Estas tres aeronaves se suman a las otras tres en orden de vuelo existentes en el país y se especula que con los repuestos recibidos se podrían retornar al servicio uno o dos aparatos más, con lo que se volvería al entorno de siete u ocho operativos. Además, se está reparando al menos una turbina más de este mismo tipo, lo que también ayudaría a recuperar la operatividad.
Conjuntamente con las aeronaves, se enviaron tres contenedores de cuarenta pies cargados de repuestos que llegarán a Uruguay por vía marítima en un mes y medio aproximadamente. En primera instancia los pilones para el lanzamiento de misiles Shafrir no fueron incluidos en la transferencia (aunque si el cableado y sistemas asociados), pero si los receptores de alerta radar, interrogadores IFF y la provisión de una mira de tiro mejorada con respecto a la que poseen los aviones uruguayos.
El Cessna A-37B es el principal vector de caza/ataque de la Fuerza Aérea Uruguaya, que aún se encuentra en negociaciones con el gobierno de Suiza para la adquisición de unos diez a doce F-5C/E Tiger II. Mientras esto no suceda, se deberá mantener al máximo la operatividad de este pequeño reactor polivalente, que ha probado ser muy noble para Uruguay.
Fotos: Cortesía de Carlos Maggi
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