Por Néstor Restivo y Gustavo Ng (*) - Clarin.com
De ratificarse China como un socio estratégico, se estaría refrendando también una de las pocas políticas de Estado que ha habido en las relaciones exteriores de Argentina.
El designado embajador de Argentina ante la República Popular China, Diego Guelar, dijo en varias entrevistas periodísticas que la relación bilateral continuará y se profundizará, más allá de que algunas cuestiones podrían revisarse (como la base satelital en Neuquén, los contratos de adjudicación directa o la inversión en centrales atómicas, para reorientarlas al plan energético que presente el gobierno de Cambiemos, de acuerdo a una entrevista concedida a la revista Dang Dai), pero en consenso con China.
Argentina tiene muy pocas políticas de Estado. De ratificarse a China como un socio estratégico por parte de un gobierno de signo diferente al anterior, se estaría refrendando también una de las pocas que ha habido en la política exterior nacional.
Desde 2004, cuando intercambiaron visitas los entonces presidentes Néstor Kirchner y Hu Jintao, el intercambio comercial argentino-chino creció 700 por ciento. Si bien ya con los presidentes Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Fernando de la Rúa se habían firmaron numerosos e importantes convenios (37 en total, en comercio, ciencia, cultura, etc.) y hubo intercambios de visitas presidenciales, fue desde 2004 cuando el incremento comercial saltó de modo exponencial. Luego siguió, más recientemente, un stock nada despreciable de inversiones (más de 8.000 millones de dólares) y cooperación financiera, que el gobierno de Macri también busca continuar.
Kirchner y Hu establecieron una asociación de carácter "estratégico", rango elevado a "estratégico integral" en 2014, lo cual ubica a Argentina en el segundo círculo de aliados clave de China. Cristina Fernández de Kirchner viajó a Beijing y Shanghai tres veces: una como senadora y primera dama y dos como presidenta, y lo mismo hizo el nuevo líder chino Xi Jinping a Buenos Aires. En el medio hay que contar el periplo de 2012 a Buenos Aires del entonces primer ministro Wen Jiabao, cuando comenzó a plasmarse un plan de acción para 2014-2018 que incluyó los acuerdos bilaterales rubricados entre 2014 y 2015. Durante el kirchnerismo se firmaron con China 77 convenios de intercambio.
Además de viajes presidenciales hay que contar las veces que ministros de casi todas las carteras, gobernadores de provincias, alcaldes, legisladores , rectores de universidades públicas, directores de organismos como Conicet, INTA, Senasa, la CNEA, YPF, AFIP, Banco Central, Fundación Exportar y otros funcionarios han viajado a Oriente para establecer acuerdos desde aquel periplo iniciático de Kirchner, a quien habían acompañado casi trescientos empresarios, igual que en viajes posteriores. Y lo mismo pasa con sus pares chinos que vienen a toda la Argentina. Ello, para no contar las veces que van y vienen empresarios o agentes de firmas privadas. O los intercambios culturales y deportivos de todo tipo.
La vinculación china con América Latina obedece sobre todo a la estrategia que se fijó Beijing de cara a los recursos con que está dotada nuestra región, y que China necesita para su desarrollo. Pero también a una decisión que tomó la Casa Rosada en cuanto a la elección de socios. Ello fue de la mano de un rumbo inevitable: el comercio Sur-Sur ya va superando por primera vez en la historia al que se realiza en el flujo Norte-Norte. Y la región que hace eje en China (todo el sudeste asiático y Asia Pacífico) ya es la más dinámica de la acumulación de riqueza mundial.
Hay mucho para mejorar, como tender hacia un perfil del intercambio comercial que incorpore más bienes manufacturados localmente, un mayor compromiso del sector privado y una mejor articulación tanto intra sector público en la gestación y ejecución de acuerdos como entre los países del Mercosur, que no han planteado un vínculo de conjunto de cara a China que les mejore tanto su oferta exportable como su propia dinámica integracionista. Pero si la política de Estado continúa, esos desafíos pueden concretarse.
(*) Néstor Restivo y Gustavo Ng son los autores del libro "Todo lo que necesitás saber sobre China" (Paidós, Buenos Aires, 2015).
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