Papelera Quilmes paga los sueldos de 450 personas (en el último año se retiraron unas 150) y de otras 150 más que trabajan en la planta de San Luis. Acumula pérdidas por unos 15 millones de pesos en los últimos 12 meses, desde que el 9 de mayo fue reabierta, bajo una administración estatal compartida entre el Poder Ejecutivo nacional, el Banco de la Nación Argentina (BNA) y el Municipio de Quilmes.
Este mes regresó como director ejecutivo el cuestionado secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Llegó con el propósito de ser él mismo quien se siente frente a la jueza María Cristina O'Reilly, quien dictó la quiebra de Massuh y debe ser la encargada de decidir si la planta de Quilmes se mantiene como está o pasa a manos de un inversor privado, a precio de quiebra.
En ese sentido, Moreno planteó dos ejes el mismo día que asumió: un recorte salarial a un nivel uniforme de 1.500 pesos, resistido por los técnicos calificados, cuyas remuneraciones son superiores. El otro eje es la reconversión de la planta. Moreno dijo que una hipótesis es que Papel Prensa, la misma empresa a cuyos directivos él cuestiona, se haga cargo de Massuh.
Desde el Municipio de Quilmes que encabeza Francisco "Barba" Gutiérrez --quienes en su momento diseñaron el plan de intervención de la papelera, que estaba parada hacía ocho meses-- ahora quieren que Papelera Quilmes deje de ser una papelera y sea reconvertida en una UTE con participación del Ministeiro de Educación.
El secretario de Producción de Quilmes, Guillermo Robledo, desmintió que la planta hubiera utilizado fondos de Banco Nación o de la AFIP. "Las pérdidas fueron por 15 millones de pesos y todo ese dinero fue aportado por los proveedores, cuando arrancó la planta. No pudimos recuperarlos aún, pero nos manejamos muy cerca del punto de equilibrio", aseguró Robledo ante la consulta de Clarín.
Desde que Moreno encabezó la intervención y reapertura de la papelera, en no pocos casos intervino en persona para que peces gordos como las cadenas de supermercados les compraran las resmas y se las pagaran por adelantado.
La situación legal de la papelera es incierta. La jueza podría determinar, si el síndico designado así lo recomendara, que el contrato entre la papelera y el Fondo Fiduciario del Banco Nación ya expiró luego de un año. Para Robledo, la vigencia debería ser "por lo menos hasta diciembre del año que viene". Pero el mismo funcionario admite que eso fue un acuerdo político cuando Héctor Massuh todavía era el dueño legal de la papelera. Tras la quiebra, la propiedad pasa a ser decidida por la Justicia.
Desde el sector privado, el candidato que suena en boca de todos los funcionarios del municipio quilmeño es Angel Estrada. La dueña de los cuadernos Arte ya había comprado el año pasado a Massuh los cuadernos Rivadavia. En la empresa de las familias Estrada y Agardy aseguraron este fin de semana que "no hay nada, al menos por el momento".
En cuanto a Papel Prensa, Robledo dijo que "es una hipótesis, pero que yo sepa no hubo ningún contacto".
Esta semana, el intendente Gutiérrez y Moreno podrían presentarle el plan de reconversión de la planta a la presidenta Cristina Fernández. Consiste en transformarla en una productora de libros escolares: "El costo de un libro de 300 páginas es de 1,5 pesos y la impresión otros 2 pesos. Sin la comercialización y la intermediación, el costo sería de 4 pesos, incluido un 10% de ganancia para la papelera", dijo Robledo. "Papelera Quilmes, con 400 trabajadores, puede producir el papel de 1600 millones de libros. En la Argentina, cada año se venden 50 millones".
Comentario:
Basta de delirios...Vendan la papelera aun empresa privada. El Estado no puede, ni debe seguir gastando sus recursos endeudandose, ya suficiente tenemos con la deuda externa. Basta de mesianicos proyectos, con dinero ajeno. El Estado debe asistir en la Seguridad y Defensa, la Salud Integral y la Educación. El resto pueden realizarlos empresas privadas. Basta de dilapidar el dinero del pueblo...con razón continua el impuesto al cheque y el IVA al 21%, cada vez se comprenden mejor las cosas...
Jorge Elías
Bien el comentario, pero te olvidaste de Aerolineas Argentinas y de otros tantos.
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