Por séptima vez, en cinco meses la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tuvo una actividad relacionada con el ámbito castrense. Y esta vez en el Edificio Libertador, el lugar emblemático del área militar que no era visitado por un mandatario desde que lo hizo Fernando de la Rúa en 2001.
En la sede compartida por el Ministerio de Defensa, el Estado Mayor Conjunto y el Ejército, la Presidenta presentó el decreto que forma el Centro de Estudios Estratégicos para la Defensa "Manuel Belgrano". Ese gabinete de teóricos reemplazará los centros de estudios que tenía cada fuerza, que en 30 días deberán ser desactivados para incluirse en el nuevo esquema.
En esa iniciativa se sumarán universidades públicas y privadas, que en el acto de ayer estuvieron representadas por el rector de la Universidad Nacional de La Plata, Gustavo Azpiazu, quien en su mensaje se mostró complacido "por la amplitud de la integración del centro de estudios".
Antes de encabezar la ceremonia en el Salón San Martín, la Presidenta fue acompañada por la ministra de Defensa, Nilda Garré, y por el jefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier general Jorge Chevalier, en una demostración del nuevo tablero de control, que permite conocer la situación de cada unidad en tiempo real, además de reflejar la actividad de los radares y del tráfico marítimo. Un sistema similar será instalado en la Casa Rosada, a disposición de Cristina Fernández de Kirchner, que ayer tuvo una videoconferencia con militares argentinos desplegados en Haití.
La Presidenta resaltó la labor de las tropas argentinas en esa isla caribeña y recordó la buena impresión que le causó "el profesionalismo" de los militares de ese contingente que visitó en marzo último. También aseguró que este centro de estudios será una buena ocasión para "pensar en un país diferente, en una sociedad diferente, en un sistema de defensa diferente". Por su parte, Garré aseguró que esta herramienta de análisis permitirá "ser eficaces en la protección de los intereses vitales de la Nación".
Pero lamentablemente, la falta de equipamiento, los bajos sueldos, la inequidad en los sueldos del personal militar retirado y la falta de estímulos que sufren las FF.AA no son analizados por el poder político.
Fuente: Diario La Nación