La Argentina prepara la presentación del límite exterior de la plataforma continental, para fijar de forma definitiva y obligatoria su extensión geográfica. Este espacio marítimo es una enorme fuente de recursos naturales cuyo real potencial es aún desconocido.
Entre los grandes misterios que todavía envuelven a las profundidades marinas se encuentra su potencial económico y su condición de reservorio de recursos naturales. La mayor certeza es, paradójicamente, una incógnita: son muchas las riquezas que esconden los océanos que aún no han sido descubiertas.
Consciente de las oportunidades que se presentan en el lecho y subsuelo del mar, la Argentina trabaja con intensidad para dar certidumbre a la extensión geográfica de sus derechos sobre un espacio marítimo esencial: la plataforma continental.
Se trata de un vasto territorio de más de setecientos mil kilómetros cuadrados —aproximadamente un tercio de la superficie del territorio continental e insular argentino— que contiene recursos energéticos de gran importancia estratégica.
Los Estados ribereños tienen derechos de soberanía exclusivos sobre su plataforma continental para la exploración y explotación de sus recursos naturales, vivos y no vivos. Se trata esencialmente de recursos minerales, como petróleo, gas, nódulos polimetálicos y sulfuros, además de las especies vivas que se ajustan a ciertas particularidades, como la de moverse en constante contacto físico con el lecho del mar o el subsuelo. Por ejemplo, las vieiras y los mejillones.
Esos derechos no dependen de ninguna ocupación o declaración por parte del Estado. No obstante, cuando la plataforma continental de un Estado supera las 200 millas marinas de ancho, éste debe presentar el límite exterior de ese espacio marítimo a la Comisión de Límites de la Plataforma Continental —órgano creado por la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 (Convemar)— al sólo efecto de dar certidumbre a la extensión geográfica de los derechos que le corresponden.
La plataforma continental argentina en numerosas zonas supera ampliamente las doscientas millas, alcanzando profundidades mayores a cinco mil metros.
Para realizar las tareas técnicas que permitan a la Argentina cumplir con su compromiso internacional, en 1997, se creó la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA). Esta Comisión interministerial está presidida por la Cancillería e integrada por un representante del Ministerio de Economía y otro del Servicio de Hidrografía Naval.
Entre las tareas científicas, se puede destacar un gran número de estudios; campañas en el margen continental argentino a fin de recolectar información sísmica, batimétrica, gravimétrica y magnetométrica; la adquisición y puesta en funcionamiento de un sistema batimétrico integrado de aguas profundas y servicios conexos en el buque oceanográfico ARA Puerto Deseado para la realización de las campañas batimétricas faltantes.
De modo que hoy podemos decir, con satisfacción, que más de dos tercios de los datos de campo necesarios para el trazado del límite exterior de la plataforma continental han sido recolectados y se está finalizando el procesamiento e interpretación de esta información. La mayoría de las tareas está en ejecución y su calidad asegura que la presentación argentina estará sólidamente fundamentada.
La concreción de estas tareas demuestra que la determinación del límite exterior de la plataforma continental y el ejercicio de los derechos de soberanía de la Argentina sobre sus recursos constituyen una verdadera política de Estado para nuestro país.
La Argentina está profundamente comprometida con el cumplimiento de la Convemar, una suerte de "Constitución de los océanos", que ha significado una notable contribución al fortalecimiento de la paz, la seguridad, la cooperación y las relaciones de amistad entre los Estados. Por eso nuestro país cumplirá sus compromisos —la fecha límite de la presentación es mayo de 2009— estableciendo de manera definitiva el límite de un territorio sobre cuyos recursos tiene de rechos de soberanía y cuya potencial contribución al desarrollo argentino puede ser de una magnitud sorprendente.
Autor: Roberto García Moritán .Vicecanciller. Presidente de la Comisión Nacional del límite exterior de la plataforma continental (COPLA)
Fuente: http://www.clarin.com/diario/2007/04/18/opinion/o-02901.htm
La plataforma continental
En mayo del año próximo, la Argentina tiene previsto cursar los informes sobre el límite exterior de su plataforma continental marina a la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC), órgano técnico que depende de la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar). Lo hará en tiempo y forma, según promete la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (Copla), de la Cancillería. Vale esta aclaración por el estado público que ha cobrado en los últimos días una cadena de correos electrónicos que indican en forma errónea que estamos "ante una situación de entrega de territorio inminente".
El tema delicado es, obviamente, la disputa por las islas Malvinas y su zona de influencia. La Cancillería, ante la andanada de consultas, prefirió dejar las cosas en claro. Todos los países comprendidos en la Convención deben cursar los informes en mayo de 2009. En el caso de la Argentina, esos informes contemplarán los pedidos de extender de 200 a 350 millas náuticas las zonas de uso económico exclusivo del suelo y subsuelo marítimo.
La etapa final del trabajo, iniciado en 1998, consistirá en una investigación de la zona en litigio con Gran Bretaña. Se hará con el buque oceanográfico Puerto Deseado, que explorará durante dos meses desde el norte de las Malvinas hasta las islas Georgias. Se trata de una labor delicada. En 2006 se desató una controversia con Gran Bretaña por la navegación del rompehielos Irízar en el área considerada por los británicos de uso económico exclusivo del gobierno de las Malvinas.
En septiembre último, a su vez, la Cancillería puso el grito en el cielo por un estudio similar realizado por ese país: daba la impresión de que iba a incluir en su presentación ante las Naciones Unidas la zona en litigio con la Argentina. De este asunto iba a hablar en Londres la presidenta Cristina Fernández de Kirchner con el primer ministro británico, Gordon Brown, pero el viaje se vio frustrado por el conflicto con el campo. Tendrá una nueva oportunidad de hacerlo en la V Cumbre de América Latina, el Caribe y la Unión Europea, que se hará del 13 al 17 del mes próximo en Lima.
Entre ambos gobiernos, la relación dista de ser buena si del diferendo por las Malvinas se trata; no ha habido contactos desde el año último. Gran Bretaña, entonces, ofreció a la Argentina realizar en forma conjunta los trabajos técnicos, pero no obtuvo respuesta. La falta de respuesta vino a ser, en realidad, una respuesta negativa.
Es importante destacar, según la Cancillería, que el estudio requiere complejas tareas técnicas batimétricas, geofísicas, geológicas y geodésicas. Los trabajos de campo se encuentran prácticamente terminados; en la actualidad, se están haciendo tareas de comprobación. De prosperar en esa dirección, la Argentina aspira a consolidar el ejercicio de los derechos de soberanía sobre los recursos naturales de ese vasto territorio, de aproximadamente un millón de kilómetros cuadrados, más allá de que no haya podido evitar que fueran incluidas, al igual que las Sandwich del Sur y las Georgias del Sur, como Territorio Antártico Británico en el Tratado Constitucional de la Unión Europea, firmado el 29 de octubre de 2004.
Se trata de otro motivo de disgusto en la disputa bilateral. En ella, Gran Bretaña, a pesar de las insistentes y recurrentes recomendaciones del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, no se aviene a debatir la soberanía de las islas. El tema es tan delicado que una chispa puede ocasionar un incendio. De ahí, las voces de alarma ante una cadena de correos electrónicos que, con el texto de "¿sabía que...?", presagia despojos y quebrantos donde, en principio, no debería haberlos.
Fuente: Diario La Nación
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