Por Mauricio Giambartolomei - LA NACION
Ante el decreto presidencial que avalará una subasta de terrenos públicos en Palermo y Puerto Madero, arquitectos y urbanistas se mostraron a favor o en contra
Hace 15 meses, el Gobierno contabilizaba 19.000 inmuebles en su órbita en todo el país, entre terrenos, casas, predios, galpones y más. El número se elevó a 46.000 como consecuencia de un reordenamiento de esas propiedades que incluye la subasta de aquellas subutilizadas o en desuso. En los próximos días, a través de un decreto presidencial, el Estado autorizará una nueva venta de locaciones de distintas zonas de la ciudad de Buenos Aires, con una característica en común: todas poseen un elevado potencial inmobiliario.
La Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) podrá vender, con la habilitación del Gobierno, los predios donde funcionan hipermercados, estacionamientos, la sastrería militar y otras dependencias castrenses cerca del hipódromo de Palermo y del Campo Argentino de Polo, con un valor del metro cuadrado de entre 3000 y 5000 dólares.
Báez y Dorrego, donde funcionaba la sastrería militar; el predio será vendido. Foto: Emiliano Lasalvia
Serán, en total, 39 inmuebles en la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Salta. Se sumarán así a los diferentes lotes de propiedades subastadas entre 2016 y lo que va del año, y aquellos proyectos que esperan definiciones, como el de la Isla Demarchi, dónde el frustrado Polo Audiovisual le dará paso a otros desarrollos urbanos.
El nuevo decreto abre un eje de debate entre urbanistas y arquitectos que se muestran a favor y en contra del traspaso de tierras nacionales a manos privadas, y pone en discusión el impacto que tienen esos movimientos en la futura configuración de la ciudad.
"Habría que analizar si hay tierras que se pueden alquilar para tratar de darle mayor rentabilidad. La única salida de una tierra pública no es venderla. Es una cuestión de racionalidad", planteó el director del área de Derechos Económicos, Sociales y Culturales e Inclusión Social del CELS, Eduardo Reese.
"Si la regla general es vender las tierras para hacer negocios inmobiliarios, la política es un desastre. Además es peligroso seguir haciéndolo porque puede faltar disponibilidad de espacios cuando sean necesarios, por ejemplo, para hacer una reserva", agregó Reese.
Cinco de los inmuebles que saldrán a la venta se encuentran en dos de las zonas más caras de la ciudad. Uno está en Puerto Madero, donde se paga 5193 dólares por metro cuadrado, de acuerdo con el último informe de Reporte Inmobiliario. Dos se ubican sobre la avenida Dorrego (con valores de 3137 y 3446 US$/m2, respectivamente), uno al lado del Campo Argentino de Polo (3354 US$/m2) y el restante en la avenida Bullrich, dónde funciona un supermercado Jumbo y una tienda Easy (3137 y 3446 US$/m2, respectivamente).
Ante la consulta de LA NACION, voceros de dichas empresas dijeron que aún no harán declaraciones sobre el tema, pero desde la AABE aseguraron que ese predio seguirá siendo explotado con un fin comercial y que Jumbo e Easy podrían comprar el predio que actualmente tienen concesionado. Indicaron, por su parte, que en otros de los terrenos sí podrían construirse torres de acuerdo con la zonificación de cada manzana. Desde el Ministerio de Desarrollo Urbano aclararon que los proyectos demandaría una nueva rezonificación en el barrio.
"Si son inmuebles que están vacíos, sin explotar, es bueno que pasen a manos privadas para generar nuevos polos inmobiliarios, ya sean de vivienda o de oficinas; todo eso genera movimiento de puestos de trabajo y de la economía", opinó el arquitecto Ariel Wasserman.
"No considero que sea un riesgo vender todo los espacios posibles si el Estado no tiene pensando darle una utilidad pública. Hacen falta más viviendas y desarrollos nuevos porque sigue habiendo demanda de gente que necesita o quiere vivir en determinadas zonas", acotó Wasserman, uno de los directores de la desarrolladora de BW Group.
Parte de los terrenos más cotizados que saldrán a la venta son predios del Ejército Argentino y no están siendo utilizados, según informaron voceros del Ministerio de Defensa de la Nación. En la cartera se mostraron a favor de la reutilización de esos espacios.
"El 70% de lo recaudado en la futura subasta de esos inmuebles se destinará a la refuncionalización del Ejercito. Como ocurre cuando se vende un terreno ferroviario, parte de lo recaudado se asigna al ferrocarril", explicó el presidente de AABE, Ramón Lanús. Por el contrario, y a pesar de ser inmuebles ubicados en la ciudad, la administración porteña no recibirá un solo peso.
A tono con esta iniciativa oficial de reorientación de los usos de los inmuebles y la venta de algunos de ellos opinó el arquitecto y urbanista Emiliano Espasandin, profesor de la FADU y la Universidad de Palermo, aunque marcando ciertos límites. "Lo que se puede hacer en esos lotes debería estar consensuado con el barrio y el Estado tendría que regular las normas del negocio inmobibiliario para que no sea descontrolado. Además de hacer una buena venta, debería haber algún beneficio para el barrio", dijo. Y agregó: "Buenos Aires tiene mucho espacio para crecer, no es muy densa ni tampoco tiene toda su capacidad de población resuelta".
Además de los 39 inmuebles mencionados, la AABE rematará otros 19 en la ciudad, entre casas, terrenos baldíos y un depósito. "Cuando salga el decreto iremos a la Justicia para evitar que se avance con la venta de espacios del Estado", advirtió Jonatan Baldiviezo, del Observatorio del Derecho de la Ciudad. "El uso del suelo es uno de los principales recursos para regular el mercado inmobiliario. El Estado se vuelve más débil ante el mercado si vende sus tierras", argumentó.