Se trata de Miguel Schwartzbaum, dueño de la firma Renesa, que había recibido los fondos de De Vido por una planta que nunca terminó
El desértico paisaje de Cutral Có se vistió de lujo y fiesta la mañana del 10 de octubre de 2011.
Desde la carpa montada para la ocasión se podían ver las torres, el acero y las tuberías de Renesa, un proyecto que ayudaría a compensar el déficit en la oferta de combustibles que tenía la Argentina. El emprendimiento era importante para el kirchnerismo, a tal punto que el entonces ministro de Planificación, Julio De Vido, fue hasta ese paraje, y la entonces presidenta Cristina Kirchner participó de la reunión por teleconferencia.
Miguel Schwartzbaum. Foto: www.rionegro. com.ar.
Cinco años después, la imagen cambió completamente. El proyecto del empresario Miguel Schwartzbaum, que fue apadrinado por el gobierno anterior mediante un plan de estímulos fiscales promovido por De Vido, está parado. Y la administración de Mauricio Macri quiere recuperar el dinero que puso allí el Estado.
Después de revisar el expediente, el Ministerio de Energía, a cargo de Juan José Aranguren, concluyó que Renesa le debe al erario US$ 124 millones por beneficios que recibió fuera de regla, algo que deberá reintegrar en no más de 30 días contados desde el 12 del actual, cuando Aranguren firmó la resolución que intima a la firma de Schwartzbaum, según confirmaron a LA NACION fuentes al tanto de la decisión.
Según el Gobierno, Renesa recibió millonarios beneficios fiscales de manera irregular porque no cumplió con los plazos de terminación de la obra, nunca aportó la producción de combustibles que había prometido para acceder a los subsidios del programa Refino Plus y pidió diversas revisiones para recibir más fondos del Estado.
En noviembre de 2008 se creó el programa Refino Plus, que contemplaba la entrega de certificados de crédito transferibles a su valor nominal a quienes presentaran proyectos de inversión en nueva capacidad de refinación. El programa estableció una forma de otorgamiento gradual. El 1° de julio de 2009, Renesa pidió un incremento en su presupuesto de $ 131 millones. En la misma fecha, la empresa elevó los costos del proyecto, al aducir recomendaciones de la Secretaría de Energía, que manejaba Daniel Cameron.
Aunque las obras principales debían estar concluidas en 24 meses, no se cumplió con el plazo. Según el expediente, la primera manifestación sobre la imposibilidad de la puesta en marcha de la planta en el plazo comprometido fue realizada por la compañía el 28 de julio de 2011, después del vencimiento del plazo, aunque no presentó documentación que permitiera justificar la demora. "Dejamos de producir en febrero de 2014 porque se permitió la importación sin pagar el impuesto a la transferencia de combustibles. Se importaron 600.000 m3, por lo que no pudimos producir", argumentaron fuentes de la empresa.
Según la documentación que maneja la actual gestión, un proyecto que al momento de su aprobación requería una inversión de poco más de US$ 77 millones terminó costando US$ 124,24 millones.
Según el equipo de Aranguren, al momento de girarle fondos la gestión de De Vido omitió hacer ajustes y reducciones por incumplimientos. Por caso, Renesa nunca produjo más del 1% del total de combustibles prometidos. Por ese motivo, la intimó a devolver los US$ 124 millones más intereses que recibió del Estado. De lo contrario, llevará su reclamo a la Justicia.
Proyecto inconcluso
Beneficios fiscales - La firma Renesa, del empresario Miguel Schwartzbaum, recibió financiamiento de la gestión de Julio De Vido para la construcción de una planta de producción de combustibles
Obra sin terminar - Los fondos correspondían a un proyecto en la ciudad neuquina de Cutral Có que nunca se terminó
Intimación - Ahora, el Ministerio de Energía, a cargo de Juan José Aranguren, reclama la devolución de US$ 124 millones en un plazo de treinta días