(Defensa.com) - Autor:
Julio Maíz Sanz
El Ejército de Tierra, al igual
que el resto de las Fuerzas Armadas españolas, entra en otro periodo
clave de su ya larga existencia. En un contexto de recortes
presupuestarios, está inmerso en una profunda reorganización para hacer
frente a los retos en materia de Defensa que ha traído el Siglo XXI,
incluyendo la proliferación de conflictos asimétricos. La clave del
proceso se concretará en la transformación de las actuales brigadas en
las futuras Brigadas Orgánicas Polivalentes (BOP), que tendrán
capacidades estándares.
La cúpula del Ejército de Tierra (ET),
al igual que sus compañeros del Ejército del Aire y la Armada, llevan
años preparando una profunda reorganización, que permita adaptar sus
respectivas instituciones a los grandes cambios que ha traído el Siglo
XXI, entre los que están, además, la realización de importantes
reducciones de personal y material.
Una de las piezas claves del
desarrollo y la posterior aplicación de la Directiva de Defensa
Nacional (DDN), aprobada por el presidente del Gobierno en julio de
2012, consiste en la profunda reorganización de las unidades más
importantes en las que se estructura el ET, las brigadas, que al final
del proceso pasarán a convertirse en BOP. A fin de indagar en el
planeamiento y cómo se ha de realizar este proceso, hemos contactado con
la División de Planes (DIVPLA) del Estado Mayor del ET, que es donde se
gesta cómo deben de ser las futuras BOP. Esta División está realizando
un complejo y difícil trabajo, que contempla qué capacidades deben de
tener esas unidades para hacer frente a su participación en zonas donde
se desarrollan conflictos asimétricos, aunque sin descuidar la capacidad
para afrontar los convencionales.
Igualmente, se tienen en
cuenta los ámbitos de actuación requeridos, ya sea en el marco de
operaciones conjuntas de la OTAN, como las desarrolladas en Afganistán o
si se ha de actuar en solitario en un hipotético conflicto, en el cual
nuestros aliados nos den la espalda. Recordemos que la larga experiencia
acumulada por el ET en los sucesivos despliegues en la antigua
Yugoslavia, Afganistán, el Líbano… ha llevado a crear una doctrina de
actuación, que se quiere aplicar a las futuras BOP. Pero el plan que
llevará a su creación no es fijo, sino que contempla cómo deberá
evolucionar el diseño, según las necesidades operativas que vayan
surgiendo y, sobre todo, adaptándose a los medios materiales
disponibles, en una época de continuos recortes presupuestarios.
Así,
en referencia a cómo se empezó a plantear la necesidad de crear o
transformar las actuales brigadas en las futuras BOP, uno de los
responsables de la DIVPLA nos refiere: Es una constante en los
documentos estratégicos, tanto de España como en los demás países de
nuestro entorno, la referencia a la complejidad e incertidumbre que los
futuros escenarios operativos nos traerá. En estos escenarios, la
necesidad de desplegar fuerzas terrestres, en mayor o menor grado, será
un factor común. Y, dado el carácter cambiante y altamente demandante de
dichos escenarios, las fuerzas terrestres deberán ser capaces de
adaptarse con gran rapidez y flexibilidad, para poder actuar en todo el
espectro del conflicto.
La polivalencia surge como respuesta a estos
escenarios cambiantes, en los que se precisará que, tanto las unidades
como la estructura de la Fuerza del ET en su conjunto, puedan adecuar de
forma rápida y eficaz sus capacidades de combate a las necesidades del
futuro entorno operativo. No busca una reducción de personal, que ya
acometió nuestro Ejército y en el que sí están implicados ahora otros
ejércitos. La BOP constituye el elemento sobre el que pivotará la nueva
estructura de la Fuerza de nuestro Ejército.
Si revisamos los
desgraciadamente numerosos conflictos del Siglo XXI, han dejado claro la
necesidad final de situar tropas terrestres en el escenario de crisis, a
fin de estabilizar la situación y propiciar la creación de gobiernos
democráticos, auspiciados por la ONU, la OTAN y otras alianzas con los
países de nuestra órbita. El Gobierno español tiene la obligación de
participar activamente en estas misiones, ya que es básico para mantener
una posición internacional creíble, por lo que requiere fuerzas
disponibles con el menor tiempo de reacción para hacer frente a estos
compromisos, tal y como ocurrió en Afganistán, Irak, Líbano y, más
recientemente, en Mali.
Otra de las claves es que para estas
intervenciones se necesitan unas fuerzas muy flexibles y heterogéneas,
que posibiliten una eficaz presencia sobre el terreno a lo largo de
muchos años. Es este sentido, la experiencia acumulada por el ET en
Afganistán está siendo muy importante. Entre las lecciones aprendidas,
sobre todo en la recientemente finalizada presencia en la provincia
afgana de Badghis, es que las sucesivas fuerzas desplegadas deben tener
una estructura similar, obviamente flexible ante los posibles cambios
producidos en el escenario. Los continuos relevos producidos en
Afganistán han demostrado que las sucesivas unidades que han ido
asumiendo la continuación de la misión deben tener una organización
similar y unas capacidades comunes, para poder llevar a cabo de una
manera fácil y eficaz los sucesivos relevos.
Un complejo proceso
Una
reorganización de este gran calado obliga a un largo trabajo de la
DIVPLA. Así, desde ésta nos comentan acerca de cómo se ha planificando
este proceso: La transformación de la Fuerza se está abordando bajo la
premisa de la adaptabilidad, con el dinamismo suficiente que permita la
constante evaluación y reajuste del proceso. La situación económica
actual y sus previsiones para los próximos años plantean un escenario
muy restrictivo, que obliga, más que nunca, a dar un enfoque realista al
proceso global de transformación, buscando el menor coste posible y
aprovechando los actuales medios y materiales del ET.
Respecto a
las capacidades que tendrán, nos refieren: La nueva BOP se configura
como un modelo de brigada con capacidades medias, aunque especialmente
apta para el segmento central del espectro del conflicto, y que combina
disponibilidad, adaptabilidad y capacidad de proyección. La BOP Ideal,
definida como modelo teórico de referencia que sirva de guía a la
transformación, dispondrá de unidades de maniobra acorazadas sobre VCI
(Vehículo de Combate de Infantería) 8x8, aerotransportables y de
reconocimiento, así como de los elementos de apoyo al combate (de
fuego, defensa antiaérea, ingenieros…) y logístico, junto con los
facilitadores o capacitadores necesarios: Operaciones Psicológicas
(PSYOPS), Cooperación Cívico-Militar (CIMIC), Protección Nuclear,
Biológica y Química (NBQ), Guerra Electrónica/Electronic Warfare (EW)…
En
este punto se ha de tener en cuenta que este ambicioso programa se
asume en un periodo muy difícil en lo que en materia de presupuestos se
refiere. Así, para 2014 vuelve a descender el presupuesto de Defensa,
por séptimo año consecutivo, con lo que la bajada acumulada del gasto se
sitúa por encima del 30 por ciento. Una situación que la DIVPLA tiene
muy clara, pero que no es óbice para que de la forma más eficaz posible
se pueda acometer la transformación con los actuales recursos (personal y
material) existentes.
Así,
teniendo en cuenta estas premisas, nos comentan qué estructura tendrán
las nuevas BOP: Teniendo en cuenta la estructura orgánica actual, con
las existencias de personal, material, infraestructuras, etc., así como
las posibilidades reales de adquisición de materiales en los próximos
años, se ha diseñado una BOP “Viable”, que, tomando como referencia el
modelo “Ideal”, constituye un objetivo realista para alcanzar a
medio-largo plazo. Para esta BOP “Viable” se han definido dos modelos,
que se diferencian en el número y tipo de batallones de maniobra: un
modelo con cuatro unidades de maniobra; y otro con cinco y que se
diferencia del anterior en que dispone de un batallón de carros
adicional, que le da su carácter resolutivo. Aparte de ello, estarán
dotadas de las unidades de apoyo al combate y logísticas necesarias, así
como de los facilitadores o capacitadores precisos, ya comentados.
En
este punto hay que recordar que al hablar de carros de combate se
refiere a la moderna fuerza de Leopardo 2E, la variante española del
modelo germano 2A6. Actualmente el ET tiene 219 de estos blindados, más
16 de la variante de recuperación y 4 de escuela, por lo que, en lo que
respecta a este material, la necesidad estaría cubierta. Son un
excelente medio de defensa o de carácter resolutivo, como refiere la
DIVPLA, que, aunque diseñado para hacer frente a la amenaza de la guerra
fría, está demostrando ser extremadamente eficaz para afrontar
conflictos asimétricos. El principal ejemplo se vio en Afganistán, donde
las fuerzas de la ISAF (International Safery Assistance Force) entraron
inicialmente en zona de operaciones sin llevar blindados.
Desgraciadamente,
pronto se dieron cuenta del excelente papel que podían dar los carros
en operaciones contra la creciente actividad de la insurgencia, sobre
todo en misiones como las de protección de los convoyes. La presencia de
carros de combate en una columna es fuertemente disuasoria, ya que los
insurgentes, terroristas y señores de la guerra que atacan a la ISAF
saben que un impacto de un proyectil de 120 mm. de tipo canister, que
dispara el cañón Rheinmetall del Leopardo, es devastador. Igualmente, la
capacidad de reacción in situ del carro de combate es mucho más rápida
que la de los aviones o helicópteros, que deben de ser requeridos y
llegar, además de fijar el blanco, los equipos TACP antes de recibir el
apoyo de fuego requerido.
Así,
progresivamente, a mitad de la anterior década, Dinamarca, y Holanda
fueron desplegando en el escenario afgano sus Leopardo 2 con excelentes
resultados y en 2007 los canadienses, que habían casi perdido el control
de la provincia de Hellmand, que estaba bajo su responsabilidad. Esta
situación obligó al Gobierno de Ottawa a adquirir, con mucha urgencia,
un total de 120 Leopardo 2 procedentes de los excedentes de los
ejércitos de Holanda (100) y Alemania (20). Rápidamente se trasladó
parte de este material a Afganistán y con él los canadienses lograron
dar la vuelta a la situación. En el caso español, ni el anterior
Gobierno, que negaba la existencia de la citada guerra, ni el actual, ya
en plena crisis económica, se planteó trasladar este material al
escenario afgano, lo que hubiera sido una gran experiencia. Lo que sí
queda claro en el planteamiento de la DIVPLA es que los miembros del ET
han realizado un pormenorizado estudio de las capacidades que otorgan
los carros de combate, por lo que su papel en las futuras BOP será muy
importante.
Estándares previstos
Actualmente
el ET tiene un total de ocho Brigadas, y dos fuerzas con esta
estructura, las Comandancias de Ceuta y Melilla, cada una de las cuales
tiene asignada un Regimiento de Caballería dotado con carros de combate.
Cuatro de las citadas brigadas (las de Infantería Mecanizada Guzmán el
Bueno y Extremadura, la de Infantería Acorazada Guadarrama y la de
Caballería Castillejos), integradas en las Fuerzas Pesadas, alinean
blindados y VCI Pizarro, también dotados de cadenas. Respecto a las
otras cuatro, que están en la estructura de las Fuerzas Ligeras (las de
Infantería Ligera Paracaidista (BRIPAC), San Marcial y Galicia, además
de la de la Legión), solo cuentan con vehículos blindados de ruedas,
sobre todo de transporte de personal.
En este punto preguntamos a
la DIVPLA cómo se transformarán las citadas unidades a los estándares
previstos para las BOP: Para llevar a cabo la transformación, se ha
diseñado un proceso en el que se ha definido a corto-medio plazo un
objetivo, denominado BOP Viable de Transición, como paso intermedio que
permitirá alcanzar, a partir de él, la estructura de BOP. La BOP “Viable
de Transición” se basará en dos modelos (“ruedas” y “cadenas”),
precursores de los dos modelos de la BOP “Viable”, en los que se
agruparán los principales materiales de nuestro ET por familias de
ruedas o cadenas, de forma que se facilite su mantenimiento y se
aprovechen las infraestructuras existentes.
Para
llevar a cabo el referido proceso, el ET deberá realizar importantes
cambios en su estructura. Así, la DP nos refiere: Las actuales diez
estructuras tipo brigada del ET se transformarán, inicialmente, en ocho
BOP “Viable de Transición”, cuatro de ellas del modelo “ruedas” y otras
cuatro del modelo “cadenas”. De ellas, siete quedarán desplegadas en
territorio peninsular, y la octava en el archipiélago canario. En esta
última afirmación se confirma que, de acuerdo con el Plan Visión 2025,
el ET será el más perjudicado, ya que suprimirán en total unos 10.000
efectivos de aquí a la fecha citada, teniendo en cuenta, además, que
desde 2010 ha perdido ya más de 8.000 soldados.
Desgraciadamente
sólo caben dos opciones: aplicar el Plan y la drástica reducción de
personal o subir los presupuestos de Defensa, pero lo que no es viable
es destinar el 75 por ciento a gasto de personal. El grave problema se
genera básicamente por la paupérrima cifra que el Ejecutivo destina a
esa cartera, mientras que el gasto público no deja de crecer para
mantener la sobredimensionada, y muchas veces redundante, administración
pública (estatal, autonómica y local) española.
Un material fundamental, el futuro VCI 8x8
Respecto
al nuevo material que necesitará el ET para crear las BOP del modelo
Ideal, la DP de planes nos refiere: El futuro VCI 8x8 será el vehículo
clave que permita dotar a las futuras BOP. Proporcionará a sus unidades
la potencia de fuego, movilidad, protección y proyectabilidad necesarias
para todo tipo de escenarios. Está previsto que existan diferentes
variantes sobre la misma plataforma (infantería, caballería, etc.). La
adquisición del vehículo 8x8 constituye, actualmente, la primera
prioridad del ET, aunque la BOP “Viable de Transición” se constituirá
con los materiales actualmente de dotación en nuestro ET.
Como ya
se ha comentado, la DIVPLA de planes es muy consciente de la actual
situación económica que tanto afecta a los presupuestos de Defensa, por
lo que se tiene claro que los dos tipos de BOP no se alcanzarán de la
noche a la mañana. Así, se procederá previamente a crear dos modelos de
transición: la BOP Medio-Ruedas y la BOP Medio-Cadenas. En las primeras,
los futuros batallones 8x8 estarán equipados con los medios actualmente
disponibles: la veterana y prolífica familia de los Blindado Medio
Ruedas (BMR), el Vehículo de Alta Movilidad Táctico (VAMTAC) de Uro, el
Iveco Lince, el RG-31, etc.
En
lo que respecta a las de Medio-Cadenas, se dotarán con los vehículos de
cadena existentes actualmente en el inventario: el relativamente
moderno VCI Pizarro, las diferentes variantes del veterano TOA
(Transporte Oruga Acorazado) M-113, el obús autopropulsado M-109 y el
citado Leopardo 2. Como se ve, la implantación de este modelo supondrá
una adecuación de los recursos del ET, en consonancia con el escenario
económico previsible a medio-largo plazo y compatible con el
mantenimiento de las capacidades militares que el Ejército aporta a las
FAS.
Desgraciadamente, a pesar de las continuas peticiones del ET
acerca de que el programa 8x8 es su principal prioridad, de momento su
adquisición está pospuesta, en el mejor de los casos, hasta 2015. Los
presupuestos de Defensa de 2014 no destinan ninguna partida para
adquirirlos y es poco probable que en el previsible crédito especial se
destine alguna cantidad al sistema, cuando la deuda acumulada de los
programas en marcha sube a una cifra cercana a los 30.000 millones. Al
menos oficialmente, no se ha tomado la decisión de cuál de los
candidatos propuestos será el futuro vehículo 8x8.
En todo caso,
la empresa que fuese elegida deberá proporcionar al ET en primera
instancia, además de la referida versión básica VCI, la de VCPC
(Vehículo de Combate y Puesto de Mando) y la de VEC (Vehículo de
Exploración de Caballería). Posteriormente se debería de desarrollar
toda la familia de especialidades, tal y como se hizo con los BMR, que
constaría de 8x8 de las versiones portamorteros, cazacarros,
recuperación, ambulancia, zapadores, etc. También es posible que se
ponga en marcha algún plan para modernizar, al menos parcialmente, los
medios blindados actuales: M-113, BMR y VAMTAC.
Según cálculos de
Expal, el ET necesitará entre 240 y 320 carros de combate, de 2.000 a
2.500 vehículos 8x8 y de 2.400 a 3.200 vehículos con diferentes
capacidades, como mínimo, para cubrir las necesidades de las ocho
citadas BOP en las que va a convertir su estructura actual. Esta
afirmación va acompañada de la presentación de la propuesta para llevar a
cabo la modernización de parte de la flota de los TOA M-113, con la que
se alargaría su vida operacional al menos 10 años más.
Plazos y nuevas capacidades
La
transformación que sufrirá el ET con la puesta en marcha de las BOP
será radical, en el mejor sentido del término, aunque su decidida puesta
en marcha se produce en una época muy difícil económicamente hablando.
Por esa razón, la DIVPLA no puede, ni debe, poder fijar plazos
concretos. Así, ante la pregunta de qué plazos se manejan para llevar a
cabo la transformación, su respuesta fue: Teniendo en cuenta la
incertidumbre del entorno actual, así como la rapidez con que se
producen los cambios, la transformación se configura como un proceso
dinámico, que exige una continua evaluación y reajuste para adaptarse a
las variaciones que se produzcan.
De esta forma, los horizontes
temporales asignados a los hitos definidos (corto-medio plazo para la
BOP “Viable de Transición” y medio-largo para la BOP “Viable”) son
referencias tentativas que serán adaptadas y ajustadas a lo largo del
proceso.
También preguntamos a la DIVPLA cómo mejorarán las capacidades del ET cuando estén listas las BOP: La nueva estructura de Fuerza del ET basada en las BOP tendrá la agilidad, polivalencia, flexibilidad, proyectabilidad y capacidad resolutiva que permita al ET dar una respuesta útil y eficaz a los cometidos que se le asignen. La creación de las BOP supone pasar de un modelo como el actual, formado por brigadas especializadas (montaña, mecanizada, paracaidista,…), a uno basado en otras con capacidades medias, de orgánica más flexible y adaptable. Para que el ET pueda ser capaz de generar, en todo momento, las capacidades derivadas de las misiones que tiene actualmente asignadas, en coordinación con los necesarios ciclos de adiestramiento y mantenimiento de las unidades, se precisa disponer de ocho BOP, de modo que se asegure un adecuado ciclo de disponibilidad. Adicionalmente, la estructura basada en las BOP permitirá aumentar las posibilidades de contar con las capacidades adecuadas en el menor tiempo posible para hacer frente a situaciones inesperadas.
Incidiendo
más en las operaciones internacionales, que para el gran público es la
labor más importante efectuada por el ET en los últimos años, la DIVPLA
nos expone las ventajas que dará a la institución la posibilidad de
contar con las BOP en estas misiones: En lo relativo a las operaciones
en el exterior, la estructura basada en las BOP permitirá establecer una
rotación secuencial de las brigadas del ET, contando en cada momento
con un “pool” de fuerzas equilibradas y homogéneas que facilite los
procesos de adiestramiento y generación de los distintos contingentes.
De esta forma, el ET podrá disponer de las capacidades necesarias para
generar las estructuras operativas ad hoc que en cada momento precise.
La
Brigada se está convirtiendo en la unidad básica de actuación en los
ejércitos modernos, cuestión que se detalló con gran precisión en los
números 409 y 410 de FDS. En este punto se debe recordar la excelente
flexibilidad que tiene el personal que compone las citadas brigadas para
adaptarse rápidamente a los cambios de material y asumir las nuevas
capacidades que eso conlleva. Dos claros ejemplos: a principios de los
años noventa, la BRIPAC se adaptó de una manera muy eficaz a la
utilización de los BMR, que usó con plena eficacia, primero en
Bosnia-Herzegovina y, posteriormente, en Kosovo, Afganistán y Líbano.
Este excelente trabajo llevó a que, en 2008, al introducir en el ET el
MLV Iveco Lince, ésta fuese la unidad de referencia para la recepción
del vehículo, que incluyó la puesta en marcha de los cursos de
conducción y mantenimiento de este 4x4 de fabricación italiana.
De
igual forma, ya en la presente década, la Brigada de Infantería Ligera
San Marcial pasó de emplear los carros de combate M-60 a utilizar
material de ruedas. La progresiva asunción de las capacidades comunes
que tendrán todas las BOP no conllevará perder las propias de unidades
de élite, como en el caso de la citada BRIPAC, que seguirá manteniendo
la capacidad de inserción/despliegue rápido mediante lanzamiento en
paracaídas. Obviamente, la creación de las BOP está muy en línea con
reorganizaciones similares que realizan nuestros aliados de la OTAN y
otras naciones con ejércitos de corte occidental.
Preguntamos
a la DIVPLA qué referencias de otros ejércitos extranjeros se están
teniendo en cuenta a la hora de plantear la creación de las BOP: Para
llevar a cabo la transformación se han analizado los procesos en curso
en los ejércitos de los principales países de nuestro entorno. La
conclusión es que no existe un modelo único, y en cada caso la solución
adoptada es el resultado de conjugar la política nacional de empleo de
las respectivas Fuerzas Armadas con su estado en el momento de iniciar
la transición y con sus posibilidades de adquisición de materiales en el
futuro.
En los países de referencia, la brigada se consolida
como la unidad fundamental de empleo, con la constitución en varios
países de brigadas multipropósito, dotadas de una mayor flexibilidad,
que les permite adaptarse a distintos escenarios. El ET ha sido el único
que, de 2008 a 2011, suprimió 22.500 puestos de trabajo, cuando los
demás no habían empezado a reducir. En cuanto a los vehículos de
combate, la mayor parte de los países conjugan la capacidad de combate
decisivo, mediante carros de combate, con capacidades medias sobre VCI
8x8 y de rápida proyección o entrada inicial sobre vehículos ligeros.
Adaptándose a la DDN
En
suma, la creación de las BOP tiene como objetivo un modelo de fuerzas
terrestres realista y sostenible, dirigido a optimizar las capacidades
operativas, teniendo en cuenta el panorama estratégico planteado por la
actual DDN. La Directiva apunta, fundamentalmente, a la amenaza que
generaría un escenario incierto de amenaza híbrida, combinación de
conflicto convencional con confrontación de carácter asimétrico.
Igualmente, se contempla la posibilidad de afrontar una amenaza que
vendría representada por la defensa del territorio nacional, frente a
las que no son comunes a las de nuestros socios y aliados de la OTAN.
Una situación que tendría dos nombres propios, Ceuta y Melilla.
De
igual manera, la Directiva del JEME tiene en cuenta los proyectos
gubernamentales con respecto a las FAS (Fuerzas Armadas): el
aseguramiento de una España fuerte, con la influencia necesaria en el
contexto internacional y el mantenimiento de una capacidad de disuasión
creíble y suficiente que evite la materialización de amenazas en nuestro
entorno geográfico. Este buen deseo, además de la citada
reorganización, necesita de una subida de los presupuestos de Defensa
que lo hagan posible y que pasan necesariamente por la puesta en marcha,
en el caso del ET, al menos, del programa de adquisición del VCI 8x8.
El
ET resume las ventajas de la puesta en marcha de la referida Directiva
08/12 y la creación de las BOP: Se busca ofrecer una respuesta rápida y
eficaz al empleo de las fuerzas terrestres por parte del Gobierno, lo
que exigirá una organización adaptable y flexible, cuya característica
fundamental será la polivalencia. Ésta supondrá una evolución en todos
los órdenes: materiales e infraestructuras, mentalidad del personal y de
la doctrina de empleo, organización y preparación para el combate.
La
materialización de esta polivalencia vendrá de la mano de una Fuerza
con un conjunto de capacidades que puedan dar respuesta a las exigencias
operativas en todo el espectro del conflicto; contar con cuarteles
generales de entidad superior a brigada, con capacidad para asumir el
mando y control de cualquier tipo de fuerzas y operaciones a su nivel;
transformar las actuales brigadas en BOP; y disponer de unas pequeñas
unidades tácticas y logísticas especializadas en una función operativa,
pero aptas para asumir otros cometidos.
Imágenes:
·Los obuses remolcados L118 “Light Gun” de 105 mm. serán un buen elemento para mantener la capacidad de fuego de apoyo.
·Vehículos 4x4 protegidos Iveco MLV “Lince”, un excelente medio de patrulla. (foto Ministerio de Defensa).
·El misil israelí “Spike”, un moderno material que asegurará la capacidad anticarro en las nuevas BOP.
·El carro de combate “Leopardo 2E” seguirá siendo el medio más poderoso de combate de las BOP.
·Un “Lince” con los extras, escudos de protección, cortacables e inhibidores, tal y como operaban en Afganistán.
·La Brigada de la Legión, una Unidad de gran tradición que deberá actualizarse a las capacidades comunes de las BOP.
·Los veteranos BMR deben de ser sustituidos lo antes posible por un sistema 8x8.
·El incombustible soldado español, en este caso empuñando una ametralladora MG-4, será el elemento esencial de las nuevas BOP.
·Los TOA M-113, en sus múltiples versiones, deberán dar paso a una nueva familia basada en el “Pizarro”.
·A partir del “Pizarro” se generará una familia de vehículos especializados.
·El 8x8 galo Nexter VBCI: las BOP necesitaran de un blindado de estas características.
·Plegado de paracaídas: algunas de las futuras BOP, además de las capacidades comunes, retendrán algunas específicas.
·El obús GDSBS de 155/52 mm. asegurará una buena capacidad de fuego a las BOP.
·Las
casi centenarias ametralladoras Browning de 12,70 mm., en este caso
situada en un TOA, seguirán en servicio en las nuevas BOP.
·Las 10 actuales brigadas, o unidades con dicha estructura, se reducirán a 8 BOP.
·El VAMTAC S3 blindado es la última versión de este todo terreno de Uro.