Aunque no lo reconocen oficialmente, en
el gobierno porteño estudian la posibilidad de incorporar más verde en
el entorno del Obelisco; al nuevo Metrobus se sumarán plantas en los
edificios para mitigar lluvias; opiniones a favor y en contra
La mítica y porteñísima avenida 9 de Julio podría sumar más novedades al Metrobus que la cruzará de Retiro a Constitución: el cambio sumaría más verde a fachadas y a terrazas.
Aunque aún no lo reconocen oficialmente, en la administración que encabeza Mauricio Macri estudian cómo incorporar espacios verdes a la avenida. Insisten en que no se trataría de una compensación por la eliminación de plazoletas que requiere la construcción de carriles exclusivos, sino de un proyecto aparte.
El plan pretende incorporar techos verdes en edificios como el del ex Mercado del Plata y otras dependencias oficiales, en una primera instancia. Al tiempo que intentarán sumar a privados para que incluyan jardines verticales en sus fachadas. Las conversaciones en ese sentido estarían avanzadas, según pudo saber LA NACION, con algunos hoteles ubicados sobre Cerrito y Carlos Pellegrini.
Una cubierta verde es un sistema de ingeniería que permite el crecimiento de vegetación en la parte superior de los edificios (ya sea en techos o azoteas) manteniendo protegida su estructura. En general, tienen un impacto neto positivo sobre el ambiente: capturan agua de lluvia, reduciendo inundaciones y niveles de contaminación; mejoran el aislamiento térmico de los edificios y enfrían el aire; representan un hábitat para especies nativas o migratorias y ayudan a mejorar la calidad de vida.
La Ciudad ya fomenta este tipo de emprendimiento, de hecho este año se promulgó una ley local con beneficios para quienes desarrollen este tipo de estructuras.
Gustavo Di Costa, profesor de la cátedra de Construcciones de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Palermo, cree que se trata de una buena iniciativa. "Ejemplos en el mundo hay muchos, sobre todo en las grandes concentraciones urbanas, tanto de cubiertas verdes como de muros verdes. Creo que mejoraría muchísimo los indicadores ambientales de esa zona", dijo a LA NACION.
Según Di Costa, el costo que representaría una instalación de este tipo no resulta muy significativo. "Para un proyecto nuevo el hecho de construirlo o diseñarlo con una terraza verde hace que el mayor costo rápidamente sea compensado con la ganancia térmica que tendrá el edificio. Y para un edificio en funcionamiento tampoco el costo es significativo, lo que sí hay que tener en cuenta es el cálculo estructural para poder instalarlo", agregó.
Según los cálculos, una unidad con una terraza verde cuesta 30% más que una convencional, sin embargo, se amortiza con el ahorro energético. El inconveniente que puede aparecer, según el especialista, es que los consorcios puedan afrontar un gasto de este tipo.
Sonia Berjman, especialista en obras de arte en el espacio público y responsable del grupo Salvemos las Estatuas, no está de acuerdo con este nuevo proyecto. "No se puede cambiar la imagen del Obelisco y su entorno, no se puede cambiar la función, el uso ni los elementos materiales porque cambian los significados intangibles. El Obelisco es el símbolo de Buenos Aires, es como si cambiáramos el entorno de la Torre Eiffel", dijo.
Y agregó: "También hay una cuestión técnica: cada edificio está calculado para ser como es y no se le puede hacer una cubierta verde porque pesa y no estaba previsto en su estructura. Tampoco se pueden tapar las fachadas porque entonces cambia la imagen y los arquitectos que hicieron esos edificios los pensaron con esas fachadas, no con plantas en el frente.
Además, los jardines verticales requieren una instalación sumamente compleja. No hay respeto por las personas, ni por la historia, ni por los monumentos, ni por lo que representan."
Por el momento el plan no ha sido presentado oficialmente. En el gobierno esperan que la obra del Metrobus se termine para poder avanzar en esta nueva iniciativa que pretende ser un shock estético para la avenida 9 de Julio.
Mientras la obra del Metrobus, que unirá Constitución con el barrio de Retiro, sigue en marcha, la Justicia aún no habilitó los trabajos de trasplantes de árboles de las plazoletas de la 9 de Julio. El plan pretende mover unos 270 ejemplares, ya que debe reducir las plazoletas para poder construir en su lugar los carriles por donde circulará el Metrobus. El gobierno porteño insiste en que al final de la obra habrá más árboles en la 9 de Julio que en la actualidad.
El Ejecutivo porteño promulgó en enero una ley sancionada en diciembre por la Legislatura - que premia a los consorcios que construyan una terraza verde-con un descuento en el ABL que pagan por los espacios comunes, no el de cada departamento.
Esa quita, según la norma, se calculará con un coeficiente que considerará qué cantidad de m2 verdes se pondrán en la cubierta respecto de la superficie total. En cualquier caso, la baja en la tasa no superará en ningún caso el 20% de lo que pagan en la actualidad.
Los constructores que hagan un edificio nuevo, en tanto y contemplen la construcción de una terraza verde, podrán obtener una quita de hasta el 20% en los Derechos de Delineación y Construcción. Y luego, cuando la terraza quede habilitada, también podrán pedir la rebaja en el ABL.
En el gobierno indicaron que, además, se pretende que se debata un proyecto de ley para que la construcción de terrazas verdes sea obligatoria en todos los edificios que se hagan a futuro en los barrios con más densidad de población.
Las cubiertas verdes también se irán sumando a los edificios públicos. Según el gobierno local, las harán en el Teatro San Martín cuando comience su reforma integral y también en el futuro Centro Cívico en Barracas.
Se sumarán a las que colocarán en las escuelas María Claudia Falcone, en Malabia 2148; Infantil N° 6, en Blanco Encalada 3479 y Juan XXIII, en Mariano Acosta 2936, a las que les están arreglando los edificios..