lunes, 18 de julio de 2016

Jeep Wrangler 75 Aniversario: un homenaje al padre de los 4x4

(Clarin.com) - Fue construido a modo de homenaje para celebrar los tres cuartos de siglo de este emblema de la industria automotriz. Y también para demostrar su legado con el pasado. Cómo nació uno de los modelos más famosos.
Jeep Wrangler 75
Fue un 15 de julio de 1941 el día en el que la Willys-Overland Motor Co. recibió de parte del gobierno de los Estados Unidos el contrato para empezar a fabricar el Willys MB, el modelo que terminaría creando Jeep, el fabricante considerado como el padre de lo 4x4. Para celebrar esta fecha, la marca decidió honrar su historia con el Wrangler 75 Aniversario, un modelo que utiliza materiales del presente pero con un estilo que remite a sus orígenes.
Jeep Wrangler 75
Pero como la idea era hacer un homenaje al pasado, se quitaron las puertas y el pilar B (que protege la parte central del habitáculo) y se colocaron paragolpes de acero con ganchos de sujeción, que en el pasado se montaban para fijar las unidades cuando eran transportadas. Además, le colocaron butacas de lona, con respaldo bajo, los espejos laterales redondos y lo pintaron con el inconfundible verde oliva.

"Creamos este único prototipo para celebrar la historia legendaria de la marca y para demostrar que 75 años más tarde, un Jeep Wrangler actual es inmediatamente reconocible y está claramente conectado con el original Willys MB," dijo Mike Manley, máximo directivo de la marca, quien destacó que "desde que se produjo por primera vez en 1941, los vehículos Jeep han sido el punto de referencia para la auténtica capacidad todoterreno".

La historia de la marca inicia en en julio de 1940, las Fuerzas Armadas de los EE.UU. informó a los fabricantes de automóviles que estaba buscando un "vehículo de reconocimiento liviano" para reemplazar la motocicleta del ejército y a los modificados Ford T. Así se invitó a 135 fabricantes para hacer una oferta de producción y desarrolló una larga lista de especificaciones para el modelo, incluyendo una capacidad de carga de 600 libras (272 kilos), la distancia de entre ejes tenía que ser menor a 75 pulgadas (1.905 mm), no debía superar 36 pulgadas (914 mm) de altura, su arquitectura debía ser de forma rectangular, debería contar con tracción en las cuatro ruedas e incluir una caja de transferencia de dos velocidades; el parabrisas tenía que se plegable y su peso bruto debería estar por debajo de 1.300 libras (590 kilos).
Jeep Wrangler 75 aniversario
En un primer momento, Willys-Overland y American Bantam Car Manufacturing Company fueron las únicas dos empresas que respondieron a la llamada. Sin embargo, Ford Motor Company también entró en escena y comenzó la competencia entre las tres empresas para ver cuál recibiría el contrato del gobierno.

Cada compañía produjo prototipos para pruebas en un tiempo récord. El ejército tomó posesión de estos vehículos en noviembre de 1940 en el Camp Holabird, en Maryland. En marzo de 1941 se le indicó a los tres fabricantes que cada uno debía producir unas 1.500 unidades. Finalmente, y luego de más pruebas, el ejército se decidió por el producto de Willys-Overland.

Con modificaciones y mejoras, el Willys se convirtió en el MA, y más tarde el MB. Sin embargo, el ejército y el mundo, lo terminó conociendo como Jeep. En 1941, el Willys MB comenzó a rodar fuera de la línea de montaje directamente en el fragor de la batalla de la Segunda Guerra y el resto es historia.

Impulso a la maquinaria agrícola


(La Nación) -  El Gobierno está analizando la posibilidad de impulsar una ley para fomentar el desarrollo de la maquinaria agrícola local. De igual modo que ya existe un sello para los alimentos argentinos, la iniciativa oficial apuntaría a crear un sistema que identifique a los equipos argentinos en el mundo. "Nos van a pedir cada vez más maquinaria", dijo una fuente al tanto de esa iniciativa. 



Además de favorecer el desarrollo, el proyecto también buscaría que los fabricantes cumplan ciertas obligaciones, de modo de estandarizar procesos. Recientemente, el Senado dio media sanción a un proyecto del senador Omar Perotti. "Nosotros queremos hacer una verdadera ley de maquinaria; ésa (por la iniciativa de Perotti) plantea beneficios, pero también hacen falta obligaciones", dicen fuentes oficiales.

Japón promete inversiones por US$ 1000 millones

Por Martín Dinatale - LA NACION
Los proyectos están condicionados a una mejora en la calificación que otorga la OCDE a la Argentina


Fueron tres días de intensas reuniones y gestos recíprocos. Un total de 75 empresarios japoneses visitó la Argentina la semana pasada y le dejó al Gobierno la promesa de invertir más de US$ 1000 millones en el futuro inmediato, siempre y cuando se cumpla una condición central: que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) mejore la calificación de la Argentina en octubre próximo.

Bajo el amparo de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional y la Japan External Trade Organization (Jetro), que es la organización de promoción del comercio exterior de Japón, finalizó el jueves pasado el seminario "Oportunidades de inversión en infraestructura y energía en la República Argentina". En las reuniones de trabajo estuvieron presentes funcionarios de la Cancillería; el ministro de Energía, Juan José Aranguren, y el de Comunicaciones, Oscar Aguad.

Más de 54 empresas y 76 representantes de grandes compañías de Japón se mostraron interesados en invertir en lo inmediato en la Argentina en el sector de infraestructura y energía renovable, en proyectos de minería y en la industria automotriz. "Los japoneses vemos con mucho interés todos los cambios que está haciendo Mauricio Macri en la Argentina y hay mucho interés en aumentar a más de 1000 millones de dólares las inversiones que hoy hay en este país y que ahora no superan los 100 millones de dólares", dijo a LA NACION el embajador de Japón en la Argentina, Noriteru Fukushima.

Entusiasmo

Claro que todo ese entusiasmo y los proyectos de inversión estarán sujetos a un eje central: "Confiamos en que la OCDE pueda mejorar la calificación de la Argentina, porque de ello dependerán en gran medida las inversiones que Japón está dispuesto a hacer en este país", añadió Fukushima. Esto se definirá en octubre, cuando arribe al país una misión de la OCDE con la idea de cambiar la nota (un 7) que hoy tiene la Argentina y que comparte con Ruanda, Zimbabwe y Corea del Norte. No es un tema menor. De la calificación de la OCDE dependen las empresas japonesas para recibir planes de financiación y un seguro de riesgo del propio Estado japonés. Sin ello, las proyecciones de inversión se ven reducidas.

Los empresarios japoneses y el embajador de ese país coincidieron ante los funcionarios argentinos en que las reformas que inició Macri facilitarán las mejoras que se darían a partir de la nueva calificación de la OCDE. La idea es aumentar las inversiones japonesas y ponerlas en niveles similares a los que ese país tiene en otros países de la región. De hecho, en Brasil los japoneses invierten US$ 3000 millones y en Chile, US$ 2000 millones.

Kimihiko Inaba, director general del departamento de industrias manufactureras de Jetro, afirmó que "la relevancia de la misión reflejó las grandes expectativas que existen en Japón, debido a las sustanciales mejoras en el ambiente de inversión que generaron las políticas implementadas por el presidente Macri".

Las expectativas de inversión japonesas que dejó la comitiva de empresarios son variadas. Hay proyectos concretos para energía eólica, nuevos planes de inversión de las automotrices Toyota y Nissan, un plan en la red de telefonía celular, proyectos de inversión minera de Mitsubishi en un yacimiento de cobre en San Juan, planes de exploración de gas en Neuquén y un plan de trabajo en Jujuy para la explotación de litio.

Volverán a enviar a las embajadas agregados de las fuerzas de seguridad

Por Daniel Gallo - LA NACION
Buscan afianzar los vínculos con países por los que pasan rutas argentinas del narcotráfico; destinarán a gendarmes, prefectos y policías


El Gobierno decidió incrementar los contactos internacionales en cuestiones de seguridad. Regresó primero la capacitación policial en los Estados Unidos -interrumpida por el episodio de la incautación de material en Ezeiza encabezada por el ex canciller Héctor Timerman- y se avanzó también en acuerdos para entrenamientos con Israel. Otro paso se dará a partir de la próxima semana: se reabrirán las agregadurías de las fuerzas de seguridad en el exterior.

Hace dos años se decidió empezar a replegar a los oficiales de fuerzas de seguridad destinados en embajadas y el año pasado directamente se cancelaron esas misiones. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, firmó ahora la resolución para el retorno del personal a su cargo a varias representaciones diplomáticas. Bullrich consideró que se trata de una tarea importante frente al esfuerzo gubernamental colocado en poner freno al narcotráfico.

En principio volverán a habilitarse las agregadurías que la Gendarmería tenía antes del bloqueo de contactos impuesto por el kirchnerismo. Comandantes de la Gendarmería tendrán nuevamente responsabilidades oficiales en Paraguay, Bolivia, Chile, Perú, Colombia, Francia, China y en el edificio central de las Naciones Unidas. La Prefectura, en tanto, mantendrá su delegación en Londres y compartirá con los gendarmes algunos lugares, como Paraguay.

Después de muchos años, en cambio, la Policía Federal tendrá también destinos en el exterior, más allá de su representación natural en Interpol. Comisarios serán agregados de seguridad en Brasil, el principal socio comercial de la Argentina y con muchos temas en común sobre delitos transnacionales. El trabajo de la Policía Federal en algunas villas de la ciudad de Buenos Aires, como la 31, replica el modelo de "pacificadores" empleado en favelas de Río de Janeiro.

La Policía Federal asumirá también la representación de seguridad en dos países clave en las rutas del narcotráfico que cruzan por la Argentina: México y España.

Quienes conocen bien el trabajo de los agregados de seguridad afirman que es vital contar con esa red de contactos formales e informales. Muchas alertas sobre casos en desarrollo pueden llegar más rápido con la presencia en el exterior de un referente nacional en temas de seguridad, indican aquellos que están al tanto de los argumentos que llevaron a la ministra Bullrich a impulsar esta medida.

Entre los destinos otorgados nuevamente a la Gendarmería también figuran países de la región con importantes rutas de drogas, como Paraguay, Colombia, Bolivia y Perú. Otros dos países, Chile y Francia, tienen fuerzas de seguridad militarizadas, que comparten varios puntos de formación en común con la Gendarmería. Es más, en Francia los gendarmes volverán a participar de la mesa de trabajo que integran fuerzas de seguridad militarizadas del sur de Europa y el norte de África.

Una misión similar le espera al agregado de seguridad de la Gendarmería en Colombia, pues en ese caso será también el representante argentino en Ameripol, el mecanismo hemisférico de cooperación que tiene sede en Bogotá.

La presencia de agregados de la Gendarmería en China -por lo menos se contará con dos ubicaciones fijas- tiene que ver con la verificación de documentos y antecedentes en zonas con una importante migración hacia la Argentina. Ese contacto con las fuerzas de seguridad chinas se incrementó en los últimos meses con colaboraciones sobre rutas de tráfico de cocaína con destino al segundo destino comercial de las exportaciones argentinas.

En la sede de la ONU en Nueva York, la agregaduría de seguridad será el enlace con el departamento internacional de misiones de paz. La Gendarmería tiene personal desplegado bajo órdenes de la ONU en Haití y Sudán. Dos comandantes -y entre tres y cinco subalternos, en principio- están alistados para integrarse en la próxima misión de observadores del proceso de paz en Colombia.

Otras agregadurías de seguridad podrían sumarse a las que serán activadas en los próximos días. Por lo pronto, la Policía Federal estableció contactos fluidos con la BKA, la Oficina Federal de Investigación Criminal de Alemania, a partir de casos de tráfico de drogas sintéticas, mientras que la cooperación se incrementó mucho este año con Israel y los Estados Unidos (el FBI colabora en la instalación de centros regionales contra el narcotráfico y se habilitó un intercambio de información online sobre seguridad en aeropuertos).

La ministra Bullrich y el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, visitaron este año los Estados Unidos en procura de fomentar ese intercambio de datos y de retomar la capacitación de agentes.

En paralelo

El trabajo de las agregadurías de seguridad funcionará en forma separada de las tareas que desarrollan los representantes de las Fuerzas Armadas en las sedes diplomáticas. Las misiones de los enviados de la Gendarmería, la Prefectura y la Policía Federal tienen que ver específicamente con las relaciones con sus pares de los países anfitriones. Esos contactos, formales e informales, están fuera de las asignaciones que se reservan para los militares.

Por otra parte, a pedido de la Cancillería se reforzará en breve la seguridad en algunas embajadas. Al trabajo que se realiza en la representación diplomática argentina en Haití, gendarmes darán protección adicional a la sedes nacionales en Nigeria, Paquistán y Venezuela.

En esos casos no serán enviados agregados, sino que directamente se contará con un grupo de oficiales y suboficiales en capacidad de defender a la delegación diplomática, al embajador y al personal civil desplegado en esos países.

El Gobierno refuerza la seguridad en todas las fronteras

Por Martín Dinatale - LA NACION
Habrá un mayor apoyo de Interpol, nuevos chequeos de pasajeros y un esquema de radarización más amplio
Patricia Bullrich, de patrulla con la Gendarmería en Aguas Blancas, Salta
Patricia Bullrich, de patrulla con la Gendarmería en Aguas Blancas, Salta. Foto: Archivo

En línea con la nueva imagen de la Argentina que Mauricio Macri quiere mostrar al mundo, el Gobierno decidió desplegar un mayor control en las fronteras y reforzar los mecanismos de seguridad en todos los puestos de ingreso y egreso del país.

El plan de "fronteras seguras", como lo denominan en la Casa Rosada, ya se puso en marcha y es coordinado por los ministerios de Seguridad y del Interior, la Cancillería y la Jefatura de Gabinete. La estrategia oficial busca combatir el narcotráfico, la trata de personas y eventuales casos de terrorismo en la Argentina.

El plan incluye un mayor apoyo de Interpol y un chequeo más riguroso de los pasajeros que ingresan al país. Además, aumentará los sistemas de radarización en las zonas limítrofes, reforzará los controles migratorios en los pasos críticos de frontera terrestre y agilizará los sistemas de ingreso y egreso de ciudadanos. Con esto se busca adecuar el país a las reglas de seguridad de las naciones desarrolladas.

Tanto en el Ministerio de Seguridad como en la Cancillería y en Interior confirmaron a LA NACION que el plan que se puso en marcha busca ajustar a la Argentina a requisitos que exigen los países desarrollados que forman parte de la OCDE.

Desde hoy regirá en todos los aeropuertos del país un nuevo sistema de seguridad informática integrado con Interpol para detectar a personas que tienen captura internacional en todo el mundo. Hasta ahora, la Dirección de Migraciones contaba con una base de datos de Interpol de aquellas personas que sólo eran buscadas por la justicia argentina. Esta red no sólo será más amplia, sino que estará online con la base de Interpol de la sede central de Lyon.

"Buscamos que haya una visión global del delito para avanzar en la lucha contra la trata de personas, el narcotráfico y el terrorismo", explicó a LA NACION el director de Migraciones, Horacio García, que desde el Ministerio del Interior coordina con el Ministerio de Seguridad el plan de "fronteras seguras".

La instrumentación de la nueva base de datos de Interpol ya se aplicó en un plan piloto en la terminal de Buquebus del puerto de Buenos Aires. Sobre unos 4000 casos registrados en una semana se detectó al menos 14 personas con "antecedentes críticos". Según confiaron en el Ministerio de Seguridad, en América latina este sistema de red de Interpol ampliado sólo lo tienen México, Colombia y Chile.

A la vez, el Ministerio de Seguridad ya ultimó todos los detalles para que el 10 de agosto se activen las 24 horas buena parte de los radares de frontera. Hasta ahora esos radares funcionaban intermitentemente y en muchos casos se detectaron aviones de narcotraficantes que pasaban las fronteras en horarios con radares desactivados. Para ello se aumentará el personal. "Desde hace más de 30 años que el Estado no hacía nada por tener fronteras seguras y luchar de verdad contra el trafico ilegal de mercaderías y de personas en los pasos fronterizos", dijo a LA NACION el secretario de Fronteras del Ministerio de Seguridad, Luis Green.

Por otra parte, el Gobierno instrumentará en noviembre un sistema de información anticipada de pasajeros. Este es un acuerdo que se estableció con todas las companías aéreas que llegan a la Argentina a fin de que informen con antelación la identidad de todos los pasajeros que saquen pasajes hacia el país. El sistema permite chequear con tiempo no sólo la identidad de los pasajeros que ingresarán en la Argentina antes de las 32 horas, sino que también detalla con quiénes viajan, qué tipo de comida pide en el vuelo y otras características del pasajero.

El esquema de profundización de los controles fronterizos que se diagramó en los últimos meses y que ya empieza a ser aplicado prevé también un sistema de controles móviles que reforzarán los puestos fronterizos críticos del país. Este sistema coordinado por Migraciones junto con Seguridad, la Aduana, la AFIP, la Cancillería y el Senasa buscará oferecer más tecnología y personal a los pasos de frontera donde hoy existe un amplio caudal de gente e insuficientes controles. Se estima que no habrá un refuerzo de este tipo de vigilancia en la totalidad de los 156 pasos fronterizos que hay en lo 7000 kilómetros de fronteras terrestres. Pero la idea es avanzar en puestos fronterizos clave como el de Triple Frontera, Clorinda, Iguazú, Paso de los Libres, Jujuy y Salta.

Las oficinas móviles que se montarán contarán con la tecnología necesaria para chequear información de los ingresantes y servirá de sustento hasta que se pongan en marcha nuevas obras de infraestructura previstas para el año que viene. El nuevo sistema permitirá también realizar un rediseño del control de mercaderías. Este es un plan momentáneo ya que la idea del Gobierno es instalar 20 nuevos centros de frontera equipados con la ultima tecnología en 2017.

En el Ministerio de Seguridad y en la Cancillería expresaron a LA NACION que algunos de estos planes para imponer un mayor control fronterizo cuentan con el aval y la cooperacón de países desarrollados de Europa y de Estados Unidos, entre otros países. La intención del Gobierno es establecer parámetros de control fronterizo nivelados a los sistemas de naciones desarrolladas para así poder aumentar la calificación del país a la hora de fijar metas de inversión extranjera y seguridad internacional. De hecho ya se firmaron convenios con algunos países para la provisión de equipamientos relacionados con cámaras de vigilancia de última generación, radares, drones y globos aeroestáticos de control fronterizo.

Instalarán puertas biométricas

El plan de fronteras seguras que se impuso como meta el Gobierno también prevé instalar un nuevo sistema de "puerta biométrica". Este mecanismo funcionará con una máquina que controla electrónicamente el pasaporte y las huellas dactilares de un pasajero. Así, se instalarán computadoras para agilizar los trámites de migraciones en los aeropuertos. Por ahora, está previsto instalar desde noviembre una veintena de máquinas en el aeropuertos de Ezeiza y el Aeroparque. Por otra parte, el Gobierno instrumentará un sistema de permisos con sellado de escribanos en red para los viajeros que lleven autorizaciones de menores.

Aerolíneas necesitará más fondos: ya usó el 78% de su presupuesto

El centro de entrenamiento, recientemente inaugurado; los recortes no afectan áreas operativas, dice la empresaPor Pablo Fernández Blanco - LA NACION
La empresa gastó en lo que va del año $ 3288 millones de los $ 4224 millones que tiene disponibles para 2016; analizan medidas alternativas para bajar el déficit


El centro de entrenamiento, recientemente inaugurado; los recortes no afectan áreas operativas, dice la empresa. Foto: Archivo

Isela Costantini dio la orden apenas se acomodó en su oficina de Aeroparque: achicar por lo menos un 30% los gastos de todas las áreas no relacionados con tareas operativas. Meses más tarde, su equipo inició una intensa negociación con los dueños de tarjetas de crédito y débito para recortar las comisiones que le cobraban a Aerolíneas Argentinas, muy por encima de lo que debían desembolsar sus competidores.

Pese a los esfuerzos, la línea aérea de bandera está en las vísperas de agotar todos los recursos que tenía previsto girarle el Estado este año y requerirá en los próximos meses de un nuevo auxilio del Gobierno para sostener su actividad diaria. Así lo muestran los números del Ministerio de Hacienda. De acuerdo con los últimos datos, Aerolíneas utilizó $ 3288,47 millones de los $ 4223,96 millones disponibles para este año; es decir, el 78%.

Dicho en otros términos, la compañía que maneja Costantini empleó a razón de 3 de cada 4 pesos presupuestados para este año, cuando sólo pasaron seis meses y medio de 2016. En la jerga de la contabilidad del Estado, se dice que sobreejecutó su presupuesto, es decir, lo empleó de una manera más rápida de lo que sugiere su uso cronológico. Por ese motivo requerirá más subsidios.

Tanto la Casa Rosada como la gerencia de la compañía están al tanto de la situación. Por pedido del Gobierno, la firma analiza alternativas para bajar el déficit, aunque todavía no tomó las decisiones más importantes.

Frente a este escenario, la conducción de Aerolíneas está evaluando opciones que van desde el financiamiento con lessors (empresas que proveen aviones bajo el sistema de leasing) y con bancos, hasta una alternativa más riesgosa, como la eventual venta y el denominado sales and lease back, que consiste en vender naves para luego alquilarlas y disponer de fondos líquidos, según explicó la empresa ante la consulta de LA NACION. Es una idea que no termina de convencer, porque podría ser leída de forma negativa en la arena política.

Al tope de la lista

La línea aérea usó sus recursos mucho más rápido que casi todos los demás organismos o programas del Estado. Por caso, las partidas destinadas a cubrir los subsidios a la energía se emplearon en un 72%, mientras que las que atienden al transporte terrestre y a los trenes se usaron en un 57% y en un 26%, en casa caso. En parte, la contabilidad de Aerolíneas Argentinas responde a la herencia, en dos sentidos. Por un lado, la gestión de Cambiemos encontró la empresa con un déficit operativo muy importante. Pero también con una estimación de gastos lejana a la realidad, debido a que el presupuesto de este año lo hizo el gobierno de Cristina Kirchner, que solía utilizar esa clase de prácticas.

El crédito vigente de Aerolíneas quedará más estrecho a partir de octubre, cuando se lleven a cabo las negociaciones paritarias de todos los gremios que conviven en el sector de aeronavegación.

A esta altura del año pasado, la gestión de Mariano Recalde había utilizado $ 3079,64 millones, 67% de los $ 4544,9 millones que contemplaba su presupuesto original. Aunque el uso de los recursos era cronológicamente menor al actual, es un punto a favor de Costantini, dado que la devaluación de diciembre del año pasado hizo que los pesos que recibe la línea aérea valgan hoy menos, por caso, al momento de saldar deudas fuera del país y comprar combustible, ambos ítems dolarizados.

El gasto real de 2015 fue de $ 5233 millones. Si la gestión de Costantini llega a empatar esa marca el último mes de este año, podrá decir que disminuyó en términos reales la dependencia del Estado. No está claro de todas maneras que eso ocurra.
Según la empresa, logró hasta ahora un ahorro de más del 60% de la estimación inicial del déficit financiero para 2016 (la estimación original del Gobierno fue de $ 15.000 millones).


Recorte de gastos

En los primeros seis mes del año, Costantini y su equipo pusieron en marcha un proceso de reducción de gastos en áreas clave de la empresa. Entre ellos, se cuentan recortes en la inversión publicitaria y comercial, que le reportaron un ahorro de unos US$ 90 millones al año, según la información que envió al Congreso la Jefatura de Gabinete, que dirige Marcos Peña. Allí también se cuentan menores erogaciones por el pago de comisiones de agencias y la reducción de intereses en pagos con tarjetas de crédito.

Incluso armó "talleres de concientización a todos los empleados acerca de la situación financiera, haciendo foco en la mejora de procesos, la sustentabilidad, la detección de nuevos negocios, las reducciones de costos y el incremento de ingresos".

Fuentes de la empresa, además, agregaron que a medida que pasan los meses su management encuentra nuevas alternativas para reducir costos. Pese a las pérdidas crónicas de Aerolíneas Argentinas, la administración de Mauricio Macri observa su contabilidad con una mirada más calma que la que echó sobre otros números de la economía. Sucede que, pese a que envuelve subsidios millonarios, implican una porción menor de las transferencias que hace el Estado a toda la economía.

Un funcionario de trato cotidiano con el Presidente lo puso hace unos días en estos términos: el Gobierno redujo en aproximadamente $ 78.000 millones el gasto en subsidios con los aumentos que dispuso en el primer semestre sobre el agua, el gas, la electricidad y el transporte. Si se lo compara con ese número, la cifra comprometida hasta ahora en la compañía aérea es menor, dado que se lleva poco más de un 5%.

Del editor: ¿cómo sigue? La voluntad de Aerolíneas de achicar el déficit este año dependerá en gran medida de la habilidad política para negociar con los gremios

domingo, 17 de julio de 2016

T-90, el mortífero tanque que Rusia ha enviado a Siria para ganar la guerra

El ejército del régimen sirio está empleando estos tanques con notable éxito, "como una motosierra sobre mantequilla", en palabras de un analista
Foto: (Foto: Vitaly V. Kuzmin)
Foto: (Foto: Vitaly V. Kuzmin)

Hace unos meses, en Siria, el ejército de Bashar al Asad estaba en las últimas incluso contando con el apoyo de sus aliados iraníes y de las fuerzas de Hezbolá; y entonces llegó la aviación rusa. La intervención de los aviones de ataque al suelo enviados por Putin detuvo los avances de las diferentes fuerzas contrarias al régimen sirio que estaban acorranlando a sus tropas en la franja occidental del país.

Pero en las últimas semanas la situación ha dado un serio vuelco, esta vez a favor de Asad: sus tropas han pasado a la ofensiva tanto en el norte, en Aleppo, como en el sur, en los alrededores de Raqqa. En ambos frentes parecen estar avanzando con la contundente ayuda de sus nuevos carros de combate de fabricación rusa y de última generación: los T-90.

El ejército del régimen sirio está empleando estos tanques con notable éxito, "como una motosierra sobre mantequilla", en palabras de un analista. Pero ¿qué tiene el T-90 para causar tan desmedido efecto en el campo de batalla sirio? La clave son los misiles antitanque de la oposición, y su actual irrelevancia.

Al ejército sirio no le faltan carros de combate, desde venerables (aunque modernizados) T-55 hasta T-72s además de vehículos de combate de infantería como los BMP-2s, antiaéreos como los ZSU-23-4 Shilka o transportes de personal de ruedas como los BTR-82A. Pero lo que han recibido ahora son carros T-90 de las últimas variantes, quizá las que usa el propio ejército ruso, donde forma la espina dorsal de sus fuerzas acorazadas. Y esa es la diferencia: se trata de un hueso muy duro de roer.
Un T-90 en los alrededores de Aleppo
Un T-90 en los alrededores de Aleppo

Las características del T-90
El T-90, apodado Vladimir, es una versión muy modernizada del T-72 diseñado por la Unión Soviética en los años 80 como tanque de explotación, es decir, no para romper la línea enemiga sino para aprovechar las rupturas realizadas bien por otros carros más potentes (como los T-62/64 y los T-80), bien por medio de armas nucleares tácticas (para lo cual estaba forrado de protección antirradiación interna).

Se trata de un tanque de peso medio (ronda las 40 toneladas frente a las 60 o más de sus rivales occidentales), con un blindaje relativamente poco resistente y un motor diésel de 1.000 caballos capaz de proporcionarle bastante agilidad, y con sistemas electrónicos y de control de fuego de segunda clase. El T-72 se usó y exportó a multitud de países (como Siria) y fue recibiendo mejoras de armamento (nuevo cañón), blindaje (sistemas de blindaje reactivo Kontakt) y sistemas hasta que su versión BU-2 fue aceptada para el servicio en el ejército ruso en 1992 al mismo tiempo que se cambiaba su nombre a T-90. Desde entonces es el carro de combate principal del ejército ruso.

El T-72 se usó y exportó a multitud de países y recibió mejoras de armamento, blindaje y sistemas hasta que fue aceptado en el ejército ruso en 1992

La historia de su aceptación en el servicio ruso es compleja y pasa por la creación de varias versiones de exportación como la T-90S Bhishma para el ejército indio, que cuenta con algunos sistemas de fabricación europea, estadounidense o israelí. La principal diferencia del T-90A original que recibió el ejército ruso con su antepasado T-72 era una nueva dirección de tiro, más eficaz, basada en la desarrollada para el T-80. Y por supuesto su sistema de autoprotección en tres capas: el verdadero valor diferencial del T-90 en todas sus versiones que lo hace muy peligroso (para unos) y valioso (para otros) en la guerra en Siria.

Triple protección ante el enemigo
Todas las versiones del T-90 tienen una triple protección ante los disparos del enemigo. En primer lugar llevan un blindaje compuesto para proteger su casco y torreta con múltiples capas de acero balístico, cerámicas especiales y un recubrimiento antiesquirlas en el interior. El grosor de este blindaje pasivo es relativamente reducido pero su composición y geometría aseguran una protección razonable ante esquirlas, armas ligeras y munición antitanque de tipo cinético (APFSDS, Armoured Piercing Fin-Stabilised Discarding Sabot, proyectil perforador de blindaje estabilizado por aletas con casquillo desechable) y de carga hueca (HEAT, High Explosive Anti Tank, alto explosivo antitanque), que son los más habituales en proyectiles contra blindados y misiles antitanque. Los avances en este tipo de munición, sin embargo, hacen que defenderse sólo con materiales y geometría resulte hoy en día imposible sin un grosor y peso desproporcionados.

Por eso el T-90 lleva otros dos niveles de protección, uno activo y otro, un paraguas de detección y reacción rápida. La protección activa es un blindaje reactivo (ERA, Explosive Reactive Armour, blindaje reactivo explosivo) de la familia Kontakt, bien la versión 5, bien la más avanzada conocida como Relikt. El blindaje reactivo actúa sobre las fuerzas desatadas por el proyectil atacante al intentar penetrar en el vehículo.

Para evitarlo, se intenta neutralizar esas fuerzas, en la mayoría de las ocasiones por medio de explosivos: una explosión para derrotar la punta de lanza atacante. Se trata de módulos explosivos que detonan al recibir el impacto de un proyectil atacante: la explosión destruye físicamente el elemento penetrador de las municiones APFSDS o bien desordena el chorro de plasma si se trata de una munición HEAT de carga hueca, lo que aumenta el grosor eficaz del blindaje.
(Vitaly V. Kuzmin - Wikimedia Commons)
(Vitaly V. Kuzmin - Wikimedia Commons)

Como desventajas el blindaje reactivo aumenta el peso del vehículo y es ineficaz ante dos ataques en el mismo punto, ya que una vez detonada la carga no puede volver a funcionar. Por eso los misiles antitanque de carga hueca actuales llevan ojivas dobles: una primera que detona el blindaje reactivo y una segunda que se encarga de perforar la coraza.

Las versiones avanzadas de la familia Kontact que lleva el T-90 son una serie de cajas soldadas sobre el blindaje convencional que se rellenan con elementos explosivos. Esto le da a la torre del tanque su aspecto característico y hace que sea una protección recargable: una vez gastada en un impacto se puede reemplazar el explosivo interior. El casco, el techo de la torre y los faldones que cubren las orugas tienen sus propios receptáculos soldados, por lo que están protegidos.

Entre la avanzada metalurgia del blindaje pasivo y la efectividad del blindaje reactivo se considera que los T-90 son más o menos invulnerables a casi cualquier tipo de munición antitanque disparada por otro carro de combate, desde el aire (avión, helicóptero) o por la infantería (misiles antitanque). Sólo las variantes más avanzadas de munición tienen alguna posibilidad de penetración. Todo el sistema añade tan sólo 1.500 kilos al peso total del tanque.

Las variantes rusas del T-90 (aunque no la vendida a la India) tienen aún otra coraza, esta invisible: el sistema de detección de amenazas y contramedidas Shtora-1 (cortina), capaz de detectar la mayoría de los sistemas de puntería que se emplean contra carros de combate y de interferir y cegar la electrónica del atacante. Shtora-1 dispone de dos flashes infrarrojos (a ambos lados del cañón principal), cuatro detectores de láser distribuidos por la coraza y lanzadores de botes de humo.

Cuando detecta que el carro está siendo apuntado con un láser de guiado de misiles alerta a la tripulación y orienta la torreta hacia la amenaza para que los flashes confundan el sistema de guía y disparar contra el atacante. En caso necesario puede lanzar botes de humo diseñados para confundir los sistemas de seguimiento. Shtora-1 puede actuar en automático durante 6 horas.

La combinación de estas tres capas de protección hacen al T-90 extremadamente difícil de destruir a distancia. En pruebas efectuadas en los años 90 en Alemania con T-72s adquiridos en la unificación, los misiles anticarro occidentales resultaron incapaces de penetrar el blindaje. Pruebas rusas en 1999 sobre los primeros T-90A con ERA tipo Kontakt-5 demostraron su invulnerabilidad. Y en operaciones de combate en el Cáucaso hay testimonios de un T-90 encajando hasta 7 impactos de granadas antitanque RPG sin dejar de luchar.

Pequeño y difícil de ver
El grado de protección puede ser incluso aumentado montando un sistema de protección activa como el Arena, capaz de destruir misiles antes de que impacten, aunque los vehículos que han sido vistos en Siria no parecen llevarlo. El T-90 no es completamente invulnerable, pero goza de un elevado grado de protección. Las minas que lo atacan en su relativamente desprotegida parte inferior son su gran debilidad.

Además el T-90 cuenta con otras fortalezas. Su tamaño relativamente pequeño y su perfil bajo dificultan verlo y apuntar en su dirección en el campo de batalla, gracias en buena parte al cargador automático que permite que su tripulación sea tan sólo de 3 hombres. Esta característica la heredó del T-72, pero el autocargador del T-90 fue mejorado; lleva 22 proyectiles de diferentes tipos listos para disparar en un carrusel. El comandante o el tirador seleccionan el tipo de proyectil y el cargador automático lo coloca y añade el propelente en un ciclo de 8 a 10 segundos. Además se pueden llevar otros 20 proyectiles almacenados en un soporte externo a la torre para evitar detonaciones secundarias. La recarga del carrusel, sin embargo, es lenta, manual y trabajosa, ya que hay que codificar los proyectiles uno a uno.
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El tanque ruso está armado con un cañón de 125 mm y ánima lisa que le permite disparar una gran variedad de proyectiles de varios tipos (fragmentación, antitanque de tipos HEAT y APDFS) y también misiles antiblindados guiados por láser 9M119M Refleks con un alcance de hasta 6 km y doble carga hueca además de una limitada capacidad contra helicópteros. La versión del cañón que equipa el T-90 es la más avanzada de su tipo del arsenal ruso, cromada en el interior y con su vida útil extendida hasta superar los 1.500 disparos a carga completa; además el cañón puede reemplazarse con ayuda de una grúa en poco más de dos horas.

9M119F1 Invar-M.jpgEl sistema de puntería es diurno/nocturno con cámara térmica y estabilizado e incluye un telémetro láser; en pruebas efectuadas en Rusia consiguió una elevada probabilidad de blanco al primer impacto con el carro en movimiento hasta a 1.500-3.000 metros. El T-90 además cuenta con dos ametralladoras, una coaxial de 7,62 mm y otra de 12,7 mm en una torre teledirigida desde el interior cuya función es principalmente antiaérea. Las últimas versiones del ejército ruso (T-90AM) disponen de sistemas de navegación y comunicaciones avanzados.

Ágil y fácil de maniobrar

En cuanto a movilidad el motor diésel sobrealimentado tiene 12 cilindros en V y alcanza de 850 a 1.200 CV dependiendo de la variante; puede usar varios combustibles (gasoil, jet fuel, etc) determinado por un selector por el conductor. Con esta planta motora y su transmisión manual de 7 marchas puede alcanzar con facilidad los 60 km/h en carretera y hasta 45 km/h campo a través: la amortiguación de barras de torsión y sus eficaces orugas lo hacen muy ágil y maniobrero. La relación potencia-peso hace que sea capaz de subir zanjas de más de 1,20 m de altura, y el tronco que lleva en la parte posterior sirve como ayuda en caso de quedar embarrado.

Muy significativamente el T-90 dispone de un sistema de aire acondicionado para climas cálidos mejor que los ventiladores individuales de sus antecesores

El vehículo cuenta con una pala excavadora que le permite erigir barreras para camuflarse y protegerse. Muy significativamente el T-90 dispone de un sistema de aire acondicionado para climas cálidos, bastante mejor que los ventiladores individuales de sus antecesores los T-72. La ergonomía de la tripulación es correcta, y existe un sistema antincendios automático e incluso una trampilla de escape en el suelo. Significativamente, su conducción y uso no son muy diferentes del T-72, por lo que los soldados sirios no deben tener problemas en usarlos.

La potencia de fuego de su cañón junto a su velocidad, agilidad y electrónica hacen del T-90 un enemigo formidable. Pero la principal razón por la que está haciendo mella en Aleppo y Raqqa es su triple coraza: el ejército sirio no conseguía progresar en estos frentes por la vulnerabilidad de sus T-55 y T-72 a los misiles anticarro que proliferan entre los grupos rebeldes (que han recibido más de 9.000 equipos durante la guerra).
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Misiles rusos como los Konkurs, Metis-M o Fagot, o incluso los modernos y temibles Kornet; pero también lanzacohetes M-79 de fabricación yugoslava, RPG-29 ex-soviéticos o los misiles occidentales Milan francoalemanes y sobre todo TOW estadounidenses con los que algunas naciones como Arabia Saudí y los emiratos del golfo han armado a los insurgentes detenían en seco los ataques acorazados del ejército de Asad. Como demuestran las muchas imágenes de tanques destruidos que hay en las redes sociales; se dice que una condición de algunas entregas de armas es filmar y publicar el uso de cada misil empleado.

La cuestión es que los T-90 son poco menos que invulnerables ante estos misiles: cualquier equipo anticarro que intente atacar uno de ellos tiene muchas posibilidades de fracasar y lo que es peor, casi todas las papeletas de recibir un cañonazo. Con toda probabilidad el ejército sirio los está usando como punta de lanza para destruir los cazacarros y dejando la explotación y limpieza para los T-55 y T-72 apoyados por BMP-2s. Carentes de munición anticarro moderna, los insurgentes tienen muy poco que hacer contra estas bestias acorazadas. A no ser que sus patrocinadores consigan hacer llegar armas de última generación a los rebeldes los T-90 serán capaces, casi por sí solos, de darle la vuelta a la guerra de Siria. (AUTOR: PEPE CERVERA - El Confidencial)

El plan de EEUU para reconvertir el bombardero B-52 en un avión arsenal

Por PEPE CERVERA - El Confidencial
Desde que se inventaron las armas arrojadizas, y después las de fuego, los soldados se han tenido que enfrentar con el mismo problema: demasiados enemigos para tan poca munición
Foto: El bombardero B-52. (Foto: USAF)
Foto: El bombardero B-52. (Foto: USAF)

Desde que se inventaron las armas arrojadizas, y después las de fuego, los soldados se han tenido que enfrentar con el mismo problema: demasiados enemigos, muy pocas balas. En efecto, si el suministro de munición es limitado (flechas, piedras para catapulta, virotes de ballesta, balas de mosquete o de cañón, da igual), hay una forma segura de obtener la victoria que consiste simplemente en presentar al enemigo un número de blancos tal que desborde sus cargadores y lo deje inerme, sin nada que disparar: una técnica cara en sangre, pero efectiva.

La versión más reciente de este dilema se le presenta a la fuerza aérea estadounidense (USAF), que se enfrenta a potenciales enemigos tecnológicamente inferiores pero muy superiores en número. Y lo hace además con aviones que tienen limitada la munición que pueden acarrear. Para resolver este riesgo de desbordamiento de sus líneas defensivas, la USAF ha puesto en marcha un programa para crear un nuevo tipo de avión de combate: el avión arsenal. Un concepto que puede terminar poniendo a veteranos cazas como el F-15, bombarderos como el B-1 Lancer o incluso al venerable B-52 Stratofortress en misiones de superioridad aérea o soporte cercano a las tropas de tierra. Y la clave está en las comunicaciones: concretamente, en el sistema de intercambio de datos Link 16 (enlace 16)

Para conservar sus características furtivas, los aviones deben llevar sus misiles y bombas a cubierto, y no hay mucho sitio.
Para conservar sus características furtivas, los aviones deben llevar sus misiles y bombas a cubierto, y no hay mucho sitio.

El problema es sencillo: los nuevos aviones del arsenal aéreo estadounidense solo pueden alcanzar sus potenciales máximos de sigilo frente al radar si llevan muy poca munición. Colgar bombas y misiles de las alas de los aviones es una técnica muy útil que estos aparatos pueden llevar a cabo sin problemas, pero estas cargas externas se comportan como reflectores de ondas de radio: los aviones con armamento externo se iluminan en una pantalla de radar como un árbol de Navidad. Para evitar este problema, aparatos como el F-22 Raptor o el F-35 Lightning II disponen de bodegas de armas cerradas que les permiten transportar misiles y bombas a cubierto de los radares enemigos. Lo malo es que solo caben un puñado.
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El F-22 Raptor, encargado de obtener la superioridad aérea eliminando del cielo a los cazas enemigos y del cual solo se han construido 195 unidades (187 operativas), en configuración ‘limpia’ de combate aéreo solo lleva ocho misiles aire-aire en sus tres bodegas: seis AIM-120 AMRAAM de alcance medio y dos AIM-9M/X Sidewinder de corto alcance. Cuatro AMRAAM pueden ser reemplazados por dos 'racks' de bombas capaces de transportar dos bombas inteligentes JDAM medianas o bien ocho bombas de pequeño diámetro.
Mientras, sus posibles enemigos futuros confían en la cantidad más que en la calidad.
El F-35 Lightning II en sus diversos modelos está diseñado ante todo como avión de ataque con limitada capacidad de autodefensa, por lo cual en estas condiciones solo puede llevar dos misiles aire-aire. Los aviones rusos de la familia Su-27/35 y sus derivados chinos suelen llevar más de 10 misiles por aparato, y se espera que haya muchos más de ellos en el cielo. La situación empeora aún más si se consideran diseños más pequeños o más sigilosos como los J-10, J-20 y J-31 chinos.

Enfrentados a desequilibrios de fuerzas de entre cinco y 10 a uno, no importa que los Raptors tengan mayor potencia, un eco radar ultrarreducido y potentes radares de ataque que les permitan usar sus misiles a grandes y medias distancias: al final, e inexorablemente, se quedarían sin munición. Teniendo en cuenta que su papel en combate es abrir un hueco en las defensas enemigas y proteger a los multiplicadores de fuerzas (aviones de reportaje en vuelo y de control aéreo tipo AWACS), se trata de una situación intolerable.

Mientras, sus posibles enemigos futuros confían en la cantidad más que en la calidad.Mientras, sus posibles enemigos futuros confían en la cantidad más que en la calidad.

Los F-35, por su parte, necesitarían ser escoltados por los Raptors en entornos con defensas aéreas creíbles, reduciendo sus números útiles. El resultado sería una derrota, sobre todo si el combate se lleva a cabo cerca de las bases enemigas y lejos de las propias: justo la situación de una potencial guerra con China o Rusia.

Unos llevan las bombas, otros buscan el blanco
Una de las posibles soluciones, en la que trabajan varias compañías estadounidenses, es construir misiles más pequeños para que el limitado espacio en las bodegas de los cazas les permita llevar más ejemplares. Pero hay otra solución que resulta posible gracias a los avances en la intercomunicación entre aviones, y es separar la función de acarrear las armas de la de localizar al enemigo y guiar misiles o bombas hasta donde está: el avión arsenal. Inspirado en una idea naval de los años noventa, el concepto es dotar de enormes reservas de munición utilizable a las fuerzas en combate.

Se trata de crear un avión con gran capacidad de transporte de armas de largo alcance que se quede retrasado con respecto a los aviones de combate pero esté en comunicación con ellos. No necesita ser sigiloso ni demasiado rápido, ya que no se aproximará a las posiciones del enemigo, pero sí disponer de gran capacidad de carga de bombas y misiles, y a ser posible de reabastecimiento en vuelo. Su misión es actuar como un gran polvorín aéreo que entregue a voluntad la munición que necesitan los aviones de combate, que la guiarán con sus avanzados radares.
La munición disparada desde lejos por el avión arsenal es guiada hasta sus objetivos por cazas furtivos situados cerca del blanco.
La munición disparada desde lejos por el avión arsenal es guiada hasta sus objetivos por cazas furtivos situados cerca del blanco.

Una posibilidad es complementar a los Raptors con una variante específica del F-15 diseñada para llevar decenas de misiles antiaéreos. El F-15 en sus últimas versiones es todavía un aparato formidable que bien podría esperar sobrevivir en una guerra futura siempre que no estuviese en primera línea, y su considerable capacidad de carga permitiría a los Raptors disponer de muchos más misiles, disparados además desde una localización inesperada. Las modificaciones necesarias serían mínimas: el aparato es una plataforma probada y las adaptaciones de comunicaciones para que el F-15 reciba datos del F-22 ya han sido incluidas en un ‘pod’ externo llamado TALON.

En otro tipo de entornos peor defendidos, por ejemplo tras las primeras fases de eliminación de defensas aéreas, o frente a enemigos sin capacidad de defensa aérea, el avión arsenal podría tomar otra forma muy inspirada en las acciones en Irak y Afganistán: la de un polvorín aéreo con munición de ataque al suelo de largo alcance y gran precisión.
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En las guerras recientes, aparatos como el B-1 Lancer y el B-52 Stratofortress han actuado como una especie de aviones de apoyo cercano (CAS), sobrevolando durante horas el campo de batalla para proporcionar a pedido bombas de precisión sobre blancos de oportunidad controlados desde el suelo. Con adaptaciones simples, este papel podría extenderse aún más, algo especialmente importante dadas las limitaciones de capacidad del F-35. La clave de nuevo son las comunicaciones entre los módulos de puntería de los aviones de ataque al suelo y de la infantería y los sistemas de los aviones.

Una modificación del viejo B-52
Es por eso que lo más probable es que el primer avión arsenal de la USAF acabe siendo una variante del ya casi vetusto B-52 Stratofortress, cuyos 58 ejemplares en activo están ya recibiendo un paquete de mejoras que incluye un dispensador rotativo de bombas para su bodega de armas y un nuevo sistema electrónico compatible con el Link 16 de los Raptors. Estos aparatos, que superan ya el medio siglo de antigüedad, disponen de la estructura sólida y de las contramedidas adecuadas para sobrevivir en este tipo de entornos de combate sin necesidad de grandes modificaciones.
Venerables bombarderos como el B-52 pueden acabar complementando a los cazas de última generación en combate.
Venerables bombarderos como el B-52 pueden acabar complementando a los cazas de última generación en combate.Venerables bombarderos como el B-52 pueden acabar complementando a los cazas de última generación en combate.

Los B-1 Lancer, con 56.500 kilos de capacidad de armamento y velocidad supersónica, también están recibiendo este tipo de mejoras de comunicaciones para facilitar la integración de sus sistemas con los de los cazas más recientes. La fuerza aérea cuenta todavía con 62 ejemplares de este modelo. Ambos tipos pueden usar sistemas de localización y dirección de blancos como los 'pods' SNIPER; el B-52 puede llevar el LITENING que también llevan los F-15 E de ataque al suelo.

Estos nuevos sistemas electrónicos y de comunicaciones permitirían a estos B-52  y B-1 recibir los datos de puntería de los Raptors y otros aviones mucho más modernos, tanto para bombas inteligentes JDAM como para misiles aire-tierra como el AGM-158 JASMM o para misiles aire-aire de alcance intermedio como los AMRAAM; el dispensador rotatorio les permitirá llevar estas bombas y misiles en el interior del aparato, cuando antes estaban limitados a los puntos de anclaje externos. Y con su capacidad de acarrear munición, su enorme autonomía y la capacidad de repostaje en vuelo, estos aparatos pueden suponer una verdadera diferencia estratégica en muchas situaciones.

Con un coste muy ajustado, además. No es extraño que la USAF haya financiado en su último
presupuesto el desarrollo de este nuevo tipo de avión de combate, sugiriendo además que se emplearía como base la célula del B-52. En poco tiempo, el avión arsenal puede ser ya un hecho.

Los brutales costes de volar cada hora un avión de combate

Por PEPE CERVERA - El Confidencial
El coste puede oscilar entre los 5.000 euros por hora de vuelo de un Saab Gripen, el más barato de los cazas occidentales, a los más de 60.000 del F-22 Raptor, el más caro
Foto: F-22 Raptor, el caza más caro (Lockheed Martin - Wikipedia)
Foto: F-22 Raptor, el caza más caro

Como ha descubierto para su desgracia más de un ganador de concurso televisivo una cosa es tener el coche de tus sueños y muy otra es poder mantenerlo. Demasiadas veces el flamante ganador de un Ferrari o un Lamborghini descubre, demasiado tarde, que si caro es comprar una de estas maravillas de la tecnología más caro aún es usarlo: los precios de seguros, revisiones y mantenimiento y los elevadísimos consumos de los motores de gran cilindrada pueden convertir el sueño de poseer una joya automovilística en una pesadilla económica.

Exactamente lo mismo ocurre con los aviones de combate, que no sólo cuestan un ojo de la cara, sino que pueden acabar siendo una ruina, se usen o no, como ya han descubierto algunos países. Porque una cosa es tener dinero para comprar aviones de combate de última generación y otra mantenerlos en vuelo. El coste de usar una de estas bestias puede oscilar entre los 5.000 euros por hora de vuelo de un Saab Gripen, el más barato de los cazas occidentales, a los más de 60.000 por hora del F-22 Raptor, el más caro. Si nos vamos a bombarderos las cifras empiezan a ser mareantes: 120.000 euros/hora de vuelo para un B-2 Spirit o 65.000 euros/hora para un B-52H. Y hay tipos más caros en el catálogo estadounidense.
El Saab Gripen es el caza más barato de mantener y utilizar (Foto: Arnaud Gaillard - Wikipedia)
El Saab Gripen es el caza más barato de mantener y utilizar (Foto: Arnaud Gaillard - Wikipedia)

No es que evaluar el coste de un avión por hora de vuelo sea un ejercicio sencillo: muchos factores intervienen en el cálculo, que además incluye parámetros militares secretos (como el consumo detallado) o comerciales de enorme importancia. Porque el coste de operación real es un parámetro clave a la hora de optar por uno u otro modelo en un mercado internacional (el de aviones de combate) enormemente competitivo y de macrocontratos multimillonarios en los que intervienen elementos tecnológicos y estratégicos. De modo que las cifras, cuando se pueden obtener, son plásticas y volátiles, muy complicadas de comparar en igualdad de condiciones. Y eso cuando existen: sobre los aviones rusos o chinos no es fácil encontrar datos equivalentes.

Todos los costes de volar un avión

Para hacernos una idea de lo que significa el coste por hora de vuelo en un avión de combate hay que contar con que se consideran incluidos el coste del combustible gastado (de un 15 a un 25% del total, dependiendo del número de motores y del precio del crudo en el momento; un F-15 puede quemar entre 4 y 5 toneladas de combustible de reactor JP-8 por hora), el precio de los consumibles que hay que reponer (entre el 10 y el 15% del total) y los gastos de mantenimiento programado de los diferentes componentes del aparato, en especial los motores (del 60 al 70% del total).

En este último coste se incluyen los repuestos y los elementos que deben ser revisados y/o reemplazados cada cierto número de horas y además las horas de trabajo que se precisan para hacerlo. En ninguna parte de este precio digamos ‘estándar’ se consideran cuestiones como el sueldo del piloto o los edificios de mantenimiento o aparcamiento de los aviones. Pero jugando con algunos parámetros como el precio del combustible o el coste de la hora de trabajo de mantenimiento es sencillo mover significativamente la cifra final.

Elementos asimismo claves son el número de aviones en la flota y el número de horas de vuelo totales para las que se construye el aparato y cuántas se usan cada año, dado que algunos costes fijos importantes en infraestructura deben repartirse entre el número de aparatos y las horas de uso. Se considera que para entrenar y mantener en forma a un piloto de caza cada uno de ellos debe volar al menos 100 horas anuales (la USAF y los países de la OTAN están entre 180 y 200 horas/año; y con aparatos de combate tan caros hay que contar con un mínimo de dos pilotos por avión, lo que supone 200 horas de vuelo por año sólo en entrenamiento. Eso supone que mantener en forma a un piloto de F-22 Raptor cuesta un mínimo de 6.000.000 al año, sin contar armamento de prácticas.
Eurofighter Typhoon (Bundersheer - Wikipedia)
Eurofighter Typhoon (Bundersheer - Wikipedia)

Un piloto del EuroFighter Typhoon, con un coste estimado de unos 15.000 euros por hora de vuelo, gastaría más de 1.500.000 euros anuales en formación. Hoy una parte del entrenamiento se realiza mediante simuladores, pero para tener buenos pilotos de combate hace falta que vuelen. Toda una inversión.

¿Cuántos años vuela uno de estos aviones?
La duración de la vida útil del aparato es de la mayor importancia. Muchos aviones occidentales modernos están diseñados para hacer hasta 6.000 horas de vuelo, lo que ofrece una duración de 30 años en condiciones normales (200 horas/año); muchos aviones rusos tienen vidas útiles muy inferiores, aumentando sus costes por hora de vuelo. Si añadimos un posible uso en condiciones de combate, que aumenta el estrés sobre la célula y los motores y concentra horas de vuelo en poco tiempo, tenemos que estimar una cifra comparable sea realmente muy complicado. Y esto antes de que intervenga la política, ya sea geoestratégica (favorecer una venta a un país), ya la interior (que la aviación consiga más presupuesto).

Debido a este juego de parámetros y a los cambios en la disponibilidad y uso de diferentes flotas los costes, incluso cuando tienen el mismo origen, pueden variar con el tiempo. Así la USAF presume de que está reduciendo el coste de los F-35 Lightning II desde los dolorosos 67.550 por hora de vuelo de 2014 a los aún serios 42.169 de 2015 gracias a mejoras en el mantenimiento y a que hay más aparatos en vuelo. Este ejemplo es interesante porque llama la atención sobre otra diferencia entre aviones más antiguos y más modernos; en los nuevos se tiende a disponer de sistemas de control que avisan cuándo es necesario cambiar una pieza, evitando así el reemplazamiento programado por horas de vuelo (esté la pieza bien o no) en los aparatos tradicionales. Se supone que un sofisticado gestor de mantenimiento abaratará en el futuro de modo importante el uso del F-35, aunque de momento el 'software' está resultando problemático.

VC-25A Air Force One
161.591
E-4B Flying Headquarters
149.580
B-2A Spirit Stealth Bomber
128.805
C-5B Galaxy
100.941
B-52H Stratofortress Bomber
67.005
CV-22B Osprey Tilt-Rotor
63.792
F-22A Raptor
59.166
B-1B Lancer Bomber
58.488
RQ-4B Global Hawk
49.089
AC-130U Spooky Gunship
45.986
C-32A VIP Plane
42.936
F-35A Lightning II
42.169
E-3B Sentry AWACS Radar Plane
39.587
MC-130H Combat Talon II
32.752
C-20B VIP Plane
32.212
U-2 Dragon Lady Spy Plane
30.813
F-15C Eagle
27.203
HH-60G Pave Hawk Helicopter
24.475
C-17 Globemaster
23.811
KC-10A Extender Tanker
21.170
F-16C Viper
20.318
EuroFighter Typhoon
18.000
A-10C Warthog Attack Plane
17.716
Dassault Rafale
16.500
C-130J Hercules
14.014
UH-1N Huey Helicopter
13.634
F-18 E/F
11.000
T-38C Talon Jet Trainer
9.355
MQ-9A Reaper
4.762
Saab Gripen
4.700
MQ-1B Predator
3.679
T-6A Texan II Turboprop Trainer
2.235
Source: Fuentes: USAF y IHS Jane's

En la tabla adjunta puede verse que a pesar de los altos costes de cazas y bombarderos las cifras más elevadas corresponden a otro tipo de aviones como el gigantesco transporte C-5B Galaxy (hasta 100.000 dólares/hora), el puesto de mando aerotransportado E-4B NigthWatch (o ‘avión del apocalipsis’, 150.000 dólares/hora) o el VC-25 Air Force One del presidente (161.000 dólares/hora). Todos ellos tienen en común que son grandes, cuatrimotores y bastante antiguos (C-5B) o basados en modelos comerciales muy modificados y con una flota muy reducida (NigthWatch y Air Force One). De los aparatos de combate el más caro de adquirir (más de 2.000 millones de dólares por ejemplar incluyendo desarrollo y operación) y de mantener en vuelo (entre 120.000 y 150.000 euros/hora) es el B-2 Spirit, del que sólo existen 20 ejemplares y que necesita infraestructura especial para mantener su sofisticada cobertura antirradar ‘furtiva’. Los demás tampoco son baratos, precisamente.


Sin tripulación, mucho más barato
Destaca desde luego una de las principales razones por las que el uso de aviones no tripulados se ha disparado en la última década: los costes de operación de este tipo de aparatos son radicalmente inferiores a los de sus parientes tripulados. Uno de los famosos MQ-1B Predator se mantenía en el aire durante una hora en 2008 por 3.679 dólares, mientras que su sucesor el MQ-9A Reaper sólo costaba un poco más: 4.762 dólares/hora, a pesar de necesitar ambos varias tripulaciones (incluyendo una local de despegue y aterrizaje y varias remotas) para mantenerse durante horas en el aire.

El dron de reconocimiento de gran alcance RQ-4B Global Hawk salía mucho más caro, a 49.089 dólares/hora, incluso más que aparatos a los que reemplaza como el U-2 Dragon Lady que costaba entonces 30.813 dólares la hora, pero con mucha mayor persistencia sobre el objetivo y sin la posibilidad de tener un nuevo “Incidente del U-2”. Es decir, políticamente más barato.

Tripulados o sin tripulación, no todos los países pueden permitirse volar estos aparatos incluso cuando se los han podido pagar. Un ejemplo es Austria, que ha dejado sus 15 EuroFighter Typhoon prácticamente parados por falta de presupuesto para costear sus gastos operativos, unos 15.000 euros/hora de vuelo.

No es el único caso: Sudáfrica especuló con la posibilidad de almacenar la mitad de su flota de Saab Gripen recientemente adquiridos ante la imposibilidad de cubrir sus costes, que en este caza austero de fabricación sueca apenas alcanzan los 5.000 euros/hora en Europa aunque más del doble allí debido a diversos factores. Finalmente el país africano decidió rotar los aparatos entre los pocos pilotos disponibles; por esa razón las células apenas están acumulando un centenar de horas anuales.
Y Malasia decidió en 2010 retirar su flota de 18 MiG-29s rusos comprados en 1993 por la misma razón: los aparatos estaban empezando a ser muy caros de mantener y la fuerza aérea malasia tiene abierto un concurso internacional para reemplazarlos por aviones más modernos. Finalmente los MiG-29 fueron indultados hasta, al menos, el presente año.

Cuales son los aviones más peligrosos de la actualidad

(El Confidencial) - Los aviones de pasajeros que se consideran los más peligrosos del mundo, según AirlineRatings.com, tienden a ser pequeños y a operar en lugares peligrosos con instalaciones deficientes y mantenimiento inadecuado; muchos son de diseño y construcción soviética, o de su bloque, aunque hay uno de origen español.

El primero es el LET-410 Turbolet, un pequeño biturbohélice de origen checo que se fabrica desde 1968 y puede llevar 19 pasajeros; se construyeron 1.138 en varias series, muchas de ellas optimizadas para pistas cortas y poco preparadas. El Turbolet sufrió, solo hasta 2003, 20 accidentes con pérdida de vidas, pero aún lo usan un pequeño número de aerolíneas en rincones remotos.


El Antonov An12 es un cuatrimotor de turbohélice diseñado originalmente como transporte militar en la URSS y que comenzó a operar en 1959; se construyeron 1.248 ejemplares, muchos de los cuales siguen operando como aparatos de carga y pasaje en países en vías de desarrollo.


El Ilyushin Il-76 es un cuatrirreactor de origen militar soviético que realizó su primer vuelo en 1971 y del que ha llegado a haber 960 ejemplares en fuerzas aéreas y compañías comerciales de medio mundo, aunque ahora su uso comercial suele reducirse al transporte de carga. Tanto el An-12 como el Il-76 habían sufrido 17 accidentes mortales hasta 2003. El Antonov An12 comenzó a operar en 1959.


El último de esta lista de los peligrosos es el CASA C-212 Aviocar, único representante occidental. El Aviocar es un biturbohélice de 20 pasajeros diseñado en los años setenta como transporte militar táctico del que se han vendido 477 ejemplares (de sus cuatro series) que han usado 92 operadores, entre ellos 31 militares y más de 50 compañías civiles de todo el mundo. Según la ASN, el C-212 ha registrado 90 accidentes mortales con un total acumulado de 540 muertes. Como dato curioso, la fuerza aérea brasileña reemplazó sus Embraer EMB110 Bandeirante con 50 ejemplares del Aviocar.
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