Por: Pablo Tomino LA NACION
Foto: Rodrigo Néspolo - LA NACION
Se detectaron edificios de hasta siete pisos que comenzaron a construirse sin ningún permiso; sospechan de una red de corrupciónEl esqueleto de un edificio de siete pisos, de hormigón armado, en Niceto Vega al 5600, en Palermo, escondía una particularidad: no tenía el permiso del gobierno de la ciudad ni había sido advertido por los inspectores porteños en poco más de un año de operativos. Cuando las autoridades lo advirtieron, hace dos meses, fue clausurado.
Ante esta evidente falta de controles en las construcciones en la Capital, y en la que también se sospecha de casos de corrupción, el gobierno local impulsa una nueva metodología de inspecciones, con más agentes en la calle y una estratégica división del organismo que antes otorgaba los permisos y también fiscalizaba las obras: la Dirección General de Fiscalización de Obras y Catastro (Dgfoc). En lo que va del año, dijeron en el gobierno de Mauricio Macri, se clausuraron dos obras por día en la ciudad por no cumplir con la normativa vigente; el 70 por ciento fue por la falta de permisos para edificar o demoler una vivienda. En ese mismo período, el gobierno de la ciudad recibió 2500 denuncias referidas a construcciones irregulares, de las cuales el 40% fueron obras "presuntamente clandestinas", y el 20%, "obras que carecen de medidas de seguridad". Pero los vecinos cuestionan la efectividad de los operativos.
Según la Agencia Gubernamental de Control (AGC), que desde marzo pasado conduce Pablo Bourlot, se han clausurado más de 240 obras en la ciudad, el 30 por ciento de las cuales se concentraron en los barrios de Palermo, Villa Urquiza, Villa del Parque y Balvanera.
"A partir del cambio en las formas de fiscalización, hemos descubierto este déficit que asombra: estamos logrando no sólo una mayor capacidad de inspección, sino también una más inteligente al momento de realizar los controles. Así desalentamos los posibles casos de corrupción en esta actividad", dijo a LA NACION Pablo Bourlot.
Las anomalías en las construcciones son frecuentes en la Capital. Otra de las situaciones testigo es un depósito situado en Tronador al 100, en Paternal, que mantuvo su fachada, pero en el interior hizo obras y refacciones en 5000 metros cuadrados y fue clausurado hace dos semanas. Hay más: en Galicia al 2800, en Villa Mitre, el gobierno clausuró una obra en construcción que alcanzó los siete pisos de estructura, por presentar distintas irregularidades en cuanto a seguridad.
"¿Si hay corrupción en los inspectores? No ha habido casos comprobados por los cuales se debieron hacer denuncias penales. Pero ahora los inspectores son elegidos por sorteo y se fiscalizan las inspecciones que realizan. Como resultado de esta política, durante el último mes se han realizado dos operativos especiales en los barrios de Villa del Parque y Floresta, donde hubo cuatro clausuras, dos obras paralizadas y un total de 24 actas labradas por diferentes irregularidades. Es más, en una de esas obras la Dirección de Migraciones detectó a 15 personas de origen paraguayo en condiciones irregulares de ingreso al país", dijo Bourlot.
El cambio en la estructura administrativa que ejecuta los controles en las obras de la ciudad no fue nada sencillo. Después de que Macri asumió en la ciudad, en diciembre de 2007, la antigua Dgfoc fue dividida en las actuales Dirección General de Registro de Obras y Catastro (Dgroc), que depende del Ministerio de Desarrollo Urbano, y la Dirección General de Fiscalización y Control (Dgfyco), coordinada por la AGC. La primera registra el trámite de obra, y la segunda se ocupa de controlar y fiscalizar que las edificaciones estén en regla.
Las tareas de registro y de fiscalización de las obras civiles se separaron, entre otros motivos, por las sospechas de corrupción en el trámite de registro y fiscalización, que antes era regulado por la misma área, según indicaron en el gobierno. "La separación ocasionó algunos inconvenientes de coordinación entre ambas áreas, dado que hubo que fijar circuitos administrativos que incluyeran el desdoblamiento de algunos expedientes para que cada una pudiera desarrollar sus tareas", confió una fuente del gobierno que ya no se desempeña en el área.
A principios de 2008, la Dgfyco contaba con 60 inspectores para fiscalizar unas 100.000 construcciones en altura que hay en la ciudad, mientras que en la actualidad el número de agentes creció a 115. Con la cantidad de inspectores que tiene la Capital existe una capacidad promedio de realizar 200 controles diarios. "No encuentro méritos en esta administración, en relación con el control de obras, ya que no están haciendo más de lo que les corresponde. En otras palabras, están ejerciendo su poder de policía y cumpliendo con una normativa que debe ser ejercida por los organismos de control, en este caso la Dgfyco. Es responsabilidad del Poder Ejecutivo hacer cumplir las normas vigentes", dijo a LA NACION la diputada kirchnerista Silvina edreira, presidenta de la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura porteña.