A finales de septiembre se presentaron los nuevos misiles para el sistema lanzallamas pesado TOS-1A Solntsepek. Esta arma tiene un gran poder destructivo y puede alcanzar objetivos a una distancia de hasta seis kilómetros.
El TOS-1A Solntsepek, también conocido con el nombre oficioso de "Pinocho", es capaz de abatir objetivos con blindaje ligero, fuerzas de infantería y defensas del enemigo con misiles termobáricos e incendiarios, fue utilizado ampliamente por el Ejército ruso durante las acciones militares en Chechenia y Afganistán.
"El TOS-1 es un tipo de armamento único que combina las características militares de los sistemas de lanzamiento de cohetes, los lanzallamas, los tanques incendiarios y los de asalto", comenta a RBTH Alexéi Jlopotov, experto militar independiente e historiador militar.
Actualmente, además de las Fuerzas Armadas de Rusia, también disponen de TOS las fuerzas armadas de Kazajistán, Azerbaiyán y, a juzgar por las recientes fotografías de Irak, los fabricantes rusos ya han entregado algunos ejemplares a las fuerzas armadas de este país en su lucha contra los combatientes del Estado Islámico. "A la hora de utilizar los TOS hay que prestar especial atención a la experiencia de Kazajistán, que compró estos sistemas junto a vehículos militares de apoyo a tanques BMPT. Los BMPT cubren a los TOS cuando estos están atacando las posiciones del enemigo", comenta Alexéi Jlopotov.
En opinión de este experto lo más probable es que la experiencia de Kazajistán en el uso de los TOS se tome como base también en las fuerzas armadas de Azerbaiyán y posiblemente de Irak.
A comienzos de los años 80 los militares soviéticos vieron claro que era indispensable un tanque especializado con armamento de alta potencia para el apoyo directo de la infantería.
A diferencia de los lanzadores de cohetes, los TOS están pensados para actuar en primera línea y atacar objetivos concretos. Estos sistemas deberían estar igual de protegidos que los tanques y por eso se tomó como base un chasis modernizado de T-72 que, sumadas a las excepcionales cargas termobáricas rusas, “aumentaron varias veces la potencia de fuego del TOS", resume Alexéi Jlopotov.
El bautizo de fuego de los sistemas lanzallamas pesados tuvo lugar en Afganistán ya al final de la guerra, durante las acciones militares en el desfiladero de Salang, en el valle de Charikarsk. Los TOS se posicionaron, dispararon y se retiraron rápidamente del fuego del enemigo.
“Los misiles termobáricos mostraron una alta efectividad en las montañas”, comenta a la redacción el historiador militar y redactor jefe del proyecto de internet "Voenni Rubezh", Oleg Kovshar. Sin embargo ya entonces, se pudo ver el principal problema de los TOS. Los misiles tenían un alcance relativamente corto y el enemigo podía derribarlos con armamento antitanque y a veces incluso con lanzagranadas.
Un militar que participó en el asalto de la aldea de Komsomolskoe durante la campaña militar en Chechenia en la primavera de 2000 y que vio a los TOS en acción, relató a RBTH que cuando el "Pinocho" disparaba le cubrían no solo otros vehículos militares sino también los francotiradores para dificultar el fuego de respuesta del enemigo.
"Ahora que se ha aumentado la distancia de fuego del sistema hasta los seis kilómetros podemos conseguir que el 'Pinocho' quede fuera del alcance del fuego enemigo y de los lanzagranadas antitanque de mano. Es cierto que los misiles teledirigidos antitanque siguen siendo una amenaza, pero de momento la dotación que apunta y dispara el TOS tiene tiempo para alcanzar objetivos y salir del fuego enemigo", comenta a la publicación un representante del Ministerio de Defensa que conoce el asunto de primera mano.
Actualmente en las fuerzas armas de Rusia los TOS se encuentran dentro del arsenal de los destacamentos lanzallamas de la brigada de Defensa nuclear, radiológica, bacteriológica y química y en batallones separados de lanzallamas.