Soldados del Tercer Reich alemán caminando con el Mauser 98k a sus espaldas
Alemania, Italia y Japón fueron los tres pilares sobre los que durante la
Segunda Guerra Mundial se fortificó el
bloque del Eje.
En cada uno de estos tres países, el armamento ligero ocupó una parte
fundamental dentro de su estrategia bélica. Así, cada nación, o mejor
dicho cada ejército, contó con su propio fusil de dotación oficial. Un
rifle que, en algún caso, se acabó convirtiendo en un auténtico símbolo
nacional. Dada su enorme importancia, vamos a dedicar este reportaje
principal a aquellos fusiles históricos que, en manos de los soldados
alemanes, italianos y japoneses, marcaron toda una época.
Mauser,
Carcano y
Arisaka son sus nombres; y a continuación vamos a conocerlos con más detalle.
Aunque
el armamento ligero de los países del Eje era realmente extenso y
variado, en este reportaje vamos a centrarnos única y exclusivamente en
los rifles de infantería y en sus versiones para la caballería. De este
modo, dejaremos a un lado y para una mejor ocasión, todo un surtido de
ametralladoras ligeras, subfusiles, pistolas, e incluso fusiles de
asalto que también tuvieron su importancia en el desarrollo de esta
trascendental contienda bélica. Siempre que se habla de los fusiles que
los soldados del Eje portaban en el campo de batalla, a la mayoría de
nosotros nos viene a la memoria un modelo inolvidable: el Mauser 98. Su
fama dentro y fuera de las fronteras teutonas es tal que, junto con el
AK 47 soviético, podríamos decir que se trata del fusil más conocido del
mundo. Su robusto diseño, así como su fiabilidad, su precisión y la
potencia de su calibre han permitido que el
Mauser 98 esté considerado como “uno de los grandes” dentro de la industria armamentística ligera.
Soldado americano con un Mauser 98 capturado
El primero de estos míticos Mauser del que se tiene constancia es el
modelo conocido como Gewehr 98. Este rifle de cerrojo en calibre
7.92x57mm
nacido de la fábrica de Oberndorf consiguió despertar sensaciones
contrapuestas en el campo de batalla. Entre los soldados alemanes, era
amado y vanagloriado; mientras que entre las huestes enemigas, era un
arma realmente temida. Su largo tamaño obedecía a los cánones de diseño
de la época. Y es que en las postrimerías del siglo XIX (año 1898), los
largos cañones utilizados en los rifles de pólvora negra continuaban
siendo el patrón a imitar entre los armeros de todo el mundo. En
cualquier caso, lo que en un principio podría haber supuesto un hándicap
para moverse con soltura en el campo de batalla, acabó convirtiéndose
en una ventaja notable durante la Gran Guerra, pues en aquellas
durísimas batallas de trincheras, marcadas por la lentitud de
movimientos y los disparos a larga distancia, el Gewehr 98 se mostró
como el rifle más efectivo de la época. La perfecta combinación entre su
cerrojo con tres tetones y su munición del 7.92mm fue sin duda la clave
de su gran éxito, un éxito que volvería a repetirse más adelante en las
versiones posteriores de este mítico Gewehr 98.
Apenas unos
pocos años después del nacimiento del G98, Mauser empezó a experimentar
con una nueva versión en formato reducido de este célebre fusil de
infantería. Utilizando la misma acción y el mismo calibre, en los
inicios del siglo XX aparecieron los primeros esbozos del inolvidable
Mauser Kar 98. Aunque no empezó a usarse oficialmente hasta el año 1908,
muy pronto esta versión en formato carabina del G98 logró hacerse con
el favor de sus miles de usuarios, quienes apreciaban en ella su
mejorado diseño y su idéntica efectividad.
Versión sniper del Mauser 98k
Tras la conclusión de la Primera Guerra Mundial, los armeros de Mauser
siguieron trabajando en el perfeccionamiento de su rifle de infantería. Y
así, en 1935 sacaron a la luz, el que para muchos está considerado como
uno de los mejores fusiles de la historia: el mítico Mauser Kar 98k.
Esta nueva versión es la más pequeña de todos los fusiles Mauser 98, y
el principal motivo de su fama es el trascendental papel que desempeñó a
la hora de desarrollar con éxito la “Blitzkrieg” o guerra relámpago de
las tropas nazi. De menor tamaño y notablemente más ligero que sus
predecesores (sobre todo respecto al Gewehr 98), el Mauser Kar 98k se
convirtió en uno de los iconos del Ejército del Tercer Reich gracias a
su fiabilidad y precisión. No importaban las condiciones donde tuviera
que dispararse: ya fuera en la gélida estepa rusa, o en las cálidas
arenas del desierto africano, el Mauser 98k siempre rindió a un
excelente nivel. La letra “k” al final de su nombre se utiliza para
diferenciar a este modelo de su inmediato predecesor, el Mauser 98. Por
otra parte, esta “k” hace referencia al término alemán “kurz” (corto),
el cual todavía hace más hincapié en el reducido tamaño de esta
carabina.
Peine con 5 cartuchos originales del calibre 6.5x50mm Arisaka
A pesar de que el sistema de acción por acerrojamiento manual convertía
al Mauser Kar 98k en un arma más lenta de disparar que el fusil
semiautomático M1 Garand estadounidense (su principal antagonista), el
rifle alemán siempre gozó de una mayor popularidad en el campo de
batalla. Los francotiradores alemanes ayudaron a incrementar la fama de
esta carabina, a la que como puede apreciarse en numerosas fotografías
de la época, se le podían incorporar diversas miras telescópicas. Pocos
años después de su nacimiento, el Mauser Kar 98k traspasó las fronteras
germánicas y llegó hasta España. Aquí fue utilizado por las fuerzas del
Bando Nacional durante la Guerra Civil, fruto de la colaboración entre
las tropas del general Franco y el Reich alemán.
Llegado del Sol Naciente
Miles
de kilómetros al este de Alemania encontramos a otro de los
protagonistas destacados de la Segunda Guerra Mundial. Se trata del
fusil japonés conocido como Arisaka, cuyas dos versiones más populares,
la Type 99 y la Type 38, se cobraron un importante número de bajas
durante las grandes guerras del siglo XX. El rifle
Arisaka Type 38
fue el arma de dotación oficial de la infantería nipona durante la
Primera Guerra Mundial. Fabricado en serie desde 1906 hasta 1940, el
Arisaka 38 intervino en prácticamente todas las batallas del Pacífico
que Japón libró durante prácticamente la primera mitad del siglo XX:
Java, Filipinas, Tailandia, etc. Este fusil de cerrojo se alimentaba con
cartuchos del calibre 6.5mm, uno de los menos potentes de la época pero
de gran precisión, y en su cargador podían almacenarse hasta 5
cartuchos de este calibre.
Soldados nipones armados con rifles Arisaka
Su peso apenas superaba los 3,5 kg, mientras que su cañón se alargaba
hasta los 80cm (su longitud total era de 128cm). El hecho de decantarse
por estas medidas y pesos, inferiores por ejemplo a los de su coetáneo
Gewehr 98, no respondía a razones estrictamente relacionadas con el
diseño, sino más bien tenían que ver con la estatura y el peso medio del
infante nipón de la época. En este sentido, y dado que la mayoría de
soldados japoneses eran más bien de estatura menuda, los técnicos del
arsenal imperial de Koishikawa (Tokio) optaron por diseñar un arma
ligera, de reducidas dimensiones y que disparara un calibre más
controlable y cómodo a la hora de repetir disparos.
Militar japonés posa con un Arisaka con la bayoneta calada
Fue en la guerra contra China en 1894 cuando los soldados japoneses
fueron conscientes, por primera vez, de lo que un rifle como el Gewehr
88 era capaz de realizar en combate. Aquellas tropas de infantería
nipona vieron cómo su fusil Murata en calibre 8mm y con cargador
tubular, era más lento de alimentar que el Gewehr 88 de las tropas
chinas, el cual por aquel entonces ya se alimentaba con peines de carga
rápida. Esta importante ventaja bélica no pasó desapercibida para el
coronel Nariaki Arisaka, quien presidió el comité encargado de
seleccionar un nuevo fusil para el ejército japonés y se decantó por la
acción del Mauser. Lo más difícil fue sin embargo adecuar esa acción a
un calibre como el 6.5mm, sensiblemente menos potente que el 7.92mm
Mauser, y el escogido oficialmente por el propio Arisaka. Aún así, los
técnicos japoneses realizaron un gran trabajo y lograron un perfecto
equilibrio entre rifle y munición. Tanto es así que, lejos de lo que a
priori pudiera parecer, el Arisaka se mostró como un arma precisa y muy
eficaz en el campo de batalla.
El primer fusil Arisaka de
dotación oficial fue el Type 30, fabricado desde 1889 hasta 1905, y que
se convirtió en el arma de cabecera del Ejército japonés durante la
guerra ruso-nipona (1904-1905). A este modelo, ya alimentado con
cartuchos del calibre 6.5mm, le siguió el Type 35, una versión mejorada
pero que tampoco terminó de convencer a las huestes niponas por su
escasa fiabilidad. En este contexto, el mismo comité militar que se
había decantado por el Type 30, y todavía presidido por el coronel
Arisaka, decidió continuar con su investigación con el propósito de
mejorar el siempre trascendental binomio rifle-munición. Finalmente, los
armeros del arsenal imperial de Tokio consiguieron dar con la tecla
exacta, reflejada en el Type 38, un fusil mucho más equilibrado que sus
antecesores. Este rifle se mantuvo como el arma larga de dotación
oficial del Ejército de Japón hasta prácticamente el año 1940, en plena
eclosión de la Segunda Guerra Mundial. En aquel momento, los militares
nipones se vieron en la necesidad de contar con un arma ligera con un
calibre más potente que el
6.5x50mm. Por este motivo,
las autoridades japonesas encomendaron al arsenal de su Imperio el
diseño de un nuevo fusil de infantería que disparara un cartucho más
potente. El calibre elegido fue el
7.7x58mm. Para este
tipo de cartucho se realizaron numerosas versiones, aunque seguramente
la más conocida sea el Arisaka Type 99, el principal fusil de dotación
del ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial.
Antigua fotografía de 1942 con un soldado alemán disparando con un Mauser 98k. / Bundesarchiv.
La producción del Arisaka Tipo 99 se prolongó desde 1939 hasta 1945,
prácticamente hasta la conclusión de la contienda bélica. A nivel de
diseño y aspecto exterior, apenas hay diferencias notables entre el Type
38 y el Type 99. De hecho, los únicos cambios reseñables en el Type 99
respecto a su predecesor tienen que ver con su calibre, y lógicamente
con su acción. En este sentido, el mecanizado y los acabados de la
acción del modelo 99 son más sencillos que los del Type 38 por una
simple cuestión de economía de escalas: dada su inminente participación
en la Segunda Guerra Mundial, Japón buscaba fabricar el mayor número de
fusiles en menos tiempo, y con el menor coste posible. De todas las
versiones del Arisaka Type 99, el modelo más extendido fue el conocido
como “short rifle”, el cual contaba con un cañón de 65cm, una longitud
total de 112cm y un peso ligeramente por encima de los 3 kg.
A
pesar de que, como hemos visto, el Arisaka acumuló una dilatada
trayectoria en el campo de batalla, todavía hoy es un rifle
relativamente poco comentado. Tal vez será por su exótico origen, por su
poca presencia en nuestro país, o sencillamente por haber caído en un
inmerecido segundo plano… en cualquier caso, lo cierto es que poco se
sabe de este rifle de cerrojo y sus numerosas versiones (a destacar por
ejemplo la carabina Type 44 o el modelo para tiradores selectos Type 97
sniper). Su calibre original 6.5x50mm, al que debe reconocérsele su gran
precisión (ahora lo vemos en esos rifles de calibres en torno a 6.5mm
que participan en competiciones de tiro con fusil a larga distancia),
así como su cajón de mecanismos perfectamente mecanizado, son hoy en día
sus principales señas de identidad.
La errática opción italiana
Soldados italianos posan con su rifle de dotación Mannlicher-Carcano M91
El triángulo de países del Eje se completa con Italia, una nación
marcada por la impronta militar de su Duce, el que fuera presidente de
la República Italiana durante la Segunda Guerra Mundial Benito
Mussolini. Las huestes del ejército italiano utilizaron durante su
intervención en las batallas de la Segunda Guerra Mundial los rifles
Mannlicher-Carcano M1891,
el mismo modelo que años más tarde, concretamente en 1963, acabaría con
la vida del presidente de Estados Unidos John F. Kennedy. Este fusil se
alimenta con cartuchos del calibre
6.5x52mm, una
munición de tamaño similar a la del Arisaka Type 38 nipón. Fabricado en
el arsenal de Turín entre 1890 y 1891, el Carcano fue adoptado
oficialmente por las autoridades italianas el 29 de marzo de 1892 como
su arma larga de dotación. Conocido internacionalmente como “Fucile
Modelo 91”, los principales responsables del diseño de este rifle fueron
Salvatore Carcano, el inspector jefe de la Real Fábrica de Armas de
Turín, y el coronel Parravicino. La principal aportación del Carcano al
mundo de las armas largas, y también el motivo de su no demasiada buena
fama, fue su cerrojo giratorio. Un delicado mecanismo que durante todo
el conflicto bélico acusó una inaceptable falta de fiabilidad para un
arma de guerra.
Conjunto de cerrojos rotativos del fusil Carcano M91
Ningún otro país, a excepción de Italia, adoptó al Carcano como arma
oficial para sus respectivos Ejércitos, aunque sí es cierto que algunas
unidades recamaradas al calibre 6.5mm Arisaka, se suministraron al
gobierno nipón en 1905. Además del modelo estándar Carcano M91, el
arsenal de Turín también fabricó otras versiones de este histórico fusil
de cerrojo rotativo, como su carabina para la unidad de caballería o su
modelo 91 TS (“per truppe speciali”), ambos rifles con unas dimensiones
más reducidas con respecto a la versión original. La mayoría de modelos
nacieron del arsenal de Turín, aunque hoy en día tampoco es extraño
encontrarse con ejemplares sellados en otros lugares de gran tradición
armamentística como Brescia o Gardone. Exteriormente, el Carcano es muy
fácil de identificar, debido a su cargador con capacidad para 6
cartuchos del calibre 6.5x52mm.
Tras la dura campaña italiana en
el conflicto de Etiopía (antigua Abisinia) del año 1935, los soldados
italianos reclamaron un fusil que dispara un cartucho más potente que el
6.5mm Carcano. Es decir, que les sucedió lo mismo que a los japoneses
con su Arisaka Type 38. Fruto de esta exigencia salió a la luz un nuevo
fusil conocido como Carcano Modelo 38 y cuya característica principal
residía en su nuevo calibre: el 7.35x52mm. Además de este cambio en la
munición, el nuevo “Fucile Modello 38” también se diferenciaba del
Carcano M1891 en que incorporaba una mira trasera de 300m. De este mismo
modelo también se fabricaron nuevas versiones de tamaño reducido que se
entregaron preferentemente a las unidades de caballería. Precisamente,
estas carabinas Modelo 38 fueron la base sobre las que se sustentaron
los Carcano M38/43, unos fusiles surgidos de la fábrica militar de
Cremona y cuyo rasgo principal es que estaban recamarados para disparar
cartuchos del calibre 7.92mm, es decir, la misma munición que sus
aliados alemanes empleaban para alimentar a sus afamados Mauser.
Muy
poco valorado por todos los soldados que participaron en la Segunda
Guerra Mundial (ya fueran miembros del Eje o del bando aliado), la “mala
prensa” del Mannlicher-Carcano se acrecentó el 22 de noviembre de 1963,
día en el que Lee Harvey Oswald utilizó un veterano ejemplar de la
Segunda Guerra Mundial en calibre 6.5x52mm para acabar con la vida del
presidente de Estados Unidos John F. Kennedy.
Rifles del Eje en el s. XXI
Grupo de recreadores de batallas históricas de la Segunda Guerra Mundial
Hoy en día, estos tres rifles, en sus respectivas variantes, gozan de un
gran atractivo entre los aficionados y coleccionistas de armas
históricas. En torno al Mauser 98, sin duda el más extendido entre los
propietarios de armas de nuestro país, existe toda una legión de
seguidores ampliamente documentados y que persiguen encontrar el
ejemplar más extraño o mejor conservado. Menos tirón tienen los Arisaka
y, sobre todo los Mannlicher-Carcano, menos habituales y más difíciles
de conseguir (principalmente el fusil japonés). El mercado “surplus”
(excedentes de fabricación) suele ser una buena fuente a la que recurrir
para hacerse con uno de estos históricos fusiles de cerrojo. En cuanto a
sus precios de venta, son realmente oscilantes, ya que dependen del
estado de conservación de cada modelo, de su disponibilidad, o de su
rareza. Si quienes adquieren este tipo de armas deciden hacerlo en
perfecto estado de tiro, lo más normal es que las empleen para la caza
mayor o para participar en competiciones deportivas. En este sentido, el
pasado mes de abril asistimos a una de estas tiradas con fusiles
históricos, organizada por el Club de Tir Montsià (Amposta, Tarragona) y
la armería FS, en la que pudimos ver a varios tiradores disparando con
alguno de estos ejemplares. El objetivo, lógicamente, es reproducir al
máximo posible las sensaciones de disparar con un trozo de historia. Eso
sí, cambiando el campo de batalla por el campo de tiro, y los soldados
del bando enemigo, por las dianas de papel.
Para completar este
reportaje, en el que hemos analizado los 3 principales fusiles de
cerrojo de la infantería del bloque del Eje, no podemos olvidarnos de
los rifles que utilizaron los ejércitos de otros países satélite, tales
como Hungría o Finlandia. Los soldados de ambas naciones, bajo la clara
influencia del bando del Eje, emplearon entre otros el Steyr Mannlicher
M95 y el Mannlicher 35M en el país magiar, así como el Kivääri M27 en
Finlandia.
Mauser K98 calibre 7.92x57mm / Gunpics.net
Arisaka Type 38 / Gunpics.net
Mannlicher-Carcano M1891 / Gunpics.net