(Diario Clarin) - La Sala Alberdi depende de la Dirección General de Enseñanza
Artística porteña. Funcionaba como salón de actos del Conservatorio
Manuel de Falla y también como sede de los cursos extracurriculares de
actuación.
En 2006, durante la gestión de Jorge Telerman, se decidió
realizar allí tareas de refacción y mantenimiento que, entre otras
cosas, tenían que ver con el cambio de reglamentación en materia de controles y seguridad después de la tragedia de Cromañón.
En 2007 la Comisión de Alumnos, ex Alumnos y Amigos y Docentes interpuso un recurso de amparo
para suspender este traslado y la situación pasó por distintas
instancias judiciales hasta que en 2010 la Sala I de la Cámara en lo
Contencioso, Administrativo y Tributario intimó al Gobierno a reparar
las anomalías de seguridad que señalaba un informe de Bomberos. Para
esto debían suministrar un espacio alternativo. Ofrecieron el teatro Los
Andes pero la Comisión lo rechazó porque lo consideraban no apto y
porque deberían compartir instalaciones con la Escuela Municipal de Arte
Dramático: sostienen que el espacio no alcanza para todos.
En agosto de 2010 la Comisión aprobó la toma de la sala. Desde ese momento hay gente viviendo allí. Funcionan como espacio autogestionado, con talleres y espectáculos a la gorra. En mayo de 2012, la jueza Fabiana Schafrik los instó a respetar el horario de funcionamiento del Centro Cultural (había actividades durante la madrugada), a permitir el ingreso de autoridades para controlar y reparar lo que fuera necesario, y a “evitar el uso inadecuado de las instalaciones públicas, conforme a las pautas de convivencia mínimas que exige cualquier comportamiento social”.
El 28 de diciembre de 2012, la jueza ordenó el traslado de los talleres de la Sala Alberdi en un plazo de 20 días. En enero el Centro Cultural entró en receso de vacaciones y se cerró el edificio, lo que les impidió continuar con sus actividades.
El 4 de enero rompieron las rejas, montaron el acampe para acompañar a los compañeros que quedaron en el 6° piso y la situación se tensa cada vez más. Además de la causa que lleva Schafrik, hay actuaciones en el juzgado penal que encabeza Norberto Tavosnanska. Y el fiscal pidió el desalojo de la toma.
En agosto de 2010 la Comisión aprobó la toma de la sala. Desde ese momento hay gente viviendo allí. Funcionan como espacio autogestionado, con talleres y espectáculos a la gorra. En mayo de 2012, la jueza Fabiana Schafrik los instó a respetar el horario de funcionamiento del Centro Cultural (había actividades durante la madrugada), a permitir el ingreso de autoridades para controlar y reparar lo que fuera necesario, y a “evitar el uso inadecuado de las instalaciones públicas, conforme a las pautas de convivencia mínimas que exige cualquier comportamiento social”.
El 28 de diciembre de 2012, la jueza ordenó el traslado de los talleres de la Sala Alberdi en un plazo de 20 días. En enero el Centro Cultural entró en receso de vacaciones y se cerró el edificio, lo que les impidió continuar con sus actividades.
El 4 de enero rompieron las rejas, montaron el acampe para acompañar a los compañeros que quedaron en el 6° piso y la situación se tensa cada vez más. Además de la causa que lleva Schafrik, hay actuaciones en el juzgado penal que encabeza Norberto Tavosnanska. Y el fiscal pidió el desalojo de la toma.
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