(enelsubte.com) - Las estaciones de combinación de las líneas B, C y D bajo el Obelisco son uno de los puntos más problemáticos de la red. SBASE lanzó un proyecto, que ya está en obra, para mejorar la circulación de los 280 mil pasajeros diarios que circulan por el lugar: un nuevo acceso en la calle Sarmiento, más pasillos de combinación y obras de accesibilidad.
Las obras sustituyen al abandonado proyecto del Nodo Obelisco. Tramitan financiamiento ante el Banco Europeo de Inversiones.
De acuerdo con Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), la sumatoria de pasajeros que transita por las estaciones Carlos Pellegrini, Diagonal Norte y Nueve de Julio es de 280 mil personas diarias. Ese punto es el mayor nodo de transbordo subte-subte de la ciudad.
Salvo pequeñas ampliaciones hechas en la década pasada, el transbordo de los pasajeros depende de angostos pasillos que datan de la década de 1930 y que fueron concebidos para una demanda bastante inferior a la actual.
Atendiendo a esta problemática SBASE ha encarado decisivas obras que posibilitarán una mejoría en la circulación del congestionado nodo. Se trata del proyecto bautizado como Plan de Accesibilidad, Circulación y Evacuación (PACE Sarmiento), cuya primera fase (dividida en dos etapas) ya se encuentra en ejecución.
Desde SBASE explican que la fase 1 mejorará la parte “más crítica” del nodo: “la combinación entre líneas C y D, la congestión del andén norte [a Catedral] de la estación Nueve de Julio y la congestión de los andenes de la línea C”. La pieza central de esas obras es la construcción de un nuevo acceso para las líneas C y D ubicado en la calle Sarmiento 843/861, un predio ocupado por un estacionamiento de vehículos particulares que fue adquirido por SBASE en mayo del año pasado.
La etapa I de la fase 1 contempla “el proyecto y construcción de un túnel de hormigón armado [para un pasillo peatonal] debajo de la calle Sarmiento entre Suipacha y Esmeralda” y el empalme del mismo con el nuevo acceso y las actuales estaciones Diagonal Norte y Nueve de Julio (andenes a Constitución y Catedral, respectivamente). Esta parte de la obra comenzó en noviembre del año pasado y tiene un plazo estimado de finalización para principios de septiembre.
La etapa II, en tanto, será la construcción del acceso Sarmiento propiamente dicho, cuyo objetivo es “ampliar los espacios de combinación y evacuación, y resolver la accesibilidad para personas con movilidad reducida a la estación Diagonal Norte y al andén norte de la estación Nueve de Julio”. Esta parte comenzó a ejecutarse hacia fines de mayo y tiene un plazo de obra estimado de dos años.
La etapa III, cuya licitación se publicó apenas días atrás, contempla la obra civil de la ampliación de andenes, pasillos de combinación y áreas técnicas de las estaciones Nueve de Julio y Diagonal Norte.
El proyecto, relanzado en 2016, comenzó a tomar cuerpo con el llamado a licitación internacional para la construcción de la primera fase concretado el año pasado, luego de la realización de una reunión informativa con empresas interesadas en participar de la compulsa (“data room”) realizada por SBASE a mediados de 2017. La inversión estimada para la primera etapa, de acuerdo con los montos adjudicados, es de casi 400 millones de pesos.
La segunda fase, que aún no ha sido licitada, “mejorará la evacuación de la estación Carlos Pellegrini, su combinación con la línea D y completará las soluciones de evacuación de la estación Diagonal Norte con escaleras en el tímpano oeste”.
Aunque en 2013 la Legislatura Porteña había autorizado un endeudamiento de hasta 140 millones de dólares para la construcción del Nodo Obelisco –una versión anterior y más grande de este proyecto que luego fue abandonada y modificada sustancialmente por la colisión con el Metrobús y las eventuales obras de la RER-, de momento las obras están siendo afrontadas con presupuesto corriente de SBASE.
Si bien en un primer momento se anunció que se apelaría al financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ahora desde la empresa estatal confían en que prospere la solicitud de un crédito de 200 millones de dólares que se encuentran tramitando ante el Banco Europeo de Inversiones (BEI), que permitirá financiar no solamente el nuevo acceso sino también el cambio del señalamiento de la línea D a un moderno sistema CBTC.