF-22 Raptor vs el mítico YF-23: porqué el F-23 nunca sucedió

Esto es lo que debe recordar:  el YF-22 y el YF-23 eran aviones muy diferentes, cada uno con sus propias compensaciones de diseño y enfoques para lograr el requisito de sigilo rápido y lejano. El YF-23 fue más rápido. El YF-22 podría decirse que fue más ágil. El YF-23 empujó los límites de la tecnología de aviónica. El YF-22 probablemente fue más fácil de construir.

La mística que hoy rodea al YF-23 de Northrop Grumman no es del todo saludable . Refleja una tendencia en muchos estadounidenses a buscar soluciones tecnológicas a los problemas humanos.

Comprar F-23 en lugar de F-22 no habría cambiado el arco reciente de la historia de Estados Unidos. No habría detenido el resurgimiento de Rusia o el ascenso de China como potencia mundial. El intercambio del caza furtivo de Lockheed por el propio avión de Northrop no habría detenido la propagación del terrorismo radical islámico y la militancia de derecha.
Poderío Militar: El F-23 Stealth Figher de Northop podría haber ...
Pero el desarrollo y las pruebas de vuelo del YF-23 ofrecen lecciones importantes para la Fuerza Aérea a medida que comienza a estudiar un reemplazo para el F-22. La Fuerza Aérea en 2016 publicó su estudio "Air Superiority 2030", que pedía un nuevo sistema "Penetrating Counter Air" para suplantar los aproximadamente 180 F-22 del servicio a partir de la década de 2030.

La Fuerza Aérea en 2017 inició un análisis de alternativas para perfeccionar aún más los conceptos para el sistema de aire de penetración penetrante. Los funcionarios de servicio han dicho que están fuertemente interesados ​​en un enfoque "desagregado" de la superioridad aérea que involucra una amplia gama de sistemas trabajando juntos.

Ese enfoque podría representar un descanso del pasado. Durante sus 72 años de historia, la Fuerza Aérea ha basado sus conceptos de superioridad aérea en aviones de combate. Parece muy probable que el nuevo sistema de contador de aire penetrante se incluyen los combatientes, pero más que antes de que estos combatientes podría coordinar con aviones no tripulados y aire, espacio y con base en tierra, redes de sensores y armas. 
Pero si el programa YF-23 es una indicación, podría llevar más de 15 años inventar un nuevo sistema de superioridad aérea, cualquiera sea la forma que adopte. La Fuerza Aérea en 1971 comenzó a estudiar los requisitos para que un nuevo caza tuviera éxito con el F-15, que en ese momento todavía estaba en desarrollo, según Paul Metz, un ex piloto de prueba de Northrop que voló el YF-23.

Metz en 2015 habló extensamente sobre el YF-23 en una serie de conferencias en el Western Museum of Flight en California.

Los estudios continuaron durante 10 años antes de que el servicio finalmente se acercara a la industria aeroespacial. La Fuerza Aérea en 1981 pidió a nueve compañías que presentaran nuevos diseños de caza. Siete respondieron. La Fuerza Aérea en 1986 aprovechó a Lockheed y Northrop para construir y probar dos prototipos. La fecha límite fue en 1991.

Los requisitos de la Fuerza Aérea eran vagos y ambiciosos. Las únicas especificaciones eran que el nuevo caza fuera rápido, volador, maniobrable y sigiloso. "Nos pidieron que creáramos algo que nunca existió", dijo Metz.

Para su crédito, la Fuerza Aérea no trató de decirle a las compañías exactamente qué significaba el servicio por "rápido, largo vuelo, maniobrable y sigiloso" o cómo deberían lograr esos objetivos. "La Fuerza Aérea hizo un gran trabajo de liderazgo", dijo Metz. "Tenía el concepto de dejarnos probarlo y experimentar".
Era este el verdadero caza F-52?
Del mismo modo, la Fuerza Aérea no enfrentó los prototipos YF-22 y YF-23 resultantes entre sí. Más bien, las dos compañías siguieron cada una su propio programa de prueba de vuelo independiente. "No fue un vuelo", enfatizó Metz.

Eso importaba. El YF-22 y el YF-23 eran aviones muy diferentes, cada uno con sus propias compensaciones de diseño y enfoques para lograr el requisito de rápido-muy-sigilo. El YF-23 fue más rápido. El YF-22 podría decirse que fue más ágil. El YF-23 empujó los límites de la tecnología de aviónica. El YF-22 probablemente fue más fácil de construir. "No se puede hacer una comparación de manzanas con manzanas", dijo Metz.

Si la Fuerza Aérea aplicara las lecciones que aprendió del YF-22 y el YF-23 a un nuevo concepto de caza, estudiaría meticulosamente el problema antes de definirlo libremente para que la industria lo resuelva. Y el servicio evitaría la microgestión de los esfuerzos de los desarrolladores. Finalmente, el servicio evaluaría los resultados por sus propios méritos en lugar de comparar soluciones diferentes.

Y la Fuerza Aérea evitaría algunos errores obvios. Al supervisar el YF-22 y el YF-23, el servicio, por ejemplo, insistió en que Lockheed y Northrop ocultaran sus prototipos de los satélites espías enemigos al nunca mostrar los aviones a la intemperie.

Los desconcertados ingenieros de Northrop "resolvieron" el problema cubriendo el YF-23 con lonas de plástico ... que volaron rápidamente con los fuertes vientos en la Base de la Fuerza Aérea Edwards en California.

Esa "locura ... obviamente no duró mucho", dijo Metz.
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