Por Ignacio Ortelli - Clarin.com
Son las rutas 2 y 11 que eran operadas por Aumar, de Eurnekian, Cristóbal López, Roggio y Esuco.
María Eugenia Vidal dio la orden de rescindir la concesión y estatizar los principales caminos de acceso a la Costa. Aunque, más que una intención, la medida podría concretarse en el corto plazo. Así lo confirmaron a Clarín distintas fuentes al tanto de las negociaciones que la Provincia lleva adelante con Autovía de Mar, que tiene la explotación de las rutas 2 y 11, que pasarían a estar bajo la órbita de la estatal Aubasa, que controla actualmente la Autopista Buenos Aires-La Plata.
La decisión de la gobernadora bonaerense de quitarle la concesión a AUMAR se explica en parte por cierto malestar que hay en La Plata por la falta de inversiones de la concesionaria vial, aunque responde principalmente al plan vial que trazó Vidal. Por la rescisión de contrato, la Provincia no abonará de forma directa ningún resarcimiento económico, según confiaron fuentes de la Gobernación y pudo corroborar este diario entre quienes participaron de la ronda de negociaciones con la firma que tiene como accionistas al Grupo Roggio, Helport (Eduardo Eurnekian), Esuco -del ex titular de la Cámara Argentina de la Construcción, Carlos Wagner- y CPC, del ahora ex zar del juego Cristóbal López.
La negociación podía ser más compleja, debido a que en 2011 AUMAR había acordado un contrato de explotación por 30 años con la gestión sciolista -hasta 2041-, por lo que la Provincia deberá ceder para alcanzar una salida sin demoras y evitar que el tema se judicialice, más allá de que en La Plata aseguran que tienen el respaldo legal para poder ganar un eventual litigio. Así, el acuerdo que ya tiene el visto bueno de las partes, implica que la firma resigne el resarcimiento a cambio de encargarse de realizar para la Provincia las obras que se habían trazado para las rutas. Esto es tareas de el doble carril en la ruta 11 y repavimentación, entre otras. El Ministerio de Infraestructura que dirige Edgardo Cenzón controlará su cumplimiento.
"Las empresas no estaban invirtiendo de acuerdo a nuestras expectativas, con el argumento de que la tarifa estaba atrasada por la inflación, pero nosotros tenemos un plan vial que cumplir", explicaron en la Provincia. Y pusieron como ejemplo el caso de la Autopista Buenos Aires-La Plata, que desde su estatización -ordenada en 2013 por el gobierno de Daniel Scioli- pasó de ser deficitaria a dejarle a Aubasa un importante superávit y posibilitarle además la realización de obras clave, como el tercer carril. Aumar había entrado a la explotación de las rutas en 2011, cuando el sciolismo le otorgó al concesión del corredor Vial del Atlántico, integrado por las rutas 2, 11, 36, 56, 63 y 74.
La medida de Vidal ya cuenta con el respaldo de sectores de la oposición y gremiales. "Es totalmente positivo que se estatice. Va a ser una solución para los usuarios, los bonaerenses y también para nuestros trabajadores", destacó a Clarín el diputado del Frente Renovador y líder del sindicato de Peajes Facundo Moyano, quien admitió estar al tanto de la iniciativa.
Aunque evitan precisar plazos, debido a que formalizar el acuerdo llevará tiempo, en el Gobierno de Vidal se entusiasman con la posibilidad de que ,en el verano, la gente que viaje a la Costa se encuentre con las máquinas trabajando al costado de las rutas. La intención es ofrecer primero resultados y luego, sí, proceder a la suba de tarifas, como sucede en el caso de la ruta 6, donde se cobrará peaje una vez que se mejore el trazado y los accesos a las ciudades y se complete el nuevo sistema de iluminación.