(La Nación) Editorial - La cantidad de parientes de funcionarios y ex funcionarios en las listas para las PASO confirma que para muchos dirigentes, la política funciona como bien familiar
Esposas, madres, maridos, hermanos, primos, suegros, yernos, convivientes... Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que muchas listas de precandidatos a legislador para las próximas PASO hacen un culto a la familia, pero no es el punto. Hay muchas formas más sanas de rendir homenaje a los vínculos parentales. Hacerlo mediante una nómina electoral lleva otro nombre: nepotismo.
Algunos de los candidatos-parientes ya vienen realizando tareas políticas como para aspirar a representar al electorado en un nuevo cargo, pero son los menos. La carrera que la mayoría se muestra dispuesta a seguir es la de ocupar vacantes por consanguinidad y no por su idoneidad.
Hacia fines del año pasado, el diputado bonaerense Guillermo Castello (Coalición Cívica-ARI, integrante del bloque Cambiemos) presentó un proyecto de ley tendiente a prohibir que funcionarios de los tres poderes del Estado contraten a parientes en la administración pública provincial. Lamentablemente, nunca prosperó.
Hace muy pocos días se conoció la decisión que adoptó Francia al respecto. Su Asamblea Nacional aprobó una ley que prohíbe a los diputados contratar a familiares como asistentes parlamentarios, medida que integra la ley de moralización de la vida pública que anunció el presidente Emmanuel Macron.
Pero no hay que irse tan lejos para encontrar países que dan batalla al nepotismo, entre ellos, Paraguay, Ecuador y Perú. En el primero de ellos, una ley no sólo lo prohíbe a todos los agentes del Estado, sino también a presidentes y directores de las sociedades anónimas en donde el Estado paraguayo posea en participación acciones mayoritarias, e incluso a las ONG que reciban aportes del Estado a través del presupuesto general. Quien viola esa norma es sancionado con inhabilitación en el ejercicio de la función pública de hasta cinco años y nulidad del acto jurídico por el que se realizó la nominación. Igual pena que al autor le cabe al beneficiario.
En Ecuador también se prohíbe el nombramiento de cónyuges, convivientes y otros parientes comprendidos hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad. Y en caso de transgredir la ley se deberá recuperar lo indebidamente pagado como haberes, y deberán establecerse si existieron responsabilidades administrativas, civiles y hasta penales.
La prohibición del nepotismo en Perú incluye la suspensión del funcionario transgresor por no menos de 30 días. Y su destitución en caso de reincidencia.
No se trata de un acto moralista ni de una proscripción. Toda persona con habilidades para un cargo tiene derecho a competir por él sobre la base de la igualdad y la idoneidad. El nepotismo es una práctica que no sólo propicia el conflicto de intereses, sino que debilita el sistema de controles y anula el de evaluación. Por otro lado, crea diferencias entre empleados, entre aquellos que tienen vínculos familiares con sus superiores y los que no. La falta de imparcialidad para ejercer el mando también se ve alterada, entre otras tantas irregularidades posibles.
Hace pocas semanas trascendieron casos de nepotismo como el de la intendencia de Avellaneda, donde su titular, el kirchnerista Jorge Ferraresi, nombró a su hija de 23 años como directora general de Arte, Cultura y Espectáculos del municipio. Se trata de un caso parecido al del ex ministro de Defensa del kirchnerismo Agustín Rossi, cuya hija, entonces de 26 años, fue nombrada directora del Banco Nación, cargo al que luego renunció.
Cómo no recordar a nivel nacional el ejemplo del dirigente ultracristinista Luis D'Elía, cuyos cinco hijos trabajaban en la Anses y cobraban jugosos sueldos, aun sin haber tenido uno de ellos terminado el colegio secundario.
Se sabe largamente que en provincias feudales como Santa Cruz, San Luis, Formosa, Jujuy, Santiago del Estero y Tucumán, las plantillas de cargos públicos están repletas de parientes.
Lo mismo ocurre en buena parte de las listas de candidatos para las PASO. Una somera mirada por algunas de ellas arroja, por ejemplo, las postulaciones de Dulce Granados, esposa de Alejandro Granados, ex intendente de Ezeiza y ex ministro de Seguridad del sciolismo, como cabeza de una de las listas de concejales por el frente Unidad Ciudadana en ese distrito. Hoy es diputada nacional. Magdalena Goris, esposa del intendente de Esteban Echeverría, Fernando Grey, actual concejal, encabeza la lista de precandidatos kirchneristas para renovar su banca; Natalia Ruiz, esposa del intendente de General Rodríguez, Darío Kubar, es la principal precandidata de la nómina de ediles de Cambiemos. Actualmente es secretaria privada de la intendencia.
Gisela Zamora, de 1País, es cabeza de lista de precandidatos al Concejo de Tigre y es, además, esposa de Julio Zamora, el intendente.
Alicia Aparicio lidera la nómina de San Fernando, cuyo intendente es su esposo, el massista Luis Andreotti. En tanto, María Isabel Domínguez, esposa del intendente de Marcos Paz, el kirchnerista Ricardo Curutchet, se presenta para renovar su banca de concejal.
Karina Menéndez, hermana del intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, quien adhiere a la lista kirchnerista, es primera en la nómina de postulantes a edil. Actualmente se desempeña como secretaria de Desarrollo e Integración Social municipal.
Leandro Nedela, hermano de Jorge Nedela, intendente de Berisso (Cambiemos), encabeza la nómina a ediles, y Gerónimo Ustarroz, hermano del intendente kirchnerista de Mercedes, Juan Ustarroz, es primer precandidato en su distrito.
Esa lista de nombres vinculados directamente con actuales o anteriores funcionarios tiene como particularidad que ocupan los primeros puestos, un modo de garantizarse que, sea cual fuere el resultado electoral del próximo domingo, el familiar elegido tenga asegurado su ingreso o se perfile en condiciones óptimas para lograr una banca en el cuerpo colegiado que corresponda en los comicios generales de octubre.
Se entiende, aunque de ningún modo se justifica, la nula intención de los partidos políticos por convertir en leyes proyectos tendientes a prohibir el nefasto nepotismo.
Para la anécdota, lamentable por cierto, queda el caso del antecedente de la provincia de Chubut, donde la Legislatura sancionó un año atrás una ley de ética pública que, entre otras cosas, prohibía la designación de personas consanguíneas en cargos de la administración. Pero el gobernador Mario Das Neves, quien llegó a tener a varios familiares directos en la función pública, no dudó en vetar esa norma en forma total.
Mientras tantos muchos ciudadanos mas capacitados para desarrollar el país no figuran, o encuentran excusas para rechazarlos. Así nos va... ¡Voten nos así encontramos otro conchabo, sin trabajar!