Por Juan Pablo De Santis - LA NACION -
jdesantis@lanacion.com.ar
El Estado recorta fondos a su otra línea aérea que cubre rutas de fomento; en los últimos seis años perdió 17 destinos y el 28% de sus pasajeros por falta de horas de vuelo
Avión SAAB 340 utilizados por LADE. Foto: Archivo
La contradicción se presenta como brutal. Mientras el Estado destina miles de millones de pesos a sostener a Aerolíneas Argentinos, la otra línea estatal, Líneas Aéreas del Estado (LADE) perdió 17 destinos en los últimos siete años y al 28% de sus pasajeros en los últimos seis. No tiene subsidios y recibe fondos por el 20% de lo que le otorga en el Presupuesto Nacional.
LADE es una empresa dependiente de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) y su misión es realizar vuelos de fomento para unir a pueblos recónditos del territorio con las grandes ciudades del país. El objetivo es consonante con la política de garantizar la conectividad aérea aunque se trate de destinos no rentables: el Gobierno esgrimió este argumento cuando promovió la nacionalización de Aerolíneas en 2008.
El Estado destina $13 millones diarios a Aerolíneas en subsidios para cubrir su déficit. En contrapartida, a su otra aerolínea pública sólo ejecuta 2 de cada 10 pesos que le asigna en el Presupuesto. El dato surge de un pedido de acceso a la información que efectuó LA NACION y contrastó con el Presupuesto.
La falta de coordinación en la política de transporte han hecho perder conectividad aérea interna a las provincias de la Patagonia, en especial a Santa Cruz. LADE fue creada hace 72 años con el fin de conectar los puntos más aislados del país, que tienen poca viabilidad comercial.
Subejecución del presupuesto
La subejecución del crédito es del 80%. O en otras palabras, del dinero que el Congreso aprueba para destinar a esta aerolínea en el Presupuesto Nacional, sólo se termina realmente ejecutando alrededor de un quinto. Por ejemplo, durante el 2012 el Estado aprobó $95.192.742 al funcionamiento de LADE, que constan en el Programa 17 (Transporte Aéreo de Fomento) del presupuesto del Ministerio de Defensa. De ese monto
sólo se ejecutaron $19.310.303,82 que fueron obtenidos en su totalidad de la venta de pasajes. Es decir, la ejecución presupuestaria fue del 20,29%.
Este último dato es reportado por el pedido de acceso a la información como "lo realmente ejecutado presupuestariamente al 31 de diciembre".
En 2012 el Estado subejecutó $75,88 millones de LADE, equivalentes a 5,8 días de déficit de Aerolíneas Argentinas. Esta situación se viene repitiendo en cinco años anteriores: en 2007 la ejecución fue 23,35%; 2008, 31,2%; 2009, 36,8%; 2010, 37,3% y 2011, 35,57%. En esta materia, un informe de la Auditoría General de la Nación sobre la aerolínea resulta revelador: los fondos totales se gastan, pero en otras actividades que realiza la FAA que nada tienen que ver con el transporte aéreo.
La auditoría 225/2010 que la AGN practicó sobre las actividades desarrolladas por LADE en 2008 (y publicó dos años más tarde), da cuenta que, por ejemplo, se destinan parte de los fondos del transporte aerocomercial de fomento al financiamiento de misiones de paz de índole militar.
LADE posee unos 255 agentes, cuyos sueldos son pagados por la FAA a través del Programa 16 (Capacidad Operativa), según se detalla en la auditoría de la AGN.
Al ser consultado al respecto de esta auditoría, el director general de LADE, el comodoro Roberto Müller se excusó: "No tengo por qué salir a defender a mis superiores" y que las cuestiones de asignación específica de presupuesto a su jurisdicción le exceden sus atribuciones de su cargo.
La empresa no puede manejar el presupuesto que le asignan. Al estar organizada formalmente como una Dirección General militar, su crédito público es gestionado por el Servicio Administrativo Financiero de la Fuerza Aérea.
Ya desde el año 2010 la política del Ministerio de Defensa es que LADE efectúe sus gastos propios sólo a partir de lo que recauda. Sin subsidio alguno para cumplir su misión social.
Destinos que se perdieron
En los últimos siete años, LADE ha perdido 17 destinos a los que volaba. Uno de los hechos más curiosos es que a través de su sitio web y publicidades en revistas sigue promocionando vuelos a destinos a donde -en algunos casos- no opera hace más de dos años. De acuerdo al relevamiento realizado por este medio, desde el año 2006 la aerolínea dejó de operar en:
- Buenos Aires: Bahía Blanca.
- Chubut: Alto Río Senguer, Río Mayo, José de San Martín y Trelew.
- Entre Ríos: Paraná.
- Neuquén: Chos Malal y Loncopué.
- Río Negro: El Bolsón, Viedma y San Antonio Oeste.
- Santa Cruz: Perito Moreno, Gobernador Gregores, Puerto San Julián, Puerto Santa Cruz, Río Turbio y Puerto Deseado.
"La mayoría de los casos de cese de operaciones son debido a la falta de horas de vuelo que la Fuerza Aérea le otorga a la empresa a través de sus aviones", confirmó a este medio una la aerolínea que pidió estricta reserva de identidad.
Una de las pérdidas más significativas para los patagónicos fue la ruta que unía Comodoro Rivadavia - Río Mayo - Alto Río Senguer - José de San Martín - Esquel - Bariloche.
No obstante, otros aeropuertos como el de Perito Moreno, Gregores o la base militar Paraná no están en condiciones de infraestructura o habilitados para operar vuelos civiles, ya que no cumplen con los requisitos mínimos exigidos la Administración Nacional de Avión Civil (ANAC).
Vuelos de fomento. A todas las ciudades que vuela Lade ya operan entre Aerolíneas, LAN y/o Sol Líneas Aéreas. Casi todos los destinos que perdió son "de fomento". De acuerdo al artículo 48 de la ley 19.030 son "zonas en que las necesidades públicas de transporte aéreo no se hallen satisfechas", donde debe existir "interés nacional para la integración".
LADE es una aerolínea que se caracteriza por realizar múltiples escalas diarias en ciudades de Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego para unir al Sur de punta a punta.
Müller explicó en una entrevista con LA NACION que
la pérdida de destinos obedece a múltiples factores: aeropuertos o aeródromos que no están en condiciones para que operen los nuevos aviones; falta de horas de vuelo y hasta disponibilidad de pilotos, ya que no se dedican exclusivamente a volar sino que además cumplen otras tareas. El funcionario traza la metáfora de la "sábana corta, vamos a un lugar no podemos ir a otro".
Roberto Müller, director general de Líneas Aéreas del Estado. Foto: LA NACION / Ezequiel Muñoz
El comodoro Müller reconoció que de mínima necesitaría que le otorguen "más horas de vuelo" de los aviones de la FAA para recuperar los destinos perdidos. Sobre la auditoría que advierte el uso de presupuesto de LADE para otros fines respondió: "No tengo por qué salir a defender a mis superiores".
Caída en pasajeros
- La caída en el volumen de pasajeros fue del 28,12% en los últimos seis años , como consecuencia de la reducción de vuelos. En 2007 hubo 31.429 personas transportadas por LADE, una cifra sensiblemente mayor a las 22.589 con las que cerró el año pasado.
- Aviones a medio llenar: El coeficiente de ocupación promedio 52% entre 2010 y 2012.
Vale recordar que el presupuesto público anual de la compañía se elabora con la previsión de transporte mucho mayor. En el caso del año pasado, se presupuestaron $95,19 millones para que la empresa pueda transportar 57.000 pasajeros. La subejecución de los fondos originalmente asignados dificulta el objetivo.
Según informó Müller, a mediados del 2012 existieron reuniones entre el Ministerio de Defensa, la secretaría de Transporte, la Administración Nacional de Aviación Civil y LADE para diseñar un esquema de transporte aerocomercial para combinar las rutas de Aerolíneas Argentinas con los vuelos de fomento.
Una de las ideas centrales era que Aerolíneas pueda vender pasajes de LADE y viceversa. De este modo, los pasajeros podrían volar a destinos del interior profundo de la Patagonia con la línea estatal de fomento y luego conectar con las grandes ciudades con la comercial.
Todas estas propuestas aún no se han materializado.
Sucursales sin uso y dificultades para vender
De las 28 sucursales que oficialmente posee LADE, hay 15 que están prácticamente inactivas. El problema es devengado de la pérdida de destinos de vuelo: son oficinas que la línea sigue manteniendo con personal y pago de servicios, pero ubicadas en ciudades y pueblos donde no hay vuelos ni cargas.
LA NACION llamó por teléfono en horario comercial a las oficinas en destinos sin operación. Mientras que en algunas jamás atendieron, en otras sólo informan que no hay vuelos.
Por otra parte, el sistema de ventas puede tornarse algo dificultoso para un pasajero poco sofisticado: el sitio web de la aerolínea no permite comprar pasajes en línea (debe hacerse una reservación y luego pagar telefónicamente con tarjeta), uno de los pocos del país con esta limitación.
En la página de inicio ya se informa a los pasajeros que "todos los vuelos son condicionales" y "deben ser reconfirmados el mismo día de la salida". Notifica con antelación que son pasibles de ser cancelados.
Las reservas para sus vuelos no pueden hacerse por los sistemas Amadeus ni SABRE, los dos más utilizados por las agencia de viajes.
Los aviones de la Fuerza Aérea
LADE no posee aviones propios. Al ser un organismo militar, para completar vuelos regulares recurre a las aeronaves que le dispone la Fuerza Aérea Argentina. Es decir, la programación se hace con base sobre la factibilidad de horas de vuelo que FAA puede otorgar a la aerolínea.
Entre 1973 y 2008 no se realizaron compras de aeronaves para modernizar ni ampliar las operaciones de LADE
Los destinos se cubren con aviones Fokker F-28 (65 asientos; asentados en la base de El Palomar) y Twin Otter DHC-6 (15 asientos; en Comodoro Rivadavia).
Ambas naves tienen más de cuarenta años de antigüedad -como mínimo- e ineficientes en términos de costos por hora de vuelo.
El último aporte de fondos extra presupuestarios ocurrió en 2008, cuando el Ministerio de Defensa compró cuatro aviones SAAB 340B por $54 millones, que fueron destinados a la IX Brigada Aérea en Comodoro Rivadavia y para la realización de vuelos patagónicos.
El cumplimiento de las rutas y los planes de vuelo están enteramente sujetos a la voluntad de los mandos militares, y no escapan de los imprevistos. Un ejemplo de esta última situación ocurrió el lunes 18 de febrero de 2013, cuando todas las operaciones debieron ser canceladas y reprogramadas para el día siguiente. El Fokker F-28 disponible ese día para conectar Buenos Aires con la Patagonia fue afectado al traslado del féretro Juana Ostoic (madre de Néstor Kirchner) a Río Gallegos.
Y también, los pilotos militares, no pueden mantener su entrenamiento al no volar. "Hay que salvar a AA de cualquier manera..."