La donación de tierras efectuada por el Perito Francisco Pascasio Moreno el 6 de noviembre de 1903, constituye el núcleo sobre el cual se crea -en el año 1934-
el Parque Nacional Nahuel Huapi. Por su valor ecológico y paisajístico, protege una extensa área representativa de la región andina del norte de la Patagonia. Se encuentra ubicado en el sudoeste de la Provincia de Neuquén y noroeste de la Provincia de Río Negro y abarca una superficie de 705.000 hectáreas.
Desde hace 10.000 años, el área del lago Nahuel Huapi es testigo del paso, convergencia y residencia de los habitantes de la zona. Las posibilidades que ofrecen los ambientes de esta región permitieron a los grupos humanos poner en práctica diferentes estrategias para desarrollar su propia identidad.
Los primeros pobladores de la región habrían sido los tehuelches, que eran cazadores y recolectores. Los puelche del Nahuel Huapi se especializaron en una forma de vida lacustre y posteriormente, los grupos araucanizados se dedicaron a actividades agrícolas.
Hacia el 1600, a través de la cordillera, llegó el hombre blanco proveniente del actual territorio chileno, formando parte de expediciones esclavistas, misiones jesuíticas o viajeros.
En 1876, el Perito Francisco P. Moreno arribó a esta zona procedente de Buenos Aires, para explorar el norte de la Patagonia.
La Campaña del Desierto (1879-1883) produjo el exterminio casi total de los indígenas que poblaban estas tierras. Posteriormente, colonos procedentes de ambos lados de la cordillera se establecieron en la región. En 1902 nació la Colonia San Carlos. La actividad agrícola-ganadera de principios de siglo dejó de ser el eje económico y surgió la actividad turística a partir de la creación del Parque Nacional Nahuel Huapi en 1934.
El Parque Nacional Nahuel Huapi, con sus 710.000 ha, se caracteriza por la gran variedad de sus paisajes. En ésta área es posible reconstruir la historia de ocupación y uso del lugar. En ella hay zonas de dominio público ocupadas por descendientes de colonos o indígenas que realizan actividades rurales, así como sectores con importante infraestructura para los visitantes y propiedades privadas preexistente a la creación del Parque. En algunos casos se ha pasado del estado de las tierras de dominio público ha n sistema de propiedad comunitaria de las mismas. Simultáneamente, existen zonas de conservación estricta donde la actividad humana se limita sólo a la investigación científica.
Paisajes. Flora y fauna
El Parque Nacional Nahuel Huapi resguarda muestras de tres unidades naturales: altoandino, bosque andino-patagónico -incluyendo sectores de selva valdiviana y de bosque de transición-, y estepa patagónica.
Por encima de los 1.600 metros sobre el nivel del mar se desarrolla la naturaleza altoandina cuya vegetación es rala y está compuesta por pequeñas hierbas adaptadas a la rigurosidad del frío, la nieve y el viento. Se caracterizan por sus flores vistosas y cortos períodos de floración (fotos).
Entre los roquedales habita el chinchillón o ardilla patagónica, un roedor de cuerpo redondeado, grandes orejas y cola larga curvada hacia arriba. Las aves de presa y carroñeras son comunes. Entre estas últimas se observa el cóndor andino, de extraordinario tamaño y majestuoso vuelo.
La ausencia de aves y mamíferos acuáticos puede ser consecuencia de la escasez de alimento y refugio en los cuerpos de agua. Es probable que la rigurosidad climática y la fluctuaciones estacionales y diarias de los insectos que constituyen el alimento de la mayoría de las especies de vertebrados presentes, determinen que las poblaciones no sean abundantes, que existan pocas de hábitos nocturnos y que el 40% migren de la zona en in
vierno.
Las partes bajas de las montañas y los valles de este Parque están cubiertos en gran parte por extensos bosques andino-patagónicos. Lo integran, según la altura, distintos árboles tales como) lengas, ñires y coihues. Estos bosques ofrecen en otoño uno de los más coloridos paisajes silvestres de la Argentina., alternando rojos, ocres y verdes.
En la primavera y verano, entre lagos y montañas, se destacan plantas nativas como el notro, de vistosas flores rojas; la mutisia, una trepadora de flores anaranjadas; la virreina, semejante a la anterior pero con flores lilas; y el amancay, que tapiza el sotobosque con sus flores amarillas.
En la zona de Puerto Blest, casi sobre el límite con Chile, donde las precipitaciones son de aproximadamente 4.000 milímetros anuales, se desarrolla la selva valdiviana, con especies vegetales propias como, el ciprés de las guaitecas, los maniú macho y hembra y el fuinque. El alerce es una de las plantas gigantes de estos bosques y sumamente longevas, llegando a ser milenarios.
Numerosos lagos se encuentran entre los bosques. El más destacable es el Nahuel Huapi, cuya superficie es de 560 km2 y su profundidad de hasta 454 metros. Otros lagos de menor extensión son el Traful, el Espejo y el Villarino en la zona norte, el Gutierrez, el Mascardi, el Guillelmo y el Steffen en la zona sur. Las orillas de estos lagos y ríos se encuentran pobladas de especies vegetales de lugares húmedos como los arrayanes y pataguas. En los acantilados de algunas islas del Lago Nahuel Huapi, existe una población de cormorán imperial, hecho curioso ya que se trata de una especie preferentemente marina. Es frecuente también encontrar a la gaviota cocinera siguiendo las embarcaciones.
Una de las especies típicas de la fauna de la región es el huillín, mamífero en peligro de extinción, que tiene en este Parque una de las principales poblaciones de la Argentina. Es una nutria nativa, hábil nadador y buceador de los lagos, lagunas, ríos y arroyos, en cuyas costas construye sus madrigueras. Su cuerpo alargado está cubierto por un pelaje castaño con reflejos anaranjados o rojizos, y posee patas cortas con membrana interdigital y cola larga. Se alimenta de pancoras, o cangrejos, langostinos y ocasionalmente peces. Su presencia en la región indica que el entorno del Parque Nacional Nahuel Huapi aún conserva buenas condiciones ambientales.
El monito de monte, un marsupial endémico que habita este ambiente, el gato huiña y el pudú, uno de los ciervos más pequeños del mundo, habitan el sotobosque cerrado.
El bosque de transición se extiende hacia el este, es un bosque abierto de cipreses de la cordillera, radales, ñires y maitenes. La especie descollante aquí es el ciprés, cuya esbelta figura cónica se destaca en las laderas rocosas, como se puede apreciar en el Valle Encantado, un lugar de gran belleza escénica. Es la zona de mayor riqueza de vertebrados del parque, debido a la superposición de ambientes boscosos y esteparios, proporcionando una gran variedad de hábitats para la fauna.
Una especie interesante es el tuco-tuco colonial, un roedor que vive en colonias en madrigueras subterráneas en forma de galería. Posee uñas muy largas y poderosas, patas cortas y musculosas, ojos pequeños y orejas cortas. Su sentido más desarrollado es el olfato y el oído. Es una especie endémica, su distribución natural está restringida al Parque Nacional Nahuel Huapi.
Uno de los animales de mayor porte es el huemul, ciervo en peligro de extinción, que habita preferentemente las laderas con matorrales y afloramientos rocosos. En el invierno se refugia en cañadones cubiertos de bosque.
Continuando hacia el este, la disminución de las precipitaciones da paso a un paisaje de cañadones y mesetas semi-áridas, con neto predominio de la estepa patagónica. Es el reino de pastos de tonos amarillos y anaranjados, típicos del distrito más occidental y húmedo de la estepa. El neneo, el coirón dulce y el coirón amargo son algunas de las especies vegetales más frecuentes. Entre los arbustos se destacan el calafate y el chacay Zorros y pumas , junto a aves rapaces como el gavilán ceniciento y el halconcito colorado, caracterizan la fauna de esta zona. El guanaco es el mamífero más alto de la zona esteparia, vive en tropillas formadas por un macho adulto, hembras y crías o chulengos.
Accesos.
A la Ciudad de San Carlos de Bariloche, rodeada por el Parque Nacional, se puede acceder desde San Martín de los Andes por la Ruta Nacional Nº 234 y la Ruta Nacional Nº 231, vía de comunicación conocida como "Camino de los Siete Lagos".
Otro modo de acceso es desde San Martín de los Andes, por la Ruta Provincial Nº 63.
Desde Neuquén se arriba a través de la Ruta Nacional Nº 237. Por el sur del Parque Nacional se accede a San Carlos de Bariloche a través de la Ruta Nacional Nº 258.
Por vía aérea se puede arribar al aeropuerto de San Carlos de Bariloche.
En el Parque se tiene acceso a Chile por tres pasos fronterizos: dos terrestres, por la Ruta Nacional Nº 231, Paso Puyehue; por la Ruta Provincial N° 83 , Paso Cochamó y el tercero lacustre, por el Paso Perez Rosales.
Paseos y servicios.
La Intendencia del Parque Nacional se encuentra en San Carlos de Bariloche, ciudad de 100.000 habitantes, a orillas del Lago Nahuel Huapi. Otros centros poblados que se encuentran en el área y que cuentan con servicios turísticos son Villa la Angostura y Villa Traful.
Dentro del área protegida se encuentran numerosas zonas de acampe libre y organizado, así como hoteles, hosterías, cabañas y bungalows.
En el área se desarrollan diversas actividades turístico-recreativas tales como el campamentismo, turismo de estancia, la navegación en todas sus modalidades; el kayakismo; el canotaje; el trekking; el rafting; el buceo; cabalgatas; excursiones en bicicleta; escalada en roca, en hielo; la pesca y caza deportiva de especies .
Las excursiones se realizan por medio de agencias de viajes o en forma particular.
De noviembre a abril se extiende la temporada de pesca deportiva de peces introducidos como la trucha de arroyo, la marrón y el salmón (consulte el reglamento de pesca anual).
Gran cantidad de senderos permiten realizar caminatas, recorridas en bicicleta o caballo y practicar montañismo.
Algunas alternativas posibles, de las que puede solicitar mayor información en las dependencias de Parques Nacionales, son:
-Travesía que une el Refugio Frey y el Refugio General San Martín: en el paseo se recorre filo del cerro Catedral, el Valle del Rucaco, y el filo del Cerro Brecha Negra. La dificultad que presenta es media y la duración del recorrido es de 8 horas .
-Bajada desde el Refugio General San Martín por el río Casalata a la zona del Hotel Tronador: en el recorrido se pasa por el Paso Schweitzer. La dificultad que presenta es media, y la duración es de 8 horas.
-Trazado desde el Refugio Segre y el Refugio López hacia el Monte Tronador: se recorre el trazado que une la zona del Refugio Segre y el Refugio López con la Laguna La Carne. Desde allí se desciende a Pampa Linda en la zona del Monte Tronador. Pasando por Laguna CAB, Mallín de las Vueltas, y Laguna Cretón. La dificultad que presenta es media. El recorrido completo dura dos días y medio.
-Recorrido desde Zona Hotel Tronador hasta la Laguna Cretón: desde Zona Hotel Tronador hasta la Laguna Cretón, donde empalma con el recorrido descripto en el paseo anterior, pasando por Laguna Azul. Hasta Laguna Azul, presenta dificultad baja y son 3 horas de recorrido. Desde la Laguna Azul a la Laguna Cretón la dificultad es media con una duración de 3 horas de recorrido.
-Trazado desde la divisoria de aguas a la zona del Hotel Tronador en la desembocadura del río Manso Superior: pasando por la Laguna Llum y el filo del Cerro Mora. La última parte empalma con la bajada del arroyo Casalata. La dificultad es baja y lleva un día y medio de recorrido.
-Travesía que une los refugios Segre y López, pasando por el f
ilo del Cerro López, Mallín del Goye y Cerro Bailey Willis: La dificultad que presenta es alta, y lleva 5 horas de recorrido.
-Travesía que une los Refugios General San Martín y Segre: la dificultad que presenta es muy alta, lleva 12 horas de recorrido y requiere de la compañía de un guía de montaña.
-Bajada de Laguna La Carne hasta Pampa Linda: requiere tres horas de recorrido, presentando dificultad baja.
-Paseo al fondo del Valle del Castaño Overo: la dificultad es baja y lleva tres horas de recorrido.
-Travesía que une el sector de Pampa Linda con Lago Frías: pasando por Paso de las Nubes. Requiere dos días de recorrido, con dificultad baja.
-Pampa Linda es el punto de partida de recorridas de corta y larga duración, entre ellas:
-Sendero al Saltillo de las Nalcas: comienza a 500 metros de la Seccional de Guardaparques, camino a la base del Cerro Tronador. Se recorre en media hora.
-Sendero al Ventisquero Negro: comienza a 7 km de la Seccional de Guardaparques, por el camino a la base del Cerro Tronador, llegando al mirador del Ventisquero Negro.
-Sendero a la base del Cerro Tronador: comienza al final del camino vehicular, desde donde puede observarse la cascada Garganta del Diablo.
-Sendero a la Laguna Ilón: comienza a 300 metros de la Seccional de Guardaparques. Se continúa en dirección al Refugio Otto Meiling, hasta el desvío señalizado, hacia la derecha. El ascenso requiere aproximadamente seis horas.
-Sendero al Refugio Otto Meiling (Club Andino Bariloche): se parte de la Seccional de Guardaparques en dirección al río Castaño Overo. Luego de cruzarlo se asciende hasta el pedrero. Para arribar al refugio se requieren aproximadamente cinco horas de ascenso.
-Travesía al Paso de las Nubes: comienza en la picada a Refugio Otto Meiling. Es una travesía de alta montaña y ofrece la posibilidad de ver cóndores, finalizando en la selva valdiviana en Lago Frías y Puerto Blest. Requiere dos días de recorrido.
-Las dependencias de Parques Nacionales brindan una completa información sobre estas y otras alternativas.
Los servicios de excursión lacustres permiten conocer la historia, naturaleza y tradición del Parque; los viajes a la Isla Victoria, Parque Nacional Los Arrayanes, Puerto Blest, Lago Mascardi, son parte de las alternativas que brindan las agencias de turismo zonal.
Existen más de 500 km de caminos que cruzan el Parque y que permiten acceder con vehículos a los principales atractivos turísticos que se describen a continuación.
En la zona norte el área tiene diferentes circuitos. Uno conduce a la confluencia del río Limay y Traful y al cautivante Valle Encantado con sus espectaculares formaciones geológicas. Otra alternativa es el recorrido de los Siete Lagos con trayectos dentro del Parque Nacional Lanín, donde se contemplan bosques y paisajes lacustres tan magníficos como variados.
En la zona sur, desde Bariloche, la ruta pavimentada Nº 258 nos lleva al Lago Mascardi; allí se inicia un camino consolidado que se bifurca en los rápidos del río Manso -uno hacia el Lago Roca y la Cascada de Los Alerces- y otrom, al Cerro Tronador y sus Glaciares. Camino a El Bolsón se encuentra el Lago Guillelmo. A la derecha de la ruta nace un camino descendente que conduce al Lago Steffen; a pocos kilómetros de este desvío se pasa a orillas de la Laguna Hualahue, lugar de encuentro de aves acuáticas.
Fuente: Administración de Parques Nacionales.