(FNM) La Marinha do Brasil está en proceso de adquisición de 5 células de aviones S-2 Tracker. Serían convertidos como plataformas AEW y COD para el portaaviones Sao Paulo.
Según informó el portal Poder Naval de Brasil, esa fuerza adquiriría próximamente 5 fuselajes de aviones Grumman S-2 Tracker, con la intención de motorizarlos con plantas turbohélice. Las células tendrían una vida asegurada de 20 años más. Habría una opción a la compra de 3 unidades adicionales. Los aviones se encuentran almacenados en la base aérea Davis Montan, en el desierto del estado de Nuevo México.
Según informó el portal Poder Naval de Brasil, esa fuerza adquiriría próximamente 5 fuselajes de aviones Grumman S-2 Tracker, con la intención de motorizarlos con plantas turbohélice. Las células tendrían una vida asegurada de 20 años más. Habría una opción a la compra de 3 unidades adicionales. Los aviones se encuentran almacenados en la base aérea Davis Montan, en el desierto del estado de Nuevo México.
Tres de esos aviones serían equipados como Alarma Aérea Temprana (AEW por sus siglas en inglés) y los dos restantes como transportes para portaaviones (COD de acuerdo también con sus siglas en inglés) y eventualmente como aviones cisterna. De esta menara cubrirían una falencia actual en cuanto a su aviación de ala fija para equipar al grupo aéreo del portaaviones Sao Paulo, que fuera recientemente reparado.
La principal contratista en la conversión de los Tracker es la empresa norteamericana Marsh Aviation, con amplia experiencia en la turbinización de los Trackers, y la brasileña Embraer. Marsh Aviation diseñó, a pedido de IAI, el primer Turbotracker argentino, al que se lo equipó con una planta Garret TPE331-15 AW de 1.645 SHP, con inyección de agua metanol, y hélices de materiales compuestos de cinco palas.
La Armada Argentina llegó a convertir cuatro Trackers S-2E, del proyecto original de 6. El quinto nunca abandonó el Arsenal Aeronaval Comandante Espora y el sexto fuselaje se perdió en un accidente antes de ser convertido. Los Turbotracker S-2T argentinos, aviones netamente antisubmarinos, han operado a bordo del Sao Paulo en ejercicios de la flota brasileña en 2002, y el diseño probó ser todo un éxito.
Las autoridades brasileñas siempre alabaron el concepto y el suceso del Tracker argentino, que contrastaba con el fracasado proyecto de turbinización brasileño, realizado con turbinas Pratt and Whitney PT6 por la Fuerza Aérea Brasileña. Pese al éxito de la turbinización de los S-2E, la ARA nunca se completó la modernización del equipamiento electrónico del Turbotracker, por lo que el avión antisubmarino quedó rezagado tecnológicamente. Años antes, la Aviación naval Argentina había convertido a tres Tracker S-2A como COD en el Arsenal Aeronaval de Punta Indio. El proyecto resultó también exitoso.
Fuente: NUESTROMAR
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