(Monch) - El 2 de junio, el presidente Jair Bolsonaro firmó un decreto que establece el derecho del ejército brasileño a operar aviones de ala fija y, tres días después, emitió otro que elimina el derecho y vuelve a un decreto de 1986 que permite que el servicio opere solo helicópteros. La decisión posterior se tomó después de la presión de la fuerza aérea, MON entiende y refleja una discusión similar de 1998 con la armada, que el último servicio finalmente ganó.
Esta decisión se tomó después de la adquisición por parte del Ejército de ocho aviones de transporte C-23B SHERPA al Ejército de los Estados Unidos en diciembre pasado. Se esperaba que el avión, dos de los cuales se usarían para repuestos, equipara la primera unidad de la fuerza de ala fija del Ejército, el 4º Batallón de Aviación del Ejército, con sede en Manaus, para apoyar las bases del Ejército en la cuenca del Amazonas y cerca de fronteras A pesar de su llegada prevista el próximo año después de ser revisado y modernizado, su futuro ahora es incierto, ya que la fuerza no podrá operarlos.
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