(El Portal de Salta) - La llegada de la Directora Gerente del FMI Christine Lagarde a la Argentina es esperada con mucho entusiasmo en el día de hoy por el Gobierno de Mauricio Macri.
La máxima autoridad del FMI tiene previsto reunirse con el presidente Mauricio Macri, con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y con el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, según adelantaron fuentes oficiales a Infobae. También participará de una charla organizada por la Universidad Di Tella y luego en la reunión de ministros de Finanzas del G20 que se desarrollará entre el 19 y el 20 de marzo próximos en Buenos Aires.
Hay que recordar que el último Director Gerente que pisó la Argentina fue Rodrigo Rato. El 23 de setiembre del 2004 fue prácticamente echado por Néstor Kirchner cuando este decidió no renovar un acuerdo stand by con el FMI y no pagar una deuda por unos USD 9.500 millones de dólares que finalmente fue cancelada en enero del 2006 para independizarse definitivamente de los monitoreos anuales de la economía que hacía el organismo a sus países miembros y deudores de la institucionales.
La visita de Lagarde, mas allá de marcar la vuelta de un Director Gerente del FMI a nuestro país luego de mas de 13 años, podría traer una gran novedad y un alivio al Gobierno de Mauricio Macri. En el mercado financiero, tanto en bancos como consultoras de la city porteña, ha comenzado a correr un rumor. El mismo indica que en la medida que la colocación de deuda pública en el exterior se complique por la suba de tasas de largo plazo en los Estados Unidos, el Gobierno no solo podría acudir a financiarse en el mercado interno colocando bonos y letras sino también a alguna línea de préstamos del FMI que la Argentina no utiliza desde septiembre del 2001, cuando pidió plata por última vez a esa institución.”La Argentina podría obtener ya del FMI ya una línea de crédito por unos 10.000 millones de dólares que están disponibles para cualquier país que tenga problemas de financiamiento externo.
La ventaja es que en lugar de pagar una tasa del 7,5 % anual por la colocación de un bono a 5 años pagaría aproximadamente un 4,5 % anual y con ese monto de dólares cerraría su programa financiero
para este año y ya consiguió unos USD 20.000 millones contando la reciente colocación de Letes”
manifestó a Infobae un conocido consultor económico.
Por otra parte, en el Gobierno no ven con malos ojos volver a endeudarse con el FMI en particular porque sería una deuda a tasas mas bajas que las que debe pagar lo colocación de sus bonos en dólares y también porque “es más fácil refinanciar las deudas con los organismos financieros internacionales como el FMI, el Banco Mundial y el BID que con el mercado financiero” manifestó a
Infobae un fuente cercana al Gobierno.
La Argentina tiene la posibilidad de pedirle prestado al FMI desde el 2016. porque volvió a ser un país cuya economía está monitoreada por los técnicos de ese organismo que una vez por año hace una
exhaustiva revisión de la economía argentina que indica el artículo IV. Lo que se debe aclarar también que el proceso de concesión de préstamos del FMI es bastante complejo. El organismo, ante la solicitud de un país miembro, por lo general pone a disposición sus recursos en el marco de un “acuerdo” de préstamo, que puede especificar, dependiendo del tipo de instrumento de préstamo que se utilice, las políticas y medidas económicas específicas que el país conviene en poner en práctica para resolver su problema que por lo general es de balanza de pagos.
Luego el país, en consulta con el FMI, elabora el programa de política económica que sirve de base para el acuerdo y, en la mayoría de los casos, lo presenta en una “carta de intención” al Directorio Ejecutivo de la institución, con una explicación más detallada en el “Memorando de Entendimiento”. Luego una vez que el Directorio aprueba el acuerdo, los recursos del FMI se entregan normalmente en desembolsos periódicos a medida que se va ejecutando el programa. Algunos acuerdos proporcionan a los países que presentan un muy buen desempeño una sola oportunidad de acceso directo a los recursos del FMI, lo que significa que no están a sujetos a compromisos explícitos en materia de políticas.
Con relación a los Instrumentos de Préstamos del FMI hay que destacar que estos se adaptan tanto a
los diferentes tipos de necesidades de balanza de pagos (efectivas, prospectivas o potenciales; a corto o a mediano plazo) como a las circunstancias específicas de los diferentes países miembros que pueden obtener distintos tipos de préstamos.
Entre estos, se destacan:
1. Préstamos no concesionarios. Los instrumentos del FMI para préstamos no concesionarios son los Acuerdos de Derecho de Giro (acuerdos Stand-By), la Línea de Crédito Flexible (LCF), la Línea de Precaución y Liquidez (LPL); para necesidades a mediano plazo, el Servicio Ampliado del FMI (SAF); y para proporcionar asistencia de emergencia a los países miembros que enfrentan necesidades urgentes de balanza de pagos, el Instrumento de Financiamiento Rápido (IFR).
2. Acuerdos de Derecho de Giro (Stand-By). Históricamente, la mayor parte de la asistencia no concesionaria del FMI se ha proporcionado en el marco de los acuerdos Stand-By como el último otorgado a la Argentina en el 2001. En general, tienen una duración de 12 a 24 meses, y el reembolso debe efectuarse en un plazo de 3¼ a 5 años.
3. Lineas de Crédito Flexible. Los acuerdos en el marco de la LCF se aprueban, por pedido del país miembro, a favor de países que reúnen ciertos criterios preestablecidos. La duración de la LCF es de uno o dos años con un examen provisional después de un año para confirmar que el país continúa cumpliendo con los criterios.
4. Línea de Precaución y Liquidez (LPL). La LPL está destinada a países con políticas y fundamentos sólidos, y una trayectoria de implementación de esas políticas. Los acuerdos enmarcados dentro de la LPL pueden ser de seis meses o de 1-2 años; estos últimos están sujetos a exámenes semestrales.
5. Servicio Ampliado del FMI (SAF). Este servicio ayuda a los países a resolver problemas de balanza de pagos de mediano y más largo plazo debidos a distorsiones importantes que exigen reformas económicas fundamentales. El plazo de los acuerdos ampliados suele ser más largo que el de los acuerdos Stand-By; normalmente, no supera los tres años en el momento de la aprobación, con una prórroga máxima de hasta un año cuando corresponde.
La última revisión de la economía argentina por parte del FMI para cumplir con el artículo IV finalizó el 11 de octubre del año pasado al cerrar su visita a Buenos Aires en la que se reunió con funcionarios y analistas privados para relevar datos de la economía argentina. En ese entonces el organismo dio a conocer un comunicado en el que señaló que: “Las reformas emprendidas por las autoridades han producido un significativo aumento de la eficiencia y sentado las bases para una inversión privada más vigorosa en los próximos años”. Y aseguró que “acelerar las reformas contribuiría a mitigar las vulnerabilidades que se observan en las perspectivas a mediano plazo y
promovería un crecimiento vigoroso, sostenido y equitativo”. La misión estuvo encabezada por el economista italiano Roberto Cardarelli.
Fuente:https://elportaldesalta.com.ar/la-sorpresa-financiera-que-podria-traer-la-llegada-de-la-directora-del-fmi-a-la-argentina/